Tres Grandes Revelaciones Divinas

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Panorama y Comparación

(Revelaciones de Swedenborg)

(Revelaciones de Lorber)

Revelaciones Mexicanas

El Amor Divino

El Tercer Testamento

Libro de la Vida Verdadera

Introducción

Tomo   1         1 -   28

Tomo   2       29 -   55

Tomo   3       56 -   82

Tomo   4       83 - 110

Tomo   5     111 - 142

Tomo   6     143 - 174

Tomo   7     175 - 207

Tomo   8     208 - 241

Tomo   9     242 - 276

Tomo 10     277 - 309

Tomo 11     310 - 338

Tomo 12     339 - 366

La Ternura Divina


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Libro de la Vida Verdadera - Tomo 8

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Enseñanza 208 Enseñanza 220 Enseñanza 232
Enseñanza 209 Enseñanza 221 Enseñanza 233
Enseñanza 210 Enseñanza 222 Enseñanza 234
Enseñanza 211 Enseñanza 223 Enseñanza 235
Enseñanza 212 Enseñanza 224 Enseñanza 236
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Enseñanza 218 Enseñanza 230  
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Hacia arriba



Enseñanza 208

1. Os habéis despertado con el eco de mi palabra y habéis venido de lejanas naciones, pueblos y comarcas, por un largo camino de vicisitudes, con el anhelo de encontrar al Maestro, y habéis logrado la finalidad de vuestras luchas y sacrificios, por que habéis llegado a mi presencia. Es el primer paso que dais en el camino que os conducirá a la cumbre de la montaña a donde me adelanté a esperaros.

2. Habéis abierto vuestro corazón como un libro en limpio, para que en él escriba esta enseñanza. Algunos me han presentado su entendimiento, en el cual también he escrito mi palabra, en espera de que el corazón se sensibilice, porque esta luz penetrará hasta el espíritu, en donde encontrará una morada de la cual no volverá a salir.

3. Jamás había sido tan clara y extensa mi palabra, como en este Tercer Tiempo, en que he venido a humanizarla. Mi palabra os hace comprender lo que os entregué en las dos eras pasadas. Toda mi Doctrina se encierra en dos preceptos que os legué desde el principio “AMARAS A DIOS CON TODO TU CORAZON Y ESPIRITU” Y “AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO”. Más tarde Jesús os vino a decir: “AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS” y ahora vengo a continuar mis enseñanzas, para dejar consumada mi Obra entre vosotros, en cumplimiento a mi promesa de volver.

4. No aparecí en este tiempo en el seno de ninguna iglesia, porque vine en busca de mi templo que existe en vuestro corazón. La solemnidad de las liturgias, el esplendor de los ritos religiosos no son los que atraen mi Espíritu ni significan mi Iglesia.

5. En el Segundo Tiempo, los príncipes y los sacerdotes esperaban el nacimiento del Mesías en el seno de la iglesia, sin embargo, no nací entre ellos, porque encontré más limpio el establo de Belén, hallé más amor entre los pastores y más clemencia en el crudo invierno. He ahí por qué los teólogos de aquel tiempo se confundieron y por qué los reyes me persiguieron desde mi nacimiento hasta mi muerte.

6. Hoy vuelven a confundirse los teólogos ante mi nueva venida, porque las profecías y anuncios de ella no han sido interpretados con acierto.

7. Desde un principio ha sido puesta en duda mi venida a pesar de que os he dado pruebas, testificándome a mí mismo, y en esta forma he levantado la fe en el corazón de mi pueblo.

8. Grandes muchedumbres de discípulos han surgido en este tiempo, pero con ser tan grandes, no alcanzan a poseer la fe y la fuerza que tuvieron aquellos doce que me siguieron en el Segundo Tiempo. Y ¿Qué vais a hacer después de mi partida? Todos sabéis que os estoy hablando, dentro de los últimos tres años de la enseñanza que recibiréis a través del entendimiento humano. Si me comprendieseis en verdad, tendríais la certeza de que eternamente estoy con vosotros, de que eternamente os hablo. Mas ¿Quienes son aquellos que se están preparando para sentir mi presencia divina y para oír mi voz? ¿Quién alcanzará para 1950, tiempo marcado para mi partida, la espiritualidad suficiente para comunicarse con el Maestro sin necesidad de pedestal?

9. No me sentiré ofendido si no me ofrecéis altares ni flores o si no me encendéis lámparas, porque lo que he buscado todo tiempo en el corazón del hombre, es el altar espiritual.

10. Las flores son las ofrendas de los huertos y de los valles, cuya fragancia y perfume, llega hasta Mí como un tributo de amor. No usurpéis entonces a los valles y a los huertos sus ofrendas. No encendáis más lámparas que la de la fe en mi Divinidad, porque de nada os servirá encender lamparillas de aceite si está en tinieblas vuestro corazón.

11. No habéis alcanzado a comprender, y menos a practicar la Doctrina perfecta que os he revelado, y cuyo nombre de Espiritualismo Trinitario Mariano, lo dice todo: elevación espiritual, reconocimiento de la Trinidad de manifestaciones divinas y culto a María, la Ternura Divina.

12. Antes de iniciarse el año de 1948, os dije a través de numerosos portavoces: “Preparaos porque reformaré vuestras prácticas espirituales”, porque no quiero que el mundo os juzgue como los malos discípulos, que han atraído a su Maestro a participar de sus costumbres superfluas. Os he confiado mi Obra perfecta, la cual no debéis de desmentir con vuestros hechos, todo aquél que se levante a seguirme, cargará su cruz y entregará la verdad con todo su ser, hasta donde le sea posible y sus potencias lo permitan. No siempre estáis preparados, mas ojalá siempre lo estuvieseis, porque en el momento menos esperado puede presentarse la prueba o el necesitado y ahí debéis estar al instante.

13. Para los padres de familia es grave el peso de la cruz, porque habiendo traído al mundo a las nuevas generaciones, ha comprendido que eso no les basta para dar por terminada su misión. La Ley del Padre para los primeros fue esta: “Creced y multiplicaos” y en el tiempo actual, en que encuentro gran evolución en el espíritu humano, os vuelvo a decir: “Creced y multiplicaos”, pero no solamente lo hagáis en materia sino en espíritu, en virtudes, en amor. Esta es la Ley del principio y del fin a la que daréis cumplimiento, para que podáis llegar satisfechos ante mi presencia y podáis decirme: Señor, he aquí mi cumplimiento espiritual y humano, he aquí el fruto.

14. Pueblo amado: los tiempos no os permiten el estacionamiento; los elementos, el dolor, la guerra, los conflictos y el caos, os dicen a cada instante: ¡Despertad y trabajad! ...Dejad que vuestro corazón se llene de este vino, que es la sangre del Maestro, para que se desborde en vida y en amor sobre vuestros hermanos.

15. Mirad que mi palabra viene de un Padre que os busca, que os ama y corrige, que os levanta cuando tropezáis y os sana cuando estáis enfermos. Ni siquiera he venido en este día a ordenaros, simplemente a acariciaros. Voy a señalar todos vuestros actos delante de vuestra conciencia, no a unos delante de otros, porque Yo soy el velo que os defiende de vuestros enemigos, para que escuchéis en el silencio la voz del Juez interior y recordéis que los discípulos de Jesús han de glorificar con sus obras el nombre de su Maestro.

16. Os hablo con frecuencia de mi partida, como lo hice con mis apóstoles en el Segundo Tiempo: “Encontrábase Jesús rodeado de sus discípulos, todos eran mayores en edad que el Maestro, mientras unos se hallaban en la Madurez de la vida, otros se encontraban ya en la ancianidad. Sólo había uno menor que Jesús, era Juan. El Maestro solía hablarles de su próxima partida y ante aquel anuncio, aquellos hombres se preguntaban: ¿Como habla de su próxima partida si nosotros estamos mas cerca del final? Y es que los discípulos no alcanzaban a comprender como aquel hombre, toda vida, todo amor y fuerzas, podía morir para el mundo. No podían concebir que Aquél que vino del Padre, pudiera dejar de vivir. Pero Jesús seguía hablando de su partida, seguía dando su adiós, haciendo que aquellos corazones se acostumbraran a la idea de la separación y comprendieran que debían aprovechar el tiempo y almacenar aquella preciosa semilla en el corazón. Entonces alguno dijo a su Maestro: Señor, si alguien intenta tocarte, nosotros lo impediremos, a lo que Jesús contestó: “Lo que escrito está, tendrá que ser y la voluntad del Padre se consumará, pues antes desaparecerían los Cielos y la Tierra que dejar de cumplirse su palabra”.

17. los discípulos, cabizbajos y tristes, escuchaban e interiormente se preguntaban ¿Qué podrían hacer cuando El ya no se encontrara entre ellos? ¿Cómo podrían luchar solos entre la humanidad? ¿Cómo podrían dar luz al ciego, limpiar al leproso, resucitar al muerto y convertir al pecador? El Maestro leía sus pensamientos y en una ocasión les dijo: Vosotros quedaréis en mi lugar, como ovejas entre lobos, pero si creéis en Mí y permanecéis en el camino no pereceréis.

18. Mi pasión se consumó: mi palabra se cumplió y mis apóstoles sintieron flaquear en su ánimo y en su fe; cuando miraron a Jesús sudar sangre en el Huerto de los Olivos, cual si tuviera temor de los hombres, El, que tenía el poder en su mano, ante la gritería de las turbas, pensaban ellos que el Maestro les podría enmudecer, ya que a los mismos poseídos había hecho callar. Y cuando las impías manos cayeron sobre el Rabí para aprehenderlo, los discípulos atónitos interrogaban: Señor, ¿Por qué te has dejado aprehender como cualquier malhechor, si en Ti no hay pecado alguno? Entonces se ocultaron abandonando a su Señor. Pero Cristo seguía enseñando en cuanto Dios y en cuanto hombre, porque quiso ser hombre para dar el ejemplo perfecto y para sentir el dolor humano y en El fueron todas las angustias, toda la soledad: recibió sobre su cuerpo todas las ingratitudes y las blasfemias y llegó la última hora.

19. Desde lo alto del madero, sus ojos buscaron entre la multitud a sus amigos, a los discípulos, aquellos que habían vivido con él y que le amaban y seguían por los caminos; pero aquellos no estaban, en el último instante, sus ojos corporales no los vieron, sólo Juan, el más pequeño, se encontraba presente acompañando a la Madre del Maestro. Al discípulo le entregó su último mensaje, y a María la consagró en ese instante, ante la humanidad, como la Madre Universal.

20. Todo fue consumado.

21. Los discípulos, unidos por el llanto y el luto, buscaban el consuelo en María. Mas el Maestro ya espíritu, se hizo visible. Visitó a la Madre y a las santas mujeres, quienes dieron testimonio a los apóstoles de lo cual ellos dudaron. Pero Jesús, queriendo demostrarles que El seguía entre ellos, también los buscó para manifestarse.

22. Encontrábanse en cierta ocasión los apóstoles en una casa, Tomás no estaba entre ellos. Mientras aquellos hombres se encontraban entregados a los recuerdos, el Maestro penetró a través de los muros, en la alcoba, diciéndoles: “Mi paz sea con vosotros”. El asombro de los discípulos fue indescriptible, al reconocer el acento de aquella voz única para ellos.

23. Ausentose la silueta de Jesús, y los apóstoles llenos de fortaleza y alegría, comunicaron a Tomás la nueva, mas aquél se mofó de sus hermanos, y mientras negaba el testimonio, hallándose cerrada la puerta del aposento, Jesús nuevamente se presentó saludándoles así: “La paz sea con vosotros”. Tomás, ante el prodigio, temeroso primero y arrepentido después, contempló la silueta de Jesús, pero la duda le atormentó. Entonces el Maestro le dijo: “Acércate. Tomás, hunde tus dedos en la herida de mi costado”; y el discípulo incrédulo y material, los hundió y pudo contemplar a través de aquella herida, la Tierra Prometida. Tomás, entonces, cayó a los pies de su Maestro y preso de dolor y arrepentimiento confesó: “Señor, Señor, eres Tú”. “Si, Tomás, confiesas que soy Yo. Porque has visto. Bienaventurados los que sin ver creen”.

24. Pueblo: todo aquello lo estáis viendo ahora. Os estoy anunciando a cada instante mi partida. Os estoy desmaterializando para que después no seáis los incrédulos, los ignorantes o confundidos.

25. En el último día de mi estancia entre vosotros, no quiero contemplaros mesar vuestros cabellos, no quiero que vuestras bocas vayan a exclamar ¿Por qué te vas, Maestro?

26. Quiero en el momento final, veros envueltos en un manto de espiritualidad, de serenidad, de recogimiento, llenos de confianza en que Yo no he partido, de que Yo estoy mas cerca de vosotros.

27. Os he dicho que todo ojo pecador y no pecador me contemplará; unos verán espiritualmente la silueta de Jesús, otros sentirán mi presencia en su corazón; otros percibirán mi luz en su entendimiento y otros verán maravillas a su paso. Me manifestaré en la oración y en las pruebas. Mas no será menester que contempléis la forma humana de Jesús sino que me sintáis en el espíritu y en el corazón. Y no habrá luto, no existirá vació, ni soledad, no habrá congoja ni sollozos.

28. Quiero que al partir os unifiquéis, para que reunáis todas vuestras fuerzas espirituales y con ellas podáis suplir lo que el Maestro os daba con su palabra.

29. Cuando se haga la verdadera unificación entre vosotros, habrá señales en el Cielo y en la Tierra y las naciones lo reconocerán.

30. Esta es mi cátedra, ésta ha sido mi palabra de amor y de enseñanza: Una perpetua caricia.

31. Debéis prepararos más y más a medida que se aproxima el instante en que deje de hablaros a través del entendimiento humano. Vais buscando saturaros de la fuerza espiritual que imparte mi palabra. El materialismo está en su plenitud; hasta ahora ha vivido el mundo sin sentirme ni escucharme. Son muy pocos los que viven con espiritualidad, los que contemplan mi luz y progresan en su camino; pero cuantos se encuentran en tinieblas. Hay quienes están en espera de mi nueva venida, en ellos existe la creencia de que Cristo volverá a hacerse hombre.

32. Discípulos que me habéis escuchado: ante vosotros se muestra clara la misión que tenéis que desempeñar: anunciar a los hombres la buena nueva de mí venida en este tiempo y comunicarles mis revelaciones y enseñanzas. Sois los testigos que sabéis que he vuelto entre vosotros en la misma forma en que fui contemplado por última vez en el Segundo Tiempo; en espíritu.

33. Mas antes que lleguéis a comunicaros de espíritu a Espíritu con vuestro Señor, he querido comunicarme por el entendimiento del hombre humilde, pero agraciado por Mí, para que esta comunicación os sirviera de base o preparación, para vuestra futura elevación.

34. La ciencia humana con su desarrollo, es una prueba de que el espíritu ha evolucionado y aunque es otro el camino, en cada era ha ido dejando la huella de su adelanto. Día llegará en que las mismas ciencias colaboren al progreso del espíritu, porque todo está destinado a ese fin. Os digo, que el verdadero hombre de ciencia, es aquel que por amor a sus semejantes busca en las entrañas de la Creación sus secretos, hasta encontrar la luz divina. Quién así trabaje, nunca se envanecerá de su obra, tan sólo se considerará un instrumento del Creador; por lo mismo, nunca negará la existencia de la Divinidad.

35. También vendrá un tiempo, en que los religiosos recluidos en sus celdas, salgan de ellas, convencidos de la inutilidad de su retiro y de su misticismo; lucharán entre la humanidad, para cumplir con el fin para el cual fueron creados, en una palabra: darán fin al estacionamiento espiritual, para emprender el camino del progreso.

36. La semilla de la espiritualidad es la semilla del Tercer Tiempo, la cual vengo sembrando entre vosotros. Ella dará a la humanidad el secreto para alcanzar una vida mejor.

37. Ved como por la falta de espiritualidad, la humanidad se desconoce y se divide, ella misma ha ido creando diferentes caminos que han apartado a los unos de los otros. Sois testigos de esa incomprensión.

38. Nuevamente os digo que la guerra entre los hombres no ha terminado; porque vendrá la guerra de ideas, de credos y religiones, de filosofías y doctrinas, cada quién queriendo ser el único poseedor de la verdad, cada quien buscando superioridad sobre los demás.

39. Mi sacrificio del Segundo Tiempo aún no ha sido comprendido por esta humanidad. Diciendo los mas reconocer a Cristo, no han sabido reconocerse en Mí ¿Por qué buscarme por caminos torcidos, cuando Yo sólo transito por el camino de la mansedumbre, de la caridad y la justicia?

40. Para llegar a Mi, es indispensable amar a vuestros hermanos.

41. Hoy todavía habéis menester de ministros, de jueces y maestros, mas cuando vuestras condiciones espirituales y morales se hayan elevado, no necesitaréis ya de esos báculos, ni de esas voces, en cada hombre estará un juez, un guía, un maestro y un altar.

42. Quiero contemplar un pueblo sin ritos, reglamentos ni dogmas, que sepa conducirse por el camino recto y que viva mi Doctrina de amor.

43. Esta libertad os doy en este tiempo; porque ya no estaréis sujetos a formas determinadas. No es este un nuevo derrotero, sino una parte del mismo camino que os había trazado; pero que no conocíais. Estudiad, penetrad en mis palabras y reconoceréis que en ellas existe la verdad.

44. Soy amor, y como amor me doy a vosotros sin imponeros condición alguna. En los momentos que estáis viviendo necesitáis de este aliciente, de este amor que se encuentra por sobre todo afecto humano.

45. Para lograr esa elevación que os pone en comunicación con mi Divinidad, ya no necesitáis estimular vuestros sentidos, mediante la armonía de unas notas musicales, ni exaltaros ante la contemplación de ritos o de objetos materiales, porque a vuestro espíritu sólo le estremece lo que es profundamente espiritual. Siempre que abráis vuestro corazón para elevar vuestro espíritu hacía Mí, experimentáis esa sensación de paz que desciende del infinito.

46. ¿Cómo es posible que exista quien nada haga por su progreso espiritual? ¿Cómo pueden existir seres humanos que lleguen a descender más bajo que los seres inferiores o irracionales? El ser irracional no peca, porque él tan solo se limita a seguir sus propias leyes. En cambio, el hombre sí peca porque lleva en sí un espíritu de luz, una conciencia y un don de intuición.

47. Entre los llamados a luchar en esta obra, están también los que por instantes se olvidan del camino que tienen que seguir; olvidan la marca espiritual con que el Señor les ha señalado para que en su senda, sólo dejen huellas de paz y bendición. ¿Cómo podéis descender de la escala en que os he colocado? He aquí por qué desciendo continuamente a hablaros, para que mi palabra, cual fino cincel pulimente las asperezas de vuestro corazón. Para haceros comprender que la comunión con Dios, no podéis realizarla si no os alejáis de lo impuro. Entonces, cuando logréis sobreponer vuestro pensamiento a todo lo superfluo y me busquéis en el infinito, sentiréis una extraña sensación de gloria. Por eso reconoceréis que si así me buscáis, no tarda la caridad del Padre en manifestarse en vuestro espíritu.

48. De cierto en esos momentos no os encontráis en el mundo material, aunque vuestro cuerpo se encuentre en la Tierra. El espíritu se ha elevado apartándose de todo contacto material, para penetrar en una vida y en un espacio distintos; ahí es donde el amor del Padre es sentido, donde la paz y la beatitud de su reino, es presentida.

49. Para despertar en los reacios ese anhelo, me convierto en el necio peregrino, hasta hacerles sentir el bien dentro de su corazón, ese sentimiento que los hará realizar obras que los acercarán a Mí. Cuando han llegado a dar ese paso, han contemplado la inmensidad del campo que se extiende ante su vista, invitándoles al trabajo y a la lucha. ¡Cuánta dicha sienten en su corazón, al comprender todo aquello que viendo no miraban y oyendo no escuchaban, porque todo era confuso, y no se daban cuenta que estaban llamados a desempeñar una noble y delicada misión!

50. Os digo a todos: Cuando lleguéis a identificaros con el Maestro, llegaréis a sentir como vuestra la miseria de los demás y a tratar de hacer con vuestros hermanos, lo que visteis que Yo hice con vosotros. Si por instantes os llegaseis a considerar indignos o torpes, bastará que sintáis la caridad y me busquéis, para que Yo haga lo que no podáis hacer vosotros. Todo es principiar, aunque de pronto parezca imposible la tarea, luego vendrá el prodigio y la fe se encenderá. Entonces comenzarán a llegar a vuestra puerta los hambrientos, los leprosos, los harapientos y los perdidos. La necesidad en todas sus formas. Mas debéis velar y orar, porque la tentación y las seducciones os acecharán, ofreciéndoos el mundo a cambio de vuestra espiritualidad; también llegarán los que traten de confundiros con palabras e ideas aparentemente grandes. Los placeres tentarán a vuestra materia tratando de que ella haga debilitar a vuestro espíritu. Vosotros tendréis que hacer frente a todo, unas veces solos, otras en unión de vuestros hermanos. Vuestras armas serán la preparación, la fe, el fin que lleváis, el conocimiento que del Maestro vais adquiriendo.

51. Así, de ser los vencidos de la vida, habréis quedado convertidos en soldados fuertes. Habréis penetrado preparados, al tiempo de lucha que estáis viviendo. Vuestro espíritu no se acobardará, porque sentirá que necesita esa lucha para purificarse y elevarse. En verdad os digo que todo aquél que pueda presentarme su obra consumada ella será tomada como vuestro último trabajo dentro de la materia.

52. Entonces, mientras vuestro cuerpo está convirtiéndose en polvo, y vuestro espíritu ya despojado de su último vestido humano haya empezado su trabajo espiritual, contemplará la escala por donde ascenderá, etapa por etapa, los siete peldaños, hasta llegar al seno del Padre, que es poder, gracia y luz.

53. Mirad como habiendo descendido a tanta imperfección, recorriendo los caminos del mundo en diferentes materias conociendo el fango y la impureza, fuisteis dignos de mi caridad; pero toda esa larga jornada fue la experiencia que vuestro espíritu recogió, para poder aquilatar el valor que encierran mis leyes y el valor que tiene lo espiritual; para comprender que en la evolución del espíritu existe la grandeza y la satisfacción perfecta. Por eso siempre invito a los hombres a este camino, porque mientras no lleguen a él, les seguirá tocando el sufrimiento y los falsos placeres les seguirán azotando.

54. Lo que os estoy enseñando es en beneficio de todo el que abraza mi Doctrina, para que sus actos lo conviertan en el maestro del mañana, de aquel que comparta mi fuerza y mi luz que han de dominar la perversidad del mundo.

55. La maldad en estos tiempos ha abierto ante los hombres abismos de desesperación.

56. Muchas obras existen entre los hombres, aparentemente grandes y buenas, por eso os digo: Velad, para que podáis combatir toda impostura, reconociendo que en vosotros lleváis una grandeza incomparable y cierta.

57. ¿Qué mayor grandeza que el bien compartido y practicado? ¿Qué mayor grandeza que el amor que puede prodigarse a los semejantes, cuya luz e influencia pueden contribuir para que también ellos penetren en el camino de perfección? ¿Qué mayor goce para su espíritu, que poder vencer las flaquezas de su materia para elevarse del nivel en que se encuentra?

58. Desde el Segundo Tiempo os hablé de la vida espiritual y vuestro espíritu comprendió parte de lo que Yo hablaba y del fin a que él está destinado. Ahora que os contemplo nuevamente rodeándome, os revelo y os aclaro todo lo que era confuso para vuestra mente. Y os digo nuevamente: el que quiera seguirme tome su cruz y sígame, que mi cruz no será de muerte, sino de amor y abnegación, de sacrificio de los bienes superfluos en beneficio del espíritu.

59. Discípulos: dejad que en la niñez de hoy se infiltre mi Doctrina. Todo aquel que haya comprendido mi palabra, debe preparar a sus pequeños con ideas elevadas y apartar toda maldad del corazón. Sembrad en ellos la semilla del bien que es espiritualidad y así, cuando esta niñez tenga la capacidad suficiente para comprender la fuerza de mi Doctrina, no vacilará en su camino, antes bien, su paso será firme y nadie le podrá engañar.

60. Como un sol radiante de vida, de luz y de calor me he desbordado en todos, mas cada quien alcanzará según su evolución o preparación.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 209

1. medida que se acerca el tiempo señalado para que esta forma de entregaros mi enseñanza termine, vais penetrando más y más en mi divino mensaje.

2. Sabéis que mientras os he estado entregando mi palabra, el mundo ha vivido sin sentirme ni escucharme.

3. Pocos son los que han sabido de mi venida, el resto de la humanidad se encuentra esperando que cuando yo vuelva según mi promesa, lo haga en materia, o sea que me haga hombre nuevamente.

4. Sólo vosotros sabéis que ya os encontráis en el Tercer Tiempo, en el cual he venido a hablar a vuestro espíritu a través de los escogidos para portavoces de mi palabra.

5. Si la ciencia humana os da muestras de su desarrollo, reconoced que ello revela también evolución espiritual. El hombre en cada Era ha ido dejando su huella de progreso que van asimilando los que vienen después.

6. La ciencia es luz de mi sabiduría que inspira y revela sus misterios a los hombres. El científico que posea un espíritu elevado, no me buscará a través de ritos, porque su don de ciencia a cada instante lo acerca al Padre que es la ciencia Divina. Ese hombre no deberá de envanecerse nunca de su obra, porque es aquel que mientras más descubre, más pequeño se siente. Tampoco podrá negar mi existencia porque a cada paso contemplará en la naturaleza la huella del Creador.

7. Discípulos: También en vosotros he depositado dones que debéis de desarrollar, para que podáis ser los que con palabra sencilla pero llena de verdad, cimentéis esta Doctrina en el corazón de vuestros hermanos.

8. La semilla de la espiritualidad, que siempre he sembrado en el mundo, es la que una vez más dejaré en este tiempo. Esa semilla encierra el secreto de una vida mejor.

9. Si hoy la humanidad combate entre sí, sí está dividida en creencias, en clases y en razas; si los hombres no se aman, ni se comprenden, ni tienen caridad, es porque en su corazón no germina mi semilla de amor, mas en este tiempo en que vengo como rocío de gracia sobre los campos, mi semilla guardadla en el corazón de toda criatura humana, germinará y fructificará.

10. Así como en el Segundo Tiempo os anuncié mi venida, así ahora os anuncio la guerra de credos, de ideas y de religiones, como el anuncio precursor del establecimiento de mi reino de espiritualidad entre los hombres.

11. Mi palabra, como espada de fuego destruirá el fanatismo que ha envuelto por siglos a los hombres, descorrerá el velo de su ignorancia y mostrará el camino blanco, luminoso, que conduce a Mí.

12. Cuando la humanidad por su regeneración, sea sensible a lo espiritual, no sólo en el espíritu sino aún en la materia, no habrá menester del rigor de las leyes, ni de la justicia de la Tierra para conducirse bien, porque entonces cada hombre podrá ser su propio guía y su propio juez.

13. Mi Doctrina no establece dogmas, ni ritos, sólo inspira el bien. Mi Doctrina espiritual no sujeta a nadie a formas determinadas, ella es una perpetua invitación al camino de la verdad.

14. Llegáis bajo la sombra del árbol corpulento, donde sabéis que está Aquél que os ofrece el pan de Vida Eterna. Ese alimento que os da fuerza para resistir la jornada.

15. Ha venido el verbo entre vosotros para abrir una nueva Era.

16. Siempre os he enviado mensajes espirituales invitándoos a la elevación, porque la materia, como pesado eslabón, encadena al espíritu a la Tierra.

17. En vuestra evolución, habéis llegado a comprender que vuestro destino no depende de la materia sino de mi voluntad.

18. No siempre está conforme el hombre con mis designios y me muestra su inconformidad y su desobediencia. Muchas veces me ha llamado injusto y ha tratado de penetrar en mis altos juicios. Otros, al no conseguir de Mí lo que solicitan, dudan de mi poder y después, cuando lo han logrado, lo atribuyen sólo su esfuerzo. De ahí que lleguen a creerse dioses y reyes, olvidando a Aquél, que puso espíritu en el hombre y lo rodeó de una Naturaleza maravillosa.

19. ¿Podría el hombre con toda su ciencia crear algo de lo que Yo he formado? No, pueblo.

20. La ciencia humana tiene su límite y Dios Creador no lo tiene. La ciencia es luz, pero en manos de muchos hombres se convierte en tinieblas. En cambio, en el Universo todo habla de Mí. Todos los elementos elevan un canto de vida y de amor. Y no obstante que voy diciéndoos a través de todo lo creado: Aquí estoy, vais buscando mi imagen en obras imperfectas hechas por manos de hombres. Entonces sí, ante ellas os inclináis y las adoráis impidiendo a vuestro espíritu toda elevación.

21. Vengo a daros amor, porque no encuentro un hombre cuyo corazón se entreabra para hacer suyo el sufrimiento ajeno. Aquellos a quienes confío riquezas y poderes para servir a sus semejantes, van negando toda caridad, y aun los que dicen representarme en la Tierra, rodeados de su opulencia y vestidos como reyes, cierran su oído y su corazón al lamento del que va en pos de amor y caridad.

22. Esos no son mis caminos. El sendero que Yo he trazado es el del bien, por eso una vez más os digo: Mi palabra es mi camino, porque siempre os habla de virtud, de moral y de amor.

23. Estoy haciendo sensible a vuestro corazón para grabar en él mis enseñanzas y para que os sintáis en verdad alimentados por el pan de la vida eterna.

24. Amo a todos por igual, sin embargo no todos me escucharán en esta era. Como en el Primero y Segundo Tiempo, he escogido un lugar de la Tierra para congregar en él a los que han de oírme.

25. En cada religión se levantan al frente de ellas hombres que se dicen mis enviados, mis escogidos, mis predilectos, mas Yo no contemplo un solo justo por el cual pueda redimirse la humanidad. No hay labios que puedan hablar como Yo en Jesús os hablé en aquel tiempo.

26. En medio de un torbellino se agitan los seres humanos y en medio de su caos, sufren y gimen ante la amenaza de la guerra.

27. Podían aquellos pueblos haberse sustentado espiritualmente, mientras Yo tornaba, con mi palabra del Segundo Tiempo, pero aquel pan ha sido ocultado o se ha adulterado. Y ahí tenéis a los hombres, caminando libres unos, indiferentes otros, fanáticos e ingratos los más.

28. ¿Cuándo logrará el rico acaudalado, saber repartir su riqueza entre los pobres?

29. ¿Cuándo sabrá el hombre regiamente ataviado despojarse de sus vestiduras para cubrir al desnudo? La humanidad está hambrienta de ejemplos y necesidades de justicia y caridad.

30. Es que se han olvidado que Yo he renunciado a mi Reino para habitar con vosotros y daros todo cuanto hay en Mí. ¿Dónde están mis representantes los que en verdad me imiten?

31. vosotros os digo: Os he llamado para heredaros nuevamente, concediéndoos potestad para sanar a los enfermos con el bálsamo de mi amor que es mi propia sangre.

32. ¡Conoceos a vosotros mismos, para que comprendáis que aún sin mérito, os he hecho dignos de mi gracia y contemplad esos seres que cual oveja perdida elevan su queja! Ved a los hombres llegar al hogar con sus manos vacías, oíd la voz del dolor y de la desolación.

33. Mirad vuestra mano y en ella hallaréis potestad y consuelo para remediar esas penas. ¿Porque dudáis de esta gracia? Dejad que arda en vuestro corazón la lámpara de la fe, que ella se convierta en antorcha; no cerréis vuestro corazón, porque entonces os convertiréis también en ricos avaros. Ved que tenéis que testificarme y hablar de Mí, mas si no lo hicieseis, las piedras darán testimonio de Mí.

34. Yo soy poder y justicia, pero no queráis que os demuestre estas lecciones por medio del dolor o de los elementos desatados. Esperad que sea mi efluvio divino el que os envuelva y mi amor el que siempre os bendiga.

35. Mi Espíritu Divino se presenta para mitigar vuestros sufrimientos, porque muy probados habéis sido en vuestro camino. Y el Maestro de la humildad desciende a traeros su lección y su consuelo.

36. veces os reclamo vuestra falta de cumplimiento a mi Ley, porque hace mucho tiempo que os la di, marcándoos con ella el sendero perfecto.

37. Ya no es tiempo que ocultéis mi Doctrina en vuestro corazón, aprended a mirarme y a sentirme, para que no os confundáis.

38. Os he hecho poseedores de infinitas grandezas, pero de ellas no sabéis participar a vuestros hermanos.

39. Ha sido menester repetir mucho la lección que vengo dándoos desde 1866, para que ésta pudiera grabarse en vosotros, y por ella sabéis que jamás os conduzco hacia el retraso. Amorosamente os ayudo para llevaros por el camino verdadero. Os he hablado con suma sencillez dentro de vuestro idioma, para hacerme comprender y para que podáis analizar mi palabra.

40. Contemplo que os habéis detenido en la mitad del camino y que vuestra elevación es escasa, mas, volved vuestra faz y mirad al mundo que llora, al incrédulo que se mofa de mi palabra; contemplad también al sediento de amor y de luz. Mas vosotros, discípulos, no podéis decir que sois ignorantes, ni enfermos, ni menesterosos o débiles, porque sería negar cuanto os he dado. Entonces tendréis que recordar aquellas palabras que vertí “¡Ah, hombres, de poca fe!”

41. Son pocos los corazones que han sabido elevarse y que escuchan mi palabra en donde ella está. Y son muchos los que en vez de acercar su espíritu hacia Mí, vienen sólo a presentarme su vida terrenal con sus miserias y necesidades. He ahí el por qué de vuestra debilidad y de la falta de unión entre el pueblo. ¿Cuándo vais a olvidaros de vosotros para pedirme por el mundo?

42. Lloran las madres porque su consejo no es oído por los hijos; la ciudad desolada me presenta el vacío de su vida. La esposa me muestra su corazón incomprendido por su compañero y todos olvidáis que ése es el camino que conduce a la Tierra Prometida: el del sacrificio. “En el hueco de mi mano existe el destino de cada uno de vosotros.”

43. Sed conformes y si mucho sufrís, Yo estoy con vosotros.

44. No aumentéis vuestro dolor, juzgando a vuestra manera aquello que solamente Yo puedo juzgar.

45. Pensad que os amo, no soy insensible a vuestras penas y que os comprendo en verdad. Mirad cómo estando vosotros tan cerca de Mí, aún cometéis tantas faltas, mas Yo os perdono.

46. Hay quienes ante el peso de las pruebas, dudan de mi presencia, se apartan del camino y buscan aquél que dejaron, con la esperanza de encontrar lo que creen haber perdido, pero vuelven sus miradas a mi Obra, cuando contemplan vacías sus manos y su espíritu impotente ante los grandes dolores universales, la peste y la muerte, que toca a las puertas de las naciones y os amenazan también, porque el presagio de una nueva guerra les conmueve.

47. No imitéis en su incredulidad a los que me piden pruebas para creer en mi existencia, a los que me dicen: “Haz que cese la guerra en un instante, derrama el pan en todas las mesas y creeré en Ti”

48. Os digo una vez más que sólo os restan tres años, para que finalice esta comunicación con vosotros y debéis aprovechar los instantes para que podáis invitar al mundo, con sus sectas y religiones al camino de la luz y de la espiritualidad, en donde todos podrán penetrar en comunión conmigo, de espíritu a Espíritu.

49. Esto será cuando el fanatismo y la idolatría sean arrancados del corazón de los pueblos.

50. Estaréis entonces como navegantes en medio de un mar embravecido, confiando en la barca salvadora.

51. Aún tendré que hacer el llamado a todos aquéllos que perteneciendo a las Tribus de Israel, dispersos pueden encontrarse, para que den también cumplimiento a su misión. Entonces la humanidad oirá mi voz y contemplará la luz resplandeciente de la aurora, alumbrando a los que moran en esta Tierra.

52. No os familiaricéis con mi palabra y al oírla no miréis por cuál portavoz os la estoy transmitiendo. Penetrad en ella y buscad su esencia para que vuestro análisis sea perfecto.

53. La esencia es el sabor de lo divino.

54. Lo que vais a oír y a contemplar no es la ceremonia rutinaria, ni el rito que impresiona vuestros sentidos, porque la solemnidad de esta manifestación está en el interior de vuestro espíritu.

55. En estos instantes no estáis dentro de las cuatro paredes de este recinto, antes, Yo he esperado vuestra elevación para que logréis la comunicación con mi Divinidad en el verdadero culto interior. Os he permitido la construcción de estos recintos, para que en ellos encontréis el recogimiento, el silencio y la unificación de vuestros pensamientos, por medio de lo cual atraeréis a mi Rayo Divino. Mas estas cuatro paredes no son mi templo. Estos recintos son lugares destinados para vuestras reuniones, porque el verdadero templo, mi santuario, está en vuestro corazón.

56. Me preguntáis si después de 1950 desaparecerán estos recintos y os contesto: No, vosotros no sabéis por cuánto tiempo os concedo estos lugares. Porque mientras no exista en el pueblo el conocimiento de mi Obra, la elevación y la firmeza en mi Ley, no podréis prescindir de ellos. Después de mi partida, en el día consagrado al descanso, os reuniréis, no como una tradición o conmemoración, sino para recordar y analizar mi palabra y la del Mundo Espiritual; para que os deis unos a otros testimonios verdaderos de mis prodigios en vuestro camino; para que sigáis unidos amándome rindiéndome culto agradable y no vaya a enfriarse vuestro corazón ni a caer en hastío, en fanatismo o en materialismo.

57. No sabéis el tiempo que aún os conceda a estos lugares, porque después de 1950, todavía se seguirán fundando nuevos recintos, no para que en ellos resuene mi palabra a través del portavoz, ni para que se presente el Mundo Espiritual, porque esos tiempos habrán pasado, sino para que en ellos se entregue mi palabra y mi Doctrina limpia y pura cual Yo os la he entregado. Y en aquel ambiente de paz estará mi presencia, la de María, la presencia de Elías y la del Mundo Espiritual. Ahí sanará el enfermo, abrirá el ciego sus ojos a la luz, el profano conocerá el respeto, el pecador se redimirá y todos alcanzarán según sus necesidades, para que siga esparciéndose el agua cristalina, el buen fruto y la buena simiente.

58. No sabéis si en la presente encarnación llegaréis a conocer el verdadero Templo de mi Divinidad, pero tenéis la misión de preparar el camino. Si no alcanzáis la meta, por lo menos dejad el camino preparado para vuestros hijos o para que los hijos de ellos lleguen a penetrar en el Templo de mi Divinidad y entonces llegaréis a comprender que no sólo en estos recintos se encuentra mi presencia; que no sólo en ellos debéis postrar vuestro espíritu, y reconoceréis que el Templo de la Divinidad es el Universo, vuestro corazón el altar, vuestra fe la lámpara y la ofrenda. La creación también es templo: Hasta el polvo que vuestras plantas pisan. Los montes son altares que se elevan hacia Mí. Los valles con su césped y sus flores me entregan su ofrenda. El astro rey, todos los luminares y planetas, son mundos que me rinden su tributo de amor y doquiera que piséis o miréis, ahí está mi Espíritu Divino, como Padre. Entonces reconoced que vosotros eternamente vivís dentro del templo.

59. Cada quien lleva en su interior un templo y también vuestro hogar es santuario, porque en él mora la familia humana que es semejante a la familia espiritual. Ahí en el seno del hogar está mi mejor templo.

60. Más hoy contemplo que la verdadera luz no es comprendida por los hombres que caminan distantes del sendero. Contemplo que el único sitio en donde se elevan a Mí, es el Templo material.

61. Veo el caos entre la humanidad, el desconocimiento hacia las leyes humanas y divinas. Mi Doctrina ha sido ocultada en este tiempo y se ha tomado como algo que pertenece al pasado; por eso los hombres sucumben, las instituciones se dividen y hacen mofa de lo más sagrado. Así encuentro a la humanidad desconociéndose, destruyéndose, dándose muerte; confundiendo al espíritu con la materia, lo divino con lo humano, y la luz con la tiniebla.

62. En este tiempo de confusiones y maldades he escogido una Nación desconocida y menospreciada; la Nación Mexicana, para hacer el llamado hacia ella a los escogidos que se encuentran morando en otras naciones, para reunirlos en torno mío, pulimentarlos con el cincel de mi palabra, entregarles cargos y ya preparados y llenos de amor, enviarlos como emisarios de mi Obra por todo el Orbe.

63. Esta es la responsabilidad que pesa sobre las multitudes que escuchan mi divina palabra.

64. Vengo depurando a mi pueblo y apartando sus imperfecciones, pero esta depuración no será solamente en vuestras prácticas espirituales; penetrará también en vuestros hogares. Yo he surgido como un torbellino y su fuerza hace caer todos los malos frutos, quedando entre el follaje del árbol espiritual y del árbol humano, solamente los buenos frutos, porque se acerca el tiempo de prueba en que la humanidad venga a escudriñaros.

65. Mi obra será vista como una nueva secta, los hombres os escudriñarán en vuestra vida interior, en el hogar, en el trabajo, en todos vuestros deberes, y si no estáis preparados para dar testimonio de Mí, si mi palabra no la confirmáis con vuestros hechos, seréis como aquellos fariseos hipócritas que bajo la impecable túnica escondían la podredumbre de su corazón.

66. El juicio de vuestro Señor será en el último año de mi estancia; principalmente el día de mi partida será sentido por todos y contemplado por todo ojo pecador y no pecador. A todos preparo para que seáis los verdaderos portadores de mi palabra, de la palabra que en este tiempo os entregó el Espíritu Santo.

67. Conservad calma y serenidad porque habéis penetrado en el tiempo de la lucha que hace mucho os anuncié. Esta lucha será entre vosotros mismos; en ella esgrimiréis las mismas armas. Los que me comprenden y me aman, esgrimirán sus armas en pro de mi causa; los que no me han comprendido las pondrán al servicio de su propia causa. Más al final, la verdad triunfará. Ha tiempo que os dije: recordad una parábola del Segundo Tiempo. “Dejad creced juntos el trigo y la cizaña y segad hasta que ambos hayan fructificado, para poder apartar el trigo y arrojar al fuego la cizaña” Yo, el Buen Labriego, he dejado crecer en vuestro corazón el trigo de mi palabra junto a la cizaña del pecado, mas ha llegado el tiempo de segar con la hoz de mi justicia para que en el corazón de mis labriegos y en el seno de sus hogares quede solamente la semilla de la verdad y del amor.

68. No analizáis mi enseñanza y por eso las pruebas os sorprenden como inesperadas. Esta es la causa por la que os dividís y no os comprendéis, porque al cumplirse mi palabra, no estabais preparados. Aún os preparo para que tengáis serenidad y paz y dejéis que el torbellino arranque todos los frutos malos; porque todo lo que no dé vida, fruto o sombra, morirá. Bajo la fuerza del vendaval muchos árboles caerán, muchos labriegos volverán la espalda, muchos guías querrán devolverme la misión a ellos encomendada mas mi voluntad es que os corrijáis.

69. Llegará el tiempo en que todos aquellos que hayan vuelto la espalda, despierten y contritos retornen diciéndome: “Maestro, cuán limpia es vuestra Obra”.

70. Lo que hoy acontece en el seno de este pueblo, también acontece en todas las naciones del mundo. Yo me he hecho presente a todos con mi espada de justicia y no sólo en este Orbe: también en el Mundo Espiritual y en todo sitio donde mora un espíritu imperfecto para iluminarlo, purificarlo y perfeccionarlo. El mismo que os habla en este instante, os habló en el Segundo Tiempo y de todas las muchedumbres que me escucharon por la Galilea, a sólo doce escogí y por ellos extendí mi Doctrina por el mundo, a través de largos caminos. En aquellos tiempos a muchos pareció fantasía la palabra de Jesús; tampoco faltan ahora quienes piensan lo mismo del Espíritu de Verdad. Más antes pasarán los cielos y la Tierra que dejar de cumplirse mi palabra.

71. ¿Quién podrá perseguiros o acusaros de prevaricadores o lanzaros calumnias si cumplís con mi Doctrina? Mas sólo enseñaréis lo que os he enseñado: El amor, el culto interior, el conocimiento del verdadero templo de mi Divinidad.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 210

1. Vengo a libraros del tormento en que os ha hundido vuestro materialismo, entregándoos la lámpara con la que podáis alumbrar el sendero.

2. Sois los hombres del Tercer Tiempo, aquéllos que habrán de conocer verdaderamente el porqué de su vida, y Yo vengo a ayudaros a obtener ese conocimiento por medio de mis revelaciones.

3. Sois los hombres del Nuevo Tiempo en el cual mi Reino busca vuestro corazón para levantarse en él, en el que haréis del bien vuestro ideal espiritual y aprenderéis que la mejor oración es la de vuestras obras.

4. El amor y la verdad corresponden al espíritu, de él es la sabiduría porque fue creado para amar y conocer a su Padre.

5. Yo, el Maestro, vengo a estremeceros con los recuerdos de vuestro pasado espiritual, que vuestro corazón no conoce porque pertenecen al espíritu, cuando éste vivía su verdadera existencia, cuando era otra vuestra morada y no habitabais aún en este cuerpo que ahora tenéis, que es crisol, yunque y lección para el espíritu.

6. Os traigo recuerdos de la vida espiritual, oculta tras el velo de vuestra materialidad, para deciros que esa vida os espera nuevamente, para que vengáis a gozarla en plenitud después de vuestro peregrinaje, de vuestra experiencia y de vuestra evolución.

7. Cuando estéis de retorno en la morada infinita y sintáis el gozo de habitarla, no os cansaréis de bendecir este mundo de lágrimas adonde vinisteis a aprender a apreciar la felicidad, la paz, la luz.

8. Mi nueva venida, ahora en Espíritu, tiene por fin recordaros el camino de la Ley que os unirá con el absoluto, que os hará penetrar en la armonía universal y cuando forméis parte de esa armonía divina, cuando os alimentéis ya del pan de mi sabiduría, sabréis verdaderamente quiénes sois.

9. ¿Qué podrá haceros llorar en el mundo cuando estéis por sobre las pequeñeces de la vida humana? Ni los sufrimientos, ni las necesidades, ni las pruebas morales, ni los elementos, nada podrá venceros o abatiros cuando hayáis alcanzado verdadera espiritualidad.

10. Vuestros sufrimientos serán por los demás, vuestras preocupaciones serán por la salvación de todos los hombres, y cada vez que contempléis la salvación de un ser, sentiréis la luz del Padre alumbrando vuestro interior y estaréis bendiciendo el día en que disteis el primer paso firme en el sendero.

11. Mi palabra es el camino espiritual al que debéis penetrar con todos vuestros sentidos, con todo vuestro entendimiento y todo vuestro amor, si queréis saber de dónde habéis venido y hacia dónde camináis.

12. Nadie se conoce aún. Si no conocéis todavía vuestro cuerpo, ¿Cómo creéis conocer vuestro espíritu? Pero llegaréis a conoceros a medida que vayáis practicando mis divinas enseñanzas.

13. Yo os enseño con la palabra, porque ella lo contiene todo, puesto que procede de Mí que soy el Verbo. Vosotros aprended a hablar de lo espiritual en tal forma, que cada palabra que deis a los demás pase de vuestro corazón al corazón de vuestro hermano como si fuese una perla, una joya de infinito valor.

14. Aprended a hablar a los espíritus, enseñadles a oír la voz de su conciencia, sensibilizad sus sentimientos con mis enseñanzas.

15. Mirad cómo todas mis frases van por el sendero que orienta, y aunque por ahora las miréis superficialmente, mañana, cuando podáis penetrar en un plano superior, encontraréis sólo esencia en mi palabra.

16. Yo no desciendo, pueblo; cuando os digo que he descendido hasta vosotros, es en sentido figurado, porque mi comunicación es a través de una inspiración que se hace ideas en la mente de estos portavoces. Como sé que al instante de escuchar estos mensajes no podéis comprenderlos, ni siquiera retenerlos en la memoria, he ordenado que escribáis mis palabras, para que lo que ahora no comprendéis, mañana poco a poco, lo vayáis entendiendo.

17. Muy pobre es en apariencia mi manifestación de este tiempo, porque su esplendor es espiritual, mas, ya sentiréis la grandeza con que he venido a vosotros y veréis a esta Doctrina obrar el milagro de salvar a la humanidad por la espiritualidad.

18. El templo espiritual construido con amor por los hijos del Señor, será sostenido por muchas columnas, cada una de las cuales será uno de los que con firmeza permanezcan en el camino de mi Ley.

19. ¿No lo creéis posible? Es que no tenéis fe en vosotros todavía, mas Yo sí tengo fe en todos, siempre la he tenido y por eso a través de los tiempos he venido a confiaros nuevas y mayores revelaciones. De cierto os digo que no está lejano el día en que deis enseñanzas de profunda sabiduría a vuestros hermanos, mas no con la palabra que se estudia sino con aquella que brota del venero del espíritu cuando se está en comunión con el Divino Maestro.

20. ¿Por qué no ha de ser posible que de corazones estériles broten los buenos sentimientos? ¿Por qué no ha de ser posible que del corazón del que ha pecado, brote agua de gracia para aplacar la sed de los que sufren?

21. No sólo sois mentes que hoy piensan y mañana no; no sois sólo carnes que hoy palpitan y pronto dejan de existir; para Mí, ante todo sois espíritus eternos, hijos de Dios y por eso os trazo el camino que en verdad os corresponde.

22. No vengo a privaros de nada de lo que en esta Naturaleza he depositado para la conservación, la salud, el sustento, el bienestar y el goce de mis hijos; por el contrario, os digo que así como ofrezco el pan del espíritu y os invito a aspirar esencias divinas y a saturaros de efluvios espirituales, no desconozcáis ni os alejéis de cuanto os brinda la Naturaleza, ya que así lograréis la armonía, la salud, la energía, y por lo tanto, el buen cumplimiento a las leyes de la vida.

23. Sabéis que soy vuestro guía, pueblo, mas decidme: si soy vuestro guía ¿Ya me sentís en vuestro corazón, ya me obedecéis, ya acatáis mis mandamientos y mis leyes? Si soy vuestro guía ¿Hasta qué punto me obedecéis?

24. La voz de la conciencia es quien contesta desde vuestro interior, diciéndome que todavía vuestra entrega no es absoluta, que vuestra obediencia no es constante.

25. No olvidéis ni un momento que en mi palabra os digo que quien obedece mis leyes conoce mi paz. Por eso los que conocen mi palabra no se sienten solos ni tristes, porque para ellos las palabras “desgracia”, “condenación” y “muerte”, no les acechan como una amenaza o como una sombra sobre la paz de su espíritu; a ellos les preocupa conocer la verdad, vivir en la luz, conquistar para siempre la salud, la paz y la sabiduría.

26. Los que vienen a Mí por el sendero de mi enseñanza, saben que no pueden perderse porque una luz divina les conduce, es aquella luz que les da la certeza del fin y del verdadero objeto de la vida.

27. Mi camino es el sendero del bien, discípulos. Venid por él, paso a paso, sembrándolo de buenas obras, de buenos pensamientos, y de buenas palabras; pero jamás llevéis cuenta de vuestros buenos hechos, en cambio sí os aconsejo que toméis cuenta minuciosa de vuestras malas obras, palabras y pensamientos, para que vayáis dejando de cometer yerros.

28. Mí dejadme la buena semilla recogida y vosotros tomad la semilla vana; escudriñadla para que conozcáis la causa de vuestra flaqueza, cuidad de que ella no se mezcle entre los buenos granos y después exterminadla.

29. Sólo la bondad puede dar paz, alegría, salud, saber; por lo tanto, el que sea abundante en amor, tendrá que ser grande en espíritu.

30. Esto es lo que vine a enseñaros cuando habité en el mundo con vosotros, y esto vengo ahora a recordaros. Si a través de Jesús, tocando con mi mano sané a los enfermos, también en este tiempo vengo a tocarlos para devolverles la salud y hacerlos entrar de nuevo en el milagro de la vida.

31. Hoy no tengo manos para tocar vuestro cuerpo enfermo, porque vengo en Espíritu, mas el espíritu también puede tocaros con su amor y haceros sentir su presencia.

32. Los hombres ciegos de aquel tiempo, ciegos del espíritu, derramaron la sangre del Maestro y clavaron las manos que sanaban tocando, que acariciaban, y bendecían; mas no pudieron destrozar mi Espíritu, ni aprisionarlo, ni clavarlo; El se levantó por sobre la pequeñez de los hombres, prometiendo volver, ya que en aquellos instantes no era reconocido, ni comprendida su palabra como la Suprema Verdad.

33. Aquí me tenéis cumpliendo mi promesa y esperando que la humanidad me reconozca.

34. Más, si Yo os preguntase: ¿Qué fue de aquel cuerpo bendito en el que habitó Cristo? ¿Sabríais contestarme? Debo ser Yo mismo quien os diga que aquel cuerpo que fue instrumento del Amor Divino, una vez concluida su jornada, una vez que sus labios se cerraron para siempre y sus ojos también, bajó a la tierra para terminar de cumplir su misión en cuanto hombre, pero en cuanto la tierra le envolvió en su seno, aquel cuerpo, cuyas células sólo vibraron para amar, se esparcieron en el infinito para caer después como lluvia de vida sobre los mismos seres que habían rechazado la vida que el Redentor les trajo. Cuando pensáis que Dios mismo se hizo hombre para habitar con vosotros, llegáis a sentir la vanidad de ser tan amados por el Padre y entonces pensáis también en que sois la obra maestra del Señor. Mas, de cierto os digo que no existe una obra del Padre que no sea maestra y, además, debéis saber que existen espíritus cuya perfección, belleza y elevación ni siquiera podéis imaginar.

35. Más allá de vosotros, hay obras más grandes que las que aquí conocéis y también obras de hermanos vuestros, superiores a las obras de los hombres.

36. ¿Por qué creer que el hombre sea lo más grande que hoy existe dentro de las obras del Señor? Sólo sois pequeñas criaturas que vais por un largo camino en pos de la verdadera grandeza.

37. Grandes y perfectos sois en cuanto a que sois obra mía, pero en cuanto a vuestras obras, sois todavía muy pequeños e imperfectos, por eso vengo a manifestarme como Maestro ante vosotros, para enseñaros nuevas revelaciones que os lleven a la cumbre del bien, del saber, del amor y os unáis armoniosamente con todo lo perfecto.

38. ¿Cómo va a existir perfección en vuestro mundo si existe el dolor, si hay menesterosos, viciosos, lisiados, oprimidos, si hay soberbios y egoístas y también fratricidas?

39. La felicidad es el patrimonio de las moradas elevadas y en vuestro mundo aún no contemplo la felicidad.

40. Hoy vengo a dejaros en esta palabra mi nuevo mensaje para que surjáis a una nueva vida.

41. Construid vuestra paz, construid vuestro mundo de felicidad, empleando para ello la virtud de mis enseñanzas.

42. Ciertamente habéis luchado mucho para procuraros comodidades, placeres y adelantos, mas vuestros ideales muchas veces encierran egoísmo, maldad, ambición desmedida; entonces en vez de lograr felicidad o paz, recogéis dolor, guerra y destrucción, que es lo que estáis recogiendo en estos momentos que vivís.

43. ¿Cómo van a ser perfectas vuestras obras en la Tierra, cuando os veo enemistados con los elementos de la Naturaleza que son los mismos de los que tomáis vida?

44. Mi Doctrina no viene a prohibiros que utilicéis los elementos y fuerzas de la Naturaleza, pero viene a ordenaros y a enseñaros a emplearlos para fines buenos.

45. Los elementos de la Naturaleza en vuestras manos, pueden convertirse, de amigos y hermanos, en jueces que os castiguen severamente.

46. Ya era tiempo de que los hombres recogiesen el fruto de la experiencia para que no provocaran más las fuerzas de los elementos, porque con toda su ciencia no serán capaces de contenerlos.

47. ¡Oh humanidad, siempre alejada de Mí! A pesar de vuestro olvido, mi recuerdo no se separa de vos, mundo regado con mi sangre: Yo os traigo de nuevo mi amor.

48. ¿Recordáis mis ejemplos del Segundo Tiempo? Escuchad:

49. Encontrándome en las afueras de una aldea, llegó ante Mí el emisario de un poderoso, quien me dijo: Señor: ¡Cuánto he tenido que andar para llegar hasta vos! Yo le dije: “Bienaventurados el que me busca, porque siempre me hallará”.

50. “¿Delante de quién os encontráis?” Le pregunté. -Delante de Aquél que sana con su poder todos los males. ¿No sois acaso el Hijo de Dios? Yo le dije entonces: “Yo soy el principio y el fin, soy la resurrección y la vida, soy Aquél que ha bajado de los cielos al mundo para salvaros. ¿Veis a estos hombres que me siguen por comarcas, provincias y aldeas? Así, vos, me seguiréis mañana, dejando vuestra regia capa y confundiéndoos entre los humildes y los pobres. En verdad os digo que habéis venido a llamarme en nombre de vuestro amo, quien desea que lo limpie de su lepra. ¿No es verdad? Aquel hombre, sorprendido, se sintió sobrecogido de temor, mas Yo le dije: “no temáis, que sólo he dicho la verdad, porque a eso he venido al mundo”.

51. Entonces, el siervo aquél, me dijo: “Señor, ya que lo sabéis, venid a la casa de mi señor, quien llamándoos está”.

52. “¡Oh varón, le dije, decid a vuestro señor que me basta que haya creído en Mí, que cuando vos lleguéis, él estará limpio!”

53. Aquel hombre se alejó y pronto sus ojos testificaron llenos de gozo la palabra de Jesús. En eso Mateo vino hacia Mí y me dijo: Maestro, una mujer viene a buscaros. “Ya lo sé le contesté, es María, la Magdalena, quien viene a buscarme para que la liberte de las influencias de los espíritus que la poseen”. El discípulo quedó sorprendido de que Yo lo supiese todo.

54. Iba Yo por un camino hacia una aldea, cuando vi a María que venía hacia Mí. ¡Oh, Hijo amado, sé que tus labios han anunciado tu próxima partida, y aunque mi corazón ya lo sabía no puedo menos que decirte que sufro infinitamente por la humanidad! “Sí, escrito está, le contesté, y así debe de cumplirse; es menester mi sacrificio, es necesario que la semilla muera en las entrañas de la tierra para que fructifique y se multiplique. Esta sangre de vuestro hijo, que al derramarse hará sentir dolor muy intenso a vuestro corazón, será como un raudal de vida para los hombres, a quienes dejaré como vuestros hijos. Mi muerte será la vida y ni por un instante estaremos distantes vos y Yo”.

55. “Ahora voy a la casa de Lázaro, porque él en breve irá a la tumba, mas de ella Yo le haré volver, para que el nombre de mi Padre sea glorificado”:

56. “Id también vos, para que vuestra presencia conforte a aquellas mujeres, porque su dolor pronto va a ser grande y en vuestro amor encontrarán muy dulce consuelo.

57. Volví a reunirme con mis discípulos, eran ya los últimos días de mi permanencia entre ellos. Así se los hacía comprender para que no fueran a verse sorprendidos. Pedro lloraba y recibía en silencio mis órdenes; Juan oprimía mis manos entre las suyas, al serle anunciado que él quedaría acompañado de mi Madre para que ambos se consolasen en las horas de prueba.

58. Tadeo sufría ya la separación del Maestro y Yo aún estaba entre ellos. El instante era tierno y doloroso, más que los labios, hablaban los espíritus. Mas yo era el Verbo y mi palabra debía calmar el dolor inmenso acumulado en aquellos corazones.

59. Hablé como el Padre a los hijos, como el hermano a los hermanos, como el maestro a los párvulos: “¡Oh, discípulos, que habéis bebido conmigo el agua del peregrino sediento, que habéis soportado la fatiga de los largos caminos por ir en pos de mi palabra y de mis obras, en verdad os digo que aunque parta de vuestra vista, no os abandonaré y que si queréis llevarme en vuestro corazón os resignéis con mi muerte, para que Yo viva en vosotros y hable por vuestras bocas”.

60. Escuchad, mis discípulos, hasta la última de mis palabras; entonces llegó ante mi presencia una mujer regiamente ataviada, era Magdalena, quien me buscaba hacía tiempo para encontrar en mis ojos la luz que podía salvarla. En sueños había visto al Nazareno libertándola de su inmundo fardo y venía hacia Mí, impulsada por su espíritu ansioso de luz y redención.

61. Cayó a mis pies, ante el asombro de todos los presentes, y cuando esperaban que de ella me apartase o que al menos tuviese una frase de reproche, le dije: “¿Por qué lloráis? Lloráis de pena y de gozo, mas Yo os perdono mucho, ya que mucho habéis pecado”.

62. En aquel instante cayeron de aquella criatura todas las cadenas que al mundo la ataban y una vez libre, siguió mi huella como el más fiel de mis discípulos.

63. Aquella mujer, que había sido vergüenza y mancha de su hogar y abismo en la senda de los hombres, quedó transformada ante una palabra de perdón en la sierva más humilde del Maestro y más tarde en el dulce báculo de María, cuando la hora del dolor a todos cubrió.

64. Yo, que escucho la voz de los espíritus, oía que aquella mujer me preguntaba: Señor, ¿Será posible que yo, con todo mi pecado sea digna de estar con Vos en esa hora postrera que anunciáis? ¿Será posible que yo llegue a serviros verdaderamente? “¡Oh, mujer! -Le dije- ¡Levantaos que ya estáis limpia, cubríos con el manto de la humildad y volved al seno de los vuestros, id en busca de mi Madre y seguidla!”

65. Luego, viendo en todos los semblantes la sorpresa retratada, dije: “Yo soy la luz del Mundo, que ha venido a iluminar el camino del perdido entre tinieblas; Yo soy el libertador que viene a romper las cadenas de los cautivos. Habéis contemplado lo que os faltaba por ver y lo habéis visto, más se acerca el instante en que todos sintáis vibrar mi vida en vuestro ser”.

66. Salí de aquella estancia seguido de mis discípulos, mas deteniéndome bajo la sombra de un árbol, les dije: “Ya se aproxima el instante, pero aún podéis saborear el fruto de mi palabra. Ciertamente quedaréis como ovejas entre lobos, mas no sucumbiréis porque mi manto os cubrirá. Mirad cuán grandes son las multitudes; a ellas alimentaréis como Yo lo hice en el desierto y sabréis multiplicar el pan como Yo os lo enseñé”.

67. Así os hablé a través de Jesús y acaricié a cada uno de mis discípulos mientras sus ojos desbordaban en llanto y en su corazón me expresaban sentimientos llenos de ternura y me hacían innumerables promesas de seguirme.

68. Hoy no quiero recordaros los últimos tres días que en el mundo pasé, esto será en otra ocasión, pueblo bendito, en la que os hable del Cenáculo, de mi última visita al Huerto, donde me retiraba a orar y finalmente os hablaré de mi sacrificio.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 211

1. Mi sabiduría y mi amor las transformo en palabra humana para hacerlas llegar a vuestro corazón.

2. Vengo a vos, pueblo, para que viváis unos instantes bajo el efluvio espiritual de mi palabra, para que viváis por unos momentos en el Reino de la vida espiritual.

3. Tomad y comed el pan de mi palabra que es fuerza y vida, para que no vayáis a desfallecer en las pruebas.

4. Algunos de mis nuevos discípulos tendrán su Gólgota en donde consumarán su misión en la Tierra, pero esa cumbre sólo la alcanzarán los que sean todo espíritu, elevación y amor.

5. Por ahora, descansad y escuchad mi palabra, confortaos, que mañana tomaréis vuestra cruz, mas no temáis, pueblo, que quien tomare esa cruz, lo hará porque su corazón se desbordará en amor hacia la humanidad.

6. ¿Quién protestará por tener que cumplir con esta misión cuando todo su ser esté poseído de una inmensa caridad y de una gran ternura?

7. Todo el que sea espíritu fuerte en esta era de la espiritualidad, sabrá tomar la cruz con amor y llevarla con mansedumbre.

8. Esa cruz pertenece a los grandes por el espíritu, a los que llegan a sentirse saturados por el fuego del verdadero amor.

9. Un fuego está consumiendo ahora a esta humanidad, pero no es el mío, el fuego con el cual se están destruyendo hermanos con hermanos, proviene del incendio de sus violencias, pasiones, odios, de su desmedida codicia, venganzas y materialismo.

10. Ese fuego en que se consume la humanidad, no es el que nace del Espíritu Santo, sino de ese infierno que los hombres han creado con sus pecados.

11. Mi fuego divino es vida que despide luz para todos los seres, no destrucción ni muerte.

12. Mi fuego es la luz que purifica y ennoblece, que alumbra y fortalece, mas nunca el fuego que atormenta sin fin o que extermine la vida del espíritu, él es vida, no muerte.

13. Si os he llamado en este tiempo para que me escuchéis, pensad que ha sido para ofreceros una oportunidad más para que surjáis a la luz, en una edad espiritual propicia al florecimiento de la semilla que he traído para el mundo.

14. Estoy depositando dentro de vuestro espíritu mi sabiduría y mi amor, este torrente de espiritualidad que es vida, salud, alegría y paz.

15. Derramad sobre la humanidad la palabra de verdad, no solamente la que os dejaré escrita, sino aquella que brota del espíritu.

16. Quiero que surjáis en este tiempo y mientras unos sean como estrellas que guíen a los caminantes por las distintas veredas del mundo, otros sean faros que envíen su luz sobre los mares tempestuosos de las pasiones humanas desatadas, iluminando la ruta del náufrago. Quiero que sepáis llevar en vuestros labios mi enseñanza, para que la palabra de Dios, que es el pan de la vida eterna, sea extendida por toda la Tierra.

17. Entended que he venido a renovar a este mundo, a purificarlo, a cambiar todo.

18. En estos momentos de recordación, hago que todo el espacio esté lleno de mi luz; que todo el que esté en pie se detenga un instante ante el recuerdo del Maestro y medite; que todo el que agoniza en esta hora me contemple con la mirada de su espíritu, para que no tema pasar más allá de este mundo.

19. Yo soy el sembrador de amor, vosotros sois mis tierras ¿Quién puede dudar de mi poder para haceros fructificar en amor?

20. No podéis saber el caudal de semilla que os traigo; si vosotros no podéis tomarla toda, la seguiré guardando para los que vengan, y si aquellos tampoco la pudiesen aprovechar, quedará para las futuras generaciones, hasta que no exista tierra por cultivar ni simiente por sembrar.

21. Entended mi mensaje para que podáis desarrollarlo en vuestro camino; abrid vuestros ojos para que os deis cuenta de las obras que cada día estoy haciendo.

22. ¿Veis esos hombres que quieren ser poderosos por la fuerza? Muy pronto vais a mirarlos convencidos de su error.

23. Voy a demostrarles que sólo por la bondad, que es emanación del amor, se puede ser grande y poderoso verdaderamente.

24. Pero mientras unos y otros ignoren lo que es el amor, Yo tendré que seguir enseñando al mundo.

25. El verbo derrama sobre vosotros su luz, para enseñaros a esparcirla en aquellos que vienen tras de vosotros y Yo estaré velando por todos.

26. Yo soy el Eterno Sembrador, aun antes de venir a la Tierra y ser llamado Jesús por los hombres, ya era el Sembrador, ya me conocían los que estaban más allá de la materialidad, de la turbación o la ignorancia, aquellos que habitaron regiones y moradas espirituales que aún no conocéis ni podéis imaginaros.

27. De aquellos que me conocían antes de que viniese a la Tierra, os envié a muchos para dar testimonio de Mí en el mundo, a anunciar la llegada de Cristo, el amor y el Verbo del Padre. Aquellos fueron profetas unos, precursores otros y apóstoles otros más.

28. No es este mundo el único que sabe de la huella de mi paso; doquiera que ha sido menester de un Redentor, allí ha sido mi presencia, pero debo deciros que mientras en otras moradas mi cruz y mi cáliz me fueron apartados por la regeneración y el amor de vuestros hermanos, aquí, en este mundo, después de muchos siglos, aún me tenéis coronado de espinas, atormentado en la cruz de vuestras imperfecciones y bebiendo siempre el cáliz de hiel y vinagre.

29. Como mi Obra de amor encierra la redención para toda la humanidad, os espero con infinita paciencia; y os he concedido no una, sino muchas oportunidades a cada ser para su elevación y esperando muchas eras el despertar de todos los que duermen en profundo letargo.

30. Ahora os encontráis en un tiempo, en el que podéis elevaros llenos de luz y plenos de vida; he venido a desatar un sello más del libro de la vida y la sabiduría, para que conozcáis un capítulo más de esta Obra.

31. Vengo a daros con justa medida hasta donde podáis recibir y sólo lo que podáis comprender y conservar.

32. Los hombres en su evolución crecerán, y a medida que sea su desarrollo espiritual y su elevación, en mayor abundancia les daré mi sabiduría.

33. Quiero que vuestro espíritu sea como un cáliz capaz de contener las grandezas reservadas por el Padre a vuestro espíritu; entended que sólo lo grande se derrama en lo grande y que lo pequeño no podrá satisfacer lo grande.

34. La voluntad de vuestro Padre es que seáis útiles dentro del plan de la Creación, que seáis notas armoniosas en medio del concierto de la paz.

35. Yo sé que el que sienta la iluminación interior del amor, tomará voluntariamente la cruz, e irá paso a paso en busca de su calvario sabiendo que ello significa elevación y aproximación hacia el Padre; si es necesario os dejaréis crucificar, porque sabéis que en aquella renunciación, en aquella entrega os levantaréis como el Maestro, gloriosamente de entre los muertos para ascender hasta el Reino del Espíritu, donde existe la vida en plenitud y perfección.

36. Humanidad: Aquí me tenéis, Yo he venido a salvaros de la miseria; esa mano suave que ha tocado al que es duro de corazón, ha sido la mía; ese dulce médico que ha penetrado en vuestro corazón para sanaros, he sido Yo.

37. Humanidad enferma y triste, con vos estuve y no supisteis conocer quién os visitaba; no supisteis mirar en mis ojos la luz del Cielo. ¡Oh humanidad, que no comprendisteis el contenido y significado de cada gota de mi sangre derramada por vos! No sois felices, porque no habéis querido regar vuestras tierras con el agua de gracia que Yo vine a daros.

38. Venid hasta aquí a escuchar el concierto cuyas notas hablan de amor perfecto y armonía sin fin para vuestro espíritu.

39. Dejad que la luz divina penetre a vuestro corazón, como alumbró aquella noche de mi última oración en el Huerto de Getsemaní.

40. ¿Recordáis cuando me entregué a la turba, que iba en busca mía para juzgarme?

41. Muy grande era la lección que en aquel instante el Maestro daba a todos, pero nadie la entendió.

42. Aquella entrega era una ofrenda de acatamiento, de humildad, de amor; era un ejemplo vivo para la humanidad, porque todo aquel que se entregue a los hombres por amor, se hará digno de entregarse después a Dios.

43. Pueblo amado: Mi vida fue un libro abierto para que en él aprendieseis a amar, pero no habéis sabido leer en él.

44. Tengo piedad por vuestra pequeñez que manifiesta la poca fuerza que hay en vosotros; mas Yo soy fuerte y grande para suplir vuestra debilidad y pequeñez y amoroso para suprimir vuestra ausencia de amor.

45. Me aproximo a vosotros y os enseño a ser limpios, a purificaros en el dolor resignado y elevado, que es arrepentimiento sincero y verdadero.

46. La purificación es necesaria para la perfección del espíritu. Acerca de la purificación y de la perfección, no os confundáis, porque un espíritu perfecto es más grande que un espíritu solamente limpio.

47. Pronto podréis estar limpios, mas para lograr la perfección, no sabéis cuánto tiempo y cuántas pruebas tendrá que pasar vuestro espíritu.

48. Es necesario que ya sepáis mucho de la vida espiritual para que no os turbéis al pasar de esta existencia a la otra. Cuántos hombres, por tener en la Tierra caudales, comodidades y satisfacciones, se consideran felices y no pueden concebir que algún día llegue a ellos el dolor, y menos en el espíritu; cuando dejan la carne en la Tierra y con ella todo cuanto poseyeron, pasan entonces a ser los seres más desdichados, los errantes sin paz, sin alegría y sin la luz del conocimiento. Son como sombras que vagan sin descanso; no lloran como se llora en el mundo, pero sus sufrimientos, aunque ya no físicos, son infinitamente más intensos que los que se experimentan en el cuerpo, puesto que el espíritu se ha quedado a solas con el juez de su conciencia.

49. En aquellas regiones hasta donde lograron ir con la escasa fuerza de su espíritu, se han convertido en menesterosos, han sabido lo que es miseria, soledad, olvido, necesidad. En su existencia triste sólo conservan un leve destello de esperanza que llegue el instante en que aparezca la luz y llegue el descanso.

50. Preferid ser pobres en la Tierra, sabiendo que estáis logrando algo en beneficio de vuestro espíritu; preferid ser menesterosos, necesitados, enfermos, pequeños, pero no en la morada donde se encuentra la vida verdadera, porque el dolor en el mundo espiritual es incomparablemente mayor que el de la vida material.

51. Bendito aquel que reconociendo las enseñanzas de mi Doctrina pase de la soberbia a la humildad, porque él poseerá el Reino de la Paz.

52. Vosotros no sois menesterosos aunque llevéis vestiduras materiales humildes, comprendedlo así para que lleguéis a ser grandes más allá de vuestro mundo. ¿Qué os preocupan las miserias de ese valle de lágrimas? Es mil veces más triste no tener paz, ni ser fuerte, ni grande en espíritu. Los espíritus grandes se sobreponen a todo, logran la serenidad ante las pruebas y viven la verdadera vida que está llena de luz y de paz.

53. No llegáis a conocer la verdad porque no queréis disponeros a ello: sólo el sencillo y el humilde de corazón puede conocerla.

54. Los que no contemplan la luz de la verdad, a cada paso me dicen que fue estéril mi palabra, porque siguen alimentando la perversidad; me dicen que fue inútil el camino del Calvario y el sacrificio en la cruz, los prodigios que llevé a cabo, mi enseñanza de amor, mi piedad, mis últimas palabras y el postrer suspiro, que fue una invocación de perdón para mis perseguidores y verdugos.

55. ¿Qué saben de todo esto los que no conocen la verdad? Quien se levanta por sobre el abismo y ora por sus verdugos y bendice a sus calumniadores, éste alumbra con su espíritu más que la luz del sol.

56. Para los que piensan que toda aquella vida, pasión y obras fueron inútiles, les digo que no habrá uno que no reciba a su tiempo aquella luz y por ella se salve.

57. Mas no todos piensan como éstos; hay quienes aun estando en las sombras de un presidio pagando la culpa de un crimen, tienen momentos en que ponen su pensamiento en Mí y en una balbuciente oración me dicen: “Señor, si aquel pecador que ante tu presencia llegó arrepentido halló salvación en Ti, ¿Por qué no he de esperar que en el postrer momento como a Dimas, me des tu mano y me apartes de las tinieblas para llevarme a la luz?”

58. ¡Cuántos que aún no han logrado arrojar al príncipe de las tinieblas que llevan en su carne, tienen momentos de fe, de iluminación, de arrepentimiento y de esperanza en el Salvador! ¡Cuántos, desechando de su corazón la idea de un nuevo y mayor castigo en el más allá, prefieren pensar y creer que Jesús les espera para librarles de su tortura y angustia!

59. Esos son los que llamáis escoria de vuestra sociedad y ved cómo hay momentos en que presienten la verdad, y vosotros que gozáis de libertad de aceptación, de confianza en el mundo, y que creéis muchas veces saberlo todo, porque todo lo juzgáis y comentáis, no tenéis ni un instante de iluminación que os haga mirar frente a frente la verdad, por el contrario, os envolvéis en dudas y sombras.

60. La semilla que con mi palabra, mi pasión y mi sangre sembré en los espíritus, no siempre florece en la plenitud de la vida de un hombre, de un pueblo o de un mundo; muchas veces florece hasta el instante en que el hombre va al encuentro de la muerte y presiente la vida que le aguarda, cuando aquél que fue soberbio y orgulloso en su fuerza, de pronto cae abatido y vencido en el lecho del dolor; allí medita, se purifica y se ennoblece pensando en Mí, juzgándose a sí mismo a través de mis ejemplos, entonces llora y se transforma, porque ha llegado a él en un instante la verdad.

61. También los pueblos soberbios, cuando se han hallado en el esplendor de su poder material y sus hombres han estado entregados febrilmente a sus pasiones, falsa e hipócritamente han estado cumpliendo para con Dios a través de religiones, porque toda su atención y su amor están bajo el dominio de sus ambiciones; pero cuando ha llegado la derrota y la destrucción, cuando han visto desmoronarse sus sueños de grandeza y la realidad ha llegado para despertarles, entonces han vuelto sus ojos a Mí para decirme: “Señor, tenéis razón, sólo para los hombres de buena voluntad puede ser la paz y ciertamente vuestro Reino y el nuestro no son de este mundo”.

62. ¿Veis cómo mi semilla no está perdida? A vosotros que dudáis de ello, os digo que busquéis con la meditación esa semilla, sin esperar a que sea el dolor el que os ponga frente a la verdad.

63. Este mundo está lleno de mi palabra, es mentira que mi huella se haya borrado, doquiera que vayáis, encontraréis señales mías y ecos de mi voz que resuenen eternamente en las conciencias.

64. Yo estoy presente en todas partes e incesantemente os hablo, porque aún no he terminado de daros mi mensaje.

65. Pueblo mío: ¿Por qué a veces aún queréis volver a poner a prueba a vuestro Maestro?

66. Sí, ya sé que también hay quienes no conciben por qué Cristo si era el hijo de Dios, se entregó a sus perseguidores y no pudo escapar a la muerte. Si no hubiese querido el sacrificio, muy fácil me hubiera sido desaparecer para no entregarme a los que me buscaban, y sus ojos, asombrados ante una desaparición milagrosa e incomprensible, les hubiese hecho exclamar: ¡Verdaderamente era el hijo de Dios! Pero no era esa la lección que venía Yo a dar, porque ella no hubiese enseñado el amor. Además, Yo venía a deciros que el que hace su voluntad y ésta no es la del Padre, no está unido a Él.

67. Es menester os intereséis por comprender todas estas explicaciones, porque si no entendéis lo que es de este tiempo, ¿Cómo podréis intuir o presentir lo que ha de venir? Quiero anticiparos algunas revelaciones para que os sirvan de preparación, de promesa y profecía.

68. Yo, El Maestro, os digo que cuando el hombre sea grande y elevado por el cumplimiento de la Ley y viva verdaderamente unido y en armonía con el espíritu, dejarán de existir para él las dos vidas que ahora dividen su existencia y que son la humana en la tierra y la espiritual en el mundo universal e infinito del espíritu.

69. Entonces no contemplará más que una existencia, porque en su ser sólo habrá una voluntad; ya no existirá lucha entre la carne y la conciencia y se sentirá fundido a la vida universal. Habitará en lo espiritual o en la Tierra y doquiera esté, se sentirá en la casa de su Padre; en todo sitio gozará de la presencia del Señor y en todas partes estará cumpliendo consciente y obedientemente su misión. La muerte de la materia dejará entonces de significar lo que ahora significa. Esos serán los que venciendo la muerte, penetren en la vida eterna.

70. Después de que os he dicho que fue mi voluntad entregarme aquella noche a mis perseguidores me preguntáis: Señor, ¿Entonces Judas no fue culpable? Y Yo os digo: no lo juzguéis, porque para juzgarlo como lo hago Yo, necesitaríais tener piedad en vuestro corazón. Era tan pequeño y humano como vosotros y en su debilidad dejó que los hombres penetraran en su ser para traicionar a su Maestro.

71. ¿Creéis que aquel discípulo ya hubiese venido destinado por Dios para traicionar a su Maestro? No, pueblo no era necesario que nadie me entregara, la hora había llegado, los perseguidores acechaban mi paso, el cadalso me esperaba.

72. Aquel varón, como todos los demás que me siguieron, había sido escogido también para sembrar la semilla del amor, flaqueó en el momento decisivo al volverle la espalda al que tanto le había amado, para ponerse del lado de los que querían la vida del Maestro; sólo porque comprobó que Jesús no era Rey de la Tierra, sino de un mundo desconocido y el corazón del discípulo todavía soñaba con la riqueza de este mundo.

73. ¡Cuán grande fue el arrepentimiento de Judas cuando escuchó en su conciencia una a una las frases que había aprendido de Jesús, cuán grande su dolor al pensar para lo que había sido llamado y cuál era su obra!

74. Os digo todo esto para que si alguno de vosotros me traicionase en este tiempo, no quiera disculparse diciendo que tal vez para eso había venido destinado.

75. Nadie ha sido destinado para traicionar; todos habéis sido llamados para redimiros con mi amor.

76. Yo era el que estaba destinado a morir en una cruz para luego florecer en una tumba y mostraros el triunfo de la vida sobre la muerte.

77. Ahora digo a mis nuevos discípulos: cuando se trate de cumplir con mi Obra, no améis el dinero, porque es la falsa moneda del espíritu, su valor es negativo y representa falsos valores para la vida eterna. El dinero puede desviaros del sendero de la verdadera caridad, de la humildad que todo apóstol mío debe llevar.

78. Debo deciros que de antemano yo sabía lo que Judas iba a hacer, y de ello pruebas os di cuando dije que uno de los doce había de entregarme. Cada uno de aquellos discípulos dio lo que tenía que dar, cada uno de ellos fue como una nota en el concierto que entregué al mundo.

79. Si uno dio la nota de pureza y elevación; otro la dio de fe y fortaleza; otro de elocuencia y persuasión, otro la de humildad y de mansedumbre, así cada uno dio lo que traía, lo que había tomado del Maestro y lo que sentía. Hubo uno débil y su flaqueza también sirvió de lección a la humanidad para que no se le imite, más no para ser su juez.

80. Discípulos: elevad vuestro pensamiento en esta noche, para que estéis en la Cena conmigo. Venid a alimentaros con mi luz, venid a beber el vino de mi palabra, en ella encontraréis el libro abierto para su lectura y al mismo tiempo os encontraréis a vosotros en espíritu.

81. Acercaos a la mesa en la que sentiréis vibrar el divino amor, en la que palpita también la angustia, en donde se mezcla la dulzura de la esperanza con la amargura de la despedida y con el beso de la traición.

82. Aquí es donde mejor podréis oír la voz de la conciencia, la cual os dirá si habéis también traicionado, si habéis mentido, si habéis besado sin amor.

83. Antes de sentaros a la mesa, lavaos en las aguas límpidas de la oración; lavad la mente y el corazón, para que dejéis que sea el espíritu el que asista a esta Cena espiritual.

84. ¿Ya estáis preparados? Sentaos en torno mío y escuchad en el más profundo silencio y recogimiento de vuestro corazón.

85. ¿Ya está todo preparado, ya estáis aquí para la fiesta, dispuestos y ataviados? Yo he querido que en estos instantes vuestro espíritu no sea menos nítido que los manteles de esta mesa espiritual.

86. Dejad fuera el torbellino de la vida material, las pequeñeces y miserias humanas. Venid espíritus encarnados y también los que habitáis en espíritu. Humanidad, venid a aprender a hablar conmigo para que dejéis de ser esclavos en la Tierra, porque el que habla de espíritu a Espíritu con el Maestro, ese ha conquistado la libertad plena sobre la carne, el mundo, las tinieblas de la ignorancia, sobre todo yugo.

87. Comed el pan de mi palabra profundamente para que sepáis cual fue la lucha de Jesús en aquellas horas de agonía y cómo venció a la muerte.

88. Ahora os digo: Orad en el Huerto del silencio y de la espiritualidad para que dejéis saturar de fuerza todo vuestro ser y seáis capaces de resistir el peso de la cruz hasta el punto más alto de la montaña.

89. Orad para que miréis alumbrada vuestra escala interior: la del perfeccionamiento espiritual.

90. Serenaos para que sigáis sin desmayo en el sendero de vuestra misión y no temeréis ver rotas vuestras vestiduras, ni a los hombres que os persigan buscando culpas o errores en vosotros para acusaros.

91. Olvidaos de vuestras tristezas y aún de vuestras alegrías materiales y atraed las del espíritu.

92. Son pocos los que saben orar para gozar, pero son más los que oran para llorar, a éstos digo: haced con todas las tristezas de la Tierra un canto, pero elevadlo con tal fe y esperanza en Mí, que podáis de pronto sorprenderos al oíros entonando un himno profundo y vibrante de amor y de paz.

93. Os hablo de alegría espiritual, y sin embargo no podéis apartar de vuestro corazón las horas que se acercan y que seguirán siendo de recordación.

94. Sí, pueblo: triste miraréis el sol en el nuevo día cuando sean las tres de la tarde, y triste estará todo aquél que se recoja en sí mismo y me recuerde.

95. El sol se esconderá entre crespones como aquel día se ocultó tras las tinieblas para no contemplar la ingratitud del pueblo.

96. Delante de cada una de las imperfecciones humanas vino Cristo el Maestro a dar su lección.

97. ¿Se burlaban? El Maestro tomaba la burla para dar una enseñanza. ¿Le interrogaban con malicia? El contestaba con amor y sabiduría, pues para eso había venido. ¿Le traicionaron? El, ante aquella traición dio su lección de perdón. ¿Le pidieron su vida? El aceptó y dio la vida. Era necesario aceptarlo todo para poder salvar y convencer.

98. Ahora decidme, amados discípulos: Cuando seáis traicionados por vuestros hermanos ¿No os revelaréis, ni protestaréis? Sabed que para ganar un corazón a veces es necesario dejarse traicionar; no es la violencia la que gana las batallas del espíritu, es el verdadero amor.

99. Discípulos míos: el libro ha quedado abierto para este tiempo, dejad que en estos instantes Jesús camine en vuestro pensamiento, para que en vuestras meditaciones y evocaciones traigáis a vuestra mente todos los instantes de mi pasión que bien conocéis; el que de una manera elevada y espiritual me recordase, recibirá la luz que en inspiración le haga descubrir el sentido de muchas lecciones ignoradas.

100. Dejad que camine con mi cruz a cuestas por las calles de vuestro pensamiento; dejad que Jesús, olvidando sus dolores, camine pensando en sus hijos y perdonando sus ofensas. Dejad que me extienda sobre mi cruz y que desde ahí clame perdón para los que no me han conocido. Dejadme estar en vosotros hasta que miréis el triunfo del amor, de la vida y de la justicia.

101. Multitudes: ¿Cómo queréis estar conmigo, como amigos o discípulos? ¿O acaso formando vosotros mi cruz: Vais a hacer como los clavos que taladraron mis manos y mis pies? ¿Queréis ser las espinas de mi corona o la lanza que abrió mi costado?

102. Lloráis, pueblo, y entre sollozos de dolor, me decís que queréis estar conmigo como estuvo Juan: a los pies del Maestro en la cruz; y Yo os digo que así quiero que estéis conmigo como aquel discípulo en quien fuisteis todos representados cuando os dejé bajo el manto de amor de María, como sus hijos.

103. Mi amor os dejo y mi bendición.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 212

1. Bienaventurado el que acude a Mí, el que busca al Maestro, el que busca el perdón, el que toma la cruz, porque en Mí encontrará la luz que le guíe y el perdón de sus pecados.

2. El Maestro os recibe con amor en este día de conmemoración. La huella de su pasión que dejó en la humanidad, se renueva en este día.

3. Si la sangre de aquel cuerpo se evaporó, su esencia quedó en el espíritu de todos los hombres. Ella es imborrable en vuestra conciencia, porque me recordáis cuando sentís por momentos el peso de la cruz o la pesada cuesta del calvario.

4. Desde que Jesús trazó con sangre de amor el camino, todo hombre que aspira a la salvación o al perfeccionamiento del espíritu, busca las huellas que dejé en la Tierra, para seguirlas. Ese camino es el que os estoy trazando en este tiempo y por el cual llegaréis a la vida espiritual, donde no existen tinieblas ni dolor.

5. El mundo cristiano adoptó como símbolo la cruz, porque en aquel madero Jesús derramó su sangre y expiró en cuanto hombre, consumando en ella su obra de redención. Desde entonces, la cruz quedó como símbolo de amor y de perdón divino. Ella ha sido estandarte de luchas de ideas entre la humanidad; y ahora que ha pasado una Era desde aquel sacrificio, me presento nuevamente en el mundo, ya no como hombre sino en Espíritu y en verdad os digo que ya no es necesaria para Mí esa cruz. Ya no la cargaré sobre mis hombros, ya no veréis al Rabí ensangrentado y coronado de espinas, con su cuerpo flagelado, mojando con su sangre los pedruscos del camino. Ya no contemplaréis sus ojos abatidos por el sufrimiento, inspirando piedad a unos y terror a otros. No le veréis llegar a la cima del monte, para ser clavado en su cruz entre los malhechores.

6. La cruz, que era afrenta y vergüenza para el que en ella moría, quedó convertida en el símbolo del sacrificio por amor. Esto no lo imaginaron siquiera quienes me persiguieron y escogieron para Mí la muerte mas ignominiosa, para dejar satisfecha su crueldad, porque las turbas necesitaban acusar y condenar al que nada había hecho contra ellas, a quien fue para todos bondad, consuelo y perdón. El hombre estaba en un abismo desde el cual no concebía el bien, el amor que Yo vine a mostrarle con mi sacrificio.

7. En este tiempo no he venido como hombre, y no será sobre Mí la cruz, ahora soy Yo quien coloca sobre vuestro corazón, una cruz de amor para que sigáis mis pasos.

8. Ya habéis sentido el grave peso de esa cruz, ya habéis sentido flageladas vuestras carnes, cuando el dolor ha llegado hasta el espíritu; ya habéis sentido también, lo que es caer en el camino. Las penas de vuestra vida han sido golpes de látigo, y las burlas, cuando por vuestra manera de buscarme os han juzgado faltos de razón, como al mismo Jesús, han sido como la lanza que abrió el costado del Redentor.

9. He aquí vuestra vida como un calvario, discípulos. Todo aquél que quiera imitarme, seguirme y llegar hasta Mí, tendrá que vivir con pasión y beber el cáliz de hiel y de vinagre.

10. Habéis llamado bien a esta Tierra Valle de lágrimas, a ella habéis venido a conocer el bien y el mal, porque nadie ha nacido perfecto en conocimiento y méritos. Entonces, os he concedido el libre albedrío para elegir el camino, para que vuestro espíritu sea quien por su esfuerzo alcance alturas superiores.

11. Mas, quien elige el mal camino, es menester que en él conozca el dolor, para que al sentir que se aleja de la gracia y de la luz, se lave y fortalezca en el arrepentimiento y así aprenda a vencer las tentaciones.

12. Cuán meritorio es ante Dios el esfuerzo de aquél que lucha contra las tentaciones que se hacen más insistentes, a medida que busca más su regeneración.

13. Mi sacrificio no fue inútil, pueblo, porque tanto los que aman, como los que me niegan, tendrán que seguir mis huellas. Aquella obra prevalecerá en el libro de los tiempos y dará fruto siempre.

14. Vosotros no podéis saber por qué el peso de vuestra cruz, o sean las responsabilidades y sufrimientos, son más ligeros en unos que en otros. Todos en esta tierra ignoráis vuestro pasado, nadie sabe el instante en que su espíritu recibió la luz. Ante esto, tomad con resignación la cruz que quien así me siguiere, sobrevivirá a la misma muerte.

15. Mi voz en este día es de ley y de justicia, es la misma voz que escuchasteis en el Sinaí. Hoy, como en aquel día, contemplo la incredulidad de muchos. Os di entonces mi Ley grabada en piedra por primera y segunda vez, porque la primera la rompió Moisés exasperado ante vuestra idolatría y vuestra fragilidad; más ahora que vengo a escribirla en vuestra conciencia; ¿Qué vais a hacer de ella? ¿Vais a hacer que Elías, el enviado de este tiempo os reclame el cumplimiento de mi Ley?

16. En el fondo de vuestro corazón me decís: Señor, ha mucho tiempo que nuestra ingratitud hizo que las tablas de vuestra Ley fueran rotas por la ira de Moisés; ¿Cómo seriamos capaces en este tiempo de desconocer vuestra Ley nuevamente? Y el Padre os dice: es menester que estéis velando, porque en el Segundo Tiempo vino Jesús a traeros la Ley de amor y le hicisteis derramar hasta la última gota de su sangre y no lo reconocisteis.

17. Os pregunto a vos, pueblo, y a vos, humanidad: ¿En dónde está la Ley que os di en el Sinaí? ¿En dónde está el pan de vida eterna que Jesús os dio después? Cabizbajos escucháis mis preguntas, porque reconocéis que andáis fuera del camino.

18. En el Primer Tiempo erais un pueblo formado de doce tribus, mas Israel, haciendo a un lado todo temor a mi justicia, se dividió en varios pueblos. Hoy estáis nuevamente en la Tierra, mas, ¿Cómo podríais dividiros en pueblos o tribus, cuando una sola familia está formada por hijos de distintas tribus y los matrimonios han sido formados también por elementos de las doce tribus? ¿Quién ha concebido este plan? Yo soy quien os ha entresacado y reunido. He aquí porqué hay quienes se estremecen al escuchar esta voz sin saber por qué, es que son los que me escucharon en los tiempos pasado.

19. Aquí tenéis la Tercera Era acercándose a su culminación, en ella estáis recibiendo el maná del desierto, la sangre de Jesús y la luz del Espíritu Santo. Cuando es necesaria vuestra purificación tenéis a María, vuestra Madre Universal, quien os lava con sus lágrimas de amor y os cubre con su manto de piedad.

20. Nuevamente el Padre dice a su pueblo: Unificaos, pues estoy contemplando que mientras unos hacen el propósito de cumplir mis mandatos, otros se están oponiendo a ello. No os dividáis, porque con ello abriréis la puerta a la tentación. Mi palabra es para todos, no importa que haya entre las multitudes quienes no inclinen su cerviz ante mi voz, dominados por la duda que les produce verme comunicado por medio de un entendimiento rudo, torpe y humilde.

21. ¡Cuántos de los que me han perseguido y burlado en los tiempos pasados, hoy han venido a vivir llenos de paz, la cual Yo les he dado en prueba de mi amor que todo lo perdona, pero al escuchar que he venido nuevamente, su espíritu se ha sentido sobrecogido por el temor y han venido cautelosamente a comprobar si es verdad lo de mi comunicación; entonces al escucharme se han estremecido, porque se han sentido llamados por mi voz!

22. Este es el pueblo que Yo elegí para que llevase la luz y la paz a las naciones, el cual se había diseminado y ocultado entre la humanidad; pero mi mirada perspicaz y penetrante sabía en donde estaba cada uno de mis siervos para hacerles el llamado y señalarles su misión y por cuyo cumplimiento aún les sigo esperando.

23. El mundo vio con indiferencia el paso de María por la Tierra, mas en verdad os digo, que hoy conoceréis su voz de Madre, su dulce voz que es arrullo, consuelo, esperanza y bálsamo. Unos la reconocen, otros la niegan, sin embargo, Ella, tierna y amorosa, extiende su divino manto sobre el Universo, y bajo él da calor y protección a todas sus criaturas. Ella también salva y redime, es el arca Celestial que encierra sus misterios por revelar. Si en cuanto a mujer, su vientre fue el arca donde estuvo depositado el cuerpo de Jesús, ¡Cuánto no guardará su espíritu para todos sus hijos!

24. ¡Cuán profundo ha sido el dolor que el mundo ha clavado en el corazón de su Madre y con cuánta ternura ella esconde sus lágrimas, para mostraros tan sólo la dulzura de su sonrisa y lo amoroso de sus caricias! Siempre entre mi justicia inexorable y los pecados de los hombres se levanta la intercesión y la ternura de María, vuestra Madre Celestial.

25. Desde la nube os estoy hablando e invitando a que vengáis a Mí.

26. Aún os contemplo estudiando la primera página del libro y el tiempo de mi enseñanza ya es corto.

27. Quiero que cuando lleguéis a Mí, podáis decirme: “He aquí, Señor, el fruto de mi cosecha: la regeneración de algunos de mis hermanos por medio de mi ejemplo”. Porque si no cumplís con vuestra misión, no podréis entrar a mi Reino.

28. En tres tiempos he venido a ofreceros la salvación espiritual y habéis permanecido sordos a mi Voz. Este es el último llamado que os hago; por eso os pido que me escuchéis; que os revistáis de humildad, que descendáis de vuestra grandeza y arrojéis todo odio de vuestro corazón.

29. Mi palabra no es florida, es sencilla para que la comprendáis todos y no le deis diversas interpretaciones.

30. No puede haber ignorantes entre mi pueblo, porque os he inundado de sabiduría.

31. En todos los árboles contemplo frutos buenos y otros vanos, mas de estos últimos no quiero que me presentéis. Vosotros sois los indicados para escoger los frutos agradables que habéis de mostrarme. Ya sois conscientes de todas vuestras obligaciones. Ayer transitabais tropezando por el mundo, porque un velo de obscuridad cubría vuestras pupilas, mas vine Yo como un rayo en la noche para iluminar vuestras sendas. Desde entonces sabéis donde andáis.

32. Habéis aprendido a consultar vuestra conciencia antes de dar un paso.

33. Hoy, que os encontráis reunidos, sed obedientes ante mis enseñanzas, porque se acercan las grandes pruebas.

34. El Maestro una vez más está con vosotros, en este día he venido a mimaros, a levantaros con mi palabra de amor, a entregaros mi ósculo de paz y a preguntaros que me hacéis presente en vuestro corazón.

35. No he venido a juzgaros, pero sí a pediros que tengáis el verdadero amor y caridad en vuestros actos, que escuchéis la voz de vuestra conciencia.

36. En todos los tiempos he venido a derramar mi sangre por vosotros, unas veces delante de la mirada material del hombre y otras intangiblemente; a cada instante me encuentro velando por vosotros, para que no sufráis en este mundo y para que después de vuestra vida material alcancéis en el más allá la vida eterna en vuestro espíritu; pero no me habéis comprendido, no habéis hecho caso de mi palabra y por eso en este tiempo he venido desde la nube blanca a echar a vuelo mi campana sonora y a pediros que os congreguéis y os améis los unos a los otros.

37. Empezáis a estudiar, pero no habéis comprendido ni la primera página de mi libro sabiendo que ya es corto el tiempo en que os entregue mi lección. Tenéis que estudiar y analizar mi enseñanza y levantaros fuertes en el camino, porque no os recibiré sin que antes vosotros hayáis estudiado lo que os he entregado en este tiempo.

38. Me habéis hecho llorar y derramar sangre y ya quiero que lleguéis a Mí y ante mi planta me digáis: “Maestro, he aquí la enseñanza, he aquí la cosecha, he aquí el buen ejemplo que he dado a la humanidad; allí está la humanidad regenerada”. Quiero que me hagáis presente al hombre y a la mujer que hayáis convertido, porque sin este cumplimiento no entraréis a mi Arcano. Tres veces he venido a este mundo, para brindaros distintas oportunidades de salvación de vuestro espíritu, mas vosotros habéis dejado pasar desapercibidas mis palabras y habéis desobedecido mis mandatos, por eso os digo que ésta es la última de esas oportunidades y vosotros debéis poner en práctica lo que os estoy entregando revistiéndoos de humildad, descendiendo del pedestal de vuestra falsa grandeza, desechando la mala voluntad y el odio para vuestros hermanos, unificándoos, porque esto es lo que os estoy pidiendo, para que el cetro de mi justicia no caiga sobre la humanidad.

39. Ya nos sois los ignorantes, porque he derramado en vosotros mi enseñanza y os pregunto: ¿Por qué contemplo que mis discípulos no me han querido comprender y van interpretando mis palabras y mis órdenes en diferentes formas y según su propia voluntad? ¿Acaso no he venido a hablaros en vuestro propio idioma, con palabras sencillas para que todos vosotros me comprendáis?...No estoy hablando en forma diferente a unos y otros, por eso no quiero que mañana me digáis: Maestro, no supimos comprenderte; no entendimos tus órdenes y por ello no las cumplimos. No, Israel, es menester que desechéis la ponzoña que ahora alberga vuestro corazón: debéis comprender bien esta Ley, porque ella no tiene la culpa de vuestro pecado y no es justo que mi Obra pague estas ingratitudes, ¿Por qué los hombres no han sabido apreciarla si Yo os la estoy entregando tan blanca y pura como copa de nieve?

40. Velad y orad, porque a cada instante contemplo las divisiones de los unos y los otros. Contemplo que queréis apartar de mi Ley, unos volviéndome la espalda, y los otros levantando su planta para caminar según su propia voluntad, dando traspiés y prefiriendo encontrar el espino antes que transitar con rectitud en el camino que he venido a trazaros. Por doquier de los lugares crecen árboles brindando a la humanidad un fruto diferente al que estoy entregando, mas contemplo que también se encuentra mezclado el fruto bueno y por ello os digo: sacad el fruto vano y dejad el bueno, escogedlo y hacedme presente tan sólo la semilla limpia y el trigo dorado. Ya no sois los hijos de las tinieblas como lo erais ayer, porque Yo he venido entre vosotros como un rayo luminoso, para alumbrar vuestro camino, para daros a saber cuál es el sendero de la verdad. Ya podéis ver y caminar por él, porque he venido a daros fuerzas y a tomaros de la mano para que deis los primeros pasos y después podáis transitar solos, pero firmemente, sin caer en el dolor ni en el pecado y sin dejaros conducir por la maldad que existe en este mundo.

41. Hoy ya no sois inocentes niños, hoy sabéis cómo habéis de avanzar, qué actos vais a desarrollar y cuáles son los buenos y los malos caminos, porque os he entregado corazón y conciencia para que los consultéis. Por ello, ha tiempo que os estoy pidiendo que no comáis el fruto prohibido, que no desenvainéis vuestra espada de dos filos para dar muerte civil a vuestro hermano; que os deis cuenta de la pureza y perfección de mi Ley que ha sido una a través de todos los tiempos, para que os levantéis con la comprensión y la buena voluntad cumpliendo con mis mandatos celestiales, para que la paz sea en el Universo y el exterminio no siga arrancando vidas; no quiero contemplaros llorando y con la amargura en vuestro paladar. En este día también Yo voy a entregaros mi caridad divina.

42. Bienaventurado aquél que se encuentre preparado, porque él contemplará la paz en su camino y mi caridad derramada en su espíritu y materia. Desde la Gloria derramo las aguas cristalinas para que os levantéis fuertes en este tiempo. Yo os entrego mi amor a torrentes, para que sigáis adelante y os deis cuenta de que soy incansable, para que vosotros me imitéis el mañana, despojándoos de todo materialismo, de toda vanidad y llevando con vosotros sólo las buenas nuevas obras, seáis el espejo limpio en que se pueda contemplar esta humanidad.

43. Siempre he venido en pos de los descarriados, para levantarlos del pecado y ponerlos en el camino de salvación, mañana vendrán las grandes pruebas y es mi voluntad dejaros como el soldado fuerte de Jesús que pueda luchar y salir avante de ellas.

44. En presencia, potencia y esencia, he estado en esta alba entre vosotros, os entrego el pan de cada día y el bálsamo, os bendigo a vosotros, a vuestros hijos, a las madres afligidas y a la ancianidad, a todos entrego mi paz, mi amor y mi luz.

45. Amad, humanidad, amad con el más puro amor que os pueda llevar a la verdad, y entonces sabréis lo que quiero deciros con estas palabras; la fuerza que movió los labios de Jesús cuando estuvo con vosotros, fue la del amor, esa voz por eso os dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.

46. No hay potencia mayor que la del amor, es también fuego que purifica y agua de gracia que limpia.

47. pesar de cuanto os hablo, hay discípulos que hoy creen y mañana no, porque tienen sus horas para creer y sus horas para dudar.

48. Veo en vosotros un pueblo cansado de su vida humana e intensamente preocupado, y de ello resulta un pueblo que diciéndose espiritualista, vive muy apegado a las cosas terrenas.

49. Yo os he dicho: Despertad a la verdad y no hagáis lo que los escribas y fariseos que limpian el vaso sólo por fuera, o que cuando tratan de hacer caridades piensan que “no deben darlo todo, porque se quedarían pobres y sin un pan que llevar a sus labios”.

50. ¡Ah cuánto tendréis que vagar como sombras los que penséis así! Naceréis y volveréis a nacer, mientras no aprendáis a dar el amor que Yo os enseño.

51. No quiero que eternamente seáis niños, ¿es acaso justo que este pueblo sea el que en su oración me diga: Señor, os amo y después en su camino no haga una sola obra de caridad? ¿Por qué aún os sorprendo engañando? ¿Por qué no hacéis la verdadera caridad y cuando la hacéis es para que os vean y os oigan?

52. Os confundís, y a veces hacéis alarde de fe cuando vuestra fe se ha enfriado; entonces os encuentro fríos también en la caridad, en la lealtad y en la pureza.

53. En verdad os digo que nadie pasará por la puerta de la cruz si no aprende a ser leal.

54. Amados discípulos: Yo os digo que si a veces os hablo con palabra dura, no llega a ser tan justiciera como la que merecéis conforme a vuestros hechos.

55. Sólo vengo a lavaros de imperfecciones con mi palabra ¿En donde están las blancas vestiduras que os preparasteis para estar conmigo en esta fiesta?

56. Quiero penetrar en vuestro interior para contemplar mi santuario, ¡oh espíritus de hombres que os creéis nacidos ayer y tiempo ha que brotasteis de Aquél que en sí lleva el amor de padre y el amor de madre, porque de Él brotan todas las formas del amor perfecto!

57. Así como veis desarrollarse el cuerpo del hombre, también en él se va desarrollando el espíritu; mas el cuerpo encuentra un límite a su desarrollo mientras el espíritu requiere muchas materias y la eternidad para alcanzar su perfección.

58. Esa es la causa de vuestras reencarnaciones. Nacisteis de la mente paterna y materna de Dios, puros, sencillos y limpios, semejantes a una semilla, mas no os confundáis porque no es lo mismo ser puros y sencillos a ser grandes y perfectos.

59. Podéis hacer la comparación de un niño que acaba de nacer, con un hombre de experiencia que enseña a niños.

60. Ese será vuestro destino a través de las edades, cuando vuestro espíritu esté desarrollado. Pero, ¡Cuán lento avanza vuestro espíritu!

61. Hace ya casi dos mil años en que con pocas palabras os enseñé la manera de encontrar el Reino de Dios. “Amaos los unos a los otros”, os dije. Habéis vivido muchas veces, sin materia o con ella, en este valle y en otros, y no habéis podido aprender la lección.

62. Mucho andaréis aún hasta que se haga realidad en vuestro espíritu aquella sublime enseñanza.

63. Este mundo está llamado a espiritualizarse con sus moradores y terminar así con los sufrimientos y vicisitudes.

64. El fuego de mi amor viene a fundir la nieve de vuestro corazón, y aunque pasen los siglos Yo seguiré enseñando, y vosotros llegaréis a aprender y amar.

65. ¿Recordáis a María Magdalena? ¿No habéis entendido el símbolo que ella encierra?

66. La mente del hombre no sabe comprender mis símbolos, se estaciona ante el misterio y se conforma con el símbolo.

67. Los símbolos son imágenes caídas que ya no deben existir en el culto de la humanidad en su edad de luz.

68. María Magdalena la pecadora, como el mundo la ha llamado, fue merecedora de mi ternura y de mi perdón.

69. Pronto logró su redención, lo que no sucede con otros que piden débilmente el perdón por sus pecados; mientras ella encontró pronto lo que buscaba, otros no lo logran.

70. Magdalena se hizo perdonar sin hacer alarde de su arrepentimiento, ella había pecado como vosotros pecáis, más había amado mucho; el que ama podrá tener equivocaciones en su conducta humana, pero el amor es la ternura que rebosa del corazón; si vosotros queréis ser perdonados como ella, volved vuestros ojos a Mí llenos de amor y confianza, y seréis como ella, absueltos de toda mancha.

71. Aquella mujer no volvió a pecar, el amor que de su corazón rebosaba lo consagró a la Doctrina del Maestro.

72. Fue perdonada aunque había cometido errores, pero en su corazón llevaba el fuego que purifica, y por aquel perdón que recibió la pecadora, ya no se apartó un instante de Jesús, más bien mis discípulos me dejaron solo en las horas más cruentas que aquella pequeña; María no se apartó de Mí, no me negó, no temió ni se avergonzó.

73. Por ello le fue concedido llorar a los pies de mi cruz y sobre mi sepulcro, su espíritu pronto se redimió por lo mucho que amó; en su corazón llevaba también espíritu de apóstol; su conversión resplandece como luz de la verdad; había sabido humillarse ante mi planta para decirme: “Señor, si tú lo quieres yo seré salva del pecado”.

74. Mientras vosotros, cuántas veces quisierais convencerme de vuestra inocencia cubriendo vuestras faltas con largas oraciones.

75. No, discípulos, aprended de ella, amad en verdad a vuestro Señor en cada uno de vuestros hermanos, amad mucho y os serán perdonados vuestros pecados. Grandes seréis cuando hagáis florecer en vuestro corazón esa verdad.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 213

1. La luz de mi Espíritu es con vosotros, Cristo es sobre vuestro espíritu y a través de labios humanos manifiesta la palabra de vida y verdad como un camino que conduce hasta Mí.

2. Abrid las puertas de vuestro santuario para que Yo penetre a lo más puro de vuestro ser.

3. Domingo de Resurrección llamáis a este día porque en él evocáis los acontecimientos que vivió Jesús a su paso por la Tierra.

4. Descorred ya el velo del misterio para que penetréis en el santuario de la verdad. En esta cátedra os revelo grandes enseñanzas para que desaparezcan de vosotros las tinieblas del misterio con que ayer envolvíais mi luz. Escuchad: Sólo el que muere puede resucitar ¿Creéis que Jesús haya muerto en aquel tiempo? ¿Habéis podido imaginar muerto a vuestro Maestro?

5. La muerte es sólo un símbolo, la muerte existe para aquellos que aún no alcanzan el conocimiento de la verdad; para ellos la muerte sigue siendo un aspecto tras el cual está el misterio o la nada; a vosotros os digo: Abrid vuestros ojos y comprended que tampoco moriréis; os separaréis de la materia, mas eso no quiere decir que moriréis; vosotros, como vuestro Maestro, tenéis vida eterna.

6. Cuando dejé mi cuerpo, mi Espíritu hizo su entrada en el mundo de los espíritus para hablarles con la palabra de verdad como a vosotros, les hablé del amor divino porque ese es el verdadero conocimiento de la vida.

7. En verdad os digo que el espíritu de Jesús no estuvo un solo instante en la tumba, tenía en otros mundos muchas caridades que hacer; mi mente infinita tenía para aquellos, como para vosotros, muchas revelaciones que manifestar.

8. También hay mundos donde los seres en espíritu no saben amar, moran en la obscuridad y ansían la luz; hoy los hombres saben que donde hay desamor y egoísmo existe obscuridad, que la guerra y las pasiones son la llave que cierra la puerta del camino que conduce al Reino de Dios.

9. El amor, en cambio, es la llave con que se abre el Reino de la luz que es la verdad.

10. Aquí me he comunicado a través de materias, allá me he comunicado directamente con los espíritus elevados, para que ellos instruyan a los que no están capacitados para recibir directamente mi inspiración.

11. esos seres elevados, luminosos, son como aquí para vosotros, los portavoces.

12. Hoy sabréis el porqué de mi venida a este mundo y el porqué de mi visita a aquellos mundos.

13. Yo había dicho a los espíritus: “volveréis a nacer”, y antes de expiar en cuerpo limpiaréis vuestro espíritu de toda impresión superflua para que en vuestro nuevo nacimiento seáis como antorchas encendidas.

14. Los hombres que llevan en sí la luz de mi Espíritu Santo, son como antorchas encendidas; los que no quieren conocer la verdad, son como antorchas apagadas, lámparas que no arden porque no se han encendido en el fuego de mi sabiduría.

15. Yo no quiero que seáis antorchas apagadas, porque no podréis cumplir con vuestro destino, o sea con la misión de vuestro espíritu.

16. En verdad os digo que en los instantes en que vibra mi palabra por el entendimiento del hombre, millares y millares de seres desencarnados están aquí presenciando mi manifestación y escuchando mi voz; el número de ellos es siempre mayor al de los que se presentan en materia. Como vosotros, van saliendo lentamente de la tiniebla para penetrar en el Reino de la Luz.

17. Sois inmortales, os he dicho. Si la célula de vuestra materia no muere, no tiene por qué morir el espíritu.

18. Este día de recordación y meditaciones, es el símbolo de la gloria del espíritu, de la resurrección de la luz de vuestra lámpara.

19. Me ha placido manifestarme entre vosotros en estos días de conmemoración, para despertar en vuestro corazón sentimientos de fe, de piedad, de espiritualidad; he aprovechado estas horas para lavar y purificar vuestros corazones.

20. ¿Por qué os habéis manchado? Porque no os habéis dejado conducir por el poder del espíritu, cuya fuerza la habéis confundido con la de vuestra voluntad humana, vuestras vanidades y caprichos.

21. Es necesario que penetréis en vuestro corazón, en vuestro interior, para que sepáis en qué grado os encontráis para la voz de la conciencia, en qué estado de amor estáis para con vuestros semejantes; entonces sabréis hasta qué punto sois antorchas encendidas o flamas apagadas.

22. Yo os digo que de acuerdo con vuestro amor, así será la fuerza, la bondad y la luz que poseáis.

23. También vosotros tendréis vuestro día de liberación y vuestro día de gloria. ¿Cuál será ese día? Aquel en que venzáis en el campo de batalla de vuestra vida.

24. La Tierra es campo de lucha, mucho hay allí que aprender; si así no fuese, os bastarían unos años de vida sobre este planeta y no seríais enviados una vez tras otra a reencarnar. No hay tumba más lóbrega y obscura para el espíritu, que su propio cuerpo, si éste lleva en sí escoria y materialismo.

25. Mi palabra os levanta de esa tumba y luego os da alas para que remontéis el vuelo a las regiones de paz y luz espiritual.

26. Conforme vuestro espíritu va triunfando de las tinieblas y va salvando obstáculos, en él va apareciendo la luz; por ello, unos recorreréis en mayor tiempo que otros el camino.

27. Grande será el que siga la huella del progreso espiritual, y pasando sobre él las edades y las eras adquiera la luz, la experiencia y la evolución.

28. después de esa lucha, esfuerzos y lágrimas, tendréis vuestra liberación y vuestra gloria, aquella en que surjáis brillando en plenitud con la luz de la conciencia.

29. La gloria no es un lugar determinado, la gloria es el final de la evolución del espíritu; no siendo esa gloria un lugar fijo, es necesario que comprendáis por qué los que dudan de la existencia del Espíritu dicen: “yo moriré” y piensan en la muerte como en el fin; y en cambio quienes creen en la vida eterna dicen: “yo siempre viviré”.

30. El que materializa su fe y su culto imagina y busca a Dios en forma limitada.

31. El espiritualista sabe que el Omnipotente está en todo, que el mundo, el Universo y el infinito, están saturados de mi esencia y mi presencia.

32. El que así me reconozca y me conciba, es templo viviente de Dios y no materializará ya las manifestaciones del espíritu con símbolos o formas.

33. No digáis ya que hay solamente un Cielo y una Tierra, y que éstos son lugares determinados, existen millares de mundos; no olvidéis que dije en Jesús: “hay muchas moradas en la casa de mi Padre”.

34. Bien está que en la vida material os apeguéis a las leyes de vuestra Naturaleza, mas también comprended que dichas leyes no son eternas.

35. Yo he venido una vez más a los humildes porque son los que entienden mejor estas palabras; recordad que dije: “el que ha sido humillado, será ensalzado”. En este día que llamáis de Resurrección, espiritualizaos para que digáis: “Yo soy el templo y la lámpara, yo soy la ofrenda”. Amaos, sí, pueblo, porque el que ama lleva en sí la gloria. Pueblo bendito, espíritus de las doce tribus de Israel encarnados en este tiempo para formar el escudo de la humanidad, os estoy preparando en espíritu y en materia para hacer de vosotros un instrumento dócil y llevaros por esta senda que os trazo, para que dejéis vuestro ejemplo a las nuevas generaciones.

36. Entre vosotros están los descendientes de Rubén, de Dan, de Judá y Leví, de Isacaar y Zabulón, y de todos los patriarcas de las tribus, y como espíritus fuertes que sois, debéis seguir manifestando esa fortaleza y fe en vuestro Dios.

37. El nombre de Israel no puede borrarse, y aunque ha sido codiciado, probado y perseguido, este pueblo no morirá porque es la simiente de vuestros primeros padres, que fueron tronco y vida de muchas generaciones. Hoy miráis esa raza decadente y en alto grado de degeneración, que ha amado más a su carne que a su espíritu y se ha envanecido con sus dones; por eso a vosotros os he hecho encarnar en otra tierra, en otra raza, para que no cayeseis en aquellos errores.

38. La espiritualidad os ha sido inspirada desde el principio de los tiempos, es una semilla que os fue dada para que la cultivéis con esmero, y os encomendé la tarea de transmitirla a todos los pueblos sin distinción de razas. Hoy en la plenitud de los tiempos vengo a vosotros para pediros cuenta de esa simiente.

39. Todos los hombres lleváis esa semilla porque antes que materias, habéis sido espíritus, y la espiritualidad es el camino que os está señalado por lo cual llegaréis a perfeccionaros.

40. Sois el pueblo más agraciado y a pesar de ello no habéis sabido usar vuestros dones, no habéis querido interpretar mi voluntad. Este mundo que he preparado para recreo, desarrollo y bendición de vuestro espíritu, lo habéis amado como si fuese vuestra morada eterna, y habéis echado en él profundas raíces; olvidáis la vida espiritual y no preparáis vuestra entrada en ese valle que os espera.

41. Mirad, esa morada se encuentra poblada de espíritus escasos de méritos por su falta de espiritualidad, de preparación, y cuánto dolor los embarga, cuánto arrepentimiento. Vosotros no debéis habitar ese mundo, sin antes hacer progresar a esos espíritus que ya sea por ignorancia o rebeldía no supieron labrar su elevación.

42. Lo que la humanidad llama progreso, no lo es para los espíritus, porque si estuviesen elevados me amarían sobre todo lo creado y habría paz y armonía entre los hombres, ellos sólo me presentan su desnudez e ignorancia espiritual.

43. Cuán dura es la humanidad para convertirse al bien. No estáis conformes con mis leyes y no queréis modificar vuestra vida, os lastima mi palabra cuando os hablo de regeneración ¿Cómo queréis que calle si no estáis a salvo?

44. Sed fuerte, Israel, luchad contra el mal; id aun en contra de vosotros mismos si lleváis huellas de maldad. Preparad el ambiente que respiráis, venced toda influencia extraña, haced uso de vuestras facultades y potencias, velad y orad.

45. Cimentad la fe de la humanidad y construid con ella una torre tan alta, que llegue a lo celestial cuya base sea inconmovible.

46. Con vuestra oración y con obras espirituales podéis detener el avance de los elementos de destrucción, porque serán desatados con mayor fuerza que ahora después de 1950; la humanidad se purificará para que pueda recibir la buena nueva y después de su gran dolor verá brillar el iris de la paz y sentirá mi llamado que le invita a penetrar en una nueva vida.

47. Hoy que habéis vuelto a la Tierra, venís a testificar mi presencia, es una de las misiones que siempre habéis tenido y os sorprendéis cuando os hablo en esta forma, porque creéis no tener conocimiento del pasado de vuestro espíritu. Pero es tan profunda esa huella, que no podréis ni vosotros ni el tiempo, borrar vuestra historia.

48. Os estoy enseñando para que más tarde prediquéis mi enseñanza, y los que hayan de oíros se sorprenderán de vuestras palabras y os tendrán por los nuevos profetas y apóstoles, entonces os amarán. Haced que vuestra obra sea fructífera. No sembréis en tierra estéril, no expongáis mi Obra a la burla. Sed prudente y complaced a los que os soliciten y perdonad a quienes no sepan recibiros.

49. Mi palabra ha encontrado eco en la unión de vuestros pensamientos y se deleita mi Espíritu de Maestro enseñando a mis nuevos discípulos.

50. Si meditáis profundamente, encontraréis que Yo he estado siempre con vosotros y que desde la primera revelación, mi mensaje encaminó a los hombres a la espiritualidad. Es natural que después de algunos miles de años de habitar espíritus en esta Tierra, Yo os traiga una Doctrina de mayor elevación de la que ahora tenéis.

51. Mi Doctrina, que es en todo tiempo la explicación de la Ley, ha venido a vosotros como camino de luz, como brecha segura para el espíritu; sin embargo, los hombres empleando el libre albedrío de que fueron dotados, queriendo seguir un camino para su vida, han elegido siempre el camino fácil de la materialidad, desoyendo algunos de manera absoluta los llamados de la conciencia que siempre encaminan hacia lo espiritual; y otros, creando cultos y ritos para creer que van con paso firme por la senda espiritual, cuando en verdad son tan egoístas como aquéllos que han excluido de su vida mi nombre y mi palabra.

52. Si pudieseis contemplar desde aquí el valle espiritual donde habitan los seres materializados, aquéllos que nada han labrado para la jornada espiritual después de esta vida, quedaríais anonadados; pero ni por un instante diríais: ¡Cuán terrible es la justicia de Dios! No, en cambio exclamaríais: ¡Qué ingratos, qué injustos y crueles somos con nosotros mismos! ¡Qué indiferentes para con nuestro espíritu y qué fríos hemos sido como discípulos de Jesús!

53. Por eso el Padre ha permitido que aquellos seres se manifiesten a veces en vuestra vida y os den el mensaje doloroso, angustioso, de su vida oscura y sin paz. Son moradores de un mundo que no tiene la luz radiante de las moradas espirituales, ni las bellezas de la tierra que habitaron.

54. Aquel extenso valle, lleno de turbación, de remordimientos, de dolor, de tristeza y desesperación, sólo es iluminado por la luz de la conciencia que va despertando uno a uno a aquellos seres y cuando esa luz llega a invadir todo el espíritu, éste reconoce su camino, arroja la vestidura de materialidad que conservaba y vuelve a sentir que vive, que ha sido resucitado, que una voz le llama desde lo infinito, y que esa voz es la del Padre, quien desde el principio de los tiempos le trazó el sendero de luz y felicidad.

55. Nadie de vosotros quiera ir a habitar en las tinieblas de la turbación, ni a beber el cáliz de los remordimientos.

56. Para evitaros aquella infinita amargura, tened caridad de vuestro espíritu, haced obras verdaderas de amor, no obras superficiales con las cuales tratéis de engañaros a vosotros mismos.

57. Mi Doctrina imparte espiritualidad, y la espiritualidad quiere decir verdad, pureza, luz, sinceridad y amor.

58. Esta es mi senda, la única, aquella que desde los principios os fue trazada y quedó escrita en toda conciencia.

59. Mi voz, que resuena nuevamente en lo recóndito de vuestro ser, viene a llamaros hacia el camino perdido, hacia el sendero olvidado, para que acumuléis méritos, que serán luz, satisfacciones y elevación para vuestro espíritu, cuando él tenga que traspasar el velo que existe entre lo material y lo espiritual.

60. Os hablo de ese velo, porque vuestra pequeña elevación espiritual aún no os permite unir en una sola todas las moradas existentes, y así como en la Tierra, vuestra falta de fraternidad os ha dividido en pueblos y naciones, en el Universo, los seres pequeños se han visto divididos por mundos, moradas y espacios.

61. Tiempo llegará en que las fronteras de este mundo sean borradas por el amor y en que los mundos se acerquen unos a otros por espiritualidad.

62. Mientras, seguirá la lucha entre la conciencia y el libre albedrío, del cual toma y se aprovecha el hombre para hacer de su vida lo que le place.

63. La lucha entre esas dos fuerzas llegará a su culminación y el triunfo se inclinará de parte del espíritu, el cual, en una entrega absoluta de amor hacia su Padre, le dirá: “Señor, renuncio a mi libre albedrío, hágase en mí solo vuestra voluntad”.

64. Yo bendeciré al que así llegue delante de Mí y lo envolveré en mi luz, mas le haré saber que esa bendita libertad de que fue dotado, nunca se la quitaré, pues el que hace la voluntad de su Padre, el que es fiel y obediente, es digno de la confianza de su Señor.

65. ¿Verdad que habéis entendido lo que os he hablado de la vida espiritual? Ved como lo espiritual es simple y diáfano, al contrario de las doctrinas y enseñanzas vuestras que todo lo complican.

66. Meditad, discípulos.

67. Mi Arcano se abre y algo de él dejo manifestar a los hombres a través del portavoz.

68. En el año de 1866 brilló una estrella como aquella que anunció el nacimiento del Mesías. Pocos la contemplaron porque el mundo estaba durmiendo.

69. Esa estrella fue Elías, y con su manifestación a través del entendimiento de Roque Rojas se abrió una nueva era espiritual. Con su luz vino a iluminar el camino para guiar a los hombres y anunciarles un tiempo de grandes revelaciones. Mas como Elías es mi profeta y mi precursor, a través de su espíritu profeticé el tiempo de mi comunicación en esa misma forma.

70. Los primeros oyentes, los primeros testigos de esa manifestación, se sorprendieron al escuchar que la palabra que Roque Rojas pronunciaba, no era de él sino que venía del Más Allá; que era una palabra llena de consuelo, de promesas y de esperanza.

71. El corto número de párvulos creció, convirtiéndose en multitud, la cual al recibir más tarde la presencia del Maestro a través de nuevos portavoces, reconoció en la palabra un fruto con sabor divino y esencia espiritual, que era el único que podía apagar su sed y mitigar su hambre.

72. Un nuevo apostolado surgió de entre ese pueblo, formado por corazones sencillos y humildes, pero llenos de amor y de fe para seguirme. No podía faltar entre ellos un nuevo Tomás que necesitase ver para creer en mi presencia; un nuevo Pedro que creyendo en Mí, me negase por temor a la humanidad y un nuevo Judas Iscariote que me traicionase, cambiando mi palabra y mi verdad por monedas y halagos.

73. Las multitudes que forman este pueblo siguieron aumentando y ramificándose por ciudades, comarcas y aldeas, y fueron surgiendo de este pueblo apóstoles de la verdad y la rectitud, labriegos abnegados y llenos de celo en la Doctrina de su Señor y profetas limpios de corazón que han hablado la verdad.

74. Ante una inmensa e invisible mesa espiritual les siento para que coman mi pan celestial y mi vino de eternidad, para que nunca les falte la fortaleza en su misión. Mientras hay quienes escuchándome, permanecen aletargados espiritualmente, hay también quienes me interrogan a cada instante, porque se hallan ávidos de saber. Estos me preguntan: ¿Por qué me manifiesto a la humanidad bajo esa forma; por qué Elías vino antes; quién es Elías y quién Roque Rojas y quién desató los Siete Sellos?

75. Yo a todos contesto y enseño con el amor del perfecto Maestro. Si algunos se confunden porque no vengo entre regios altares o suntuosas ceremonias, la espiritualidad que otros tienen les dice que Jesús nunca buscó galas ni vanidades sino corazones.

76. Siempre he venido en pos de vuestro espíritu, no de vuestro cuerpo; porque la materia pertenece a la Tierra donde su seno la reclama, mientras el espíritu a través de su conciencia, estará oyendo siempre la voz divina que le llama.

77. Extenso ha sido el tiempo de mi predicación en mi última venida, abarca desde 1866 hasta 1950.

78. Los primeros frutos de mi enseñanza deben ser los de vuestra regeneración espiritual y material, abandonando idolatría, fanatismo, superstición, erróneas interpretaciones y también egoísmo, malas voluntades, vicios y toda lacra; cuando eso sea, podréis hablar de mi Ley sin confundir a nadie; no imprimiréis en mi Doctrina vuestros errores, ni trataréis tampoco de ocultarla reservándola sólo para vosotros.

79. Elevad vuestro espíritu a través de un culto más perfecto y elevad vuestro corazón por medio de una vida virtuosa y seréis como el principio para un nuevo mundo, una nueva humanidad que supo levantarse sobre los cimientos de espiritualidad que os traje en mi revelación del Tercer Tiempo.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 214

1. través de los labios humanos os entrego mi palabra, porque los mensajes que instante por instante envío a los hombres, ni siquiera los percibís. Esa es la razón por la cual he tenido que comunicarme por el entendimiento del hombre. No es que Yo necesite de aparatos humanos para manifestarme, sois vosotros los que lo habéis necesitado.

2. Mi Ley amorosa sólo ha venido a apartar abrojo por abrojo del sendero, para que podáis llegar ante Mí.

3. Para el Padre nada es imposible ni difícil, así es que del mismo hombre hice el instrumento de mi comunicación y con ello os demostré mi caridad hacia vosotros, perdonando vuestras imperfecciones y no reparando en vuestras manchas; también os di pruebas de mi poder al entregaros una palabra sabia, dulce, divina, a través de un pobre entendimiento y de unos impuros y torpes labios.

4. Ese milagro todos lo habéis visto, cuando habéis sentido que desaparece la materia del portavoz y percibís la presencia del Maestro. Entonces habéis gozado con la divina palabra, os habéis sentido transportados a un mundo de luz y os habéis deleitado en la paz espiritual del éxtasis.

5. ¿Cuánto tiempo duró hablándoos el Maestro? ¿Cuánto tiempo estuvisteis dentro de aquella elevación? No lo podríais decir, porque en aquella hora estuvisteis más allá del tiempo.

6. Después, cuando la cátedra ha cesado, habéis sentido deseos infinitos de llegar a vuestro hogar para repetir mis palabras, habéis tenido nobles deseos de encontraros en el camino con alguien que os hubiese ofendido para perdonarlo, o con algún necesitado para darle la buena nueva de mi presencia.

7. Cuando al fin encontráis a alguien, a quien relatarle lo que oísteis, sentís que vuestros labios son torpes para expresar aquella divina lección y entonces comprendéis que verdaderamente es profunda esta palabra y que también la forma en que trabajan estos portavoces es digna de vuestra atención.

8. Dice el Maestro a los que sufren considerándose torpes para expresar la divina palabra: No temáis, que poco a poco vuestros dones se irán desarrollando hasta que llegue el día en que ni siquiera necesitéis de la comunicación a través de los portavoces, porque el mensaje que os envíe, lo recibiréis directamente a través de la comunicación perfecta “de espíritu a Espíritu”.

9. Cuando alcancéis a dar ese paso, fijaos bien en lo que os digo: la vida surgirá ante vuestro espíritu, ante vuestros sentidos y ante vuestra mente, como un torrente de sabiduría, como un canto de amor, como una escala que os eleva hacia el Creador.

10. Llegad pronto a esa altura, pueblo, para que viváis en forma elevada, espiritual y en verdadera armonía con todo lo creado.

11. Ahora sois apenas los tiernos párvulos de una Doctrina infinita en poder y sabiduría, más, el que os la enseña es el Maestro de maestros. Dejaos conducir dócilmente por El y miraréis cómo su amor irá apartando del sendero toda espina y todo tropiezo.

12. Mi palabra en este Tercer Tiempo viene a llenar el inmenso vacío que existe en el espíritu de la humanidad, vacío que los hombres jamás han podido llenar con amor humano, con riquezas del mundo, con ritos o cultos materiales.

13. Ha llegado entre vosotros el mensaje deseado, bendiciendo a quienes lo esperaron y despertando a quienes dormían. Mi mensaje es para todos y todos le conocerán conforme la hora vaya llegando a cada corazón, a cada pueblo y a cada nación.

14. Mi palabra es luz de verdad y justicia que brilla en las tinieblas de esta humanidad. Habla a vuestro espíritu invitándolo a meditar para que conozca el porqué de mi venida y la explicación de todo misterio.

15. Para que la humanidad pueda entonar un himno de paz, necesita amar y perdonar. No alimentéis más el egoísmo ni el rencor, el odio o la ofuscación, porque estáis deteniendo a mi Espíritu que quiere llegar al vuestro para formar entre los hombres su reinado de paz.

16. Si, pueblo, vos que sois una pequeña parte de la humanidad, sabéis de la destrucción moral y material que existe, veis su miseria y su escasez, su tristeza y desolación, esa miseria y ese dolor lo sufre no sólo la materia sino también el espíritu que ha debilitado por falta de méritos.

17. Sed guías de vuestros hermanos, sed mis precursores; sentid mi amor y amad plena y desinteresadamente; iluminaos y llevad por el mundo esta luz, inspiraos en la verdad y profundizaos en las grandes revelaciones que os he hecho a través de los tiempos y llevad este conocimiento a los que saben menos que vosotros.

18. Penetrad con esta luz en vosotros mismos y descubrid el poder con que Yo he dotado a vuestro espíritu y cuando aprovechéis el valor de esos dones, sabréis amar la vida, y desde este valle que habitáis amaréis y conoceréis la vida eterna.

19. Amad y perdonad mucho si queréis llamaros mis apóstoles. Pensad en Mí, y vuestra pena se disipará. No sintáis dolor si os ofenden, bendecid y dejadme vuestra causa; entonces os sentiréis más dichosos que aquéllos que se creen ricos por sus caudales, porque habéis perdonado; no sabéis si ese perdón sea el precio de vuestra salvación y con esa obra podréis iluminar el espíritu de aquél que os hizo sufrir y con ello lo hayáis rescatado también.

20. Amad todo, hasta el aire que respiráis, porque en él está mi amor como está en toda la Creación. Amad el tiempo y la hora en que vivís, porque en todo está manifestado mi Espíritu. ¿No sentís cómo esta Naturaleza que os rodea pide paz y amor? Volveré a su cauce todos los elementos; restauraré todas las criaturas, mas el hombre tendrá que sufrir todas las consecuencias de sus faltas que han dado origen a la destrucción.

21. Este pan que os estoy dando es el alimento que necesita la humanidad, el único que puede sustentarla. Recibidlo con amor y con él haceos fuertes para que estéis dentro del cumplimiento.

22. Vivid ampliamente vuestra vida, vivid serena y pacientemente para que demostréis vuestra fe. Nada temáis, Yo estoy con vosotros. Si sois fuertes, podréis ver caer vuestra ciudad piedra tras piedra y no os amedrentaréis, porque dentro de vosotros está el poder divino, esa parte de mi Espíritu que hay en vosotros y con él podréis construir grandes obras en el corazón de vuestros hermanos. Podéis dar alegría a los tristes, enjugar lágrimas, levantar el ánimo caído; la obra que edifiquéis con fe y con amor será grande e indestructible.

23. Dejaos conducir por mi amor a la vida eterna. Abrid vuestros ojos y participad de las grandezas y bellezas que he creado para la felicidad de todos mis hijos. Mi bendición llega a todos, creyentes e increyentes. Limpio de espinas el camino para que no lastiméis más vuestra planta y sigáis adelante siempre firmes, obedientes a vuestro Padre Celestial.

24. En mi palabra os traigo curación para vuestras dolencias; en vuestra palabra vengo a depositar bálsamo para los enfermos; pero comprended, pueblo, que este bálsamo no es tan sólo para el cuerpo, sino también para el espíritu, no sólo para el que vive en el mundo, también para el que está en espíritu.

25. veces, cuando os estoy hablando por medio de estos portavoces, contemplo que venís rodeados los unos, poseídos otros y perseguidos otros más, por seres turbados que dominan vuestra voluntad, perturban vuestra mente o enferman vuestro cuerpo; entonces les hablo con el lenguaje del espíritu y les aparto de vuestro camino; pero no todo ha de hacerlo el Maestro; Yo quiero que sepáis cuál es la causa de que esos seres, hermanos vuestros, penetren en vuestra vida material y qué es lo que debéis hacer para libraros de sus malas influencias, haciendo al mismo tiempo, luz en aquellos espíritus dignos de vuestra caridad.

26. Esos espíritus que no pertenecen ya a la vida humana, llegan a los hombres y aún conviven con ellos: de esto os di muchas lecciones en el Segundo Tiempo aprovechando los casos en que me eran presentados algunos poseídos; pero aquel pueblo y sus sacerdotes no supieron comprender el sentido de aquellas revelaciones y me juzgaron según su mala fe.

27. Ahora vengo a ampliar mi lección para que seáis poseedores de este conocimiento y a daros armas para que luchéis y venzáis la confusión.

28. Discípulos: La causa que motiva la presencia de los espíritus turbados, sin paz y sin luz, entre vosotros, son los malos pensamientos, las malas palabras, las bajas pasiones, las malas costumbres, los vicios; todo ello es como una fuerza que atrae a todos aquéllos que, por no haberse purificado, tienen que buscar moradas impuras en donde habitar. Son seres ya sin cuerpo, que en su turbación buscan cuerpos ajenos para expresarse a través de ellos, pero por su turbación y su influencia lo único que logran es perturbar la paz, nublar la mente o enfermar a aquéllos a quienes se acercan.

29. Esos espíritus son el símbolo de la enfermedad, los habitantes de las sombras, los que no saben ni lo que es vida ni lo que es muerte.

30. Yo, que soy la luz del espíritu, busco uno tras otro a los perdidos, uno tras otro a los muertos a la vida espiritual, para rescatarles de su tormento y hacerles sentir la paz, aquella paz que viene de la comprensión. Mas, vuelvo a deciros que no sólo el Maestro, sino los discípulos también deben saber hacer luz en aquellos seres que, aunque invisibles al sentido de vuestra vista material, son perceptibles a la sensibilidad de quien sepa prepararse.

31. La forma de luchar contra las malas influencias de aquel mundo más numeroso y fuerte que el vuestro, es la de orar, la de permanecer fieles a los dictados de mi Doctrina y la firmeza en el bien. El que lucha con estas armas no sólo a sí mismo se liberta, sino también salva y liberta a sus hermanos.

32. ¿Cómo podréis ser espiritualistas si ignoraseis esta enseñanza? ¿Cómo podía haber sido completa la curación que practicaba Jesús, si no hubiese revelado la curación de los poseídos?

33. Estudiad profundamente mis palabras y no tratéis de hacer ciencias de mis enseñanzas, ni a valeros de lo que Yo he enseñado, para libraros sin amar a los que llegasen a perturbaros, porque caeréis junto con ellos en las tinieblas.

34. ¿Cuándo haréis con vuestras buenas obras de esta Tierra un mundo en el cual todo aquél que pase turbado, después se marche lleno de luz? ¿Cuándo dejaréis de ser habitación propicia para la presencia de aquel mundo de malas influencias?

35. Si no llegáis a conocer esta realidad, nunca podréis libraros de aquellas asechanzas, ni podréis hacer nada en beneficio de los grandes necesitados; seréis unos y otros enfermos que continuamente se contagien sus males.

36. Pensad entonces en la finalidad de mis enseñanzas, en el sentido de mi nueva venida, en todo lo que abarca mi palabra con su luz, para que dejéis de imaginaros como únicos habitantes de esta morada. Mirad cuánto os rodea y llegad a ser verdaderamente los hijos de la luz.

37. Oídme, analizad mi palabra y os aseguro que presto os convertiréis en discípulos del Maestro de todos los siglos y de todas las eras.

38. Pueblo de Israel, que habéis sido forjado en muchas luchas a través de los tiempos, vos que sabéis de los sinsabores de la esclavitud, de la persecución, de las largas jornadas, descansad y ahora sed libres en esta Tierra que os doy como morada pasajera. En este tiempo no iréis en busca de tierras que manen leche y miel, ni os encaminaréis a Samaria, sino buscaréis mi reino espiritual, vendréis a este inmenso valle al cual os invito a respirar la paz, a envolveros en la luz de mi sabiduría y a recobrar vuestras fuerzas perdidas.

39. Desenvolved vuestro espíritu porque vivís en un nuevo tiempo y como el hijo primogénito del Padre, habéis venido a iniciar entre la humanidad esta etapa de espiritualidad que os corresponde.

40. Antes de dar principio a vuestra misión, oíd y aprended de Mí; mi palabra es el libro, y cuando hayáis comprendido sus lecciones, id a vuestros hermanos, predicad y unid a vuestras palabras vuestras obras. Orad y poneos en contacto conmigo y con vuestros ángeles guardianes, para que vuestra inspiración sea fecunda. Yo os invito a penetrar en una vida de recogimiento, para que podáis concentrar en vuestro cumplimiento, todas vuestras fuerzas y en corto tiempo veréis la transformación de vuestro ser. Miraréis con claridad vuestro destino y seréis como un faro que iluminará el sendero de vuestros hermanos.

41. No temeréis al futuro porque sabéis que Yo soy vuestro guía y que he dispuesto todo con justicia. Llegará el momento en que os sentiréis inspirados por Mí, e impulsados por vuestro espíritu, iréis en busca de los enfermos y en ellos derramaréis el consuelo, buscaréis a los que tienen hambre y sed de conocimientos verdaderos y a ellos les daréis la palabra que es luz, y también llegaréis a los desheredados, a los humildes y a ellos también tenderéis vuestra mano y pronto os encontraréis convertidos en consejeros, en guías e intermediarios de la humanidad.

42. Mientras más grande sea el abismo en que hayan caído vuestros hermanos, mayor deberá ser vuestra paciencia y vuestra caridad para ellos.

43. Sabéis que todos en vuestro principio habéis sido puros y que en vuestro final volveréis a serlo. No desconozcáis vuestro origen y apresuraos en el camino para que presto retornéis a Mí.

44. La humanidad se ha multiplicado en número y la Tierra se encuentra henchida de esta simiente; el hombre ha cumplido mi mandato que le di en el principio de los tiempos, mas hay muchas leyes que no ha sabido cumplir. No es el amor el que lo mueve a emprender grandes obras. No es la razón por la cual ha luchado. Su espíritu ha descendido mucho y en su caída ha perdido el equilibrio. Mas Yo vengo a detenerlo y a hacerlo volver al plano que le corresponde. Son tan grandes las virtudes que he puesto en su espíritu, que si hubiese sabido hacer uso de ellas, estaría en una escala muy alta y el dolor no se hubiese enseñoreado para hacerlo sufrir.

45. Aún podéis recobrar lo que habéis perdido, por eso he venido a vosotros y os doy todos los medios de alcanzar vuestra elevación.

46. ¡Venid a Mí, humanidad, pedidme y os daré! mis complacencias no han acabado, la fuente está rebosante de gracia para todo el que las solicite. Yo os perdono y os dejo limpios para que deis principio a vuestro cumplimiento.

47. Bienvenidos seáis a la fuente de inspiración, donde venís a mitigar la sed y a dejar la fatiga. En Mí existe esa agua cristalina que apaga la sed de amor de los espíritus.

48. En este tiempo, el camino de vuestra vida se ha hecho azaroso y la jornada dura. Por eso he venido, para iluminar vuestra caminata con la luz de mi palabra que es esperanza. En mi enseñanza no ceso de animaros a proseguir y os recuerdo siempre que no olvidéis lo transitorio de vuestra existencia, detrás de la cual está un más allá esperándoos para envolveros en su paz.

49. Sois en verdad, los peregrinos del desierto que os alimentáis con la esencia de mi palabra, y animados por la fe de vuestro espíritu vais en pos de la meta que habréis de alcanzar.

50. La fe es una fuerza que levanta, que transforma e ilumina, por ella puede el hombre remontarse hasta su Creador, porque su luz ilumina el camino de la Ley, por donde se llega al Padre.

51. Así, con esta fe venís caminando, aceptando con toda conformidad de espíritu y materia, los tropiezos y vicisitudes propios de este tiempo. Mas llegará el día en que habléis y testifiquéis de Mí, de la forma en que he estado con vosotros, de cómo me habéis oído y contemplado y también de cómo habéis recibido mi inspiración. Yo os anuncio que encontraréis preparada a la humanidad para comprender la enseñanza de la espiritualidad. Hoy no podéis pregonar que el Maestro está entre vosotros porque no os creerían y os juzgarían faltos de razón.

52. Ved en la historia cómo siempre los inspirados de Dios han sido desconocidos, porque los hombres, cubiertos de materialismo, no pueden contemplar la verdad.

53. Igual os pasará a vosotros al hablar de mi Obra, cuando tropecéis con los que sumidos en el fanatismo, en la ignorancia y en el materialismo se encuentran. Ante ellos expondréis mi doctrina y cada quien la tomará según su desenvolvimiento espiritual, mas al final brillará esta verdad, porque la verdad soy Yo.

54. Cuando los hombres hayan alcanzado la paz, será el tiempo en que el Maestro os revele grandes enseñanzas para el espíritu, revelaciones que serán comprendidas por las generaciones venideras, quienes tendrán una evolución mayor.

55. Vosotros estáis conmigo, aprendiendo a sembrar, sabiendo que el fruto lo saborearán los que vengan detrás de vosotros. Aunque ellos no tropezarán con los obstáculos que vosotros encontrasteis, pero sí juzgarán vuestras obras; por eso dejad en el camino una huella de amor y de caridad, para que podáis tener en espíritu, la satisfacción de haber cumplido la Ley que os enseñé. Analizad mi palabra y dejad que os juzgue Yo, mientras, mejorad vuestra vida y vuestras obras.

56. Si queréis que vuestros hermanos descubran que sois mis discípulos, daos a conocer por la nobleza de vuestro corazón. Dejad que la humildad se refleje en vuestros actos, que el que es manso de corazón, lo es también de espíritu. El soberbio y vanidoso aparenta ser fuerte, más en realidad es pobre de espíritu.

57. El espiritualismo viene a destruir costumbres y tradiciones impuestas por los hombres las que han retrasado al espíritu. Espiritualismo es evolución y elevación incesante del espíritu, el que por medio de sus dones y atributos se purifica y se perfecciona hasta llegar a su Creador. El espiritualismo señala la forma en que el espíritu expresa, siente y recibe a su Señor. El espiritualismo liberta al espíritu y lo desarrolla.

58. Lo espiritual es fuerza y luz universal que está en todo y de todos es. A nadie le serán extrañas mis enseñanzas.

59. Los atributos del espíritu son inmutables porque son virtudes de mi divinidad, son fuerzas eternas. Mas comprended que, según hayáis vivido, así será mayor o menor la pureza que podáis demostrar.

60. Cuando habéis puesto manchas sobre la pureza de vuestro espíritu y él escucha el reclamo de la conciencia, se acoge a lo divino que es fuente de purificación, de redención y de perdón.

61. Mi doctrina, como un libro, se abre nuevamente delante de esta humanidad, para que se bañe en las aguas puras de esta enseñanza y transforme su vida, se aparte de las tendencias materialistas y tienda a elevarse en busca de la vida eterna.

62. Cuando se conozca la vida superior, sin desconocer esta en que vivís, sabréis poner aquella antes que todas las vanidades y se apartarán los hombres de todo lo superfluo e inútil. Ello será señal de que esta humanidad comienza a sentir anhelo por alcanzar las regiones espirituales.

63. Mi Doctrina hará que en este mundo exista un concepto más perfecto de la vida.

64. Desde que llegasteis a este mundo, pesa sobre vosotros un mandato, que es la cruz de vuestro destino, con la cual llegaréis hasta la cumbre del monte.

65. Comprendedme y no desmayéis, que la Doctrina que vais a predicar no es una fantasía, porque lo espiritual vibra en todos los hombres, puesto que todos tienen espíritu.

66. De cierto os digo, que cuando el Espiritualismo reine en el mundo, los hombres habrán puesto los cimientos de su verdadera paz.

67. No contemplaréis desde esta Tierra esa Era, pero la estáis preparando y cuando se encuentre en plenitud, también habrá paz y gozo en vuestro espíritu.

68. Será la fructificación de la Semilla que Cristo sembró en el Segundo Tiempo, en las tierras preparadas desde la Primera Era.

69. Hoy se encuentra todavía mezclado el Trigo con la cizaña, mas cuando ésta sea exterminada y el trigo brote en doradas espigas, llegará la Era esperada por la humanidad.

70. Yo soy el camino, transitad por él y estaréis en Mí.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 215

1. Mis palabras son como gotas de rocío que descienden a vuestro corazón para resucitarle, porque lo encuentro marchito, es que habíais olvidado mi promesa de volver y os sentíais muertos a la vida espiritual.

2. Cuando la débil flama de vuestra esperanza se extinguió, oísteis llamar a la puerta de vuestro corazón; al abrir y verme no me reconocisteis porque me habíais olvidado. Fue necesario mostraros la herida de mi costado y deciros: “hundid ahí vuestros dedos”, para que supieseis quién era el que llamaba a vuestra puerta.

3. Sois como los caminantes de Emmaús, quienes llevándome a su lado no podían reconocerme; os parecéis a Tomás que creyó hasta ver y palpar mis heridas.

4. Ya que me habéis pedido pruebas de mi presencia, y os las he dado, sabed que he venido a rescataros de la idolatría, a haceros volver al culto sencillo, a la fe libre de complicaciones, a la práctica de la caridad entre vosotros.

5. Os he encontrado adorando dioses sordos, ciegos, e inmóviles, practicando ritos fuera de vuestro tiempo e impropios de la evolución espiritual que hoy tenéis y practicando lo que Yo nunca instituí.

6. Nadie más que Yo podía deciros la verdad sobre vuestros errores sin heriros y ofreceros al mismo tiempo una luz, un sustento y un aliciente que al instante viniese a llenar el vacío de vuestro corazón.

7. Nunca más seréis deslumbrados por falsos y superficiales esplendores, ni os sentiréis seducidos por la palabra que sólo llega a la mente, pero jamás puede penetrar hasta el espíritu. De ahora en adelante, el que en verdad haya saboreado la esencia de esta palabra, no podrá alimentarse con otro pan que no sea el Divino.

8. ¿Qué hombre os había hablado como Yo lo he hecho a través de estos hombres humildes que son mis portavoces? ¿Quién os había hablado de espiritualidad como en esta palabra habéis oído? ¿Quién os ha dado en vuestra vida pruebas que fueran la confirmación de una revelación divina? Nadie, pueblo.

9. Mi palabra, como una campana echada a vuelo, llama a los hombres a congregación y ellos van llegando en caravanas, en multitudes.

10. Es breve el tiempo en que me tendréis comunicado en esta forma y quiero que sean muchos los que reciban la luz de mi palabra para que al concluir el año de 1950, todo el pueblo, consciente de mi mandato, se someta mansamente a mi voluntad de Padre.

11. Aun es tiempo para que el pueblo llegue preparado para ese día y cuando se reúna, ya no sea para escuchar mi palabra a través de pedestal, sino para estudiar la lección que recibió, sienta en su entendimiento mi inspiración y diga convencido: “El Señor está con nosotros”.

12. Así quiero contemplaros: como buenos discípulos.

13. Al principio de mi cátedra os decía que he traído el culto sencillo, aquel que no tiene ritos ni ceremonias y que sin embargo se eleva más allá del humo del incienso, más allá del eco de los cánticos: el culto del amor, de la caridad, de la fraternidad.

14. Es necesario que hagáis un minucioso examen de vuestras prácticas para que vayáis destruyendo todo vestigio de idolatría, de fanatismo religioso, de supersticiones y creencias impropias de esta obra.

15. Si creéis en Cristo y amáis todas su obras reconoced que ésta sencillez y espiritualidad que ahora vengo a inspiraros, es la misma que de palabra y con obras prediqué en el Segundo Tiempo, ¿Por qué entonces os habéis apartado tanto de aquella sencillez sin la cual no puede existir la espiritualidad?

16. Ved en cuántas confusiones ha caído esta humanidad, pero ha llegado la luz de un nuevo día y con ella nada podrá ocultarse ni empañarse.

17. He ahí porqué me encuentro preparando todos los caminos de la Tierra, para que los discípulos y apóstoles del Espiritualismo, se extiendan por el mundo anunciando mi buena nueva.

18. Antes de enviaros a otras tierras, quiero que todo el que se nombre discípulo de esta Doctrina, sea espiritual en su vida y en sus obras, para que su testimonio sea verdadero y por lo tanto, creído.

19. Alcanzando la espiritualidad, es fácil el camino, la cuesta no se hará pesada estando alentados por el ideal de ascender, las tentaciones ya no os harán caer en las profundidades del abismo, haciéndoos retroceder, ya sabréis tomar de este mundo lo estrictamente justo, lo lícito e indispensable, dando con ello libertad a vuestro espíritu para soñar con un mundo mejor y dejarlo luchar por alcanzarlo.

20. Mi luz baña vuestro espíritu y es guía para todos vuestros pasos, esa luz ha descendido sobre todos los hombres sin distinción de razas o creencias.

21. Israel ha vuelto en este tiempo y está diseminado por todo el mundo para cumplir su misión espiritual. Es el pueblo más antiguo, el primogénito y por lo mismo el primero en comunicarse conmigo. Su espíritu ha evolucionado conforme a la Ley que fue dada a todo espíritu al ser enviado a la Tierra.

22. En el Primer Tiempo, en mi primera venida, sorprendí a la humanidad en su inocencia e ignorancia, vivía en un bajo nivel moral y Yo le hablé desde la cumbre de la montaña para darle mi primera lección. En el Segundo Tiempo descendí, después de una larga era en que os concedí pruebas para que vuestro espíritu afirmara su fe y viviera en la observancia de mi Ley, y os encontré más despiertos, más desarrollados, pero distantes del verdadero cumplimiento que os había pedido, porque no supisteis poner vuestros dones al servicio del espíritu.

23. Vine en ese tiempo a deciros cómo se toma la Ley para darle cumplimiento, cómo se honra al Padre y cómo se testifica la verdad. Me tuvisteis en Jesús para que todo vuestro espíritu me palpara y me sintiera, y os dejé preparados con mi palabra. Después, os concedí el tiempo suficiente para que vuestro espíritu aprovechara mis enseñanzas y viviera imitándome, seguisteis evolucionando y despertando, mas para alcanzar vuestra elevación, no habéis preparado vuestro camino para acercaros a Mí. Vuestra luz es débil, vuestra fe frágil y no presentisteis que mi tercera venida ya estaba cerca. En el año de 1866, en el preciso instante en que mi palabra y las profecías me habían anunciado, he llegado entre vosotros para dejar en vuestro espíritu un caudal de sabiduría, en las nuevas enseñanzas que os prometí para este tiempo.

24. Cuán pocos han estado velando y esperando mi venida. La humanidad dormía cuando fue abierta esta nueva era.

25. Mi voluntad ha sido que vivieseis alerta en todos los tiempos, esperando la hora, para que en ninguna de mis venidas fueseis sorprendidos y Yo contemplase vuestro adelanto y reconocimiento.

26. Habéis andado por muchos caminos para llegar a Mí y en ellos os habéis perdido; fue menester que el Pastor apareciese buscando a sus ovejas para reunirlas en un sólo aprisco, porque no hay hombre sobre la Tierra a quien Yo le pudiera confiar este cargo, porque no encuentro a uno solo que esté preparado.

27. Estoy iluminando y preparando en todas las naciones a hombres de buena voluntad para que hablen de mi venida en espíritu y del tiempo de gracia que ya se acerca. Cada uno de ellos tiene un delicado cargo y por conducto suyo estoy despertando en los demás sanos ideales; estoy dando vida a su espíritu e inspirando amor y confianza en mi Ley, para que ello les dé fuerza en su lucha por la redención y progreso espiritual de la humanidad.

28. Evitad que por causa de mi Doctrina se dividan los pueblos. No hagáis guerra, ni sintáis superioridad unos sobre otros. Yo estoy inspirando a todos por igual, la espiritualidad que es paz, amor y respeto al semejante; haced caer el fanatismo religioso, perfeccionad las prácticas, elevad el culto de vuestros hermanos, esa es mi voluntad y cuando os encontréis unos y otros, reconoceos, amaos y testificadme.

29. Vosotros que oís esta palabra, someted a vuestro espíritu y estudiad mi enseñanza. No toméis en cuenta a los portavoces, ni atribuyáis a ellos esta luz, sólo son mis instrumentos por quienes doy a conocer mi voluntad. Elevaos más allá de vuestra mente para que podáis sentirme con vuestro espíritu.

30. Cuán pequeño es el hombre para realizar una manifestación de esta magnitud, cuya etapa actual comenzó en 1866 y terminará en 1950. Aprended de este Maestro que os ha enseñado en todos los tiempos y también sentid que sois juzgados, porque es Padre y Maestro, mas también es juez. El cumplimiento que os he señalado es para ahora que habitáis en la Tierra; después, cuando estéis en espíritu, recibiréis nuevos mandatos; vuestra lucha es grande, inmortal, porque sois mis hijos. ¿Cómo queréis perfeccionaros en la corta vida que tiene vuestra envoltura, y con ella pretendéis llegar a Mí para descansar en paz, si es tan vasto el campo de labranza que ha de preparar cada espíritu? Libraos ya de vuestra restitución, tened caridad de vosotros y haced los méritos suficientes para saldar vuestra deuda pasada ante mi Ley.

31. Quiero que dejéis de ser párvulos para convertiros en discípulos. Sed siempre humildes para que no os pida pruebas superiores a vuestra capacidad. Revelad en vuestra vida, caridad y paciencia, cuando hayáis ganado la confianza de vuestros hermanos, revelando mi obra, hablad de mi venida como Espíritu Consolador y despertad el espíritu de los hombres para que vivan en un nivel mejor y se interesen por iluminarse y elevarse por el cumplimiento espiritual. Su corazón es tierra fecunda en donde podéis depositar la semilla divina.

32. Cuando estéis preparados, seréis diseminados por el mundo y pisaréis todos los caminos. ¿Dónde tendréis que ir? No lo sabéis, iréis por causas aparentemente materiales, pero en el fondo estará mi voluntad que os guía al lugar destinado.

33. Llevad luz y bendición a las comarcas, bálsamo y paz para que seáis reconocidos como mis enviados, verdaderos discípulos del amor y la caridad, velad por vuestros pasos, porque seréis juzgados en vuestra vida.

34. Oídme, porque estoy previniendo y descubriendo vuestro porvenir. No profanéis mi Obra con vuestros actos, ni opaquéis la luz de vuestro espíritu.

35. Escalad la montaña y llegad a la cumbre de la espiritualidad. No echéis raíces en este mundo, si Yo os he dicho que éste no es mi Reino, vosotros como mis discípulos, tampoco lo encontraréis aquí. Desmaterializaos y penetrad en vuestro interior para que conozcáis todo lo que hay de valor en vuestro espíritu.

36. El tiempo de mí comunicación a través del entendimiento humano llega a su fin y no sabéis lo que acontecerá después a la humanidad, no presentís las pruebas que vendrán sobre ella, porque no habéis desarrollado vuestros dones. La intuición no es clara en vuestro espíritu y no os habéis preparado para contrarrestar las fuerzas de los elementos, que se desatarán con gran fuerza para agobiar a los hombres, os he dado poder en la oración para que detengáis el mal, el pecado, la enfermedad y las calamidades, sin que hasta hoy hayáis hecho uso de esos dones.

37. ¡Oh Tomás del Tercer Tiempo que no me habéis comprendido! ¿En donde están vuestros dones? ¿Dónde los habéis sepultado? ¿Por qué los habéis olvidado? No lo sabéis, pero yo os lo diré: Esos dones están latentes, vibran en vosotros y no los sentís porque estáis materializados; no debéis vivir inactivos, debéis de manifestarlos en todas formas y hacer con ellos grandes prodigios para que testifiquéis a vuestro Padre y a vosotros mismos.

38. Trabajad, Israel, para que alcancéis la posesión de la Tierra de paz, la tierra espiritual de promisión que os espera.

39. Recibo vuestra confesión, vuestra gratitud en este día en que venís a recibir la ratificación de vuestros dones, preparaos y oíd: después de 1950, sólo os presentaréis espiritualmente, así recibirán vuestros niños y los postreros que han de llegar. No habrá intermediarios, y vuestra fe os dirá que he descendido plenamente para recibir y agraciar a todos mis hijos.

40. Todos seréis preparados y guiados por Mí en los tiempos venideros y mis lecciones de hoy serán amplias y claras cuando las recordéis o paséis vuestros ojos sobre los libros que hayan quedado escritos.

41. Mi amor es con vosotros ¡Oh discípulos míos! La luz del Espíritu Santo se derrama eternamente en vosotros, esa luz viene a encender vuestra lámpara de fe.

42. Vosotros, que sentís la necesidad de los dones del espíritu, que tratáis de limpiar vuestra vida, vuestra mente y vuestro corazón en las aguas del arrepentimiento y la regeneración; vosotros, que anheláis conocer la verdad y la reclamáis, oíd mi voz que os llega como una caricia, para que os llenéis de mi luz. En este tiempo se oculta la verdad y reina la fantasía, por eso vengo a daros mi esencia divina que es verdad y sustenta al espíritu.

43. Cuanto más entendáis mi verdad, más fácil será vuestro progreso, por medio del desarrollo de vuestras facultades espirituales, que son a semejanza de vuestros sentidos materiales. ¿No sentís que vuestro espíritu anhela acercarse a una fuente de aguas cristalinas, o sea una doctrina sencilla, sin complicaciones, ni ritos, ni formas? Pues esta Doctrina que os traigo, es grande y luminosa, es la que buscáis. Sus firmes cimientos los respeta el tiempo, porque en ellos está mi voluntad. Para los que aman la verdad, mi Doctrina será la de siempre, la del amor, la sabiduría y la justicia.

44. Lo que es de Dios viene al hombre en virtud del amor del Padre hacia el hijo, sólo espero que éste se disponga a recibirme. Quiere el Padre que su sabiduría, que en vosotros está como átomo, se desarrolle y se manifieste. Aquí estoy para animaros. Yo tan sólo espero que atendáis mis palabras, para que recibáis los secretos que os está dado a conocer.

45. En vuestro mundo en tiempos pasados dejé la Doctrina del amor con mi ejemplo; ahora sigo dándoos la Doctrina espiritual, que tiene el poder de iluminar al mundo, disipar las tinieblas de la mente, facilitar el camino, evitar sufrimientos inútiles, confusiones y lágrimas. Para tanta hiel derramada, está la dulzura de mi Doctrina y para tanta sombra de guerra y de miseria, está la luz de mis revelaciones.

46. El templo del Universo tiene por columna y sostén mi Doctrina, porque en ella está la potencia divina y creadora que enseña, que redime, que persuade y da vida.

47. Os hablo a través de labios humanos, mas mi amor transforma en palabras materiales mis pensamientos, para que podáis escucharme y os salvéis y viváis en Dios. Yo soy el Maestro de esta escuela de amor que nunca defrauda al corazón noble que anhela progresar. Vengo a hacer de cada hombre un párvulo, luego un discípulo y más tarde un maestro que enseñe la verdad. De cada hombre haré una potente luz, que ilumine el sendero de muchos espíritus extraviados, y cada ser será un instrumento de mi voluntad sin que ellos pierdan la propia, porque mientras mayor sea vuestra espiritualidad, mejor armonizaréis con la voluntad del Padre.

48. Muchas amarguras habéis tenido por vuestro libre albedrío, mas quiero que sepáis que nunca os he abandonado. No deis tantas vueltas para llegar a la verdad, amadla, que ella llegará a vosotros, cuando abráis las puertas de vuestro amor. Amad la verdad sencilla y quitaos de teorías y complicaciones. Esa luz alumbrará el camino en el desierto de vuestra vida y no llegaréis cansados ni demasiado tarde. Los materialistas no descubren la verdad, porque ella está en el amor, porque ella es luz, sabiduría, revelación; por tanto, el amor es un verdadero Maestro.

49. Vendrán a vosotros los materialistas, los profanos de siempre, diciendo: tenemos el cerebro cansado de ideas, de libros, de ciencia, ayudadnos a encontrar la verdad, entonces vosotros, con sabiduría, disiparéis las nubes que empañan su mente.

50. Escuchad en el infinito las preguntas y las respuestas como el rumor de los mares, como el eco del viento; escuchad la sabiduría, que torna la ignorancia en luz, descanso y ternura; escuchad ese dulce coloquio de amor, que hace grata la existencia en el conocimiento de la vida y de la muerte, de los grandes arcanos, de las leyes de Dios en el hombre, de la eternidad y de la luz, ¡Escuchad!

51. No habéis llegado a haceros amar, ni habéis llegado a haceros perdonar; porque sois pequeños aún, y, ¿Sois vosotros los que venís a analizar para poder creer? Nadie tiene todavía luz espiritual para juzgar con perfección mi palabra o mi obra. Yo he puesto a prueba a filósofos, a sabios, a doctrinarios y pensadores y también a los de la eterna duda, que siempre están preguntando: ¿Será en verdad el Padre? Y a todos he dicho: “El árbol por su fruto es reconocido; mi palabra dice quién soy; mi palabra seguirá sorprendiendo a filósofos y a rudos”. A vosotros os digo: Sólo por el amor sabréis quién soy y quienes sois vosotros, ya que a través de él, lograréis ver mi faz. No os demoréis, no deis tantas vueltas sobre la eterna pregunta, en el amor encontraréis las respuestas y en el amplio horizonte de la verdad, encontraréis la verdadera vida.

52. Id por esta senda y los cielos estarán de fiesta y en vuestra existencia resplandecerá la luz, porque habréis cambiado la tristeza de vuestro corazón, por la dulce y sana alegría de vivir.

53. ¿Creéis acaso que contemplando al mundo y a sus moradores en la altura de perversidad en que se encuentran y necesitándome como me necesitan, los abandonase? Pensad en esto, porque os he sorprendido hablando y pensando así.

54. Yo soy el Redentor, el Maestro que viene al pecador caído para levantarle, para espiritualizarle y enseñarle a amar.

55. El mundo se transformará cuando escuche a su Redentor y conozca y cumpla sus leyes.

56. Tomad esta palabra que es Doctrina para el espíritu y disponeos a recibir lo que el Consolador Prometido os dé para vuestro progreso espiritual, porque habréis de llegar a comunicaros de espíritu a Espíritu con vuestro Señor.

57. No olvidéis mi palabra cuando la emoción de haberme escuchado os haya abandonado.

58. La caridad y el amor del Padre os reciben.

59. Los brazos del Padre se abren para estrecharos y para que descanséis en ellos. Consolaos en vuestras cuitas y escuchad esta palabra que viene a endulzar vuestra existencia.

60. Con cuánto gozo desciende mi Espíritu, entre vosotros, sin detenerme a juzgar vuestros pecados. Vengo a hablaros de amor y en esta palabra se lava el que lleva alguna mancha, se redime el pecador y despierta al que duerme.

61. El reloj de la eternidad, con su campana sonora se deja oír en todo el Orbe, para hacer comprender a la humanidad el tiempo en que vive.

62. Vengo a buscaros porque me pertenecéis, y como os amo, no quiero que os extraviéis más. Sois chispa de mi luz divina y en Mí tendréis que fundiros. Es la eternidad la que vengo a ofreceros, para que podáis admirar todo su esplendor.

63. Vengo hablándoos con palabra clara y sencilla para que entendáis su sentido y no vayáis más tarde a quejaros de que os hablé con palabra incomprensible.

64. Si en el Segundo Tiempo os di mis lecciones en parábolas, muchas de las cuales no alcanzasteis a comprender, ahora vengo a hacer la aclaración de todas las enseñanzas con la luz vibrante del Espíritu Santo.

65. Comprended que todas las penalidades de esta vida que vivís, son consecuencias de las faltas humanas, porque Yo que os amo, no podía ofreceros un cáliz tan amargo. Os he revelado desde los primeros tiempos la Ley como un camino donde podéis preservaros de las caídas, del abismo y de la muerte.

66. Para todos tendrá que llegar el instante en que os pida cuenta de mi Ley y de los dones con los que os he agraciado.

67. Vais por el camino de vuestra vida llevando a cuestas unos la cruz del deber y del dolor, otros llevan la cruz de su pecado, mas si me llamáis, Yo seré vuestro cirineo para ayudaros a llegar a Mí.

68. Cumplid con mis enseñanzas y al instante os sentiréis aliviados de vuestra carga, os sentiréis tranquilos y una suave frescura mitigará vuestra fatiga.

69. Abrid vuestros ojos, penetrad con la mirada espiritual y contemplad mi esplendor. Mirad cómo se abre la puerta que ha de dejar pasar a los siete espíritus que he confiado a la humanidad; son siete virtudes que quiero alienten siempre en vosotros, ellas son: El amor, la humildad, la paciencia, el orden, la serenidad, la perseverancia y la caridad. Dejad que estas virtudes aniden en vuestro corazón y experimentaréis la felicidad.

70. En esta forma mi Espíritu se acerca al vuestro para saturarlo de luz y decirle: este cuerpo que hoy poseéis, como vestidura pasajera, es el instrumento por el cual alcanzaréis gran purificación y elevación espiritual.

71. Si os presentase en vuestro paso al enfermo de lepra ¿Os apartaríais de él llenos de horror? ¿Seréis incapaces de tocarlo con vuestra mano? ¿Acaso teméis contagiaros? No, mis discípulos, porque en vez de contemplar la miseria de aquél cuerpo, debéis contemplar su espíritu, que es vuestro propio hermano, que es mi hijo quien espera vuestra caridad. ¡Cuánto tenéis que aprender aún!

72. Bienaventurado el corazón humano que se arrepiente de sus flaquezas y hace propósito de enmienda, porque además de ser perdonado alcanza mi luz. Yo he de hacer de los pecadores mis discípulos amados.

73. Yo soy la resurrección y la vida, venid a Mí y viviréis eternamente, porque en Mí encontraréis la paz.

74. La luz de mi Espíritu Santo está derramada en todo el Universo. Por los dones de intuición, de revelación y videncia, despiertan los hombres al nuevo tiempo.

75. Vibra mi Espíritu lleno de justicia y penetra hasta lo más profundo de la conciencia para ayudarla a apartar a los espíritus del pecado, atar la cizaña en gavillas y arrojarla al fuego.

76. Para que vosotros podáis decir al mundo: “He aquí, al Padre que está entre vosotros” mucho tendréis que prepararos.

77. Muchas naciones están asoladas por el hambre, hambre del pan de la tierra y del pan celestial.

78. A través de religiones, filosofías y sectas, me buscan los hombres, son caminos por los que algún día, me hallarán.

79. Mientras vosotros caminéis por el sendero estrecho que conduce directamente a mi corazón, aunque tengáis que recorrer distancias, escalar montañas y salvar abismos, sentiréis en cada uno de vuestros pasos, que vais escalando en la senda espiritual, desde donde podréis contemplar la silueta de la Tierra Prometida.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 216

1. Discípulos: cumplid mis mandatos para que no lloréis el tiempo perdido. Profundizaos en el estudio de mi palabra para que sepáis qué es lo que os corresponde cumplir y cuál es la parte que les toca hacer a los que han de venir después de vosotros.

2. He revelado a vosotros los humildes, esta Obra Espiritualista, antes que a los científicos, porque he encontrado pureza e inocencia entre vosotros, fe y buena voluntad para seguir mis enseñanzas, disposición para llevar esta semilla al corazón de vuestros hermanos. Por eso os he escogido, porque sois los pobres que han sentido la tristeza, los que no han buscado la comodidad en la Tierra, ni sus placeres; porque sabéis que más allá de este mundo existe la verdadera paz espiritual, el bien y la alegría y no os habéis dejado engañar por la falsa grandeza, no habéis ambicionado el poder temporal, los goces que sólo duran un instante. Aspiráis a más de todo lo que puede ofreceros este mundo, me amáis y confiáis en que he de haceros retornar al hogar que os espera, al seno de donde habéis salido y en donde habréis de poseer mi reino.

3. Esta esperanza os hace fuertes en las tribulaciones e invencibles en vuestra lucha. Si seguís fieles en vuestro cumplimiento pronto alcanzaréis el triunfo del espíritu sobre la carne, porque habréis permitido que sea vuestro Dios quien influya en vuestra vida. En la sencillez de vuestra vida, podéis percibir mejor mis enseñanzas, os dejaréis iluminar por ellas y experimentaréis goces insospechados por los demás.

4. Por eso me seguís y ya nada podrá apartaros de Mí. Os sentís amados por el amor perfecto y estáis dichosos. Me amáis y en ello fundáis vuestra alegría. En verdad os digo, que así me amaron mis discípulos del Segundo Tiempo y todos aquéllos que me han seguido; por lo mismo no os hiere la duda o la burla de vuestros hermanos; el dolor, que es crisol para el espíritu, no os hace retroceder; sabéis que vivís una vida transitoria y buscáis hacer méritos para llegar al fin que sabéis que os espera.

5. Preparaos, porque voy a dejaros como guardianes de la humanidad. Vuestros dones están latentes, para que hagáis buen uso de ellos. Todos estaréis presentes con vuestra obra y con vuestros dones para el último día del año de 1950, para ser juzgados por Mí. Unos en espíritu y otros en materia estaréis ante Mí para recibir mis últimos mandatos. Después quedarán abiertos ante vosotros, los caminos por donde habréis de ser diseminados, para llevar la buena nueva y dejar en el corazón de la humanidad el testimonio de mí venida en este tiempo.

6. No os pido sacrificios, ni obras superiores a vuestras fuerzas, sólo os pido vuestro amor, del cual Yo os he revestido, humildad y paciencia para que sepáis llevar a cabo el cumplimiento de vuestra misión.

7. Mi manifestación cesará el último día de 1950, para dejar paso a los discípulos en quienes he derramado mis complacencias; el Maestro estará presidiendo vuestras obras y no cesaré en mi afán de llevaros hasta el cumplimiento de todos mis mandatos.

8. Discípulos; Yo os prevengo, ¡Cuántas veces veréis a los científicos negar esta Obra! pero vosotros les perdonaréis y continuaréis vuestra jornada. Si así obráis, Yo sorprenderé a la humanidad al concederos que a través de vuestro espíritu, descubráis lo que los hombres con toda su ciencia no han podido encontrar.

9. Discípulos os llamo a cada instante para estimularos en la lucha, para apartar de vuestro corazón esa idea de inferioridad que en vosotros ha dejado la pobreza y las humillaciones, quiero haceros grandes en el conocimiento de lo espiritual, para que despertéis a los hombres a una vida superior, a una vida perfecta, en la que se enlacen armoniosamente la ley del espíritu con las que rigen la vida material.

10. No sois los únicos depositarios de mis secretos, ni los únicos dignos de una herencia espiritual, os digo esto para que nunca alardeéis de ser los más dignos o los más amados, y para que nunca germine en vuestro corazón la vanidad; si dejaseis que estos sentimientos creciesen en vuestro ser, estaríais en peligro de veros despojados de la gracia adquirida.

11. Humanidad: vuestro celo y amor os hará poseedores eternos de los dones del espíritu, quiero que seáis siempre humildes, celosos del bien, de la Ley y de la verdad, bondadosos, con la bondad del espíritu, que es superior a la del corazón.

12. Mi Doctrina es la luz de donde parten todas las sabidurías, conocimientos, revelaciones y ciencias, ella lo revela todo en forma sencilla. Cuando sea el espíritu el que guíe los pasos de la humanidad podréis comprobar que aquello que los hombres de ciencia lograron descubrir después de largo tiempo de estudio y de grandes sacrificios y tribulaciones, por la elevación espiritual, por la oración, por la meditación en Dios y por la inspiración en el bien, os serán revelados los secretos y abiertos los arcanos, en los que por otros medios, jamás hubiese podido penetrar el hombre.

13. Mucho de lo que en este tiempo os he hablado, es profecía que se refiere a tiempos próximos a veces, y a veces a tiempos del futuro, por eso muchos hombres no querrán dar importancia a este mensaje divino, en cambio, esta palabra surgirá llena de luz entre la humanidad de los tiempos venideros, que verán y encontrarán en ella grandes revelaciones, cuya exactitud y perfección dejarán maravillados a los hombres de ciencia.

14. Esa es la causa de que os haya ordenado escribir mi palabra, para que cuando vosotros paséis de ésta a otra vida, o cuando este pueblo llegue a olvidar mis enseñanzas, quede escrita fiel e indeleblemente en un libro.

15. Para vos, pueblo, ya es el tiempo propicio en que os levantéis dando pruebas de esta verdad, haciendo prodigios en vuestros hermanos con los dones que os he descubierto.

16. No vayáis a dormir esperando que lleguen aquellos tiempos de que os he hablado para levantaros y decir a la humanidad: “Esto que veis ya estaba dicho”, no, pueblo, es indispensable que lo anunciéis con anticipación, que lo profeticéis, que preparéis el camino para la llegada de todo lo que os he pronosticado y prometido, y entonces habréis cumplido vuestra misión de precursores de la espiritualidad en la Tierra. Así cuando comiencen a surgir prodigios en el mundo y el Espíritu del Señor os hable a través de acontecimientos nunca vistos y el espíritu de la humanidad empiece a manifestar dones y potencias nunca presentidos, veréis removerse todas las creencias, las teorías, las normas, las instituciones y las ciencias y entonces la humanidad confesará que aquéllos que desde su humildad predicaban una Doctrina en apariencia extraña, tenían razón porque sus palabras tuvieron confirmación al cumplirse.

17. Veréis entonces a los pueblos de la Tierra, interesados en la enseñanza espiritual, a los teólogos comparando las enseñanzas de Cristo con las nuevas revelaciones, y veréis a muchos que habían sido siempre indiferentes para lo espiritual, interesarse vivamente por el estudio de las revelaciones de éste y de pasados tiempos.

18. Ahora no podéis aunque quisierais, mirar el cumplimiento de todo cuanto os anuncio, pero si en verdad creéis en mi palabra, con la mirada de vuestra fe podréis contemplar muchos acontecimientos del futuro, y si estáis preparados, vuestros sueños, vuestros mirajes e inspiraciones, no os engañarán.

19. Escuchadme con profunda atención: Cuando cese de hablaros en esta forma, recoged con amor mi palabra que grabasteis en escritos, para legarla, como testimonio de lo que os hablé en este tiempo a las generaciones venideras.

20. Considerad mi palabra como una semilla para que no dejéis que se le mezcle la menor impureza.

21. Las tierras, que serán los corazones de esta humanidad, pronto se encontrarán limpias y preparadas para la siembra, y ¿Sería justo que encontrándose ellas limpias, la semilla no lo estuviese?

22. Meditad en mi palabra, amados discípulos, en ella os iréis transformando y depurando para el buen desempeño de vuestra misión.

23. Ahora he vuelto entre los hombres para acompañarlos en sus pruebas presentes, El Maestro os dice: Después de 1950, no os inquietéis cuando miréis aparecer las señales de mi venida en plenitud, antes bien regocijaos, porque os he permitido palpar estas revelaciones.

24. Así como en el Segundo Tiempo, después del sacrificio, me presenté en espíritu a Magdalena y ella sorprendida y al mismo tiempo llena de gozo exclamó: “Señor, loado y glorificado seas por siempre”; Hoy he aparecido ante vosotros, cuando creíais que el Maestro se encontraba ausente o indiferente a vuestras penalidades y después de vuestra sorpresa me habéis bendecido. Habéis recibido en vuestro espíritu mi luz, y después de recibir tanta gracia, habéis recordado a vuestros hermanos y habéis intercedido por ellos diciendo: Yo tengo la dicha de escuchar vuestra palabra, mientras otros ignoran estas enseñanzas; y el Maestro os dice: Yo he manifestado mi Espíritu en todas las naciones en diferentes formas, los que se han preparado reconocen que están viviendo un tiempo de gracia y de justicia y han sentido mi presencia.

25. Así como perdone a Magdalena, os perdono a vosotros, mas quiero que como ella os hagáis dignos de Mí.

26. ¡Cuántos ejemplos para ser imitados podéis recoger de vuestros hermanos de otros tiempos! Su obra es como un libro abierto. Y vosotros, ¿No queréis dejar escrito vuestro ejemplo? Yo tomaré de vuestras obras las que encuentre dignas, para presentarlas a vuestros descendientes, mas vosotros no recogeréis, hoy que vivís en materia, gloria ni veneración. Sed humildes y dejad que otros valoricen vuestras obras.

27. En la gran jornada que os espera, Yo seré vuestro Cirineo. Mi Doctrina causará grandes revoluciones en el mundo, habrá grandes transformaciones en las costumbres e ideas y hasta en la naturaleza habrá cambios, todo esto señalará la entrada de una nueva era para la humanidad, y los espíritus, que en breve tiempo enviaré a la Tierra, hablarán de estas profecías para ayudar a la restauración y elevación de este mundo, explicarán mi palabra y analizarán los hechos.

28. Venid y escuchadme, concentraos en el fondo de vuestro corazón y os aseguro que por escasa que sea vuestra fe en mi presencia, me sentiréis.

29. No vengo a juzgar vuestra falta de fe, por el contrario, vengo a perdonarla porque no estabais preparados para recibirme; hacía muchos siglos que la humanidad dormía en un profundo letargo, embriagada de fanatismo e idolatría y de materialismo.

30. ¿Quién os había recordado que Yo había anunciado volver y que, por tanto, habríais de velar para esperarme? ¿Por ventura vuestros padres? ¿Acaso vuestros ministros? ¿Quiénes os mantuvieron alerta?

31. Pocos estuvieron en espera de los acontecimientos, deseosos de que la nube simbólica de mi promesa apareciera en el horizonte, iluminando vuestro espíritu, fortaleciendo vuestra materia y revelándoos que mi nueva venida es en Espíritu.

32. Por eso vuestra lucha ha sido tan grande para comprender mi presencia en este tiempo y habéis tenido que salvar muchos obstáculos para llegar hasta Mí; pero todo esto es meritorio, os lo tomo en cuenta y en verdad os digo que ninguna de las amarguras que hayáis tenido por seguirme por este camino, se quedará sin un galardón.

33. ¡Cuál creéis que sea la compensación a vuestra paciencia por sufrir burlas y desprecios aun dentro de vuestra familia? La conversión de los vuestros; mas, ya que habéis tenido paciencia para resistir sus incomprensiones, tenedla también para esperar el instante en que su fe se encienda, para alcanzar esto, mucho tendréis que luchar con obras, con palabras y pensamientos, pero al fin veréis realizado el prodigio.

34. A vosotros os daré la misión de anunciar a vuestros hermanos mi nueva venida; os confío el mensaje o buena nueva de mi comunicación espiritual con la humanidad. Gozad pensando que sois los portadores de tan precioso mensaje y dejad que ese gozo sirva de bálsamo para las heridas que en el camino de la lucha recibáis.

35. Unos han llegado ante la manifestación de mi palabra con la inocencia de aquellos pastores de Belén, su fe sencilla fue la ofrenda humilde de sus corazones; otros han venido pidiéndome pruebas para creer, eran los enfermos, los que por mucho tiempo y de puerta en puerta habían buscado la salud sin encontrarla; otros vienen a semejanza de los escribas y de los fariseos a escudriñarme, a interrogarme y a ponerme a prueba, temiendo siempre que la verdad ponga a descubierto su hipocresía y su falsedad; a todos he recibido, para todos he tenido una caricia, una demostración de mi poder, una prueba de mi verdad.

36. También debo deciros que todos éstos que os he mencionado, muchos se han quedado para seguirme, porque su corazón ha sabido latir de gratitud y su espíritu se ha iluminado con la luz de mi palabra en un anhelo de aprender a sembrar y cultivar la verdad.

37. De un pequeño grupo que vino a reunirse para escuchar mis primeras lecciones ya os habéis convertido en multitudes que forman un pueblo, mas, por ahora no todos sabrán convertirse en los verdaderos apóstoles de este mensaje de espiritualidad.

38. Entre estas multitudes hay hombres de toda índole y condición, así como hay entre ellas espíritus de diversa evolución; y para que esta revelación divina, para que este mensaje que en mi palabra he traído, llegue a esclarecerse y a definirse entre el pueblo que presencia mis manifestaciones, muchas pruebas tendrá que pasar, muchas luchas interiores tendrá que sostener y muchos crisoles en qué fundirse, hasta salir limpio de ellos como un verdadero discípulo del Espiritualismo.

39. No será la primera vez que los hombres luchen por definir una revelación divina o por alcanzar claridad en algo que a sus ojos se presenta como un misterio. Ya en el Segundo Tiempo, después de mi predicación en el mundo, los hombres deliberaron sobre la personalidad de Jesús, queriendo saber si era o no divino, si era Uno con el Padre o era una persona diferente; juzgaron y escudriñaron en todas formas mi Doctrina.

40. Ahora volveré a ser objeto de análisis, de discusiones, de luchas, de escrutinio.

41. Se juzgará si al presentarse el Espíritu de Cristo, éste se encontraba independiente del Espíritu del Padre, y habrá otros que digan que es el Espíritu Santo el que ha hablado y no el Padre ni el Hijo.

42. Mas lo que llamáis Espíritu Santo, es la luz de Dios y lo que llamáis el Hijo es su Verbo; por tanto, cuando escuchéis esta palabra, cuando toméis de mi Doctrina del Segundo Tiempo o penséis en la Ley y revelaciones del Primer Tiempo, sabed que estáis ante la presencia del Dios único, escuchando su Verbo y recibiendo la luz de su Espíritu.

43. Es tiempo de que estudiéis esta revelación, para que cuando seáis interrogados y puestos a prueba, sepáis contestar con palabras de verdadera luz, dejando paz y regocijo en todo corazón en que depositaseis la esencia de mi palabra y la luz de vuestro análisis.

44. Tengo hambre y sed de vuestro amor, pueblo, dejadme estar con vosotros por unos instantes, porque algo tengo que deciros.

45. ¿Por qué me buscáis tan sólo cuando os agobian vuestras penas? ¿No os agradaría ofrecerme también vuestras alegrías, vuestros triunfos y satisfacciones?

46. En el Segundo Tiempo vine a inspiraros amor y confianza para que supieseis acercaros sin temor a Mí. ¿Por qué entonces dudáis a veces de mi amor o de mi perdón? ¡Ah hijos pródigos que teméis retornar a la casa paternal! Yo sabía que a pesar de las pruebas de infinito amor que os di en aquel tiempo, era necesario volver a buscaros, no para que me contemplaseis humanizado sino para que me sintieseis dentro, muy dentro de vuestro espíritu.

47. Volved a rodearme como mis discípulos en aquel tiempo, volved a seguirme como lo hicieron las grandes multitudes, que Yo, a mi vez os haré escuchar el concierto celestial de mi palabra, al mismo tiempo que haré aquellas obras de amor que vosotros llamáis milagros.

48. Vengo como Padre para que en Mí encuentren el divino calor todos los que en el mundo han carecido de amor, de afecto, de ternura.

49. Vengo como doctor para que depositéis en Mi vuestras dolencias, vuestras cuitas y todos los sufrimientos recónditos que han enfermado a vuestro espíritu y a la vez al cuerpo.

50. Vengo como amigo para que me confiéis vuestros más íntimos secretos, luchas y anhelos, y me dejéis andar en vuestra compañía.

51. Vengo como Maestro, porque quiero abrir ante vosotros el libro de la sabiduría y de la vida.

52. Vengo como juez a juzgar a vivos y muertos según decís vosotros; a encarnados y desencarnados, digo Yo, sin que pase desapercibida para mi justicia la más pequeña de vuestras obras.

53. Entre estas muchedumbres que se reúnen en los humildes recintos para escucharme, hay muchos que entienden y sienten esta palabra. Son los espíritus evolucionados en los largos senderos de la lucha, de las pruebas, de la experiencia, y purificados en las grandes jornadas de dolor. Ellos me entienden y no vienen a pedirme bienes para el mundo; saben que en su espíritu existe un libro de saber y sólo esperan del Maestro aquella divina lección, por la que podrán conocer la forma de desbordar la luz que el espíritu trae, sobre los necesitados de experiencia y de enseñanza.

54. Aquí están también los que sin haber andado mucho, tomarán mi palabra como camino para no perderse, y su amor les ahorrará infinitos sufrimientos a su espíritu.

55. Estas multitudes traen en su corazón una sola oración: la de su dolor, vienen todos a decirme que su carga es muy pesada y demasiado amargo su cáliz; vienen a presentarme soledad, desengaños, fatiga, flaquezas, miseria, enfermedades, luto y muchas penas más; pero no sólo ellas sufren, el dolor está en toda la humanidad. No saben que éste es el tiempo de la purificación en la que espíritus y hombres lavan sus manchas para después dar un paso hacia adelante, hacia la cumbre de la montaña. Cuando esas manchas hayan sido borradas, entonces ya no experimentaréis ni un instante más de dolor, porque el bálsamo de la regeneración os habrá devuelto aquella salud que el Señor depositó en sus criaturas cuando brotaron de su seno.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 217

1. Venid a Mí, discípulos amados, descansad en mi casa y sentaos a mi mesa ahora que aún estoy con vosotros, porque estos tiempos no volverán. Vendrá para vosotros un nuevo tiempo en el cuál daréis un paso hacia adelante en el sendero de vuestra evolución.

2. Sois aún niños que vivís bajo la custodia del Padre, quien no os deja alejaros mucho de la casa paterna, para que no encontréis tropiezos ni vayáis a caer en un abismo. Pero pronto estaréis fuertes y preparados para recorrer todas las sendas.

3. Haced de vuestro corazón un cofre en el que guardéis mis palabras cual joyas.

4. He vuelto a vosotros, conociendo la incredulidad de los hombres. Vengo a recordad y a vivir mi pasión. Hoy os recuerdo el instante en el cual el Maestro que os habla, ascendió al solio Divino para ser eternamente en el Padre. Fue después, de haber concluido Jesús su misión sobre la Tierra, cuando llegó como manso cordero a la presencia del Eterno.

5. Dios se manifestó desde los primeros tiempos a los hombres y sus enseñanzas fueron escuchadas. La voz del Señor se hizo humana y comprensible a las criaturas primitivas. En ellas, la conciencia que es la sabiduría divina, les enseñó a conocer el bien y el mal. En los buenos actos sentían la paz y cuando obraban mal, experimentaban el dolor. Eran las primeras lecciones, las primeras manifestaciones de la conciencia.

6. En el transcurso de los tiempos, cuando la humanidad ha desoído esa voz, he enviado hombres toda virtud y sabiduría que le ordenaran con sus palabras y ejemplos a seguir el buen camino.

7. Recordad que en los primeros tiempos Yo envíe a un justo Abel, cuyo holocausto de amor a mi Divinidad, fue precursor de la oración y del culto perfecto.

8. Os envié a Noé, el ferviente, que desoyó las burlas, atendió sólo al cumplimiento de un mandato divino, de construir el Arca de salvación para los hombres de buena fe.

9. Fueron entre vosotros Abraham, Isaac y Jacob, los cuales formaron el tronco de un árbol del que salieron ramas, follajes y frutos y el ejemplo de aquellos patriarcas quedó escrito con la fe inquebrantable de Abraham, la obediencia de Isaac y la fidelidad y fuerza espiritual de Jacob. Y un fruto de ése árbol fue Moisés, representante de mi Ley, e imagen de mi justicia. En él pudisteis ver un reflejo de mi Majestad.

10. De tiempo en tiempo he ido penetrando en la sensibilidad de la humanidad y por eso hube de hacerme hombre, para penetrar más en vuestro corazón. Mas para venir al mundo fue menester anunciarme por medio de los profetas.

11. Vine a vivir entre los hombres haciendo de mi vida un ejemplo, un libro. Yo supe de todos los dolores, de las pruebas y de las luchas, de la pobreza, del trabajo y de las persecuciones; supe del desconocimiento de los parientes, de la ingratitud y de la traición; de las largas jornadas, de la sed y del hambre, de la burla, de la soledad y de la muerte. Dejé que todo el peso del pecado humano, cayera sobre Mí. Permití que el hombre escudriñara mi Espíritu en mi palabra y en mi cuerpo taladrado, donde podía contemplarse hasta el último de mis huesos. Siendo Dios, quedé convertido en rey de burlas, en un despojo y aún tuve que cargar la cruz de la ignominia y escalar el montículo donde los ladrones morían. Ahí cesó mi vida humana, como una prueba de que Yo, no solamente soy el Dios de la palabra, sino el Dios de las obras.

12. En 1866, mi caridad abrió las puertas a una nueva Era: la del Espíritu Santo. ¿Sabrá toda la humanidad el tiempo en que se encuentra? Sólo lo sabe el pueblo espiritualista que estoy congregando bajo la sombra de estos árboles, Mi Obra será reconocida en el mundo después de grandes batallas y acontecimientos, después de guerras de doctrinas y de ideas, para que los hombres se levanten afirmando que una nueva Era ha surgido.

13. Ha tiempo que partió de esta Tierra aquél por quien me comuniqué por vez primera en este tiempo: Roque Rojas, el enviado, cuyos pasos fueron guiados por el espíritu de Elías, el precursor. Así desaté el sexto sello, abriendo la brecha infinita del espiritualismo.

14. Y desde Roque hasta este día, mucho habéis luchado, ¡Oh Espiritualistas Trinitarios Marianos! dejando en la lucha, fuerzas, juventud y vida y todo cuanto poseías, por seguirme y honrar esta Obra. Callada y humildemente habéis trabajado, para dar a conocer a los hombres la nueva venida del Señor.

15. No vino mi verbo a encarnarse nuevamente. Estoy en este tiempo sobre la nube, símbolo del Más Allá, de donde brota mi Rayo que ilumina la mente del portavoz.

16. Me ha placido comunicarme con el hombre y mi determinación es perfecta. Conozco al hombre porque Yo lo he creado. Puedo servirme de él porque para eso lo formé, y puedo manifestar mi gloria por su conducto, porque lo creé para glorificarme en él.

17. ¡El hombre! He ahí mi imagen porque él es inteligencia, vida, conciencia, voluntad, porque posee algo de todos mis atributos y su espíritu pertenece a la eternidad.

18. Muchas veces, sois más pequeños de lo que habéis creído y otras, sois más grandes de lo que podéis imaginar.

19. El envanecido cree ser grande sin serlo, y es pequeño el que se conforma con las riquezas superfluas de esta vida, sin descubrir los verdaderos valores del corazón y del espíritu. Cuán pequeños son sus deseos, sus amores, sus ideales ¡Con qué poco se conforman!

20. Mas el que sabe vivir, es aquél que ha aprendido a dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que es del mundo. Aquél que sabe recrearse en el seno de la Naturaleza, sin convertirse en esclavo de la materia, ése sabe vivir, y aunque aparentemente nada posea, es dueño de los bienes de esta vida y está en camino de poseer las riquezas del reino.

21. Lo que os digo en este tiempo, no os lo enseñé en los tiempos pasados. Este es mi nuevo testamento, Soy el necio peregrino que llama incesantemente a vuestra puerta y no os deja dormir. Soy la sombra que os sigue por doquier, ¿Qué queréis? Mi amor es infinito.

22. Ya se acerca la hora de mi partida. Mi visita en este tiempo, ha sido larga, desde 1866 hasta 1950.

23. De cierto os digo que si alguno dijere que mi palabra no os ha hecho algún bien, tampoco os ha ocasionado ningún mal. Pero recordad que no quiero que seáis como las plantas parásitas; que no quiero os conforméis con no hacer el mal, sino que estéis satisfechos de hacer el bien. Porque el que no lo practica, pudiéndolo hacer, ése ha hecho más mal que aquél que no pudiendo hacer ningún bien, sólo hace el mal, porque es lo único que puede dar, de acuerdo con su grado de evolución espiritual.

24. Os hice el llamado a este sendero porque os contemplé tristes en vuestro espíritu. Buscabais en los distintos ritos mi luz, ibais en pos de milagros para dar fe de Mí, y cuando me crucé en vuestro camino para preguntaros si estabais satisfechos, respondisteis: he comido, pero no he sustentado mi corazón ni mi espíritu.

25. Mientras, el Árbol de la vida ha estado esperando al caminante para brindarle sus frutos, y la fuente de aguas cristalinas ha esperado rebosante al peregrino sediento, como una promesa de paz. Yo el divino hortelano que esperaba triste, contemplando el paso de las estaciones sobre los campos.

26. Ahora han llegado las grandes turbas de sedientos de amor, de paz, de verdad y de trabajo, Habéis llevado el fruto a vuestros labios y después de haber calmado el hambre y la sed, habéis tomado las herramientas de labranza, para convertiros en hortelanos.

27. Ya no existen entre vosotros riquezas temporales. ¿En donde están vuestros bienes? No lo recordéis ni lamentéis haberlos perdido, porque hoy habéis recobrado el tesoro espiritual de mi verdad, que está en mi palabra, en esta palabra que vengo a daros a través del hijo humilde, por que si os hablara por conducto de un sabio, o de un filósofo, no me creeríais.

28. Hombres de todas clases llegan a Mí, mas dichas clases desaparecen ante el Maestro, no todos los que han venido a oírme, se han quedado conmigo: “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”. Muchos vendrán y no todos me seguirán, pero en verdad os digo: en todos he sembrado mi palabra y la semilla de Cristo no muere jamás. Mi simiente no es vana y el corazón del hombre, infecundo por un instante, será fértil y fructificará.

29. Mujeres que regáis el camino de este mundo con vuestras lágrimas, y que con sangre marcáis vuestro paso por esta vida: descansad en Mí para que cobréis nuevas fuerzas y sigáis siendo el nido de amor, el fuego del hogar, el cimiento fuerte de la casa, que en la Tierra os he confiado. Para que sigáis siendo la alondra, cuyas alas envuelvan al esposo y a los hijos, Yo os bendigo.

30. Yo enaltezco al varón y el lugar de la mujer a la diestra del hombre. Santifico el matrimonio y bendigo la familia.

31. En este tiempo vengo con espada de amor a colocar todas las cosas en su sitio ya que antes fueron puestas por el hombre fuera de él.

32. Discípulos de mi Divinidad: heme aquí entre vosotros, mostrándoos una página más del libro de mis enseñanzas.

33. Es el pan sin levadura el que coméis en este instante. Y el agua que bebéis es de aquella que quien la tomare, sed no volverá a sentir.

34. Sois como extranjeros en esta Tierra, porque es otra vuestra verdadera patria. Os estoy señalando un camino, es aquel que conduce a la Tierra de Promisión. Mi palabra os lleva por el camino del progreso, soy el Maestro incansable, que os prepara para que después de mi partida alcancéis la comunicación perfecta con mi divinidad.

35. Hoy, el cincel de mi palabra de amor, pule y da forma a vuestro corazón.

36. Como en el primer tiempo, vais atravesando el desierto de las vicisitudes. Más no pereceréis de hambre ni de sed en la jornada. De vuestro propio corazón, endurecido como la roca, haré brotar el agua cristalina del arrepentimiento y del amor que calma la sed del espíritu. Y cuando el hambre de justicia y de verdad se apodere del pueblo, mi palabra, a semejanza del maná del desierto, caerá sobre vosotros para que os alimentéis.

37. Llegará el instante en que todos volváis a Mí, mas por ahora quedaos entre la humanidad para que la enseñéis a caminar por la senda de la verdad. Os esparciréis por diferentes caminos, sin que llevéis doble alforja, confiando en Mí, pero trabajaréis en silencio, humildemente, sin alarde, y Yo os acompañaré en la lucha y os confortaré en vuestra oración ya sea que me llaméis en el rincón de vuestra alcoba o bajo la sombra de un árbol. Llegará el día en que seréis reconocidos en Mí.

38. Es necesario que comprendáis que está cercana mi partida, que abráis vuestro corazón y elevéis vuestro espíritu para que podáis contemplarme.

39. Por conducto de muchos portavoces me he manifestado, para que no dudéis de Mí. Los he escogido sin distinguir clase, condiciones ni raza, Y por boca de todos ellos os he dado vuestra heredad, para que en la ausencia de mi palabra no vayáis a sentiros huérfanos, ni abandonados.

40. Si os preparáis en verdad, seréis el árbol, la fuente, y la mesa para el festín que reciba a todos los hijos pródigos que se ausentaron de la casa del Padre. Entonces las naciones no se inclinarán ante vosotros, pero os reconocerán y ante Mí se postrarán.

41. En todos los tiempos, os ha parecido mi Ley demasiado inflexible para cumplirla y por eso habéis creado sectas y ritos al alcance, según vosotros, de vuestra capacidad espiritual.

42. Si hubieseis cumplido con mis órdenes del Primer Tiempo, habríais reconocido a Jesús y no le hubieseis sacrificado. Si la humanidad hubiese vivido mi Doctrina del Segundo Tiempo, no estaría dudando de mi comunicación a través del entendimiento del hombre.

43. No seréis vosotros quienes juzguéis a las naciones, pero Yo, según escrito está, sí juzgaré en vosotros a las naciones y a las religiones. Este pueblo será ejemplo de celo, limpidez y espiritualidad.

44. Sube hasta Mí el clamor de la humanidad. Es el llanto de los niños, es la juventud que clama justicia, es la ancianidad que eleva su invocación de paz.

45. Es que los hombres han perdido la semilla de amor que, sin saberlo, llevan en lo más puro de su corazón, tan dentro que ellos mismos no alcanzan a descubrir.

46. .La simiente del amor, ha quedado ahogada por el odio, la vanidad y las bajas pasiones. Y el cáliz de amargura se llena una vez más, para ser bebido hasta las heces.

47. Mientras el mundo naufraga en medio de la tempestad, vosotros, desde la barquilla, tranquilamente contempláis el desastre.

48. Estáis en el regazo del Padre, sin pensar en los que lloran, y ellos en medio de las vicisitudes, celebran cultos dedicados a Mí, los cuales, aunque estén envueltos en fanatismo e idolatría, se los recibo porque soy Padre, mas les hago comprender que mi corazón está abierto al culto perfecto.

49. De altar en altar, de rito en rito, y de secta en secta, van los hombres en busca del Pan de la Vida, sin encontrarlo, y ante el desengaño, se tornan en blasfemos para tomar caminos sin rumbo y vivir sin Dios y sin Ley. ¡Y pensad, pueblo que entre ellos están los grandes espíritus, que entre ellos descubro a los profetas y a los discípulos del Espíritu Santo!

50. Los espíritus de luz que vibran en lo espiritual, ya preparan sendas por planicies, mares, montes y desiertos, para que aquellas razas, aquellos pueblos, en caravanas y muchedumbres se levanten en pos de esta nación, donde ha resonado mi palabra y se han visto mis prodigios.

51. Cuando aquellos hombres llamen a vuestras puertas ¿Qué vais a ofrecerles? No les vais a ofrecer imperfecciones, porque de ello harto se encuentran. Ellos vienen en busca de verdad, de caridad y de amor. Ellos vendrán a aprender a elevar un culto tan puro como el perfume de las flores.

52. Hoy os digo que enseñéis siempre a los postreros el cumplimiento de mi Ley, en ella se encierran mis enseñanzas de los tres tiempos.

53. Inspiraos para orar en la oración del huerto Yo os enseñé como es la oración perfecta.

54. En tanto no estéis preparados, los caminos permanecerán cerrados por Mí y no haré el llamado a las multitudes.

55. No quiero partir de entre vosotros en medio de vuestra desunión, de la desobediencia y la incomprensión.

56. Veo que ya estáis preparando mi cruz, para el momento de mi partida, cruz de ingratitud.

57. Todavía es tiempo de que redobléis vuestro ahínco, para que la hora no os sorprenda y digáis: ¡El Padre ha partido! Porque sólo dejaréis de escucharme a través del portavoz, pero Yo estaré presente y de ello los videntes darán testimonio. Oiréis mi voz por inspiración, y cuando estéis doctrinando en los hogares y en las comarcas, no serán vuestros labios los que hablen sino Yo.

58. La comunicación de espíritu a Espíritu, alcanzará su esplendor en esos tiempos y mi presencia será sentida con mayor claridad, de tiempo en tiempo y de generación en generación.

59. Ante estas revelaciones, nadie deberá lamentar la ausencia de mi palabra y aquél que llorase, será porque su conciencia le reclama no haber aprovechado el tiempo de mi estancia con vosotros, y se siente por ello débil, y torpe para proseguir el camino.

60. Quiero que vosotros quedéis como testigos de que estuvisteis conmigo. Que mostréis a los hombres los libros de oro que os he concedido formar.

61. Entre este pueblo no habrá sacerdotes ni ministros. Habrá sólo servidores. Estos recintos serán lugares de reunión y de estudio, donde los guías velarán por el cumplimiento del pueblo.

62. El reinado de muchas doctrinas, será muy corto, porque toda aquella que no tuviese simiente de verdad, de justicia y de amor, destruida será.

63. Mas mi Obra de amor será reconocida, Vendrá el forastero y llamará a vuestra puerta. Dejadle pasar. Preparadle el lecho para que descanse, mas si quiere ir antes a la mesa, dejadle. Cuando se haya hartado, si duerme, velad por su sueño. Mas cuando despierte y contemple la luz, repasará ante su conciencia sus hechos pasados y hasta su última mancha será lavada con sus lágrimas. Yo le daré entonces vestidura blanca, y le sentaré entre los que han estado junto a Mí.

64. Es la Tercera Era, y aún me encuentro dando mi enseñanza a la humanidad, porque en aquellos mensajeros que os he enviado, no habéis confiado.

65. Mientras las criaturas humanas discuten mi Divinidad, mi existencia y mi Doctrina, existen muchos mundos en donde soy amado con perfección.

66. En el mismo tiempo en que unos han alcanzado la máxima limpidez espiritual, vuestro planeta, moral y espiritualmente vive un tiempo de gran perversidad.

67. Mas vosotros que me escucháis, sabed que os he enviado entre la humanidad para dar ejemplo de humildad y obediencia a mi Ley. Envié a vuestro espíritu revestido de mi gracia, envuelto en mi luz y portando en su conciencia la Ley.

68. Si por un instante caísteis en el abismo, penetrasteis en las tinieblas y sucumbisteis en las flaquezas, Yo os levanté con mi voz, demostrando a la humanidad que de la misma escoria puedo Yo entresacar a mis discípulos.

69. Soy la bondad divina que se manifiesta a cada paso. Si no queréis elevaros buscándome espiritualmente y preferís deteneros a contemplar la Naturaleza, ahí en ella, también me encontraréis: El astro rey, cuyos rayos de luz, vida y calor, hablan de Mí, el aire que os da vida y que es mi propio aliento.

70. Mas cuando os elevéis espiritualmente a Mí, en vuestras obras o en la oración, percibís la gracia que existe en el más allá y un camino de luz que promete maravillas y revelaciones en el arcano celestial del Padre.

71. Vosotros tenéis conocimiento de estas bellezas que encierra la vida en el más allá, y por eso trabajáis con afán en la viña del Señor.

72. Quiero que exista amor entre los labriegos, que exista caridad.

73. No es pesado el madero que sobre vuestros hombros he puesto, no es imposible que podáis cumplir con la misión confinada a vuestro espíritu. Si confiáis en mi poder, contemplaréis lo imposible hecho posible a vuestro paso y comprobaréis que quien vive en obediencia a mis enseñanzas, cerca de Mí se encuentra.

74. A todo labriego que alcance preparación, le enviaré a las comarcas de la Tierra, para que lleve la buena nueva.

75. Vuestro espíritu hoy sostiene gran lucha con la materia; ha desenvainado su espada para enfrentarse a la tentación, a la cual en mi nombre vencerá.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 218

1. Pueblo bendito: venís al encuentro de este Maestro que os llama incesantemente a congregación, para alimentaros con su amor y fortaleceros en los tiempos de prueba. Venís abandonando todo por oírme. Los padres dejan a sus hijos, la madre al pequeño en la cuna, ansiosa de recibir consuelo para ella y para los suyos; la juventud apartándose de los placeres terrestres; los ancianos olvidando el peso de sus pruebas y todos dejando tras de sí lo que es miseria humana, enfermedades, angustias, para presentarse delante de Mí y decirme: Maestro, hemos orado a temprana hora y elevado nuestro espíritu, y Elías, nuestro pastor, nos ha preparado para oír la divina palabra; recibidnos.

2. Os reunís bajo la sombra de este árbol, que ha extendido sus ramas hasta los confines de esta nación escogida por Mí, y escucháis bajo sus múltiples ramas la misma palabra, la misma esencia, el mismo fruto que durante tanto tiempo os he entregado.

3. Con todos vosotros he formado un pueblo que es primogénito entre todos los pueblos de la Tierra, escogido en todos los tiempos, mas no el único en mi amor, porque Yo amo y he amado en todos los tiempos a los pueblos del mundo; pero éste, mi escogido, me ha amado de singular manera y se ha hecho acreedor a mis complacencias. Mas esos favores que Yo le he concedido, no han sido sólo para él y el pueblo todo lo ha tomado para sí y se ha convertido en el rico avaro y ha dicho: Yo soy el más amado, el escogido, superior a los demás, el más cercano al Espíritu del Señor; los demás han de inclinarse ante mí, porque en mí el Padre ha derramado su Ley, sus complacencias; y Yo os digo: No os envanezcáis. Me ha complacido donaros en los tres tiempos; a través de tres largas eras me he derramado sobre vuestro espíritu en las distintas envolturas que habéis poseído, para que me imitaseis y participaseis de mis dones, y llenos de amor para con vuestros hermanos, fueseis como un árbol cuya sombra y fruto sean para todos los caminantes.

4. Y ahora en esta era, iluminados por mi Espíritu, vais comprendiendo lo que el Padre os entregó en los primeros tiempos, lo que Jesús os enseñó en el Segundo y Yo os digo: No volváis a ser como ricos avaros, sed como este Maestro que se entrega a los discípulos por amor, y al presentaros a otros pueblos hermanos, no os sintáis superiores, ni digáis que sólo vosotros poseéis los tres testamentos y que de ellos sois dueños, que habéis poseído el arca de la alianza, el tabernáculo y los símbolos. No pueblo. Quiero que digáis a vuestros hermanos de diferentes razas, que todos podéis llegar a ser el pueblo escogido del Señor, de esa familia bendita, porque todos habéis brotado de un solo Espíritu, de un solo Padre.

5. Entonces habréis comprendido vuestra misión y podréis ser la salvación del mundo. Ya no permitiréis que sea el Padre quien venga a materializarse, para hacerse comprender de los hijos que no saben elevarse espiritualmente, y me diréis en vuestra oración de espíritu a Espíritu: Padre, permanece en tu solio, has descendido ya por mucho tiempo, has sufrido por nuestra materialización y pecado; todavía en el Tercer Tiempo has tenido que hablarnos en una y mil formas para enseñarnos y ya has derramado tu fuerza y tus virtudes entre éste pueblo, que es tu discípulo; déjanos como responsables de la humanidad.

6. En todos los tiempos os ha parecido demasiado difícil de cumplir mi Ley, siendo vosotros seres humanos; y por eso desde los primeros tiempos habéis formado distintas religiones, y habéis practicado de manera imperfecta. Si en el Primer Tiempo hubieses cumplido con mis leyes entregadas por conducto de Moisés, no hubiese sido necesario que Jesús, el Verbo del Padre, viniese entre vosotros, ¿Por qué padeció aquel Maestro? Porque el pueblo de Judá le desconoció, le arrojó de su seno y le sacrificó, sin haber mirado ni sentido quien era.

7. Ese pueblo no se había preparado, no había cumplido con las leyes divinas, de éstas y de los preceptos había hecho sus propias leyes, en las que creía cumplir. Y el Divino Maestro se hizo hombre y con su nacimiento, su vida y su pasión, escribió una página más del libro de la sabiduría divina, en la que cada palabra era conformada por obras poderosas, palabras y obras selladas con sangre; así recibisteis el Segundo Testamento, y si vosotros hubieseis cumplido con esos dos testamentos ¿Habría tenido que comunicarme en este tiempo por el conducto humano, por medio de entendimientos imperfectos y perecederos? Si hubieseis practicado mis mandamientos y mi Doctrina que con tanto amor os he dado, no me estaríais juzgando, ni dudando de Mí porque me comunico por el entendimiento humano.

8. Reunid los tres testamentos y no adulteréis ni mistifiquéis mi palabra. Es la herencia que dejo a la humanidad. La luz de mi Espíritu os ilumina y vuestro espíritu, que sabe quien es, recuerda su pasado y sabe por qué he venido en este tiempo y puede comprender mi enseñanza.

9. Sólo así conoceréis la pureza y perfección de mi Obra dada en los tres tiempos, que está sobre las religiones e ideas humanas. Es el camino, la vida, el principio y el fin de todo espíritu, lo que encierra el libro de mi sabiduría.

10. ¿Por qué no me reconocen las sectas y religiones, y muestran tanta incomprensión? Vosotros que me oís, no juzguéis a nadie; Yo juzgaré, como está escrito, a todas las naciones y a todas las religiones.

11. Si cumplís con humildad, el mundo os creerá. Ese mundo cansado de palabras y de ritos, necesita ejemplos. Vos, Israel, que en todos los tiempos habéis recibido la simiente pura ¿A quién podréis imitar? ¿Qué religión de las que han brotado, han velado por el cumplimiento de todos mis preceptos? Ninguna, mas puedo deciros: si en ellas encontráis hombres celosos, imitadles; si encontráis amor, imitad su amor; si miráis en ellos respeto a Mí, también imitadles, para que sepáis apreciar la virtud y deis a cada quien lo que corresponde en justicia; mas lo imperfecto, lo censurable, jamás lo imitéis. Si no sabéis qué es lo justo y qué lo censurable, orad, oíd mi palabra y dejad que vuestra conciencia os aconseje.

12. El clamor de la humanidad llega hasta Mí, la angustia de la niñez, de la juventud, de los hombres y mujeres de edad madura y de los ancianos, se eleva; es la voz que clama justicia, es una invocación de paz, de misericordia que el espíritu hace, porque la simiente de amor en este mundo se ha perdido y ¿Sabéis en donde está el amor? En lo más profundo del corazón humano, tan dentro que no alcanza a descubrirlo, porque el odio, las ambiciones, la ciencia y la vanidad han ahogado la simiente y no hay espiritualidad, ni misericordia; el cáliz de amargura va llenándose y el mundo lo bebe hasta las heces.

13. Y vos pueblo, contempláis en paz desde la barquilla la tempestad que se ha desatado, llenos de confianza en el Padre. Mientras aquellas naciones envueltas en guerras blasfeman en contra de mi Espíritu unos, y otros practican cultos imperfectos, vosotros me estáis glorificando. Más todos despertaréis en este tiempo de pruebas y llegaréis a unificaros por el amor y el conocimiento espiritual.

14. Discípulos: Yo os recibo y estoy presto a perdonaros. Quiero sentirme amado por vosotros y también anhelo que viváis en armonía los unos con los otros. Que el hijo ausente retorne a mi regazo, y si se ha distanciado de Mí por incomprensión o ignorancia, no tema que le reproche su proceder. Quiero acariciar a vuestro espíritu y devolverle lo que ha perdido, su paz, su alegría y esperanza. Es mi deseo que toméis de esta vida su dulzura, que sepáis recibir sus sinsabores, que viváis mansa y pacientemente, que trabajéis por vuestra elevación. ¿Quién podrá alejarme de vosotros, o qué poder existe que impida que Yo os ame y os proteja?

15. En cambio, vosotros sí sabéis alejaros de Mí e imitar a el hijo pródigo; y sólo cuando el dolor hiere vuestro corazón, recordáis que hay un Padre que os ama y está presto a socorreros, a libraros de todo peligro que os aceche.

16. Yo siempre os he inspirado confianza para que veáis en Mí a un Padre amoroso, a un amigo leal, a un confidente.

17. Recordad la parábola del hijo pródigo, vosotros que lleváis el peso de una gran falta, y pensad que ante todo soy amor y perdón. Debéis tomar en cuenta que estáis destinados para llegar a Mí perfeccionados, libres de errores, limpios; y si hoy estáis dentro de esa oportunidad de modelar vuestro corazón y hacer grandes obras espirituales, debéis aprovechar estos tiempos y hacer breves los días de vuestro destierro.

18. Si ya tenéis la experiencia de las eras pasadas y sabéis que existe la ley de restitución ¿Por qué volvéis a caer en los errores de ayer en vez de dar un gran paso adelante de vuestro camino?

19. Mirad a la humanidad restituyendo sus faltas y lavando sus manchas; está sujeta a grandes transformaciones a fin de purificar y restablecer todo lo que ha mancillado.

20. Mi palabra se cumple; habéis visto gran parte de mis profecías cumplidas ante vuestra incredulidad. Muchas otras están por ser vistas, y de esto daréis testimonio. Mi juicio está abierto como lo anuncié para estos tiempos.

21. El caos envuelve a las naciones; mientras unos cuantos velan y saben el por qué de sus penalidades, muchos duermen y se contentan con vivir sin hacer un esfuerzo por conocer la causa de todas estas pruebas. Vosotros sí sabéis el por qué, habéis leído en el libro de la sabiduría y mi palabra os ha preparado, nada puede sorprenderos. Más sois todavía pequeños para dar la voz de alerta a la humanidad, aún no os habéis fortalecido y vuestros pasos son vacilantes. Habéis oído mi palabra y no alcanzáis a comprenderla, o cuando la habéis comprendido no la lleváis a la práctica. Os dividís sabiendo que sois un mismo pueblo, y los cargos que os he dado sentís que pesan sobre vosotros como un fardo insoportable. Os pregunto ¿Por qué no habéis llegado al fondo de esta enseñanza si os he iluminado con luz de verdad? Por qué no sois fuertes si os he alimentado con este pan de vida eterna, del cual es suficiente una migaja para dar vida al hambriento? Es que os habéis familiarizado con mi palabra y la habéis tomado sin aprovecharla; mirad, mientras vosotros estáis hartos de ella, hay muchos hambrientos que ansían tomarla para alimentarse.

22. Se acerca el tiempo en que esta palabra cesará, entonces habrá quedado en el corazón de mis discípulos y estará grabada en libros para ser dada a conocer a la humanidad. Después de 1950 quiero que conservéis la mayor pureza en vuestras prácticas y la obediencia a mis órdenes y mandatos, con ello testificaréis que Yo estuve con vosotros.

23. Todos vuestros cargos os han sido dados según vuestra capacidad y fortaleza porque conozco y sé vuestra virtud. Trabajad por amor, no por temor, mirad en el fondo de mis enseñanzas, mi amor de Padre y mi perdón manifestarse siempre sobre todos mis hijos.

24. ¡Cuánta dicha descubro en vuestro corazón mientras estáis escuchando mi palabra! Yo soy la infinita paciencia, que aguarda en el instante en que os levantéis de lleno a la lucha. Yo os he revelado vuestro futuro.

25. ¡Cuán grande va a ser vuestra jornada después de mi partida, ni siquiera lo habéis presentido! Para entonces tengo algunos secretos que revelaros, para que podáis persuadir a los hombres.

26. Os sorprendí como a aquellos pescadores del Segundo Tiempo, a quienes encontré entregados a sus faenas y deberes, diciéndoles: “Seguidme, desde ahora seréis pescadores de hombres. Les concedí la virtud de sanar al enfermo, les di el don de la palabra, les iluminé con mis revelaciones y les enseñé a libertar a los poseídos. Y ya preparados y confortados, les señalé los caminos y les ofrecí las comarcas para que pusiesen en práctica mi Doctrina de redención.

27. En este tiempo no habéis sido doce los escogidos; sois una porción numerosa que he consagrado y doctrinado bajo la sombra de diversos arbustos. Vosotros seréis quienes infundáis valor a la humanidad, en las grandes pruebas que amenazan al mundo.

28. Pronto dejará de comunicarse el Mundo Espiritual, y quiero que desarrolléis vuestros dones, para que no titubéis.

29. Quiero que viváis alerta para que escuchéis en intuición o en sueños la voz del Más Allá, cuando os diga: ¡Levantaos! y entonces encaminaréis vuestros pasos a los hogares y a las comarcas donde la enfermedad o la furia de los elementos hayan sembrado la desolación. Y cuando tengáis que ir en pos de países remotos, escuchéis la orden del Padre indicándoos el instante y señalándoos el camino.

30. De las sectas y religiones vendrán a observaros, pondrán a prueba vuestra potestad. Habrá quienes, convencidos de vuestros dones, os tienten por medio del dinero para utilizaros con fines materiales. No olvidéis que todo aquél que convierta mi Obra en mercadería perderá mi gracia.

31. Voy a dejar de hablaros por el conducto humano por que escrito está, pero no os abandonaré. Yo os daré la inspiración y os haré sentir mi presencia. Y la tranquilidad de vuestra conciencia, no dejará que el tiempo marque profundas huellas en vuestro cuerpo.

32. Toda casa de oración y recinto donde mi Doctrina no se practique con pureza, desaparecerá y sólo quedarán aquellas que sean un refugio y una barca de salvación para el necesitado.

33. Después de mi partida, vendrá la depuración en este pueblo; será en pleno tiempo de luchas y contiendas mundiales, después de las cuales vendrá la paz y huirá la miseria.

34. Sed fuertes, porque en el tiempo de la lucha seréis perseguidos y hostilizados. Os será negado el trabajo y el pan. Pero entonces manifestaré mi misericordia y mi poder en vosotros, pues hambre no sentiréis, vuestro rostro jamás se verá demudado, ni llegaréis a ser menesterosos. Entonces vuestro espíritu hará reminiscencias del camino a la Tierra prometida a través del desierto como en el Primer Tiempo; y recordará que ante su sed se abrió la roca, para ofrecerle la frescura de las aguas; cuando el sol calcinante del desierto os quemaba, las nubes, como manto os cubrieron y cuando el hambre y la escasez amenazaban, descendió el maná como un mensaje de amor de vuestro Padre.

35. De todo os prevengo, para que mañana no digáis que no os preparé.

36. En forma clara os explico mi Doctrina, para que no vayáis a caer en tentación, ni os dejéis sorprender.

37. Quiero contemplaros siempre preparados, para que seáis comprensivos y respetuosos de mi voluntad. Si sois los primeros que habéis recibido mi enseñanza y habéis tenido en vosotros mismos las pruebas que Yo he descendido para comunicarme con el hombre, debéis de esforzaros para dejar un buen ejemplo a los que vengan después de vosotros. Debéis conocer vuestro origen espiritual, vuestros deberes y las misiones que os haya confiado, para que veléis por vuestro espíritu y sepáis conservaros en la virtud.

38. Mientras habéis evolucionado, viniendo a la Tierra una y otra vez en diferentes encarnaciones, miráis que mi Obra permanece inmutable, inalterable a través de los tiempos que han transcurrido. Siempre os manifiesto los mismos atributos, os hago sentir mi amor de Padre, mi paciencia sin límites, mis obras que redimen, y a pesar de todas estas pruebas no me reconocéis. Es necesario que despertéis y os deis cuenta del tiempo que os he dado para que en él labréis vuestra salvación, se acerca el momento de que partáis al más allá, y no os habéis apresurado para que lleguéis en el preciso momento en que os llame, para que me mostréis vuestra cosecha y que esa cosecha sea de simiente cultivada con la oración, estando además vuestro espíritu en la mejor posición de arrepentimiento y elevación.

39. Pensad que si sois parte de mi Espíritu, poseéis la vida y la gracia al igual que Yo. Sois puros en cuanto a vuestro principio y así es como debéis llegar a Mí, en vuestro retorno. Por eso debéis de luchar sin descanso en este tiempo, para que podáis volver a vuestra primitiva pureza y perfección.

40. Tened caridad de vuestros hermanos y de vosotros mismos, ya que formáis una sola familia, un solo espíritu. Sobre de vosotros hay seres que están trabajando por vuestra salvación, cruzando el espacio, esparciendo caridad, convertidos en vuestros protectores. ¿Qué sería de vosotros, sin su ayuda? porque vosotros no habéis sabido interpretar mi voluntad y caéis en errores a cada instante.

41. Pensad en la lucha de vuestros protectores espirituales y ayudadles haciendo que su labor sea menos dolorosa. No sembréis de cardos su camino, no desoigáis su voz que siempre os previene del peligro, su consejo que orienta vuestros pasos y su luz que os guía. Vivid con ellos en armonía y lograréis estar en perfecta comunión conmigo.

42. No os distinguiréis de vuestros hermanos por insignia o señal alguna material, distinguíos por vuestras obras, de las cuales serán vuestros propios hermanos los que den testimonio. Así lograréis ganar la confianza de los que os rodean y convertiréis en amigos a vuestros enemigos.

43. No todos habéis despertado, pero Yo me valdré de la preparación de un solo corazón en cada recinto, para despertar a los demás; para que en la hora del llamado, en la hora de la justicia del Señor, todos me entregeis un solo fruto, siempre igual en las manos de todos mis labriegos. Para que el Padre haga el llamado a la humanidad y todos los pueblos de la Tierra tengan acceso en vuestra Nación; para que vengan a tomar no sólo la palabra que dejo escrita, sino también vuestro ejemplo.

44. Y así mi Doctrina se abrirá paso entre todas las doctrinas. Porque ella vencerá y prevalecerá, al fin, entre todas las demás.

45. Toda doctrina que no sea confirmada con hechos y con ejemplos, ha dictado su sentencia de muerte. Mas toda doctrina que sea confirmada con hechos, esa prevalecerá. Mis ejemplos, mi sacrificio en el Segundo Tiempo, os hablan mucho; y ahora os digo: Aquel que sella su palabra con su sangre y su vida, está dando ejemplo de verdad y de fortaleza.

46. En ese tiempo no sellaréis con sangre ni con la vida vuestras palabras. El mundo no tiene hambre de vuestra vida ni sed de vuestra sangre. El hombre tiene sed de verdad, de amor y de caridad; y cuando os hayáis preparado y espiritualizado, sin caer en ningún fanatismo, cuando sepáis practicar mis leyes divinas y las leyes humanas sinceramente, como el Padre os ha enseñado, entonces, daréis al mundo el secreto de la paz y de la redención en todos los caminos.

47. Porque mi Obra no viene en contra de la ciencia, ni de las instituciones humanas, no viene en contra del matrimonio, ni de la familia; no viene en contra de nada que encierre justicia y amor.

48. Si en otros tiempos el hombre se ha levantado como ministro de mi Divinidad en contra de la ciencia, de cierto os digo: Ese ministro no me ha honrado, no me ha comprendido ni me ha seguido; porque Yo, siendo el principio de toda espiritualidad, soy el principio también de toda ciencia; y si muchas veces habéis oído que el Padre abomina las ciencias humanas, no son de las ciencias en su principio, sino del fin que el hombre les ha dado. Yo abomino las malas ciencias que han llevado a la humanidad a su destrucción, a las ciencias que el hombre ha puesto al servicio del mal, para la destrucción de la vida y de los principios; eso es lo abominable de las ciencias delante de Mí. Más todo hombre científico que se halla convertido en benefactor de la humanidad, aunque vosotros no lo hayáis nombrado santo, Yo lo tengo en lugar selecto en el plano espiritual.

49. Esto os dice el Maestro en este día, para que no caigáis en fanatismo, porque en verdad vosotros estáis participando del fruto de la ciencia, porque Yo he inspirado a los hombres con mi luz para que encontraran los elementos de vida a su paso. Si no hubiera sido mi voluntad que el hombre tomara la ciencia para su provecho, no hubiera Yo creado los elementos, ni hubiera puesto en las entrañas de la Tierra ni en los espacios, todo cuanto el hombre ha tomado para su adelanto y evolución; pero hice todo para recreo, beneficio y progreso del espíritu y de la materia también.

50. Desde los primeros tiempos a los primeros moradores les entregué la Tierra, diciéndoles: Yo la dejo a vuestro cuidado, es vuestro tesoro, vuestro huerto, vuestra morada y vuestro hogar. ¡Creced y multiplicaos! Y esa frase no os la dije sólo como humanos para la multiplicación de la especie, sino también como espíritus y como inteligencias; pues Yo os multiplicaré en todos los caminos y en todos los órdenes, en espíritu y en verdad.

51. En este tiempo vengo en contra de todo lo superfluo e innecesario, de todo lo malo, de todo lo perjudicial, de toda mala semilla. A través de mi Doctrina Espiritual combatiré a todos los que han puesto la ciencia al servicio del mal; combatiré todas las malas ciencias, hasta que el hombre despierte a mi verdad. Entonces esta Doctrina penetrará, como la luz del día, en todos los lugares y a todos despertará. Por eso preparaos y reconoced vuestra misión, vuestro cargo y responsabilidad entre los hombres.

52. Mirad lo que os enseña mi Obra. Mirad los horizontes que os abre mi Doctrina y mi palabra y mirad qué grande es el espíritu y qué cortas son las distancias. El que ha orado con amor, sintiendo el dolor de su hermano, se ha desprendido, se ha transportado desde aquí hasta lejanos sitios y ha depositado su amor, su bálsamo y su caricia en los que sufren.

53. Por esta oración de mi pueblo de Israel, que se eleva hasta Mí en todos los recintos, Yo bendigo al Universo y le entrego mi luz y mi caricia paternal; ya que ellos no se recrean con mi palabra, hago que mi esencia llegue a todos los corazones, que todos ellos me sientan, que se levanten en busca de mi verdad, en busca del camino porque a todos estoy preparando para que lleguen a Mí.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 219

1. Os doy en este instante mi bálsamo, mi fuerza y mi caricia.

2. Yo soy vuestro cirineo, ya que en la Tierra cuando el peso de mi cruz se hizo agobiante, hubo un hombre con piedad en su corazón que me ayudó a compartir mi carga.

3. Aquí me tenéis, presto a acudir en vuestro auxilio cuando caigáis en el camino, para dar fuerza a vuestro espíritu y levantarlo a continuar la jornada.

4. Paso a paso os vais acercando al Calvario de vuestra vida en la Tierra, donde vuestro espíritu habrá de decirme: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, ya todo está consumado”.

5. Bienaventurados los que al llegar esa hora y pronunciar esas palabras, hayan dejado concluida su misión, porque será grande su paz y su gozo.

6. Quiero que todos alcancéis esa cumbre, no importa que lleguéis destrozados y sin bienes materiales, allí sentiréis como nunca lo habíais sentido mi presencia y mi misericordia.

7. Allí espero al hombre, allí espero a la mujer, a los padres, a las madres, a todos los que al mundo llegaron con misiones qué cumplir.

8. ¿Queréis llegar a la cima? Confiad en Mí que soy vuestro destino, aceptad con amor las pruebas, acatad mi voluntad sea cual fuere, con la sonrisa en los labios, con la fe y la resignación en vuestro corazón.

9. No olvidéis que soy Omnipotente y Omnipresente, para que la duda o la debilidad no vayan a haceros caer en tentación.

10. A veces, cuando lloráis en el mundo y pensáis que Yo habito en el Cielo donde todo es felicidad del espíritu, dudáis de mi amor, porque no concebís que el Padre goce, mientras millones de sus criaturas sufren hasta la muerte en la Tierra. Es que no queréis comprender que mi dicha no será absoluta hasta que el último de mis hijos se halle en la tierra de salvación.

11. Si soy vuestro Padre, pensad que necesariamente tengo que sentir lo que lo hijos sientan, sólo así comprenderéis que mientras cada uno de vosotros sufre y siente su propio dolor, el Espíritu Divino sufre con el dolor de todas sus criaturas.

12. Como una prueba de esta verdad vine al mundo a hacerme hombre y a cargar una cruz que representó todo el dolor y el pecado del mundo. Y si en cuanto hombre cargué sobre mis hombros el peso de vuestras imperfecciones, y si sentí todo vuestro dolor, ¿Podría en cuanto Dios mostrarme insensible ante las penas de mis hijos?

13. En mi Espíritu existe un himno cuyas notas nadie ha escuchado, nadie lo conoce en el Cielo, ni en la Tierra. Ese canto será escuchado en todo el Universo cuando el dolor, la miseria, las tinieblas y el pecado hayan quedado extinguidos. Aquellas divinas notas encontrarán eco en todos los espíritus, uniéndose el Padre y los hijos en ese canto de armonía y felicidad. Yo os digo en verdad, que hasta las piedras hablarán cuando esa armonía ilumine la vida de mis hijos muy amados.

14. Seguid acrisolando vuestro espíritu, seguid evolucionando y perfeccionándolo, llevando siempre vuestra fe encendida como flama inextinguible.

15. Debo deciros que mientras habitéis en la Tierra, debéis luchar por hacer lo más amable posible vuestra existencia en ella, no es forzoso llorar, padecer y sangrar infinitamente para poder merecer la paz en el más allá.

16. Si pudieseis transformar esta Tierra, de valle de lágrimas en un mundo de felicidad, donde os amaseis los unos a los otros, donde os preocupaseis por practicar el bien y vivir dentro de mi Ley, en verdad os digo que esa vida sería ante Mí, más meritoria aún y más elevada que una existencia de sufrimientos, vicisitudes y lágrimas por mucha conformidad que tengáis para sufrirla. ¿Cuándo llegaréis a unir la vida espiritual con la vida humana, de tal manera que no miréis límites entre una y otra? ¿Cuándo haréis de vuestra existencia, una sola vida, apartando la idea de la muerte, para penetrar en la eternidad? Esa luz será en los hombres hasta que la espiritualidad florezca en el mundo.

17. La luz de mi palabra viene en este tiempo a salvaros de las tinieblas del materialismo en que se han sepultado los espíritus, tinieblas que no les dejan mirar la verdad aunque la tengan cerca y la lleven dentro.

18. El Tercer Tiempo es con vosotros y de ello pruebas y señales está dando a los hombres y aún mayores las seguirá dando, como si fuese una inmensa campana echada a vuelo para despertar a vivos y a muertos.

19. Orad, observad, meditad, dejad que mi inspiración os guíe, la reconoceréis siempre que os sintáis impulsados al bien y a la elevación, cuando de vuestro espíritu se eleve la salutación a su Creador.

20. “Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.

21. Pueblo bendito, escogido por mi caridad; Yo os he entresacado en estos tiempos de perversidad, de confusión y de dolor, para reuniros en una familia y formar entre los pueblos de la Tierra el pueblo de paz.

22. Vivís tiempos de caos. Solamente aquéllos que logran espiritualizarse en estos tiempos de prueba, pueden sobrevivir al dolor, a la confusión, a la tempestad que se avecina. Sólo aquéllos que se elevan por encima de todas las vanidades materiales, de las miserias humanas, podrán resistir con serenidad y calma el caos universal y serán como náufragos en medio del océano que logren asirse a un madero, que será la fe en mi amor.

23. Para ese tiempo os estoy preparando. Por eso os estoy enseñando a imitarme, mas es mi voluntad que no seáis los únicos que practiquéis mi Doctrina, quiero que las virtudes de vuestro corazón, vuestras palabras y obras, atraigan a todos los corazones que han de llegar a Mí para recibir mi enseñanza en este tiempo, para que el pueblo se multiplique en número, en fuerza y en elevación entre la humanidad.

24. Mas ¿Cuál es ese caos, esa tempestad, esa prueba que se avecina? Son las heces del cáliz de amargura que no ha bebido aún la humanidad. Es menester que el hombre, que ha preparado ese cáliz con sus hechos a través de los tiempos, lo apure hasta la última gota, para que conozca su propia obra y su fruto.

25. Pueblo bendito: Esos hombres que se levantan llenos de grandeza y predominio en las naciones, en los pueblos de la Tierra, son grandes espíritus revestidos de potestad y poseedores de grandes misiones. No se hallan al servicio de mi Divinidad; no han puesto su grandeza y sus dones al servicio del amor y de la caridad; han formado su mundo, su ley y su trono; sus vasallos, sus dominios y todo cuanto ellos pueden ambicionar. Mas cuando sienten que el trono se estremece ante las pruebas, cuando sienten que se acerca la invasión de un enemigo poderoso, cuando contemplan en peligro sus caudales y sus nombres, se levantan con toda su fuerza, llenos de grandeza, de vanidad terrestre, de odio y mala voluntad y se lanzan en contra del enemigo, no importándoles si su obra, su idea, va dejando tras de sí tan sólo la huella del dolor, de la destrucción y del mal. Buscan solamente la destrucción del enemigo, erigir un trono mayor, para tener mayor dominio sobre los pueblos, sobre las riquezas, sobre el pan de cada día y sobre la misma vida de los hombres.

26. Yo os estoy preparando para que seáis mis soldados, mas no los que causen la destrucción ni el mal, no soldados del odio y la perversidad, de las tinieblas ni de la codicia, sino soldados de la espiritualidad, de la fraternidad, del amor, de la mansedumbre y de la caridad. Os levantaréis llenos de fuerza y de confianza en Mí, que soy vuestro ideal, llenos de confianza en vuestras armas que son la verdad y la justicia. Yo os estoy preparando para que desde ahora podáis luchar contra aquel enemigo, que también es poderoso, pero que no lo es más que vosotros.

27. El día en que despertéis a la espiritualidad, llegaréis a la comprensión de que las tinieblas son débiles ante la luz, el odio es un átomo frente a la fuerza irresistible del amor y ese átomo se desvanece al contacto de la verdadera caridad. El materialismo se empequeñece ante los dones del espíritu. Lo material es pasajero y lo espiritual tiene vida eterna.

28. Vosotros estáis formando el pueblo espiritualizado y capacitado para apartar la confusión del mundo, para desmaterializarlo y desfanatizarlo, con vuestro buen ejemplo, con los buenos pensamientos, palabras y obras que desde ahora estáis practicando.

29. Si los hombres os preguntan acerca de enseñanzas que no habéis oído de Mí, o que no habéis alcanzado a comprender, Yo hablaré por vuestro conducto y sorprenderé a los hombres, a los sabios, a los teólogos, al engrandecido, al mandatario y al juez, a los maestros de la Tierra.

30. Haré que mi Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, penetre por doquier, como el aire penetra en todo lugar, como la luz disipa toda tiniebla, para iluminar al mundo. Así se esparcirá mi Obra, así se extenderá mi Doctrina: penetrará en toda secta, en toda institución, en toda congregación humana, en todo corazón y en todo hogar. Cruzará por los caminos, atravesará los desiertos y mares, y llenará este mundo porque el Tercer Tiempo, la era de la luz, ha llegado para toda la humanidad.

31. En todos los tiempos he humanizado mis manifestaciones. Recordad que en el Primer Tiempo escogí a Moisés para comunicarme con vosotros. El fue mi portavoz y mi emisario, le llamé al Monte y le dije: “Moisés, inclina tu faz porque no podrás mirarme, ve y di a tu pueblo que Yo soy su Señor y su Dios; que soy el Dios de sus padres y es mi voluntad se limpien por dentro y por fuera, para que sean dignos de recibir mis mandatos, mi ley, mis preceptos”. Por conducto de Moisés me manifesté como Padre, como Ley y como Justicia. Por su conducto me comuniqué con mi pueblo escogido. Por aquel varón hice llegar mis mandatos a todo corazón.

32. En el Segundo Tiempo, quise estar más cerca de vosotros. No fue mi voluntad divina que aquel pueblo me tomara solamente como un Juez inexorable. Quise sentir la caricia de mis hijos, de las criaturas hechas a mi imagen y semejanza. Y en un acto de amor y mansedumbre, el Padre se hizo hombre para enseñar la humildad que es grandeza del espíritu, el verdadero cumplimiento de las leyes, la vida dentro del amor; enseñar al hombre a luchar por un ideal justo, eterno y verdadero.

33. La Doctrina de Jesús, entregada como ejemplo, como un libro abierto para que la humanidad lo estudiara, no ha encontrado ningún otro pueblo de la Tierra, en ninguna generación, en ninguna raza, nada semejante. Porque aquellos que se han levantado entregando preceptos de justicia o doctrinas de caridad, han sido enviados por Mí a la Tierra como precursores, como emisarios, mas no como Divinidad. Sólo Cristo vino entre vosotros como Divinidad. El vino a entregaros la lección más clara y más grande que ha recibido el corazón del hombre.

34. Y ahora en este tiempo, pueblo amado, no he venido a hacerme hombre como en aquel Segundo Tiempo, pero me ha placido comunicarme con todas mis criaturas a través del entendimiento del hombre. Y aun en el valle espiritual y en los espacios infinitos han sentido mi presencia divina. Porque en la Escala de Perfección hay muchos peldaños, en el valle espiritual y en los espacios sin fin, hay muchos mundos. Y en verdad os digo: Siempre me he comunicado con todos; y según sea la escala espiritual, el mundo en que se encuentren, así ha sido mi manifestación entre ellos.

35. Hay quien me pregunta: ¿Por qué es que el Padre se comunica por el entendimiento del hombre, si el hombre es pecador, impuro y alberga bajas pasiones? Y el Maestro os dice: Mi Rayo bendito es toda pureza y perfección, y aunque el Padre no se escandaliza del pecado del hombre, no puede entrar en contacto con lo impuro. Yo llego hasta la conciencia del pedestal y es la conciencia la que transmite mi luz, mi palabra y mi enseñanza al entendimiento del portavoz. Ya el pedestal, de antemano se ha elevado a Mí en un acto de amor, de temor, de preparación, para no mezclar las bajas pasiones y las tendencias de la carne, con la perfección de mis lecciones.

36. Más pronto dejaré de comunicarme por el entendimiento humano, porque llegará el instante en que podáis hacerlo de espíritu a Espíritu. Entonces llegará también mi rayo divino hasta vuestra conciencia y allí escucharéis mi voz, recibiréis mis inspiraciones, mis profecías y mis mandatos. Hacia ello os voy conduciendo.

37. Yo os seguiré enseñando y perdonando, para que en los últimos instantes de mi comunicación por el entendimiento humano, podáis decirme: “Señor, cuán grande es nuestro pecado y nuestra maldad; lo hemos reconocido a tiempo, nos hemos depurado por dentro y por fuera, en nuestra vida espiritual y en nuestra vida humana, y ahora llegamos ante vuestra misericordia infinita amándonos los unos a los otros, amando todo lo creado, formando un solo cuerpo y una sola voluntad.

38. Si a eso llegáis en 1950, el ojo pecador y no pecador me contemplará en todo mi esplendor, porque será el momento en que deis principio al cumplimiento de la Ley que el Padre os ha confiado.

39. Sed firmes en el camino, pueblo, porque vuestro espíritu está cumpliendo una delicada misión en este planeta. Solamente el que se purifique por el amor, el que practique mis leyes, puede dejar de venir a reencarnar en este planeta; mas aquél que en su última reencarnación deje huella de sangre o de maldad, ése tiene que tornar a esta Tierra a reparar yerros, a reconstruir lo destruido, a dar vida a lo que dejó inerte, a perdonar a los que no perdonó. En una palabra: a restituir, por eso mi amor infinito os dice: ¡Oh peregrino incansable que ha tiempo venís caminando con la amargura en vuestro corazón! He aquí al que viene a consolaros, al que viene a fortaleceros, para que prosigáis la jornada hasta el fin.

40. Ha mucho tiempo que habéis iniciado este viaje y no es la primera vez que vengo a manifestarme en vuestro sendero. Mi caridad ha levantado al caído, sanado al enfermo y ha devuelto la vida al muerto. Mi voz de Padre, ha despertado al que duerme.

41. Con la luz que irradia mi Espíritu sobre vosotros, se ilumina vuestro espíritu y contempla su pasado como el largo camino de expiación y evolución espiritual. También comprendéis la responsabilidad contraída con vuestro Maestro de ser los testigos fieles de mi enseñanza. Os he dicho que llegará el día en que de las sectas y religiones vengan a interrogaros y escudriñaros y no quiero que os sorprendan torpes. Os encontrarán humildes, pero manifestando dentro de vuestra humildad mi sabiduría.

42. La humanidad os necesitará y vosotros que formáis espiritualmente el pueblo más antiguo de la Tierra, no ocultaréis los dones que os he dado, mostraréis el libro que he abierto ante vosotros.

43. En cada tiempo, y desde el principio de la Creación, he hecho pacto con vosotros. Lo ofrecido por Mí os lo he cumplido fielmente, pero en verdad os digo: mi pueblo ha faltado siempre a sus promesas.

44. Seis veces he renovado este pacto con vosotros porque os amo y quiero vuestra salvación.

45. En los doce que escogí en el Segundo Tiempo, están representadas las virtudes y las flaquezas humanas. De sus virtudes me serví para ejemplo y estímulo de la humanidad y aproveché sus imperfecciones para daros grandes enseñanzas. La incredulidad de Tomás, representa al positivista, el que cree tan sólo en lo que palpa y ve.

46. Pedro representa al temeroso de los juicios de los hombres y Judas a los que ponen precio a los bienes del espíritu.

47. En este tiempo no vengo a daros las riquezas terrestres, ya os las di en otros tiempos. Ahora vengo a colmaros de Sabiduría.

48. En todos los tiempos los hombres de ciencia han desmentido y combatido mis revelaciones y manifestaciones espirituales. Más Yo no combato la ciencia, porque Yo soy la Ciencia. Soy quien la inspira al hombre para el bien y recreo de él mismo. En verdad os digo que quien toma la ciencia para causar males, ése no ha sido inspirado por Mí.

49. Reconoced por su esencia mi palabra, Yo soy la vid, de ella estáis bebiendo el vino.

50. ¿Qué necesitáis para poder seguirme? Yo todo os lo daré. Edificando estoy un santuario en vuestro corazón para morar siempre en él, pues mi palabra a través del portavoz humano dejará de escucharse y sólo vuestro espíritu la sentirá vibrar en lo infinito.

51. Bienaventurados aquellos que tengan espiritualidad, porque sentirán mi presencia y serán los que, caminando entre miseria y lágrimas, lleven el consuelo y la salvación a esta humanidad.

52. Mi rayo universal ilumina vuestro entendimiento y en esa luz que os baña, os sentís llenos de mi presencia. Los videntes contemplan con regocijo y palpan esa luz que envuelve a todo espíritu. Han visto un gran libro, que muestro a Israel, en el que está contenida la lección y está abierto en el sexto capítulo.

53. Habéis sentido muy cerca de vosotros el reino que os fuera prometido al oír mi palabra y ya presentís la dicha que os espera. Todos vuestros temores se disipan, porque empezáis a reconocerme como Padre; y al contemplar el cumplimiento de mis promesas que fueran dadas en otro tiempo al pueblo de Israel, al pueblo escogido, os llenáis de esperanza y empezáis a formar grandes propósitos de enmienda y acatamiento a mi Ley.

54. En mi nuevo advenimiento, me acompañan espíritus de gran luz, seres que os están anunciando la proximidad de mi Reino y preparando el corazón humano.

55. Vuestro mundo se ha iluminado con mi presencia; pronto penetraréis en una era de renacimiento espiritual que os ha de llevar al resurgimiento de todas las virtudes y que ha de colocaros en planos superiores; mas así como he venido a vosotros, he llegado a otros mundos, donde lucha y se perfecciona el espíritu y restituye con dolor. Entre esos mundos y el vuestro he venido a establecer alianza. Quiero que enlacéis vuestro pensamiento con los seres que los habitan, que dediquéis una oración que consuele e ilumine al espíritu atribulado de vuestros hermanos.

56. Así lograréis comprender que vuestra misión no está reducida tan sólo a ayudar a vuestros hermanos visibles, sino que hay seres que no conocéis, que no podéis palpar desde vuestra actual morada y que, sin embargo, están necesitados de vosotros.

57. Este mundo que hoy es vuestro hogar, donde habéis tenido mi manifestación clara, es propicio para que intervengáis ante Mí rogando por esos seres de que os hablo.

58. En cada era me he manifestado lleno de sabiduría, de esencia, de amor. Vosotros habéis sido testigos de mis manifestaciones. ¿Quién ignora que Yo, Jehová, hablé al mundo desde sus primeros días? ¿Quién no sabe que vine en Jesús a daros mi enseñanza? Quiero que la Humanidad sepa que hoy he venido a esclarecer y a explicar toda palabra y todo misterio que hubiese contenido el libro de la sabiduría eterna.

59. En vuestro continuo tránsito habéis sido protegidos por Mí; sois eternos viajeros y no sabéis el futuro que os espera. No adivináis cuándo se acerca la tempestad, ni cuándo aparecerá el iris de la paz. Sólo Yo, que soy el que velo por vosotros, os anuncio, cuando estáis preparados, lo que ha de venir. Este valle, que en algunas ocasiones ha sido propicio y amable para vosotros, también os ha sido hostil y os ha hecho derramar abundantes lágrimas, con las cuales habéis lavado y purificado vuestro espíritu.

60. Venid a Mí; estáis cansados del camino; venid bajo la sombra de este árbol, el cual se presenta ante vosotros lleno de misericordia y amor para todos sus hijos; y cuando hayáis descansado y todas vuestras penas se hayan aliviado, pensad en los que sufren y abogad por ellos. Mirad que Yo todo les puedo dar sin vuestra mediación, pero me place que se manifieste en el hijo el amor, la caridad y la misericordia, para llegar a compartir el dolor o la dicha de sus hermanos.

61. Vuestra existencia no tiene límite, el final de la carne no es el del espíritu, porque cuando ella baje a la tierra, éste le sobrevive y encuentra en su nueva vida infinitos motivos para luchar y seguir escalando. Es entonces cuando el espíritu, libre de la materia que lo ha estado oprimiendo, se liberta y encuentra un campo vasto donde aplicar sus dones y las virtudes que posee.

62. Cuando Jesús expiró en la cruz, se borró de vuestra mente la figura del hombre y me concebisteis infinito, capaz de penetrar en todas las moradas, para abarcar con mi amor al Universo.

63. Contemplaos todos como iguales, amaos fraternalmente, porque después de 1950 desaparecerán de entre vosotros los cargos, no habrá guías ni portavoces, columnas o videntes, facultades o plumas de oro, ni piedra fundamental, ya no habrá distinciones; para ser grandes me basta veros preparados aun cuando no hayáis tenido cargos, para que Yo derrame mi inspiración por vuestro conducto y por ella os guiéis.

64. No sólo los que han llevado esos cargos son los que están capacitados para desempeñar grandes misiones. Quiero que todos sirváis a esta causa y que en cada uno de vosotros lleguen a estar encerrados todos los cargos, para que os sintáis responsables de mi Obra.

65. Mi palabra dejará de materializarse y con ello alcanzaréis mayor espiritualidad, porque entonces me buscaréis en el infinito, elevando vuestro pensamiento, buscaréis agradarme ejecutando obras meritorias, y eso os dará mayor progreso espiritual.

66. Quiero que os sintáis como verdaderos hermanos, que viváis unidos, para que lleguéis a sentiros más próximos los unos a los otros, para que estéis más cerca de Mí. Los que hayáis alcanzado mayor comprensión de mi Obra, enseñad a vuestros hermanos, a todos aquellos que van dando sus primeros pasos. Daos la mano, protegeos los unos a los otros. Esta es mi voluntad.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 220

1. Bienvenidos seáis ante Mí, discípulos.

2. He aquí al Maestro que cumple su promesa del Segundo Tiempo, viniendo como Espíritu Santo a iluminar con su luz al Universo.

3. Ante Mí se encuentran los que dudaron, los que blasfemaron en contra mía, pero que ahora vienen arrepentidos a pedir perdón y a convertirse en mis siervos.

4. Antes de que Yo llegara, ha sido Elías con vosotros, para disipar la noche y traeros la luz, para acercaros a la fuente de gracia y sabiduría que soy Yo.

5. Os he encontrado preparados y os he hecho sentar a mi mesa, para que saboreéis mis manjares.

6. Espiritualmente estoy derramando mi sangre gota a gota, para trazaros el sendero de restitución, para que nunca más os alejéis del camino.

7. Mi amor se desborda sobre vosotros, mas no todos sois sensibles a él. Mientras unos lo sienten en su corazón, otros permanecen aletargados. Sin embargo, a ninguno aparto de mi mesa porque la resurrección espiritual será en todos mis hijos.

8. Los que en verdad han sentido mi presencia en esta comunicación, me dan gracias por el consuelo que mi palabra ha traído a su corazón, que se sentía solo y abandonado.

9. Este recinto no es la casa del Padre; mi altar se encuentra en vuestro corazón, vuestra fe es el cirio encendido a Mí, y vuestra conciencia es esa luz superior que brilla en vuestro sendero, que os aparta de los malos caminos, que os advierte de los abismos, que os alienta al bien.

10. Sabéis que Yo hice la luz, como hice todo lo creado, para que esa luz que llamasteis día, os descubriese las grandezas de la Creación y tuvieseis conocimiento de mi amor y mi poder.

11. Os formé a imagen y semejanza mía, y si Yo soy Trino y Uno, en vosotros existe también la trinidad.

12. Vuestro cuerpo material representa a la Creación, por su formación y armonía perfecta. Vuestro espíritu encarnado es una imagen del Verbo que se hizo hombre para trazar en el mundo de los hombres una huella de amor, y vuestra conciencia es una chispa radiante de la luz divina del Espíritu Santo.

13. Siempre que el hombre se ha apartado de mi Ley, desoyendo la voz de su conciencia ha penetrado en la noche de la tentación, de las tinieblas y del pecado, entonces he tenido que juzgar sus actos y ante mi justicia ha experimentado dolor. Pero siempre le he concedido ocasión para el arrepentimiento y le he dado tiempo para su restitución. Ante mi justicia se ha doblegado el pecador, pero más tarde al recibir mi perdón y mis complacencias, ha reincidido en su pecado. Para mostraros el sendero de vuestra restitución vino a materializarse entre vosotros vuestro Dios y la Madre Universal hubo de hacerse mujer para redimiros con su ternura.

14. Espiritualmente habéis recorrido un largo camino y ahora os asombráis ante la intuición y el desarrollo que manifiestan las nuevas generaciones desde su más tierna infancia; porque son espíritus que han vivido mucho y que ahora vuelven, para caminar delante de la humanidad, unos por las sendas del espíritu y otros por los caminos del mundo, según sus dones y su misión. Mas en todos ellos, la humanidad encontrará la paz. Esos seres de que os hablo serán vuestros hijos.

15. Ya no es tiempo de que transitéis por desiertos, ni de que os ocupéis en misiones vánales. Pensad en el futuro, y preparad a la humanidad del mañana, porque al hablar de mi Doctrina y al derramar mi bálsamo de curación, los hombres sorprendidos os preguntarán ¿De quién habéis recibido tan gran lección y quién os ha dado tan extraño poder de sanar las enfermedades? Entonces la humanidad verá mi poder en las obras de amor de mis labriegos.

16. Al espíritu le están concedidas siete etapas para su evolución y perfeccionamiento en varias reencarnaciones, para su progreso y expiación, mas no le está dado recordar las reencarnaciones anteriores; la materia es como un denso velo que las cubre. Sólo la conciencia os da la intuición de que debéis caminar hacia adelante por el camino de la luz, que es el de la perfección.

17. Ese camino, es la escala con siete peldaños que conducirá al espíritu a mi seno, donde quedará irradiando eternamente su luz sobre los que queden en los peldaños más bajos.

18. Ese es mi plan divino y eterno; vosotros sois mis colaboradores y llegaréis a reinar conmigo, cuando hayáis roto las cadenas del materialismo.

19. ¡Apresuraos! ¡Todo cuanto podáis hacer ahora, hacedlo! Practicad mi Enseñanza y experimentaréis mi paz aun en medio del caos de este mundo.

20. ¡La Fe, la Esperanza y la Caridad, como ángeles, quedan flotando sobre vuestro espíritu!.

21. Os ilumino el corazón, el espíritu y la mente, para que en este tiempo de mi comunicación, comprendáis la sabiduría de mi palabra. Este tiempo dejará su huella en las generaciones venideras para que comprendan la era que van a vivir.

22. He venido como faro de luz a iluminar vuestro espíritu, a fortalecerlo, y he sido resurrección para todos aquellos que escuchándome, han creído; porque al conocer la paz de la vida superior, se han levantado formando propósitos de enmienda y haciendo renunciación de los bienes superfluos. Si logran sostenerse en las pruebas, formarán mi ejército de soldados de buena voluntad. Irán a enfrentarse al mundo de maldad, poblado de mentes turbadas que sirviéndose de lo que Yo he creado, aún me niegan, a un mundo convertido en desierto cuyas arenas candentes requeman las plantas del caminante, y en ese desierto inclemente, vendavales de ideas les azotarán sin piedad.

23. Oídme: Preparaos y no temáis, que si en vosotros hay fe y lleváis como ideal mi Obra, tendréis en la jornada mi fuerza como báculo que os sostendrá.

24. Dejad que en vuestro corazón se acrisole el amor y la fe, porque de ellos brotará el perdón para quien os ofendiere. En verdad os digo, que ante esa muralla siempre se ha detenido la maldad. Tendréis que beber cálices amargos, oh discípulos muy amados.

25. La lucha comenzará después de mi partida, cuando haya dejado de ser vuestro consejero a través del entendimiento humano, y sólo encontréis mi palabra en los escritos que os dejaré.

26. Mi palabra os ha explicado todo lo que antes fuera un misterio para vosotros, para que nada ignoréis y sepáis enfrentaros serena y valerosamente a las pruebas.

27. Habéis tenido a través de mis lecciones, un tiempo de alegrías imborrables. Vuestro espíritu que anhelaba goces elevados, quedará satisfecho, porque pudo contemplar en la esencia de mis manifestaciones, la luz de la verdad, la vida del espíritu que os espera; aquella vida donde nada se limita, donde todo es hermoso y perfecto, de la que con sólo su reflejo podríais purificar vuestro espíritu.

28. Al presentir aquella existencia, vuestro espíritu siente el goce de la eternidad, vuestra materia se reanima y se levanta, porque sabe que todos sus dolores, sus combates y sus renunciaciones encontrarán la más justa de las compensaciones para el espíritu: La Paz.

29. Esto que estáis adquiriendo, es espiritualidad, porque espiritualidad es también conocimiento de la vida eterna, mas si llegáis a armonizar con la Creación, habréis encontrado una forma más de la espiritualidad, porque estaréis viviendo dentro de mis leyes. Si antes era para vosotros el declinar del cuerpo como el fin del camino, hoy sabéis que ahí es donde principia la senda. La materia es tan sólo una fugaz vestidura. Ya reconocéis que no sólo sois substancia sin también esencia, porque sabéis que donde termina el hombre, no es el final en el camino del espíritu.

30. Y preguntáis: Maestro, ¿Entonces es posible que lo que es esencia se mezcle con lo que es materia? Y Yo os digo: Sí, mis hijos, porque el Padre que es omnipotente y omnipresente, está en todo lo creado para que tenga vida.

31. Escuchad siempre la verdad, ella es como el agua cristalina que deja ver todo cuanto hay en su fondo. Sabedme encontrar en vuestra propia inspiración.

32. Sencilla es mi palabra aun cuando hable de grandes revelaciones, pues así como en forma clara y comprensible os he explicado cómo es el camino que conduce al verdadero Cielo, así también os digo que con mi palabra, aboliré en este tiempo el infierno que los hombres a través de religiones y erróneas interpretaciones, han forjado para inspirar temor y poner una venda de ignorancia a la humanidad.

33. Mi palabra es como un libro, he abierto ante vosotros sus páginas para mostraros la sencillez del más allá. Los tiempos en que los hombres cumplían en forma religiosa, olvidándose de la Ley pasarán, porque aquello era prevaricar.

34. Yo no he venido a infundiros temor; he venido a inspiraros amor.

35. Os he enseñado que Yo no os castigo, que sólo dejo que vayáis a recoger frutos de vuestra siembra, los cuales si son dulces, serán vuestra felicidad y vuestra salvación, y si son amargos, os despertarán al arrepentimiento y al deseo de perfeccionaros.

36. Para ayudaros en vuestra lucha, he preparado un nuevo día lleno de luz y de gracia, para que os recreéis con mi palabra, pueblo de Israel.

37. Desde vuestra niñez, en vuestra juventud, en la edad madura y en la ancianidad, me habéis buscado, habéis llegado a Mí, en distintas edades. Contemplo en las congregaciones que forman el pueblo de Israel, desde el niño recién nacido hasta el anciano.

38. El anciano me dice: tarde llego ante Vos, oh Padre mío, y muy poco tiempo gozaré de vuestra palabra, beneficios y caridad. Y el Padre le dice: Anciano, sed conmigo, nunca más os apartéis de Mí. Seguidme hoy, y cuando vuestro espíritu llegue a los umbrales del valle espiritual, y sea en la nueva vida, no tendréis edad. Seréis siempre joven y fuerte. No lamentéis haber llegado ahora que vuestro cuerpo está cansado y enfermo, a conocer la luz de mi Doctrina. Mirad que he llamado a los niños y en el seno de mi Obra han crecido, y hoy que se encuentran convertidos en hombres y mujeres, se han alejado, se han cansado de mi palabra y han ido en busca de nuevos senderos, olvidando mis consejos y mis caricias. Mas Yo los atraeré nuevamente y en la hora final, todos serán conmigo porque Yo estoy en todos los planos en los que el espíritu habita.

39. Cuando el hombre se aleja de la senda del bien, por la falta de oración y de buenas prácticas, pierde su fortaleza moral, su espiritualidad y queda expuesto a la tentación, y en su debilidad, da cabida a los pecados, y éstos enferman el corazón. Mas Yo, he venido como Doctor al lecho del enfermo y he puesto en él todo mi amor y mi cuidado. Mi luz ha sido como agua cristalina en los labios abrazados por la fiebre y al sentir mi bálsamo sobre su frente, me ha dicho: Señor, sólo vuestra caridad puede salvarme. Me encuentro gravemente enfermo del espíritu y la muerte llegará muy pronto a Mí. Y Yo le he dicho: No moriréis, porque Yo, que soy la vida, he llegado y todo lo que habéis perdido, os será devuelto.

40. Id al cumplimiento de vuestros deberes y todo el mal que habéis hecho, convertidlo en bien. Yo os doy la fortaleza para que llevéis a cabo esta gran obra de regeneración, porque tengo para vos una gran misión.

41. Así os encuentro en el Tercer Tiempo, conozco vuestro mal y vuestra angustia, mas todos seréis salvos, porque en vosotros está el principio de la vida eterna.

42. Preparaos, para que al haceros dignos de Mí, podáis presentarme vuestro corazón como un vaso limpio por dentro y por fuera, en el que Yo deposite mi palabra y con la luz que os entrego podáis analizarla. De cada una de mis palabras, formad frases y con ellas grandes libros. Preparo vuestro entendimiento, para que habléis a vuestros hermanos y calméis el hambre de verdad y de justicia que siente la humanidad.

43. Apreciad mi palabra, para que no digáis de mi partida: “Cuan grande era el privilegio que tenía, y no supe comprenderlo”.

44. No quiero que seáis como los hijos que, teniendo a su lado un Padre bondadoso y amante, lo desprecian, y cuando éste ha cerrado los ojos para este mundo y lo hago ocupar un lugar en el valle espiritual, entre los hijos predilectos por su virtud; entonces aquéllos, lloran su falta de amor y de gratitud para aquel Padre y reconocen tarde el bien que tenían y que no supieron apreciar.

45. Trabajad ahora que me tenéis con vosotros, para que podáis decir al mundo: El Señor está hablando y dando pruebas de su presencia. Acercad a Mí a los que me buscan, pues ellos creerán. Mañana tendréis que prepararos para llegar a convencer a vuestros hermanos.

46. A cada instante llegan a vosotros penalidades que os hacen llorar y me decís: Maestro; ¿Por qué me pruebas, si me has prometido la paz? y Yo os digo: Es que gracias a esas pruebas el espíritu permanece alerta. En medio de la tranquilidad, la luz de vuestra fe se apaga y os detenéis en el camino de lucha y perfeccionamiento. Si vuestro cuerpo os duele, o las penas afligen vuestro corazón, conformaos, porque habéis recobrado hoy en mi Obra la paz y la salud del espíritu.

47. Llegará el día en que vosotros ya preparados, vayáis a la humanidad con vuestras pupilas abiertas y vuestra intuición desarrollada, para penetrar con respeto en el interior de los corazones y descubrir su dolor, su pobreza espiritual y con mi enseñanza podréis calmar su necesidad y alentar a su espíritu.

48. Siempre que pongáis en práctica mi palabra, contemplaréis prodigios. Ella no os defraudará jamás. Si os preparáis debidamente iréis cumpliendo con vuestra misión y con mi voluntad.

49. A cada recinto le he dado una misión determinada: a unos los he preparado como arca salvadora para todos aquellos que no han encontrado comprensión en sus hermanos, para el desarrollo de sus dones. A otros como fuente de luz, en donde he derramado mi sabiduría. En otros me he manifestado como amor, derramando ternura y caridad. Aún surgirán nuevos recintos y nuevos labriegos, pues estoy preparando a los postreros. Estos serán como un báculo para los primeros. Hoy son pequeños párvulos, mas se convertirán en mis discípulos, y más tarde, serán los maestros de las nuevas generaciones.

50. Para ser reconocidos, tenéis que vivir en la virtud, en el cumplimiento de todos mis preceptos. En mi Obra todos sois iguales, primeros y postreros. Los últimos han tenido que prepararse en menos tiempo para instruirse en mi enseñanza.

51. A los labriegos les digo: Preparaos, para que el Mundo Espiritual se manifieste con perfección a través de vuestro entendimiento, y la palabra que brota por vuestros labios, sea pura y tenga esencia espiritual. No permitáis que mi inspiración al pasar por vuestro entendimiento, se empañe. Si es muy grande vuestra responsabilidad, también será grande vuestra recompensa. La alegría y la paz que disfrutaréis, cuando hayáis cumplido, no la habéis presentido. Vuestros dones son de gran valor y os llevarán a la felicidad verdadera.

52. Espíritus desencarnados, de distintas condiciones se acercan a los labriegos en busca de caridad, y cuando han encontrado cerrada la puerta de vuestro corazón y no les habéis dado consuelo, se ha quebrantado vuestro cerebro y han dejado su influencia de dolor y de inquietud entre vosotros.

53. El cumplimiento os espera. Sed caritativos. Israel ha sido preparado para llevar la luz y la paz a los espíritus necesitados y en tanto no cumpláis, sentiréis sobre vosotros pesar una gran cruz de deberes, que no os dejará hasta que hayáis trabajado.

54. Yo os prometo mi paz como galardón precioso.

55. Os encontráis purificados en vuestro pensamiento y en disposición de escucharme. Incansablemente me presento entre vosotros para repetir mis divinas manifestaciones, para que lleguéis a destruir la duda que aún pudiera existir en vuestro corazón.

56. He manifestado mi presencia y mi esencia para que nadie pueda negar que he estado entre este pueblo.

57. Esta sabiduría que derramo a través del pedestal, no ha sido tomada de los libros, no es el acopio de los conocimientos que el hombre haya podido adquirir a través de los tiempos; tampoco os estoy haciendo historia como lo hace la humanidad.

58. Yo vengo a manifestar mi luz a través de un hombre igual a vosotros, con conocimientos semejantes a los que vosotros lleváis, y lo único que busco, es la limpidez del entendimiento y la pureza del espíritu del que va a convertirse por un instante en un instrumento y portavoz de la Divinidad, como también la preparación y recogimiento espiritual de los que van a escucharme. Cuando esta unión de pensamientos y voluntades se realiza, la luz de mi Espíritu viene a vosotros, porque en esos instantes vuestro espíritu se ha despojado del materialismo y vuestro corazón comprende el bien; porque todo vuestro ser siente la necesidad de acercarse al Padre, convencidos de que no sois capaces de realizar sin mi ayuda, grandes acciones, ya sea en lo espiritual o en lo material.

59. Llegasteis a Mí con el corazón destrozado por las dudas, porque hacía mucho tiempo que buscabais la verdad sin encontrarla y al escuchar mi palabra, de pronto dudasteis; mas luego llegó la fe y quisisteis saber lo que existe aparte de vuestro cuerpo y de la vida material; quisisteis comprender esos dones y os convencisteis de que, cuando el cuerpo que ahora poseéis quede inerte bajo la tierra, vuestro espíritu seguirá viviendo, porque una voz os dice que no sois únicamente materia.

60. Y os preguntáis: -¿Qué es el espíritu? ¿En qué forma vive? ¿Cómo debemos prepararlo para que penetre en el mundo en que ha de habitar eternamente? ¿Qué evolución deberá alcanzar? ¿Y qué relación tendrá con los demás seres espirituales y aun con la misma Divinidad?

61. Todas estas preguntas os habéis hecho; el interés os atrae; ese interés más tarde se ha ido convirtiendo en una necesidad espiritual, reconociendo que lo que habéis escuchado de labios del portavoz ha conmovido profundamente vuestro corazón.

62. Habéis venido sin ser obligados por nadie, tampoco habéis venido engañados. No ha sido la ostentación o el esplendor lo que os ha deslumbrado, ya que habéis encontrado estos lugares pobres y humildes; ha sido la luz resplandeciente de mi palabra.

63. No os entristezcáis cuando recordéis que desde el Segundo Tiempo os dije: Muchos son los llamados y pocos los escogidos; porque en verdad no soy Yo el que escojo. Yo llamo a todos y Conmigo quedan los que me aman y quieren seguirme. Si vosotros que habéis sido llamados queréis ser de los que me sigan, perseverad.

64. Mi palabra y mis revelaciones son para todos; unos llegarán primero a la comprensión, otros más tarde, pero todos llegarán.

65. El hombre, por el libre albedrío de que goza, es quien voluntariamente escoge el camino que le agrada, el que comprende o el que más fácil le es de seguir. A todos hago el llamado, pero aquél que más preparado se encuentra, es el que escoge mejor camino. Así, aquél que viene a escuchar mi palabra y ha sido sensible al llamado y se ha estremecido al oír mi lección, encontrará en ella la verdad que busca y ya no se apartará. Estos serán los que no necesiten de la ostentación y grandeza de los templos edificados por los hombres, porque no les inspiran ya ni devoción ni fe. Saben que esos templos serán innecesarios cuando el hombre haya logrado la espiritualidad; su preparación será un llamado a la perfección; y es mi Divinidad quien se acercará a él para purificarle. Así habitaré en su corazón y estableceré entre él y mi Espíritu la verdadera comunión espiritual.

66. Si por un instante pudieseis desprenderos totalmente de vuestra parte material, se llenaría de gozo vuestro espíritu al sentirse envuelto en la luz del Más Allá. Esa luz es la que llega a vosotros en forma limitada a través de mi rayo divino. Me limito para haceros sentir mi presencia, porque siendo Yo fuerza universal, creación, poder, luz y vida, no podría venir a vosotros en toda mi potencia.

67. Así como tomáis del sol que os alumbra solamente los rayos necesarios para vivir, también os digo, si abusaseis de esa fuerza, os dañaríais porque ella es demasiado grande y fuerte para criaturas como vosotros.

68. Lo mismo acontece con lo espiritual. Tenéis que tomar de la Divinidad la parte necesaria a vuestro espíritu, sabiendo que en esa chispa que recibís tendréis toda la fuerza para sentir la inspiración que mueva las fibras de vuestro corazón, la luz que os dé entendimiento y comprensión para cumplir vuestra misión. En ella encontraréis esa armonía que debe existir entre Dios y el hombre.

69. Os hablo así para ayudaros a comprender esta manifestación, para que elevéis la parte espiritual y vuestra mente reciba la inspiración del más allá, el consejo elevado que os enseñe la forma en que debéis vivir. Entonces comprenderéis que la parte más pequeña de vosotros, es la materia que por envoltura tenéis.

70. Yo soy como un sol, vosotros sois como una chispa de él. Fuisteis creados pequeños para que crecieseis por vuestros méritos desarrollando vuestros dones. Fuisteis puros en un principio, pureza que más tarde manchasteis en las pruebas y en el pecado, porque fuisteis puestos en un camino donde os levantaseis por el esfuerzo de vuestra voluntad, para que en él hicierais méritos y levantaseis cosecha. ¿Qué esfuerzo hubierais hecho por elevaros, si siempre hubieseis habitado en las alturas? ¿Qué anhelo de desarrollaros podría haber en vosotros, si desde el principio hubieseis sido grandes? ¿De qué méritos podría haberos Yo recompensado, si siempre hubieseis sido perfectos? Pero llegasteis a la Tierra y en ella encontrasteis el sentimiento opuesto a la perfección, al bien. Encontrasteis la tentación que induce al mal, la debilidad de la carne, las asechanzas del mundo. Allí comenzó la lucha del espíritu dentro de la envoltura cuya naturaleza era diferente a la suya. El espíritu, desorientado en un principio por el mundo y la Naturaleza de que se veía rodeado, cayó en el letargo, dejando que la materia creciese y obrase de acuerdo con sus condiciones terrenales, con sus pasiones materiales.

71. Fue necesario que el espíritu viniese entonces a la Tierra a encarnar nuevamente, una vez tras otra, en diferentes materias, más perfectas unas que otras, unas con vida más larga que otras, todas de diferentes inclinaciones, para que el espíritu se formase un concepto de sí mismo, para que adquiriese conocimiento y elevación. Así, paso a paso, pudo llegar el tiempo presente en que pudiera no sólo comprender, sino aun conocer su futuro entre la Humanidad y también la vida espiritual que le espera. Quien llega a adquirir amplio conocimiento a través de su lucha, no necesitará para su evolución de nuevas materias, porque estará capacitado para habitar en las moradas espirituales. Así irá escalando peldaño por peldaño la escala de perfección hasta llegar a Mí.

72. Si es tan grande vuestro destino y vuestro espíritu es semejante a Mí, ¿Cómo podéis caer en idolatría y hacer con vuestras manos una imagen para adorarme en ella? ¿Por qué no me admiráis mejor a través de esta Naturaleza, ya que no sabéis ir hasta lo espiritual, y os inspiráis en la contemplación de su magnificencia, en la vida que brota y palpita a cada paso que dais, en el sin número de bellezas y maravillas, con que he adornado vuestra morada, en el firmamento donde brillan millares de mundos desconocidos para vosotros y que os hablan de vida, de ley y de obediencia, para que forméis vuestra oración de amor, vuestra acción de gracias y vuestra confesión?

73. Este es vuestro tiempo ¡Oh espíritus! ¡Despertad, levantaos, venid a Mí!

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 221

1. Pueblo, voy a tocar vuestras fibras más sensibles para prepararos y haceros dignos de recibir mi enseñanza.

2. Voy a hablaros de la Madre divina, de ese espíritu que encarnó en el Segundo Tiempo para cumplir un elevado destino.

3. María fue enviada para manifestar su virtud, su ejemplo y divinidad perfecta. No fue una mujer más entre la humanidad. Fue una mujer distinta y el mundo contempló su vida, conoció su manera de pensar y de sentir, supo de la pureza y gracia de su espíritu y cuerpo. Ella es ejemplo de sencillez, de humildad, abnegación y amor. Y a pesar de que su vida ha sido conocida por el mundo de aquel tiempo y de las siguientes generaciones, hay muchos que desconocen su virtud, su virginidad. No se explican el hecho de que haya sido virgen y madre y es que el hombre es incrédulo por naturaleza y no ha sabido juzgar las obras divinas con el espíritu preparado. Si estudiara las escrituras y analizara la encarnación de María y la vida de sus antecesores, llegaría a saber quién es Ella.

4. María es esencialmente divina, su espíritu es uno con el Padre y con el hijo, ¿Por qué juzgarla humana, si fue la hija predilecta, anunciada a la humanidad desde el principio de los tiempos como la criatura en quien se encarnaría el Verbo Divino?

5. Entonces ¿Por qué blasfema el hombre y duda de mi poder y escudriña sin respeto mis obras? Es que no ha profundizado en mi enseñanza divina, no ha meditado en lo que hablan las escrituras, ni acepta mi voluntad.

6. Hoy, en el Tercer Tiempo, también duda de que Ella venga a comunicarse con los hombres y Yo os digo que tiene participación en todas mis obras porque es la representación del amor más tierno que se alberga en mi Espíritu Divino.

7. Os he dado pruebas de esta verdad y he permitido que los profetas de todos los tiempos testifiquen a María como la Madre Universal; hoy los que poseen este don, también han visto manifestarse en símbolos o alegorías que la representan; habéis sentido su influencia maternal que os acaricia, su fortaleza y consuelo aliviando vuestras penas, y también presentís que su intercesión os ha salvado de muchos peligros; en este tiempo en el que va el mundo transitando por diversos caminos conducidos por la ciencia en vertiginosa carrera, en el que la materialización, la vanidad y los placeres le han alejado del verdadero camino.

8. Por eso vengo a llamar al corazón de mi pueblo para doctrinarlo y enviarlo después como emisario de esta buena nueva.

9. Siempre han sido desconocidos mis enviados, mas no temáis que el Todopoderoso está con sus siervos. Yo mismo fui desconocido, ya que no todos supieron ver en Cristo, la presencia de Dios y sólo alcanzaron a ver en El, a un profeta, o a un iluminado.

10. Tuve que dar testimonio de Mí mismo, con mi vida, mis obras y mi muerte sobrehumanas. Y ante aquella verdad se levantaron muchos con la fe ardiente en su corazón, que testificaron mi Doctrina.

11. Aun muerto no os abandoné, porque después del sacrificio me manifesté espiritualmente en plenitud de vida. Llegué entre mi pueblo del valle espiritual y ahí le preparé, le envolví en mi luz, le atavié con la blanca vestidura de la pureza y le envié al mundo a encarnarse nuevamente. Mas llegó el tiempo de reunir las tribus de mi pueblo y les hice el llamado hacia este jirón de tierra. Porque sois en verdad el pueblo de Israel, mas no por la sangre sino por el espíritu. Mi reino no es de este mundo ni vuestra morada eterna está en la Tierra.

12. Ved a vuestro Rey y Señor, cómo desciende entre la maldad humana lleno de humildad y amor para hacer llegar sus enseñanzas a los muertos a la luz del Tercer Tiempo.

13. Ya no me busquéis en cultos idólatras. Ya no es tiempo de que me améis con fanatismo. Desde los primeros tiempos he combatido estas malas inclinaciones entre vosotros y os he revelado la comunicación directa con mi Espíritu, por medio de la oración.

14. Las escrituras de los tiempos pasados podrían revelaros lo que hoy os repito, pero el hombre se ha atrevido a falsear mis verdades para difundirlas adulteradas. Y ahí tenéis una humanidad espiritualmente enferma, cansada y sola.

15. Por eso mi voz de ¡Alerta! se deja escuchar a través del portavoz, porque no quiero que encontréis la confusión.

16. Por el camino que os estoy trazando, podréis encontrar el que os enseñé en los tiempos pasados, porque todos son uno mismo.

17. Van los hombres caminando con ansiedad, en busca de justicia, de verdad, de caridad y amor. Van tropezando y cayendo ante la indiferencia humana. Más los que han oído esta voz en el Tercer Tiempo, han sentido mi presencia y en mi esencia han calmado hambre, sed y dolor. Sin embargo, entre los que han sido testigos de mi manifestación, existen aquellos que la niegan, creyendo imposible que Dios se digne comunicarse a través del hombre pecador. Al incrédulo le digo que la luz purísima de la Divinidad no se empañara con el pecado humano, porque mi luz es infinitamente superior a las obras buenas o malas de los hombres y además he venido a dar luz al que se encuentre entre sombras.

18. Hay un placer divino en llegar hasta el pecador, confortar su corazón, hacerle sentir el calor del Padre, y darle a conocer el sabor del pan de vida eterna.

19. Vosotros que me oís y que sabéis que formáis el pueblo del Señor, comprended que hasta ahora no habéis cumplido la misión que el Padre os asignó desde el principio de los tiempos, que habéis ocultado la Ley y habéis sembrado los caminos de dolor; pero la amargura y las vicisitudes os han hecho conocer el dolor para que podáis comprender y amar a vuestra hermana humanidad.

20. Mi palabra es universal, mas si no es escuchada por todo el mundo es por su materialismo, que cual venda de obscuridad cubre sus ojos, y su oído espiritual ha perdido la sensibilidad para escuchar al Verbo Divino.

21. Tiempos de peligro se acercan. La guerra con su caudal de dolor, miseria y luto hará estremecer una vez más a los hombres. Se turbarán las mentes y los espíritus, y todo ello hablará a la humanidad de su falta de obediencia a mis leyes de amor y de justicia. Más Yo como Padre de amor, me interpondré ante el caos y haré brillar mi luz en el firmamento como una aurora de paz y redención.

22. Os estoy preparando para que seáis mañana la luz del mundo, que seáis vida y pan, caridad y amor entre vuestros hermanos.

23. Penetrad en mi palabra y en su esencia me hallaréis.

24. Mi palabra, es luz y paz para el espíritu, desciende en estos instantes a vuestro corazón. Busca mi luz a ese pueblo que en los tres tiempos ha recibido mis divinas lecciones.

25. Dormía Israel, cuando de pronto las señales de mi llegada comenzaron a despertarle y a inquietarle. Me presenté entre los hombres y abrí para ellos una nueva era.

26. Traje en mis nuevas lecciones mayores enseñanzas que las de los tiempos pasados, porque encontré más capacidad en las mentes y mayor evolución en los espíritus.

27. No toméis como una distinción el hecho de haber escogido un pueblo de la Tierra entre los demás; Yo amo igual a todos mis hijos y a los pueblos que ellos han formado.

28. Cada pueblo trae una misión a la Tierra, y el destino que Israel ha traído es el de ser entre la humanidad el profeta de Dios, el faro de la fe y el camino de perfección.

29. Mis profecías y revelaciones que desde los primeros tiempos os he hecho, no tuvieron una justa interpretación porque no había llegado aún la hora en que la humanidad las comprendiese.

30. Ayer, Israel era un pueblo de la Tierra, hoy, es una multitud diseminada en el mundo; mañana, el pueblo de Dios estará formado por todos los espíritus, los cuales en perfecta armonía, formarán junto con su Padre, la familia divina.

31. Mi palabra es el libro de la sabiduría que hará penetrar al hombre en una vida desconocida, más elevada y más bella, conocerá su esencia y a través de su espíritu comprenderá las revelaciones que antes le parecían arcanos insondables y que el Padre estaba dispuesto a revelárselas cuando la hora fuese llegada.

32. Buscaréis y amaréis las enseñanzas espirituales, y al ir en pos de ese ideal, sentiréis que se hace ligero vuestro tránsito en la Tierra. Cada hora que pasa, cada día y cada año que transcurren, os aproximan a la culminación de ese tiempo.

33. Estoy derramando a raudales mi palabra para que cuando cese de oírse, no caigáis en confusiones. No quiero que ese día sorprenda impreparados a los primeros ni a los postreros. ¡Con cuanta confianza podréis entregaros después a vuestro cumplimiento si sabéis comprender y obedecer mis mandatos!

34. Falta que os despojéis de muchas prácticas que todavía empañan vuestra vida y vuestro culto. Debéis de interesaros por elevar más vuestra existencia, para que lleguéis a leer en el libro divino que hay en Mí.

35. Hablo al espíritu más que al corazón, porque es el que puede concebir lo que quiere decir elevación y eternidad. Y a los que han hecho de esta Tierra su mansión eterna y en ella buscan su gloria, honores, placeres y poder, les digo: mirad vuestro mundo estremecido de dolor, poblado de miseria y desolación e iluminado por las falsas luces de una ciencia egoísta y vanidosa.

36. Toda la vida y las obras de los hombres son juzgados en estos instantes; hasta la Naturaleza por medio de sus elementos toca a los espíritus y habla a los corazones.

37. A cada criatura le preguntaré cuál es el fruto de su ambición. ¿Cuál será su repuesta ante el Eterno? ¿Y vosotros, multitudes que habéis oído mi voz en este tiempo y sabéis que en cada palabra mía habéis recibido un mandato, qué responderéis llegada la hora?

38. De cierto os digo, que a unos y a otros les estoy concediendo el tiempo necesario para que no se presenten desnudos delante de Mí, manchados o miserables. Os quiero fuertes para que sepáis enfrentaros a las vicisitudes, a las grandes lecciones de la vida, a las tentaciones.

39. En verdad os digo que sois más fuertes de lo que creéis, pero que os falta penetrar más en mi Doctrina para que sepáis descubrir en vuestro interior el tesoro espiritual con que está donada cada criatura.

40. Vosotros podéis solucionar conflictos, disipar tinieblas y hacer luz, alejar el mal y atraer el bien.

41. Soldados de Dios serán llamados los que sepan esgrimir sus armas y vencer con ellas toda adversidad. Los espíritus más evolucionados intuitivamente protegerán a sus hermanos más débiles, y éstos a su vez, presentirán cerca de cuál corazón se sentirán más seguros.

42. La grandeza del hombre no se la darán sus posesiones terrestres, ni sus títulos, ni su atavío; en el pobre podrá estar un espíritu elevado por su evolución y espiritualidad, y entre ellos están muchos que manifestarán a la humanidad la verdad eterna.

43. En esta hora en que os reunís conmigo, es para vosotros un momento de gozo espiritual, porque os disponéis para recibir mi inspiración y mis mandatos. Vuestro espíritu se ha purificado para recibir la esencia de esta enseñanza y comprenderla.

44. Unos habéis sido dóciles y habéis estado dispuestos a escucharme, otros se han obstinado en desconocerme y Yo espero paciente el despertar de estos discípulos. He venido como guerrero y me he lanzado a la conquista de los espíritus, porque son mis hijos. No será el rigor el que venza su reaciedad, sino mi amor y mi paciencia. Quiero que me miréis, que me reconozcáis, para que podáis amarme y sepáis que vivís dentro del Universo que Yo gobierno celosamente, y que debéis seguir el camino de rectitud que os he trazado.

45. Os he dado la Ley y he esperado vuestro cumplimiento basado en lo que os dice vuestra conciencia; no os he impuesto mi voluntad, puesto que os he dado voluntad propia, libre albedrío, facultades, para haceros semejantes a Mí, Mas si queréis saber mi anhelo, os diré que ya quiero veros caminar celosamente dentro de mis leyes de justicia, libres de errores, para que dejéis a vuestros descendientes, una simiente buena, un ejemplo claro, un sendero luminoso.

46. La lección que hoy os dejo para vuestro perfeccionamiento forma parte del libro de mi palabra, en el cual está contenida mi sabiduría para que sea estudiado y sentido más con el espíritu que con la mente o el corazón.

47. Hay mucha pobreza en el espíritu de los hombres por su escasa espiritualidad, de ahí nace la tristeza, la orfandad, el hambre. Esta humanidad que amo tanto, necesita alimentarse de sabiduría, de esencia pura y sólo la palabra divina la fortificará. Para que la humanidad tenga el testimonio del pueblo que me ha oído, aún tendrá que esperar vuestra preparación y entrega al cumplimiento de vuestra misión.

48. Os he enseñado a trabajar con el espíritu, para que vuestra obra sea pródiga en beneficios. Os he dicho que ahí donde vuestra planta no pueda ir, porque no podáis salvar las distancias, vuestro espíritu puede llevar vuestro mensaje y preparar el ambiente de pueblos y naciones que se encuentren en peligro, de hogares que hayan sido invadidos por la pena, o de enfermos que invoquen la caridad. Todo esto podéis hacer en mi nombre, os lo permito para que podáis presentarme mayores méritos.

49. Para el espíritu no hay distancia que no pueda salvar. Podéis llevar vuestra oración o un buen deseo a vuestros hermanos, y no encontraréis obstáculo que os detenga en vuestro afán de enviar a los demás vuestro mensaje de buena voluntad.

50. Vuestro espíritu presiente que ya está cercano el tiempo en que ha de penetrar en una etapa de mayor elevación, en la que ha de alcanzar la comprensión de sus dones en toda su significación.

51. No quiero que vayáis a quedaros sin recibir hasta la última de las lecciones que he de entregaros. Os daré a conocer mi Obra de este tiempo desde la primera hasta la última parte, para que os sintáis capacitados para presentar a la humanidad el testimonio de mi palabra con vuestras obras de amor.

52. Os he enseñado a orar, para que aprendáis a estar en comunicación conmigo y podáis recibir mi inspiración que vendrá a iluminaros en los momentos de prueba, porque los hombres se hundirán en un caos mayor que aquel por el que están atravesando y es menester que oréis por todos vuestros hermanos.

53. Estoy escribiendo la historia de la humanidad, en ese libro quedará impreso todo lo que en el mundo hicisteis. ¿Queréis presentar ejemplos de mansedumbre y de paciencia, o preferís dejar una herencia de desobediencia y rebeldía?

54. Muchos de vosotros ya no tendréis una nueva oportunidad de venir a la Tierra, a reparar en ella vuestras faltas, no poseeréis ese instrumento que hoy lleváis y que es vuestro cuerpo, en el que os apoyáis. Es menester que comprendáis que el venir al mundo es un privilegio para el espíritu, que nunca es un castigo; por tanto, debéis aprovechar esta gracia.

55. Después de esta vida iréis a otros mundos a recibir nuevas lecciones y allí encontraréis nuevas oportunidades para seguir escalando y perfeccionándoos. Si habéis cumplido vuestros deberes como hombres, dejaréis este mundo con satisfacción por la misión cumplida, llevando en vuestro espíritu la tranquilidad.

56. En este tiempo os he enviado no sólo para que vosotros os salvéis, sino que os he confiado una legión de seres encarnados unos y desencarnados otros, para los cuales debéis ser guías y guardianes.

57. A todos debéis llevarles mi palabra con la misma pureza con que os la he dado, sencilla en su exterior y profunda en su fondo, sustanciosa, plena de revelaciones para todos, lo mismo se trate de entendidos que de rudos. Y después de las grandes luchas que en el mundo se van a librar en busca de la verdad, triunfará mi Doctrina, prevalecerá una sola idea; el culto de los hombres a la Divinidad se simplificará para hacerse espiritual. Habréis conocido todos los caminos y habréis elegido el más corto para llegar a Mí.

58. Mi obra vendrá a coronar el esfuerzo de todos aquellos que han vivido en vigilia, esperando mi retorno. Esclarecerá muchos de los misterios que el hombre aún no ha logrado comprender, será un arma poderosa en manos de aquellos que aman el bien y la justicia, llenando de alegría los corazones.

59. Veréis convertirse a mi enseñanza a los grandes príncipes y dejar su reinado, su poder temporal para alcanzar el del espíritu, aquél que no se acaba jamás. Así veréis derrumbarse iglesias que antes lucieron fuertes en su soberbia y vanidad, para seguir mi huella de humildad. Los hambrientos buscarán con avidez hasta en la última de mis palabras al Espíritu de Verdad, al Consolador, al Maestro que regresa triunfante para restablecer su Reinado en el espíritu de los hombres.

60. Antes que todo esto suceda, toda impostura y falsedad será señalada, no permitiréis más adulteraciones. Los libros en los que no esté encerrada la Verdad, desparecerán y sólo quedará el único libro que Yo he confiado a los hombres y que ha sido escrito desde el principio de los tiempos en su propio espíritu.

61. Siempre que la humanidad se ha encontrado en peligro, he llegado para salvarla. Hoy estoy preparando a mi pueblo para que sea baluarte de esta humanidad que se ha empeñado en tantas luchas, que ha caído en un caos del cual no ha podido levantarse. Cuando esta prueba haya pasado, brillará el iris de la paz.

62. ¿Quiénes de vosotros estaréis en la Tierra para ese tiempo? ¿Quienes verán esa era de paz? En verdad os digo que no está lejano ese día y entonces este mundo será una imagen de la Tierra de Promisión que existe en el más allá.

63. El amor, que es el principio y la razón de ser de vosotros, estará en todos los corazones de los que se elevará un culto sencillo y puro que llegará Mí.

64. No habéis pensado en el mañana y esperáis tranquilos los acontecimientos. Estáis confiados en que el Maestro saldrá en defensa de su Obra y debéis de recordar que con mi Obra es al hombre a quien he venido a rescatar; Yo siempre he venido en contra de sus enemigos, éstos son su vanidad, su egoísmo, su amor al mundo, su materialismo; y Yo quiero que en esa lucha seáis los soldados invencibles para que detengáis y extingáis al mal que hoy habita en vosotros.

65. El arrepentimiento, como agua purificadora, está lavando a los espíritus y en ellos está penetrando la luz, el reconocimiento a mis mandatos, han comenzado a germinar los buenos propósitos.

66. Yo bendigo todas las obras y buenos pensamientos de mis hijos.

67. Vengo a concederos lo que os hace falta, ¿Qué pueden daros estas criaturas por quienes me comunico para alimentar a vuestro espíritu? Aunque son como vosotros, imagen mía y llevan mis virtudes, no están capacitados para ofreceros el pan del espíritu, miradlos sólo como mis instrumentos para esta comunicación que he establecido con el hombre.

68. El espíritu de Israel ha evolucionado y aún así no ha alcanzado la completa espiritualidad, y ha sido menester que Yo, a través del entendimiento humano, os entregue mis enseñanzas en lenguaje material para hacerme comprender de vosotros.

69. Los tiempos en que Jesús, mi Verbo encarnado se manifestó a los hombres, han pasado; El es ejemplo para los portavoces de hoy, y si éstos lo imitan, alcanzarán grandes inspiraciones y los seguirán grandes multitudes.

70. No todos han comprendido mi Obra escrita con letras imborrables a través de los tiempos; por eso me acerco a vosotros para ayudaros a analizar mi lección de los tiempos pasados y a estudiar las presentes revelaciones. Libertaos, pueblo, no más esclavitud ni cautiverio, sed libres para amar, creer, pensar, y trabajar por el bien universal.

71. Buscad y reconoced en vosotros la semejanza que tenéis conmigo, para que hagáis obras poderosas y dejéis ver mi imagen en vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. Si por el contrario, os apartáis del camino, os alejaréis de vuestro Creador y no permitiréis que mi Espíritu se manifieste en vuestras obras, estaréis limitando las virtudes con las que os he donado, perderéis la ruta y no sabréis de donde habéis venido adónde vais y cuándo será vuestro retorno a Mí.

72. El espíritu de los hombres está hambriento, busca en religiones, ideas o doctrinas, el alimento que le hace falta; siente el llamado de su Padre y no sabe dónde encontrarlo. Yo hablé a su espíritu desde la montaña, para que aprenda a elevarse y alcance la comunicación directa con mi Espíritu.

73. A todos invito a mi mansión, he hecho palpables mis manifestaciones; como buen Pastor estoy señalando el aprisco que es mi seno, para hacer descansar en él a los espíritus.

74. Todo os lo entregaré para ese viaje de retorno a Mí. Analizad la esencia de mi palabra, y en ella tendréis el conocimiento y la fortaleza necesaria.

75. No distingáis a nadie, en todos los caminos hay hombres de buena voluntad, espíritus que me aman y que saben recibir mis dones. Llevad presente mi precepto que os dice: “Amaos los unos a los otros”

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 222

1. Miráis muy cercana la partida del Maestro, y por eso lloráis en silencio porque os habéis acostumbrado a mi dulce palabra. Mas os digo: No partiré sin antes haberos dado mi última lección y así no seréis torpes al transmitir mi enseñanza.

2. Se avecinan grandes pruebas de dolor, y vuestra oración mucho podrá lograr en esas horas de amargura. Uníos en vuestro trabajo espiritual, acatad mis órdenes, porque no quiero que en el Libro de Oro queden impresas vuestras faltas y desobediencias.

3. En este tiempo ha sido grande el número de los llamados; cada vez que me presento entre vosotros, llegan nuevos corazones a engrosar estas filas; los cuales se asemejan a las tumbas, pues guardan en su interior a un muerto, que es su propio corazón.

4. Mas el dolor purifica a los espíritus, por eso muchos no volverán a encarnar. Irán a otros mundos a ocuparse en las misiones que les señale su Padre.

5. Vengo a ayudaros en vuestra regeneración, para que al desprenderos de este mundo, no tengáis que expiar vuestras faltas sino que lleguéis ante el Supremo Juez, limpios de toda mancha.

6. Comprended que todo cuanto hagáis a vuestros hermanos me lo hacéis a Mí, porque todos sois parte de Mí mismo. No lo olvidéis, para que podáis mirar en cada uno de vuestros semejantes a vuestro Padre.

7. Llegan los hombres a sentir placer en causar dolor, pero tarde o temprano llega también el remordimiento como juez inexorable, a juzgaros y a lavaros.

8. Si en este tiempo cumplís vuestra alta misión de regeneraros y ponéis a salvo a vuestros hermanos, mañana vuestro nombre y el de mi pueblo, serán pronunciados con respeto y gratitud, aun en las más lejanas comarcas.

9. No os perdáis de sentir la satisfacción de poderos llamar dignamente mis discípulos después de mi partida, pero debéis de estar preparados para presentaros en las comarcas, villas y aldeas a enseñar la Buena Nueva de mi Tercer Testamento, dando testimonio con vuestras obras.

10. En este tiempo han triunfado aparentemente algunas doctrinas humanas y existen diversidad de ideologías; mas se acerca la hora en que una sola idea prevalezca, en que la humanidad se unifique en una sola Doctrina y ésta será el Espiritualismo.

11. Los elementos de la Naturaleza se encargarán de despertar a los hombres y siempre que traten de tergiversar mi verdad, aquellas fuerzas hablarán de mi justicia.

12. llegará mi Obra a los ministros, a los reyes y señores de la Tierra, y vosotros les contemplaréis postrados ante mi Divinidad. Entonces muchos libros desaparecerán en el fuego y surgirá el libro que mis plumas de oro escribieron bajo mi dictado, para conocimiento de las generaciones venideras.

13. Este libro lo estudiarán y a él se asomarán los hombres curiosos de conocer el futuro, porque el gran caos será presentido por la humanidad.

14. ¡Perseverad todos en la esperanza, porque será muy grande la paz después de ese caos! Y será muy grande la bonanza, la misma Naturaleza que a veces os parece hostil, la veréis amable en sus distintas estaciones. Los montes valles y collados, ostentarán exuberancia y belleza. Los árboles se cargarán de buenos frutos y la salud, el bienestar y la paz, envolverán la vida humana.

15. Hoy la tierra se limpia de toda impureza, hasta alcanzar nueva virginidad.

16. Cuando estén próximas a desatarse las plagas, Yo os daré el presentimiento y os hablaré en sueños para que estéis prevenidos y oréis por los demás.

17. No habéis contemplado aún el principio de la lucha contra mi Obra y debéis despertar porque la combatirán hombres preparados.

18. Dejad de pensar demasiado en las necesidades del cuerpo y pensad en el futuro espiritual de toda la humanidad.

19. Mi Doctrina se extenderá por todo el Orbe, pero no la darán a conocer los prevaricadores, serán mis nuevos apóstoles de la humildad y la espiritualidad, los que testifiquen con sus obras la caridad y el amor de su Creador.

20. No dejéis que la humanidad vea que sois débiles y que nada habéis aprendido de Mí; ved que los hombres mucho tendrán que aprender de vosotros. No imitéis a aquellos que diciendo: “Señor, hágase en mí tu voluntad”, y en el momento de la prueba son inconformes y aún se atreven a atribuirme imperfecciones.

21. Os hablo sencillamente, en vuestro idioma, porque no quiero dejar nada en misterio. En estos últimos años de mi estancia entre vosotros, muchas lecciones os daré a conocer. Oh pueblo bendito de Israel, que como peregrinos incansables vais atravesando el desierto, deteneos por un momento para oír mi palabra. Mi casa abre sus puertas para todos los caminantes que llamen a ellas con humildad. Calmad vuestra hambre y sed y ya no volveréis a ser los hambrientos ni los sedientos.

22. Estáis atravesando días de prueba, tiempos de purificación y de restitución mas Yo estoy cerca de vosotros, para ayudaros a que no desfallezcáis en la prueba. No penséis ni por un momento en que sois débiles, afirmaos en la certidumbre de que sois el mismo pueblo de los tiempos pasados. Pueblo fuerte, valerosos, barquilla salvadora para el náufrago, buen compañero de viaje, amigo, hermano y ejemplo. La misión que ahora os he confiado es la de amar. El amor es la simiente que he sembrado en vosotros, porque ella, es el principio y la razón de todas sus criaturas.

23. Si vosotros contempláis que Yo soy la Sabiduría, esa sabiduría brota del amor. Si me reconocéis como juez, esa justicia se basa en el amor. Si me tenéis por poderoso, mi poder está fincado en el amor. Si sabéis que soy eterno, mi eternidad proviene del amor, porque éste es vida y la vida, hace inmortales a los espíritus. El amor es luz, es vida y saber. Y esa semilla os la he dado desde el principio de los tiempos, la única que Yo, como labrador perfecto, he sembrado en las tierras que son vuestros corazones.

24. Hoy, en el Tercer Tiempo, una vez más os levantáis en las tierras del Señor, para ir sembrando esa simiente que habéis encontrado, pero habéis visto que no todas las tierras son fáciles de sembrar, habéis visto además, que unas fructifican pronto y otras son tardías. A unas las habéis encontrado tan duras como si fueran rocas, otras han estado cubiertas de cizaña y de mala hierba y muy pocas son las que han estado limpias y preparadas. Mucho es lo que habéis tenido que trabajar para limpiar aquellas tierras, y después de sembrarlas, mas cuando habéis sido pacientes y las habéis regado con el agua de vuestra fe, habéis podido contemplar en las tierras antes infecundas, que la simiente ha germinado y crecido y con ellos os habéis regocijado. Esas tierras que parecía que os rechazaban a cada instante, hoy son vuestra alegría, vuestra esperanza y han traído paz a vuestro espíritu. Ahí está vuestra obra, vuestro afán y vuestros desvelos, ya no podéis apartaros de ellos.

25. Seguid velando y orando por esas parcelas, porque del fruto que recojáis os podréis alimentar eternamente; más para que este fruto os dé el buen sabor y os alcance la verdadera vida, lo tenéis que cultivar con esmero, para que la simiente se convierta en planta y ésta en árbol corpulento con extensos ramajes que le brindan al caminante la sombra acogedora y los frutos abundantes que dan la vida a las grandes multitudes. Y después, esa simiente debe volver al corazón de la tierra; para allí seguir naciendo, creciendo y fructificando hasta la consumación de los tiempos.

26. Qué grande es mi gozo al encontrarme entre mis discípulos en estos momentos de verdadera comunión espiritual. Es el instante feliz en que el Padre siente el amor de sus hijos y ellos reciben el ósculo paternal que les ofrece. Es el momento en que al venir me decís: Padre, hemos trabajado según tus enseñanzas; mas como no somos perfectos, venimos a Ti, como párvulos llenos de mansedumbre y humildad, a mostrarte nuestra siembra tal como se encuentra este día y para que Tú, Divino Maestro, con tu amor y sabiduría, nos enseñes, nos corrijas y nos digas cómo hemos de seguir. Señaladnos lo que hayamos hecho mal, para enmendarlo con vuestra ayuda y ya preparados por vuestra caridad mostremos a la humanidad la Obra, sin añadirle ni restarle mérito alguno.

27. Yo os contesto: Benditos seáis porque confiáis en Mí, sabéis que no venís ante un verdugo o ante un juez injusto, sino que estáis ante un Padre que es todo amor y enseñanza.

28. Os doy una lección más, para que os preparéis y aprovechéis hasta el último momento mis palabras, para que quedéis después de 1950, como maestros, y guías de la humanidad.

29. El mundo está sujeto a prueba, las naciones sienten todo el peso de mi justicia que cae sobre ellas. Y mi luz, mi voz que os llama, se deja sentir en toda la humanidad. Los hombres sienten mi presencia, perciben mi rayo universal que desciende y descansa sobre ellos; y elevan hacía Mí su espíritu para preguntarme: Señor ¿En qué tiempo nos encontramos? ¿Estas pruebas y amarguras que han llegado a los hombres, qué significan, Padre?¿Acaso no escucháis el clamor de este mundo? Tú dijiste que volverías. ¿Hasta cuándo vas a venir oh Señor? Y en cada secta y religión, se eleva el espíritu de mis hijos y me buscan, me invocan, me preguntan y me esperan. Y cuando ellos, por su impreparación no llegan a sentirme, se debilita su fe, se confunden y blasfeman. Y os digo que ya era tiempo que vuestros emisarios estuvieran traspasando las fronteras de vuestra nación y hubieran llegado a ellos, como precursores de mi enseñanza dando la buena nueva, ayudándoles a comprender el significado de las pruebas, el por qué del caos en que vive la humanidad.

30. Habéis dormido, pueblo, dejando que los tiempos transcurran y os habéis concretado tan sólo a saborear la dulzura de mi palabra, a recibir mis prodigios, a escuchar mi perdón que os acariciaba a cada instante, sin recordar que en esos mismos momentos en que vosotros estabais gozando de la paz, existen millones de hermanos vuestros, que se confunden y se pierden en su fe; que caminan sin Dios y sin Ley, que carecen del pan de cada día y del alimento espiritual.

31. Mientras que vosotros os reunís con vuestros hermanos, con vuestros hijos, esposas o esposos en torno a vuestra mesa a saborear vuestros manjares, hay millares de familias dispersas, que ven destruidos sus hogares por las guerras que han encendido las pasiones y la ambición humanas. Muchos padres se han quedado sin hijos, muchas madres no tienen sustento para sus pequeños, hay muchos huérfanos que desde hace mucho tiempo están privados de contemplar la faz querida de sus padres; viudas que han enloquecido de dolor, multitudes de hombres que han sido aprisionados, que se encuentran apurando un cáliz de amargura, comiendo tan sólo un mendrugo de pan que no les alcanza para alimentar su cuerpo.

32. Y si es cruento el dolor material que apuran las naciones, considerad cuánto más grande será lo que está sufriendo el espíritu. En verdad os digo, que están bebiendo ya las heces del cáliz más amargo.

33. Levantaos, oh pueblo, preparaos en oración, para que vayáis con vuestro pensamiento, como alondras de paz a esas naciones y abráis las puertas de la luz, de la razón y de la justicia a esos pueblos. Os estoy preparando, pero antes he querido purificaros. Recordad que para llegar a Mí, ¡Cuántas pruebas tuvisteis que atravesar y cuánta amargura azotó a vuestro espíritu y a vuestra materia! La enfermedad en unos, la miseria en otros, el desconocimiento de los seres queridos, su abandono o su partida. El dolor en todas sus formas, como un cáliz muy amargo fue bebido por vosotros para lograr purificaros. Vuestro corazón se abrió en medio del dolor que os estaba purificando para llegar a reconocerme y amarme.

34. Cuando llegasteis a Mí, conducidos por Elías, el buen Pastor, llegasteis muy humildes a preguntarme qué iba a hacer con vosotros, porque humildemente me pedíais que hiciera en vosotros mi voluntad. Y mi voluntad ha sido enseñaros el amor, el perdón y la caridad en todas sus formas. Para ellos os he dado dones, facultades y gracias.

35. Aún permanezco entre vosotros, porque todavía no habéis aprovechado y asimilado mi divina enseñanza. Todavía no habéis llegado a comprender la grandeza de mi enseñanza divina en toda su magnitud. Todavía no estáis preparados para la lucha y es por eso que continuaré hablándoos hasta el final de 1950.

36. Esta Doctrina no tan sólo ha venido a salvar a mi pueblo escogido, sino a todas las naciones de la Tierra. Yo salvaré a mis hijos de toda esclavitud o cautiverio para que se sientan dueños de sí mismos y no vuelvan a caer en el cautiverio de la ignorancia o del fanatismo, y cuando hayan alcanzado la absoluta liberación, puedan ir a salvar a sus hermanos. Hoy estáis depurando vuestras costumbres y prácticas tanto espirituales como humanas; después iréis a ejecutar la misma obra con la humanidad, mas debo advertiros que lo debéis de hacer con humildad, sin hacer alarde de elevación espiritual, con mansedumbre que revele la pureza de vuestros propósitos, con verdadero amor en vuestras obras.

37. Id a cumplid vuestra misión llenos de firmeza y de confianza en Mí, y haced todo aquello que no habíais hecho en tiempos pasados, para que dejéis concluida vuestra obra y podáis llegar por fin al cumplimiento espiritual que os aguarda.

38. Si este mundo ha sido hasta ahora un valle de lágrimas, se debe a que el hombre se ha apartado de mi Ley, Yo formé para él un paraíso e hice que muchos de los primeros espíritus encarnaran en las primeras materias, sin dejar de ser ángeles. Quise que al venir a la Tierra, no perdiesen su gracia y viviesen en paz y conformidad; mas el hombre, no lo quiso así y su debilidad e ingratitud, su falta de espiritualidad dieron origen a un mundo de dolores y de luchas.

39. El hombre ha sufrido para labrar el pan de cada día y la mujer le ha acompañado en su camino de dolores y de vicisitudes. Mas este mundo que ha sido el valle de lágrimas durante tantas eras, se convertirá en un valle de paz, cuando vosotros, mis primeros discípulos, os hayáis redimido y vayáis doquiera dando testimonio de Mí, con vuestras buenas obras.

40. Este planeta que ha recibido espíritus en diferentes grados de elevación, la mayor parte retrasados, recibirá en su seno, seres de gran elevación, que podrán comunicarse conmigo, de espíritu a Espíritu. Y cada generación que vaya pasando, vivirá con mayor pureza, hasta que el reino de los Cielos quede establecido en el corazón de los hombres.

41. Para alcanzar todo esto, tendréis que luchar dentro de vuestro propio hogar para que hagáis de él un templo de amor y de enseñanza de mi Ley, en donde los padres sean para sus hijos mis representantes en la Tierra y los hijos sean para sus padres, joyas de gran valor, tiernas plantas que deberán de ser cultivadas con amor. Que el hombre en su campo de labranza, en el trabajo que se le haya asignado, lleve por estandarte el cumplimiento de su misión con fortaleza; que la mujer sea la compañera amorosa del hombre y la madre abnegada, para que ambos, en unión de sus hijos, bendigan el pan que les de el sustento.

42. Quiero que por doquiera que vayáis, llevéis el pan de mi enseñanza y prediquéis con humildad, porque habrá quienes al contemplar vuestra vida, intrigados se pregunten: ¿Quiénes serán estos que saben vivir con tanto amor y sencillez? ¿Quiénes son éstos que saben ser felices con un mendrugo de pan y que a pesar de su escasez se muestran sanos y fuertes y no necesitan recurrir a los hombres de ciencia en busca de sus consejos o de la salud? Y cuando lleguen a preguntaros quién os ha enseñado, les diréis: El Divino Maestro en Espíritu, que ha llegado a nosotros en el Tercer Tiempo, en cumplimiento a su promesa hecha en los Tiempos pasados. Quiero que deis testimonio de Mí con vuestros hechos, porque la humanidad está hastiada de palabras. Ahí tenéis a muchos de vuestros hermanos que se afanan en predicar el Evangelio y a pesar de que es la palabra que os di en el Segundo Tiempo, no han logrado salvar a la humanidad de este Tercer Tiempo, porque les ha faltado la práctica de las buenas obras, el ejemplo. Por esas mismas palabras dieron sus vidas mis apóstoles, pero ellos sí supieron imitarme y sellaron con su sangre su cumplimiento.

43. Hoy no vengo a pediros vuestra sangre, ni que sacrifiquéis vuestra vida; lo que os pido es amor, sinceridad, verdad, desinterés.

44. Así os doctrino y os enseño, preparando con ellos a los discípulos de mi divinidad en este Tercer Tiempo, porque os veo contemplar indiferentemente la marcha del mundo, y es que no sabéis penetrar en el corazón de la humanidad, en donde hay tanta miseria y tanto dolor. Existe gran desigualdad, pues veo señores a quienes sólo falta la corona para nombrarse reyes y contemplo súbditos que son verdaderos esclavos. De ahí que se haya encendido la lucha. Entre esos señores enriquecidos en el mundo hay muchos que se dicen cristianos, mas Yo os digo que apenas si conocen mi nombre.

45. Quienes no ven en los demás a su prójimo, quienes acumulan riquezas y se apoderan de lo que es de otros, esos no son cristianos, porque no conocen la caridad. Vendrá la lucha entre lo espiritual y lo material, en esa lucha entrará la humanidad y para que el triunfo de la justicia llegue, ¡Cuántas amarguras tendrá que sufrir!

46. .En medio de esa contienda de doctrinas e ideas, surgirá mi enseñanza, como aparece la luz del faro en medio de la tormenta. Comprended a través de mi palabra la situación que agobiará a la humanidad y entonces sabréis juzgar con mejor tino y sabréis lo que debéis hacer para no permanecer inactivos.

47. Comprended que el único tesoro espiritual por el que debéis de luchar, es el de mi Ley. Habéis sacrificado los símbolos a través de los cuales ayer me rendíais culto, para dar paso a una idea más perfecta. Sin embargo, ved cómo aún en este tiempo se levantan pueblos disputándose la posesión de aquella tierra y aquellos lugares donde en los tiempos pasados me manifesté. Muchos símbolos he hecho desaparecer, pero a los hombres no les faltan motivos para su idolatría y fanatismo. Os digo que antes de que las generaciones venideras se inclinen ante los ídolos de hoy, mi justicia les destruirá y las únicas columnas que resistan el poder de mi justicia, serán aquellas que sostengan los santuarios levantados en el fondo de vuestro corazón: Santuarios de la fe; de paz y de fraternidad, porque lo espiritual es indestructible.

48. Mi Doctrina espiritual en el Tercer Tiempo, cuando la Tierra ya se encuentre preparada, llegará mansamente al corazón de la humanidad, su triunfo no se logrará con sangre ni con ofensas. El Espiritualismo se establecerá mediante la comprensión de unos y otros. Nadie que trate de imponer mi Doctrina por medio de la fuerza será soldado de la Verdad; porque no viene mi Doctrina en son de conquista material, pues si en el Segundo Tiempo en que vine a prepararos para reinar en vuestro corazón os dije que mi Reino no estaba en este mundo, Hoy que vengo a elevar vuestro espíritu para reinar en él, ¿Cómo podría deciros lo contrario? Mi Doctrina descansa sobre cimientos de amor, pero lo habéis olvidado y por eso os he dicho que era menester que volviera entre los hombres a recordarles la Ley olvidada, aquella que amaron vuestros antepasados y por la que murieron muchos mártires y apóstoles pensando en vosotros.

49. No bastó mi sacrificio de aquel tiempo y aquí me tenéis nuevamente. Se necesitan nuevos apóstoles y pronto les enviaré con la semilla divina. Como los vientos que van de un extremo al otro de la Tierra, así se esparcirá mi Doctrina. No irán solos mis enviados, un mundo de seres invisibles como ejércitos de luz, les acompañará para hacer más prodigioso su paso y en verdad serán escuchados por todos.

50. Discípulos, aprended de Mí, mientras llega el instante en que tengáis que levantaros a enseñar mi lección a vuestros hermanos Sabed desde ahora que pasado el año de 1950. No volveréis a penetrar en éxtasis para hablar, que para entonces os bastará elevar vuestro pensamiento a Mí, con esa preparación que os he enseñado para que por vuestros labios salgan palabras de luz. Desarrollad vuestros dones para que vayáis sabiendo recibir mi inspiración.

51. Os doy esta lección, para que la estudiéis detenidamente y analicéis su esencia la cual os será útil mañana, cuando tengáis que doctrinar a vuestros hermanos, con mi doctrina de amor.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 223

1. He descendido hasta vosotros a buscaros, porque ha mucho tiempo que camináis alejados del sendero y nada hacéis por encontrar el verdadero camino.

2. Mi presencia de Maestro os hacía falta, y por eso me he presentado entre vosotros a daros valor, fuerza y fe para luchar por vuestra salvación.

3. Una gran ignorancia espiritual envuelve a la Humanidad; no se da cuenta de su destino ni de su responsabilidad en la Tierra, y por eso ha perdido la senda.

4. El hombre ignora quién es, por lo que no sabe cuánto atesora en su espíritu. Se ha concretado a desarrollar sus facultades humanas, pero las del espíritu las ha ignorado por su falta de interés en lo que es elevado y noble.

5. ¿Cómo podría la Humanidad descubrir las potencias que en sí lleva?

6. Ha sido menester que me aproxime a vuestro corazón para despertaros del profundo letargo espiritual en que estabais sumidos y recordaros que no sois tan sólo materia, que no sois pequeños y menos parias.

7. Al escuchar mi palabra, llenos de gozo me habéis dicho: Señor, ¿Es posible que existan tantos dones en nuestro ser? Entonces habéis comenzado a comprender algo de lo que sois y de lo que significáis en el Universo.

8. A veces ponéis en duda los dones de los que os he dicho que sois poseedores, y Yo os digo que vuestra duda proviene de que no los habéis desarrollado, por lo que no pueden manifestarse en la forma que vosotros quisierais.

9. Es cierto que hay casos en que con sólo la fe podéis realizar obras sorprendentes, pero debéis saber que fue mi amor el que os concedió aquel prodigio para alentar vuestra fe, aun cuando todavía no os encontraseis capacitados para llevar a cabo aquella obra.

10. Largo es el desarrollo de las potencias del espíritu, tanto que una sola materia no le es bastante, ni una sola existencia en la Tierra le es suficiente. Pero mi providencia, que en todo está, va preparando a cada espíritu nuevos cuerpos en que pueda continuar su desarrollo, ayudándole en su perfeccionamiento para que pueda llegar al lugar que le está destinado. Os lo digo, porque os he sorprendido pensando que es muy poco lo que habéis logrado en comparación con lo que se os ha dicho que poseéis; entonces surgen en vuestro corazón dudas y os invade el decaimiento.

11. Con lo que ahora os he dicho, podréis ya comprender que no os será posible, en una sola existencia, desarrollar en toda su capacidad los dones de que está formado vuestro espíritu, porque siendo ellos parte de un ser que pertenece a lo eterno, que es parte de lo infinito, es natural que en una vida tan efímera, como es la vida del hombre en la Tierra, no alcancéis a mirar el desarrollo completo de algunos de vuestros dones.

12. Sin embargo, debo aclararos que no por saber que en la presente existencia no podréis alcanzar el máximo desarrollo de vuestros dones, vayáis a flaquear en vuestro ahínco de lograr vuestra evolución. Por el contrario, pensad que si en una sola existencia pudieseis contemplar el desarrollo completo de vuestros dones espirituales, éstos serían muy pequeños.

13. Sólo os pido que deis un paso en cada encarnación, pero que sea un paso firme hacia la perfección; entonces será vuestro espíritu el que advierta su adelanto, manifestándose cada vez con mayor sabiduría a través de aquellos cuerpos que le vayan siendo confiados.

14. Ahora os encontráis en preparación: ya os fueron revelados por mi palabra todos los dones que poseéis y se os ha dado a conocer la misión que en vuestro trayecto espiritual tendréis que cumplir.

15. Ya fuisteis probados con las pruebas a que un espíritu debe ser sometido para recibir un mensaje o una revelación divina; os resta tan sólo iniciar vuestro desarrollo, en la confianza de que vuestra senda estará iluminada con la luz de la conciencia, que siempre os dirá que es lo que debéis hacer.

16. Quisierais que vuestra comunicación de espíritu a Espíritu fuese perfecta, que el don de la videncia se hubiese manifestado en plenitud, que el poder curativo os permitiera realizar un prodigio en cada caso y que el don de la palabra floreciese en vuestros labios desbordándose en consuelo, en sabiduría y en profecías; mas cuando os convencéis de que distáis aún de alcanzar esas alturas, os entristecéis y os tornáis callados y taciturnos; ¿Por qué, discípulos? ¿No comprendéis que mucho de lo que anheláis alcanzar depende de vuestra preparación?

17. Bien sabéis cuál es la preparación que debe tener el discípulo para poder recrearse con el fruto de su espiritualidad y que es la de llevar una vida limpia, el estar prestos a la oración, a servir a vuestros semejantes, a resistir las tentaciones, a fin de que en el instante de necesitar vuestra fuerza espiritual y vuestros dones para llevar a cabo alguna obra de amor, encontréis dispuesto vuestro ser, y así tengáis la satisfacción de ver hecho realidad el prodigio que en vuestra oración solicitasteis de vuestro Padre.

18. Entonces podréis ver las primeras luces del Gran Día anunciado por profetas y enviados tiempo ha; podréis sentir cómo desciendo en Espíritu a hablaros de la vida eterna que a todos os espera, porque todos estáis destinados a ella.

19. Hasta la intimidad de vuestro ser penetro, para probaros que para Mi no existen barreras ni obstáculos que impidan a mi luz llegar al fondo de vuestro espíritu.

20. Vengo a decir a los hombres, que ya que han caminado por la vida material, desentendiéndose de los deberes y de la misión de su espíritu, les envío este mensaje de sabiduría para que se preparen y sepan penetrar a la vida espiritual cuando a cada uno se le haga el llamado.

21. Vengo a decirles que, ya que aquí en la Tierra han cerrado el paso al espíritu, al menos dejen que él se prepare para cuando no tenga ya necesidad de la materia.

22. ¿Creéis que la vida se concreta a vuestra existencia en la Tierra? ¿Creéis que mi Ley y mi Doctrina sólo iluminan vuestra vida en el mundo? No, multitudes que escucháis mi palabra, la Ley divina no la di a vuestro cuerpo; vine a iluminar con ella vuestro espíritu.

23. Yo sé por qué os hablo en esta forma, porque mi mirada descubre entre las turbas a aquellos hombres que necesitan que así les hable.

24. Son los materialistas, los que no ven más allá de donde alcanzan sus ojos a mirar, sin creer que más allá de su mente y de sus sentidos es donde comienza la eternidad, la verdad, la sabiduría.

25. No necesitan que les hable así a los que ya comienzan a dejar que sea el espíritu el que gobierne en sus obras, en sus pensamientos y en toda su vida; aquellos que ya empiezan a desprender su espíritu de cuanto los ataba al mundo. Ellos llegaron materializados ante la manifestación de mi palabra, sin saber lo que oían, sin comprender su sentido, y también les toqué en lo que más amaban en su vida.

26. El Reino del Espíritu es infinito y para alcanzar la elevación que os permita gozarlo y vivirlo, es menester conocer el camino y tener luz para ascender por él; pero no creáis que menosprecio vuestra vida material, no, discípulos, ¿Por qué había de menospreciarla, si Yo la preparé para vosotros? Comprended que la vida en el mundo material también forma parte de la vida en el Reino espiritual, infinito y eterno.

27. Precisamente la finalidad que mi palabra viene a cumplir entre vosotros, es la de mostraros el camino certero por donde debéis transitar para alcanzar la espiritualidad.

28. Cuando os hablo de la vida espiritual, no me refiero concretamente a la existencia de espíritus desencarnados, sino que os hago comprender que la vida espiritual está en todas partes, porque todo procede de ella.

29. Sólo la luz de esa vida podrá revelaros la verdad, sólo en ella podrán los hombres comprender cuanto desean y necesitan saber.

30. Quienes se empeñen en ignorar la vida del espíritu, sólo serán pobres seres que vivirán en la Tierra caminando sin rumbo, tropezando y cayendo, sin darse cuenta de que en el fondo de su ser tienen la llave de la puerta de la eternidad y llevan también la lámpara que puede iluminarles el camino que conduce a la paz, a la sabiduría y a la felicidad.

31. Mas mi caridad viene a despertarlos de su letargo, viene a levantar a los postreros, para que ayuden a los primeros en la lucha de este tiempo contra el materialismo, en todo lo que ellos no hayan podido hacer.

32. El mundo se halla preparado y acrisolado por el dolor, esperando a los discípulos del Divino Maestro. La humanidad está atravesando una hora de prueba.

33. Comprended lo grande de vuestra misión.

34. Yo iluminaré vuestro sendero cuando por instantes se opaque su luz, para que vuestro espíritu no tropiece ni se confunda, porque sois los emisarios de la paz, los poseedores de una revelación eterna.

35. No volverá a contaminarse vuestro culto de influencias extrañas, ni volveréis a caer en la esclavitud espiritual.

36. No vendrán los hombres a poner delante de vuestros ojos la imagen de su Señor, porque mi verdadera imagen no la han sabido encontrar aún, a pesar de llevarla en sí mismos.

37. En cada hombre se encuentra un más allá, un arcano, un infinito, un misterio. Ahí está el santuario en donde mora el Padre, cuya puerta está cerrada, porque no habéis sabido penetrar en vuestro interior. No ha sabido el hombre encontrar el verdadero santuario que consigo lleva. Sólo ve hacia afuera y siente lo exterior. Es materia y sentidos corporales.

38. Este es un tiempo en que espiritualmente toda la humanidad duerme. No existe una sola religión que eleve a su Dios el verdadero culto. Vosotros os levantaréis a dar mi palabra, dando testimonio de Mí con vuestro ejemplo. Sin obras de amor, no tendrá fuerza mi Doctrina en vuestros labios.

39. Os enviaré a las naciones cuando os contemple preparados, cuando exista verdad en vuestro espíritu y en vuestra materia. Entonces podréis solucionar los grandes conflictos; podréis atravesar grandes torbellinos sin dejaros arrebatar; podréis resistir tormentas y atravesar espesas nieblas, porque ya estaréis abriendo los ojos a una luz superior a toda ciencia humana.

40. Siendo vosotros humildes, estáis destinados a descorrer muchos velos ante filósofos y sabios; para todos seréis paz, consuelo y redención.

41. En todos los pueblos de la Tierra estoy dando señales de mi nueva manifestación a través de la intuición y de los sueños. El eco de mis pasos ya se escucha cercano.

42. Comprended cuánto os amo ¿Por qué teméis? Quién esté dentro de mi Ley, nada tiene que temer de Mí.

43. Estáis escuchándome con respeto y preparación y sin embargo me teméis: Es porque vuestra conciencia os dice que no hacéis aún obras perfectas.

44. Cumplid para con vuestro Dios y para con vuestros semejantes, pagad vuestra deuda de gratitud y todos seréis recibidos por el Señor.

45. Si en el camino se detuviesen algunos por torpeza, falta de estudio, falta de espiritualidad o ignorancia, que los demás no se detengan, pero dadle vuestra ayuda al que cayere y despertad al que duerma.

46. En verdad os digo que los primeros no llegarán al verdadero cumplimiento en esta Tierra, ni vosotros, aun cuando avancéis en el camino. Vendrán otros después, quienes darán un paso más hacia adelante; después de ellos, otros que avancen más y así sucesivamente. Pero mientras éstos estén adelantando en su evolución, ya vosotros en espíritu habréis escalado espiritualmente. Por lo que os digo que siempre los primeros han de limpiar el camino a los postreros.

47. Pronto dejaréis esta materia y al penetrar en el mundo espiritual os convenceréis de que no fue estéril vuestra jornada en esta Tierra y que el conocimiento del Espiritualismo os permitió, al desprenderos de la materia, extender las alas del espíritu para llegar cerca de vuestro Padre.

48. Alentad la esperanza de esa nueva vida y os consolaréis en las vicisitudes que ahora padecéis en este valle de lágrimas, de sangre y muerte.

49. Convertid a vuestros hermanos en mis discípulos, mirad cómo el postrero comprende que no podréis ofrecerle un mal fruto.

50. La humanidad está llegando a cierta madurez espiritual para comprender mi Obra.

51. Después de 1950, está Doctrina no decaerá, antes bien florecerá, el trabajo se intensificará y los libros de oro serán abiertos para que de ellos brote la sabiduría y lleguéis a comprender lo que antes no comprendisteis. Los escritos conteniendo mis máximas y mis parábolas, serán llevados de comarca en comarca, de hogar en hogar y de corazón en corazón.

52. Entonces veréis cómo muchos os darán buena acogida y os recibirán con los brazos abiertos, porque su espíritu se encontrará ansioso de contemplar al Padre en su verdadero altar.

53. Daréis mis enseñanzas tomando ejemplos y preceptos de Moisés, recordando la palabra de Jesús y lo que en este Tercer Tiempo os he revelado, uniendo todo en una sola obra.

54. Surgirá en el mundo una guerra de ideas y doctrinas, mas Yo haré que ese movimiento os conduzca a la luz.

55. Mi luz es en toda la Tierra. En toda ella levantaré hombres y mujeres por los cuales me manifestaré.

56. Esta nación que habitáis cumplirá con una gran misión en este tiempo y en tiempos venideros. En el mayor dolor y en las grandes pruebas, será baluarte, dará luz y paz y será sustento para otros pueblos. Su corazón se despojará de egoísmo y conveniencias, convirtiéndose en caritativo y fraternal.

57. Todas las religiones serán juzgadas y las más poderosas serán las más tocadas. No sabéis cuáles de ellas tomen a cuestas su trono de grandeza para trasladarlo a otras tierras, huyendo de mi justicia.

58. Hoy quiero deciros que entre vosotros no se erigirán templos materiales, ni altares de fanatismo; el rito y la tradición desaparecerán. No se levantarán ante vosotros sacerdotes ni ministros.

59. No tendréis autoridad o potestad alguna para dar títulos de santidad a ningún ser humano.

60. Los que alcancen gran comunicación espiritual con mi Divinidad, serán los más humildes.

61. Ha llegado el tiempo en que del culto imperfecto no quede ni piedra sobre piedra, en que el único templo esté en el interior del hombre, el altar en su corazón, la ofrenda en sus obras, la lámpara en su fe y la campana en su voz que despierte a los espíritus dormidos.

62. Vengo a hablaros con amor para que me reconozcáis por ese amor.

63. Sois pequeñas criaturas a quienes conduzco por la senda de la elevación espiritual y a los que perdono por sus faltas para que aprendan a perdonar a sus semejantes.

64. Analizad mi palabra sílaba por sílaba, para que seáis fuertes de espíritu y podáis ser como un báculo entre la Humanidad.

65. Os he dado de mi luz con la que podréis iluminar a vuestros hermanos. Con esa potestad desataréis, a imitación de Jesús, a los espíritus en tiniebla que encadenados y turbados se encuentran poblando el Universo.

66. Mi luz todo lo abarca y envuelve, porque todos habéis brotado de mi Espíritu, me pertenecéis y a Mí habréis de volver.

67. No penséis que vengo solamente en pos del pueblo de Israel. Ciertamente, en vos he depositado desde los principios, leyes, cargos y órdenes, para convertiros en mis discípulos que han de doctrinar a la Humanidad, los que han de ser la luz del ciego, el báculo del paralítico, el bálsamo para el leproso; por tanto, sólo os he dejado como hermanos mayores. Más quiero que comprendáis también que al referirme a esas penalidades, hablo de ceguedad del espíritu, de falta de movimiento o libertad espiritual y de la lepra que es vicio y pecado. Sabed que es a vuestro espíritu a quien vengo a salvar, aunque también vuestra materia es digna de mi caridad, mas a ella le entrego por añadidura.

68. En vuestro espíritu existe una gran potestad curativa que no se ha manifestado en toda su plenitud, por vuestra falta de fe y confianza en ese don.

69. El espíritu está revestido de mi gracia, mas tropieza con la flaqueza de la carne. Luchad por la armonía y unificación entre vuestro espíritu y vuestra materia, para que podáis hacer mi voluntad.

70. Mi palabra es agua cristalina que os ofrezco, para que sed no volváis a sentir en este mundo.

71. La humanidad a través de sus religiones y sectas, me busca y me ama, y ella recibe mi caricia y mi luz.

72. En diferentes peldaños de la escala se encuentran los espíritus, pero a todos les amo en forma igual y les doy los medios de llegar a la cima. De igual manera debéis amar a vuestros hermanos, sin importaros el grado de elevación espiritual que posean.

73. Quiero que abráis plenamente vuestro corazón, para hacer en él mi morada y encender ahí la antorcha de la fe. Quiero enseñaros a sentir el dolor ajeno como si fuese propio.

74. Las tribus de este pueblo se unificarán espiritualmente, antes que lleguen las grandes penalidades pronosticadas.

75. Ahora tenéis que hacer méritos para que el mundo alcance luz en su sendero y espiritualmente combatáis al egoísmo y al odio que se han apoderado nuevamente del corazón de la humanidad.

76. ¡Bienaventurado el que me escuche y abra las puertas de su corazón, porque él será mi buen discípulo!

77. Dad albergue en vuestro corazón a la fe, la esperanza y la caridad, para que exista confianza absoluta en vuestro Señor, para que no sintáis fatiga en el camino, ni os detengáis, y para que hagáis obras de piedad entre los que sufren.

78. Esta es la simiente que siempre he venido a confiaros, mas si vosotros no habéis hecho obras perfectas como vuestro Padre, es porque aún estáis a la mitad del camino y vuestra carne aún peca. Todo esto lo sé, y por eso os busco con paciencia infinita.

79. Así lección tras lección, estoy formando el libro de sabiduría que dejaré delante de vuestros ojos y cuando levante mi palabra, y en él encontréis las lecciones que os animarán a seguir caminando en el sendero de vuestro cumplimiento, llenos de esperanza, en pos de la tierra que os he ofrecido, la cual es mi propio seno.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






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Enseñanza 224

1. Estoy escribiendo en el libro de la elevación espiritual, cada una de vuestras obras. Y para que no ignoréis vuestra misión en la Tierra, he venido a despertar los dones espirituales que os he confiado desde el principio de los tiempos

2. Habéis brotado de Mí y desde ese instante, habéis sido preparados y al enviaros a la Tierra que es morada de lucha y perfeccionamiento, os he dado la Ley, que os enseña el amor a vuestro Padre y que también os dice: Amaos los unos a los otros, para que estéis en armonía con todos los seres que he creado. Delante de Mí, todos sois grandes, dignos. Yo he formado a todos con el mismo amor y para Mí no hay diferencia entre unos y otros.

3. Ha mucho tiempo que espero el retorno del hijo. Si al escuchar mi palabra, no se conmueve vuestro corazón, si no derramáis lágrimas de atrición, es que no habéis velado y esperado el cumplimiento de mi promesa hecha a vosotros en el Segundo Tiempo. He venido ahora a derramar beneficios espirituales y materiales. Mi palabra, que es el fruto del Árbol de la Vida, viene a calmar vuestra hambre. Traigo para los hombres de buena voluntad, la paz, que es el galardón que os concedo en la Tierra, mediante el cumplimiento de mis preceptos.

4. Elevad vuestro espíritu, limpiad vuestro corazón y en un acto de amor a Mi Divinidad, penetrad en comunión espiritual conmigo. Yo derramaré mis complacencias sobre vosotros.

5. Orad y vuestra oración convertirá a los pecadores, y convencerá de su error al que por ignorancia ha pecado y no sabe cuánto ha faltado delante de Mí. Yo aparto el germen de maldad y os hago conocer los beneficios de la regeneración y del cumplimiento.

6. Para cada una de vuestras buenas obras, tengo una bendición, para vuestros problemas una solución y para vuestros dolores un bálsamo. Y cuando sanos y fuertes os encontréis, enseñad a vuestros hermanos, inspirad el bien y sed ejemplo, para que no sean sólo las palabras las que hablen de Mí, sino vuestros actos, los que testifiquen de que sois mis discípulos y que me estáis imitando.

7. Voy a hablar al mundo cristiano y al que no ha creído en Cristo; al Pueblo de Israel o sea a los mosaicos, en todos derramaré mi luz, y mi caricia. Esta luz, disipará la confusión y la ignorancia; y la fe en Mí unificará a todos los espíritus y los hará semejantes unos a otros.

8. Después de gran lucha, la paz vendrá a los hombres. Hoy encontráis enemigos para vuestra fe, espiritualidad y buenas prácticas, porque el ambiente que reina es impuro y no habéis podido detener el avance del mal, y en verdad sois vosotros los encargados de transformar este mundo devolviéndole la salud, la paz y la fe que ha perdido.

9. En vuestra lucha, no estaréis solos. Vuestro Dios lucha antes y siempre. Las fuerzas del mal, serán atadas, la humanidad será libre y rehará su vida y la fe volverá a su corazón.

10. Si en el ejercicio de vuestros dones, tuvieseis grandes triunfos, no os envanezcáis, no hagáis que vuestra materia sea admirada, tan sólo por haber sido el instrumento del cual me serví para hablar a los hombres.

11. Pensad que he perdonado vuestras faltas y he apartado vuestras imperfecciones. Me he servido de entendimientos sencillos, rudos e ignorantes, que he pulimentado para llevar a cabo mis designios.

12. Mi palabra quedará escrita. Ese libro será guía y enseñanza del Pueblo. Si no estáis preparados para comprender mis nuevas inspiraciones, seguid estudiando mi palabra. Yo estoy preparando los corazones de los discípulos que han de formar este libro. En él, encontraréis mi esencia y mi presencia. Será la herencia que legaré a la humanidad y los hombres inspirados en Mí, dictarán leyes de amor, preceptos sabios, pensamientos y máximas que conocerá el mundo, pues mi palabra encontrará corazones ansiosos, dispuestos a recibirla en todos los pueblos de la Tierra.

13. Aquellas naciones que han pasado por los rigores de la guerra, esperan a los emisarios que confirmen su creencia de que Yo he venido una vez más a establecer mi Reino en el espíritu del hombre y hacer con él un pacto de amor y de justicia, como estaba escrito.

14. He dejado a vuestra diestra un ángel guardián, que conoce vuestra vida. El tiene la misión de guiaros, de libraros de los peligros. Es el mundo espiritual que os acompaña, cumpliendo una gran misión de amor. Tenéis a Elías, abnegado Pastor que guía vuestro espíritu, encarnado o desencarnado.

15. Su nombre no es conocido por toda la humanidad, tampoco su misión, mas pronto sabrá que él es mi precursor en todos los tiempos. María es dulzura y consuelo vuestro, en todas las tribulaciones a que el espíritu está sometido. Ella vela por vosotros y en este tiempo de rigores os acompaña para daros valor en la prueba. Es la intercesora entre el hijo y el Padre. Y el Maestro que os habla, ha venido para enseñaros y dejaros preparados como sucesores míos cuando Yo parta.

16. Vuelvo a vos, humanidad, a través del entendimiento humano, para depositar en vuestro espíritu mi enseñanza y en vuestro corazón mi esencia. Vuelvo a vos como antorcha de luz celestial para guiar a los hombres por el sendero de la espiritualidad, que es el camino de la vida eterna.

17. La luz de mis enseñanzas os ilumina para que brilléis entre las sombras de este mundo.

18. Recibid este mensaje que Cristo os envía, para que lleguéis a comunicaros por medio del pensamiento con vuestro Padre Celestial, que El amorosamente os contestará a través del mismo pensamiento.

19. Bienvenidos seáis, humanidad triste, cansada de sufrir. Venid y descansad en mi amor. Soy la paz y la serenidad, y eso mismo vengo a dejar en vuestro espíritu. Yo soy vuestro Cirineo y vuestra esperanza. ¡Alegraos y fortaleceos, Yo estoy con vosotros!

20. En los instantes en que escuchéis mi palabra, sentíos felices. En mi Divino Espíritu hay paz al sentirme escuchado por vosotros, y esa emoción os la quiero transmitir. Tiempo ha que esperabais mi retorno.

21. Guardad mi palabra que es trigo dorado, y no la perdáis. Es menester que conozcáis el significado inmenso de la caridad, porque entonces sabréis las maravillas que hace el amor, ¡Cuán triste es que alguno de mis hijos no sienta en el corazón la alegría que experimenta su espíritu! Quiero veros consolando, amando, curando, ya sea el cuerpo o el espíritu del que sufre. El que ama, no conoce el odio que amarga la vida. El que ama, no conoce el rencor que destroza el corazón y entristece el espíritu. El que ama tiene dulzura en su palabra, en su mirada y en sus obras, su vida es dulce y su muerte corporal tendrá que ser apacible.

22. Eternamente mi espíritu está consolando al vuestro con su palabra paternal, mas cuando sufrís hondamente y en medio de vuestro dolor me llamáis, creéis que vuestra voz no ha sido escuchada por Mí. Dudáis porque no estáis en condiciones de sentirme, porque llevándome dentro de vosotros no lo sabéis, ni lo creéis. ¿Cuándo he dejado de deciros que os amo? Si supieseis escucharme, cuán felices seríais. Cada hombre sería un sembrador en mi campiña, un cultivador en mis vergeles, y su semilla de amor sería regada por Mí.

23. Estáis materializados y por eso os encontráis perdidos y os sentís distantes de Mí, mas Yo os daré la espiritualidad que os acerque a esta fuente de sabiduría y revelación. Hay muchos que viven sobre las páginas de mi evangelio sin practicar ni vivir mis enseñanzas, ¿De que les sirve repetir mis palabras? En cambio, quienes me sigan por el camino del corazón, del sentimiento, se acercarán a su Maestro.

24. En verdad os digo: Venid a Mí, humanidad, pero que sea por la escala del amor, del pensamiento elevado. Empezad ya, para que vayáis deteniendo vuestro sufrir, para que dejéis de llorar y despertéis de ese sueño en el cual os encontráis sumergidos.

25. ¡Hay tantas formas de servirme y de ser útiles a vuestros semejantes! Diseminad mi semilla para consuelo de los que sufren. Resistid con fe las pruebas de dolor que a vuestro paso halléis. La fe no conoce imposibles porque es don divino; unida al amor será vuestro baluarte contra las tempestades de este mundo, ¿Qué seréis sin las prácticas del bien en la vida? Aprovechad esta existencia, porque si así no fuese, no reconoceréis la salud del espíritu porque él toma su fuerza sólo en la bondad. Haced que vuestros pensamientos sean blancos como los lirios, que vuestras obras tengan la fragancia de las flores.

26. Levantaos, humanidad, y venid a Mí porque os estoy esperando. Venid por el camino del corazón y por él llegaréis y aunque pasen siglos Yo os seguiré esperando.

27. No seáis como pequeñas aves que mueren en sus nidos antes de haber aprendido a volar.

28. Os hablo a través del pensamiento, el cual en el momento de preparación es de Dios, aun cuando esté interpretado por labios humanos. Mi presencia viene a vosotros, os acaricia y os despierta. Entonces no esperéis el mañana para entregar vuestra caricia a los que a su vez os esperan. No quiero escucharos diciéndome: mañana me levanto al cumplimiento, porque si no aprovecháis vuestra vida, quedaréis llorando y Yo esperando. Sois mi semilla amada, la que promete dar bellas flores y buenos frutos bajo mi cultivo.

29. Allá en la eternidad se encuentran los espíritus de los que en el mundo fueron grandes por el amor, por la caridad. Allá se reúnen después de que terminan su misión en la Tierra y desde allí prestan su ayuda a los seres débiles y a los espíritus tímidos que aún cruzan por el mundo y siguen derramando su amor sobre la humanidad. Allá no hay separaciones, ni distancias como en vuestro mundo en el que los hombres no se aman ni se entienden, porque sus credos y dogmas religiosos los separan. Sabed que las religiones son simples caminos temporales que conducen a los espíritus a la luz, donde todos brillarán por igual unidos por la ley del amor.

30. Por eso os digo que el amor debiera ser la piedra fundamental de toda religión, porque ésa luz está fuera de toda teoría, ciencia o filosofía, y es sentida y contemplada por todos los seres.

31. Entre las muchedumbres que escuchan mi palabra en este tiempo, están los de espíritu fuerte y adelantado que vienen en busca de lo espiritual huyendo de las ceremonias, de los ritos y de las formas. Vienen en busca de Dios como amor y como sabiduría, al que adoran por encima de la materia y una vez libres sienten que ya no necesitan sacerdotes, ni maestros, ni doctores. Esos son como antorchas que iluminan el camino a los demás.

32. Muchos que hoy habitan el valle espiritual os trazaron el sendero de evolución con su huella indeleble de fe, caridad, sabiduría y amor. Son seres elevados, brillantes, a los cuales encontraréis cuando retornéis al más allá, porque ellos unirán a todos en el amor infinito del Padre, con el que debieran estar unidos en la Tierra todas las religiones. Los mensajes que aquellos seres, envían a este mundo, vienen como blancas aves a posarse en la mente de los hombres preparados con amor e inspiración. Cuántos de esos pensamientos, inspiraciones o mensajes que en forma de ángeles han llegado entre los hombres, han tenido que volver al más allá, porque no supieron recibirlos. Ahí, en mi seno esperarán a que los corazones humanos se preparen para volver a enviarlos como una brisa de amor.

33. ¡Preparad la morada, oh humanidad! Ya no cerréis vuestro corazón cuando el mensaje retorne a vos, como veis que vuelven las olas, como vuelve el canto de las aves con la aurora, como vuelve la esperanza a los corazones cansados de sufrir y de esperar.

34. Amad, el que no ama lleva en sí una tristeza profunda: la de no poseer, de no sentir lo más bello y elevado de la vida.

35. Eso fue lo que Jesús vino a enseñaros con su vida y con su muerte, y lo que os legó en su divina palabra condensada en la frase de “Amaos los unos a los otros, con ese amor que Yo os he enseñado”.

36. Día llegará en que los que no han amado, despojándose de su amargura y sus prejuicios vengan y descansen en Mí, donde volverán a la vida escuchando mi palabra dulce, de infinita ternura. En verdad os digo: que en el amor está mi fuerza, mi sabiduría y mi verdad. Es como una escala infinita que se presenta bajo distintas formas desde las inferiores de los humanos, hasta las más elevadas de los espíritus que han alcanzado la perfección. Amad, aunque sea a vuestra manera, pero amad siempre. No odiéis, porque el odio deja un caudal de muerte, mientras que por amor se perdona y se borra todo rencor.

37. Estudiad mi palabra, quiero escucharos hablando de las facultades del espíritu, del amor, de la caridad.

38. Sabed también que por los sentimientos del corazón se adquiere sabiduría. Esos sentimientos se transforman en palabras que contienen profundas lecciones, sublimes ideas que dicta el amor.

39. Os doy esta luz para que vuestra vida se eleve y se transforme, para que deis esa luz a los enfermos, a los niños, a los necesitados, porque este camino no os cansará.

40. Convertíos en apóstoles del bien, y vuestra faz espiritual se hará de tal manera hermosa, que ésta se reflejará en vuestras obras.

41. Si por escuchar mis cátedras habéis creído que obtenéis la gloria, estáis en un error. Sólo alcanzarán la gloria aquél que practique mis enseñanzas. Si creéis que con asistir a los ritos de las diversas religiones, el espíritu tendrá el descanso necesario, de cierto os digo que no, el espíritu descansa sólo cuando la conciencia nada le reclama.

42. Mi amor siempre busca a quien más falta le hace. Así en aquel tiempo me hice hombre para venir en pos de un pueblo, ese pueblo oyó mi palabra, mas a pesar de haber escuchado la verdad, me desconoció, culminando su ceguedad al derramar la sangre inocente del cordero.

43. ¡Jerusalén! ¡Jerusalén! Tierra donde se consumó mi predicación y mi sacrificio, no seréis la única en el dolor y en la guerra, sin embargo estáis grandemente afligida; pero habrá guerra en otros lugares, porque los hombres la están forjando con la mente y en ella tendrá que terminar.

44. Si la humanidad lleva la guerra en el pensamiento, es porque no tiene amor en su corazón. Y Yo os pregunto:¿Por qué no podéis amar, ni perdonar? ¿Acaso creéis que Yo amo menos a los que me sacrificaron, que a los que lloraron por Mí? Sabed que me estáis crucificando con vuestra falta de amor y comprensión.

45. Jerusalén es ahora tierra de dolor y os digo: cuidad de no derramar sangre inocente ni injuriar a mis enviados, porque vuestros hijos verterán muchas lágrimas por cada una que vosotros arranquéis, y grandes dolores, por uno solo que a un inocente causéis. No será mi castigo, sino el fruto de vuestra siembra.

46. Llorad, humanidad, si no sabéis amar; llorad si no sabéis perdonar; llorad con la amargura del que llora su propia muerte, porque quien no ama, no puede llegar a Mí. Por eso os digo: llorad, conmoveos, porque si sentís es que aún tenéis vida y podéis lavaros en vuestro arrepentimiento.

47. En todos los tiempos he buscado a los hijos de mi pueblo, para recordarles el pacto de alianza que hicieron con el Padre y decirle que son los emisarios de mi paz entre esta humanidad extraviada en los caminos del pecado.

48. Mi luz ha iluminado siempre el sendero de Israel, para que en él haga obras agradables a los ojos de su Señor.

49. La luz de mi divinidad siempre ha descendido sobre el pueblo, pero cuando se ha creído solo, ha perdido su espiritualidad y su fe, y ha caído en idolatría.

50. Por eso ha sido lento su avance espiritual. Si este pueblo desde los primeros tiempos se hubiese despojado de egoísmo, y hubiese entregado en los pueblos de la Tierra todo cuanto Yo le di y le revelé, mi Ley y mi Doctrina serían respetadas por toda la humanidad. Pero mirad al mundo caminando sin mi Ley, apurando un cáliz muy amargo y sufriendo de hambre y dolor.

51. No supo mi pueblo impedir que la Tierra se empapara de sangre humana. La paz nunca se ha hecho porque los emisarios de ella la han guardado para sí en su corazón, porque han dudado de ser capaces de obrar ese prodigio. Os parecéis a Tomás, mi discípulo, quien os dio un doloroso ejemplo al mostraros a un Apóstol mío dudando de mi verdad. También entre vosotros se encuentran los que dudan.

52. Hay hijos de este pueblo cuyo corazón se ha envanecido hasta creerse absolutos en la Tierra. Son espíritus dominados por el materialismo del mundo y las ambiciones del corazón.

53. Son los que han olvidado mi justicia y la inmortalidad del espíritu, al que han puesto una venda de obscuridad que le impide contemplar la claridad de mi luz. Y es mi justicia y mi amor los que descienden en este tiempo a los componentes de este pueblo, quienes han encarnado nuevamente en la Tierra por mi voluntad, para decirles cómo deben esparcir mi paz y mis bendiciones entre la humanidad. Entre este pueblo están los que envié en este tiempo para que diesen fe de mi nueva manifestación entre vosotros y para que después diesen testimonio de ello a vuestros hermanos. Sentís ahora un profundo dolor cuando contempláis que aun estando cerca de vuestro Señor, no os amáis, no os habéis reconocido unos a otros y tenéis momentos en que os sentís menesterosos de la paz.

54. No me veréis encarnado en este tiempo y a pesar de no verme con vuestros ojos, creeréis en mi comunicación. Tendréis que reconocer el tiempo en que os encontráis espiritualmente y la misión que os he confiado.

55. Este tiempo de responsabilidad pesa sobre vosotros. Para que salgáis avante en la lucha, analizad antes mi palabra, sintiendo que escucháis al Maestro en la ribera del río. En este tiempo, vuestro espíritu, por la regeneración, alcanzará gran limpidez, haciéndose digno de compartir sus dones con los demás y digno de ser ante mi presencia.

56. Cuando el mundo se entere de que me tuvisteis entre vosotros y me escuchasteis, buscará en este pueblo virtudes, ejemplos y enseñanzas capaces de persuadirle.

57. No solamente vosotros haréis caridad con los demás; Yo soy quien prepara los corazones para que os hagan la caridad cuando de ella necesitéis. Y vosotros que sois sensibles, sabréis a quién atribuir esa caridad.

58. Pero no será mi voluntad la que ponga el abrojo en vuestro camino, porque en verdad os amo, sólo iréis encontrando lo que vosotros mismos sembrasteis en el camino y si ello es dolor, si es ingratitud, si son lágrimas, no reclaméis a vuestro Dios, ni menos blasfeméis, porque sois los hijos de la luz.

59. Comprended que todos sois herederos de mi reino, mas para conquistarlo, grandes méritos tendréis que hacer.

60. Practicad mi Ley en vuestra vida y ella, cual estrella refulgente, os llevará hasta las puertas de la Tierra prometida.

61. Sed en el mundo la luz, el camino, el saber, invitad a vuestros hermanos a venir a mi mesa que os espera, en ella os deleitaréis con el pan de la vida eterna.

62. Comed ricos y pobres, porque nada os costará este banquete, pero debéis mezclaros los unos con los otros, para que la verdadera alegría reine en este festín.

63. Venid a escuchar esta palabra porque pronto ya no la oiréis.

64. Algunos, cuando hablo de que el fin de esta manifestación se aproxima, no alcanzáis a comprender porqué no permito que ella siga indefinidamente entre la humanidad, a lo que Yo os contesto que ninguna de las formas en que Dios ha hablado a los hombres a través de los tiempos, ha sido eterna, siempre ha tenido que materializarse vuestro Padre y que humanizarse para poder ser oído, visto y sentido por vosotros; por lo tanto, la comunicación material no será nunca la forma más elevada y perfecta de vuestra comunicación con el Señor.

65. Cuando hayáis logrado por medio de la espiritualidad la elevación de vuestra vida, cuando la justicia, el amor y la luz que existen en mi Doctrina sean la norma de vuestras obras y el culto que me ofrezcáis sea absolutamente espiritual, entonces estaréis en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu, de la comunicación perfecta; cuando el Padre ya no tenga necesidad de grabar su Ley en una piedra para hacerse comprender y obedecer; cuando ya no tenga que hacer encarnar su Divino Verbo, para hablar a los hombres a través de labios humanos; cuando ya no tenga que emplear el entendimiento rudo de los portavoces, en quienes he concedido mi inspiración en este Tercer Tiempo.

66. Mi ley grabada en piedra, en esencia si es eterna, pero su forma exterior fue pasajera, hice desaparecer las tablas donde fueron grabados los mandamientos. Lo que vuestro Padre quería era que la Ley quedase escrita en los corazones. También os digo que ni Jesús el prometido, el ungido, el hijo de Dios, fue eterno en la Tierra; su palabra, su Doctrina, sus obras, y su vida ejemplar, si fueron perdurables, tuvieron esencia de eternidad; pero su vida humana fue breve en el mundo, porque habiéndose desbordado en sabiduría, en amor y en piedad, no tenía porque permanecer un instante más, una vez consumada su obra ejemplar. La voz de Cristo que es el verbo del Padre, vibró y vibrará eternamente en todos los espíritus.

67. Lo mismo sucederá en este tiempo, pueblo; esta forma de comunicarme con vosotros a través de los portavoces, pronto tendrá su final, porque no es la más perfecta; en cambio, la esencia que emana de la palabra vertida por los labios de los portavoces, esa, será eterna, ya que es la misma esencia de la palabra que antaño os traje y la misma esencia que contiene la Ley que os entregué en el Primer Tiempo.

68. Analizad serenamente como buenos discípulos y veréis que las formas exteriores, la parte humanizada o material de cada una de las manifestaciones de vuestro Padre, no pueden ser eternas entre vosotros, porque si así sucediera, jamás saldríais de vuestro estancamiento, nunca evolucionaríais, y debéis comprender que vuestro destino espiritual, es subir, alcanzar, conquistar, saber.

69. La parte exterior de aquella revelación del Padre en el Sinaí, fue la piedra que sirvió como medio para que en ella se grabara la divina Ley.

70. Lo exterior en la comunicación de Dios con los hombres a través de Jesús, fue la envoltura, la forma humana de Cristo, y en este tiempo, la parte exterior de mi comunicación ha sido el portavoz, por lo que esta forma, como la de los tiempos pasados, tendrá su fin.

71. Entended que sois los hijos del pueblo Espiritualista, el que no deberá alimentarse de formas, sino de esencia, si comprendéis bien mi palabra, nunca más caeréis en idolatría, ni os aferraréis a las prácticas exteriores, a las formas, a lo pasajero, porque iréis siempre en pos de lo esencial, de lo eterno.

72. Ved cómo vivís aferrados en todo, a lo material, Yo os he visto cuando uno de vuestros seres queridos parte de este mundo, abrazaros a su cuerpo inerte queriendo darle nueva vida o retenerle, ignorando que no es aquel cuerpo, aquella forma a la que debéis ataros, sino al espíritu de aquél que desde ese instante os contempla desde una mansión de más luz, sin apartarse de vuestro lado, sin desconoceros ni olvidaros, sin romper los lazos eternos con que todos estáis atados.

73. El que llora la muerte de la carne creyendo ver ahí el final de un ser amado, es un muerto que vela a otro muerto, es un ser ignorante y sin luz que ha cerrado su corazón a aquél que desde la luz le contempla.

74. Si en vez de complicadas religiones, la humanidad se concretase a estudiar y vivir cumpliendo con las enseñanzas de mi Doctrina, en vuestro mundo habría mas luz, habría paz en los espíritus.

75. Grande es el testamento que Dios ha puesto en vuestras manos; pero no sabéis aún lo que poseéis, por eso vuestro planeta sigue siendo valle de lágrimas.

76. Si en vez de soñar en encontrar el arca que contenía las tablas de la Ley y querer perpetuar la forma del Divino Maestro en imágenes diversas, se concretasen los hombres a penetrar en el sentido de la Ley Divina y de la Doctrina, verdaderamente se unirían y se haría la paz.

77. Os digo todo esto, porque vosotros que habéis recibido en este tiempo una de las grandes revelaciones, estáis en peligro de aferraros a la parte exterior o sea a la forma, para tratar de retenerla siempre con vosotros; quienes así lo hicieren; serán muertos velando a sus muertos porque todas las formas pasan y sólo queda de ella lo esencial, lo espiritual, lo eterno.

78. Emplead vuestro entendimiento a fin de que comprendáis y haced uso de vuestra voluntad para que practiquéis.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






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Enseñanza 225

1. Discípulos amados: mi amor y mi paz son con vosotros. Vengo a enseñaros con mi divina lección a olvidar los bienes de la Tierra, para que se desprenda vuestro espíritu y se comunique en el más allá con el Maestro.

2. Hay en cada corazón una cuita, una queja que tratáis de ocultar a mi mirada; venís a aprender de Mí y no queréis mostrarme vuestra amargura, pero estáis delante de mi mirada perspicaz que penetra hasta el fondo de vuestro corazón y siente vuestra pena.

3. Antes de daros mi enseñanza, quiero derramar mi bálsamo en vuestra herida, llenar de paz vuestro espíritu. Quiero veros fuertes, sentiros cerca de Mí, que los lazos que existen entre vosotros y el Padre, sean más estrechos cada día, para que las cadenas que atan a vuestro corazón a la Tierra se rompan y vuestro espíritu se liberte. Os he enseñado a dar cumplimiento justo a las leyes espirituales y a las humanas, con lo cual no caeréis en materialismo ni en fanatismo espiritual.

4. Habéis sufrido mucho para llegar a contemplar mi tercera manifestación y oír nuevamente mi palabra. Entre vosotros se encuentran los que a pesar de haberme oído, no están exentos de penas, porque su espíritu no se ha podido librar de las miserias humanas, mas vengo como Maestro paciente y amoroso para ayudaros con mi lección para que los párvulos adelanten en su caminata. Las pruebas de la vida forman parte de mi enseñanza, ellas van forjando y dando temple a vuestro espíritu para resistir las nuevas pruebas que han de venir. El dolor ha sido el medio por el cual habéis llegado a Mí. Lo mismo sucedió en el Segundo Tiempo. Fueron los ciegos, los leprosos, los paralíticos, los poseídos, los sordomudos, los que llevaban lacras no solamente en el cuerpo sino también en el corazón, los que dieron testimonio de Mí.

5. Las obras de amor y de caridad que hice entre vosotros y que llamasteis milagros, encendieron la fe de aquellos corazones, y por ellos, otros muchos llegaron a Mí. Fue mi voluntad hacer aquellas obras, para estremecer las fibras más profundas del corazón y del espíritu para que palpara la humanidad el poder de Jesús. Aquel hombre sobrenatural que hizo obras imposibles de realizar por los demás hombres; obras superiores a la ciencia y a todo lo que habían hecho en tiempos pasados los enviados del Señor. No era aún la culminación de los tiempos y por eso el Padre, siendo Espíritu, descendió entre los hombres, oculto en la carne de Jesús para que todas sus obras y sus palabras, fuesen visibles y palpables.

6. Por eso en muchas ocasiones sané antes a los enfermos del cuerpo, para que la prueba fuese patente a los ojos del mas incrédulo y materializado, porque si aquellos prodigios, los hubiese verificado solamente en el espíritu, no hubiesen sido contemplados ni creídos por el pueblo.

7. Los tiempos han cambiado. Si no fueseis los mismos, repetiría entre vosotros aquellos milagros para dar testimonio de Mí, pero vosotros fuisteis mis testigos en aquel tiempo, no sólo vivisteis, sino también recibisteis mi caridad. ¡Cuántos de vosotros sentisteis la caricia de Jesús, el dulce peso de su mano sobre vuestra cabeza; cuántos escuchasteis el eco de aquella palabra, que saturaba con su bálsamo y su amor vuestro cuerpo y vuestro espíritu.

8. Hoy vengo directamente a vuestro espíritu, porque lo he encontrado ciego en unos, privado de movimiento en otros, sordos a mi voz divina otros más y algunos leprosos por el pecado y por el vicio. Entonces os he hecho el llamado, para que lleguéis a Mí dóciles y en paz, pero habéis sido duros de corazón, hasta que el dolor ha sido muy acerbo os habéis levantado en mi busca. Antes llamasteis puerta tras puerta, en busca de paz, de salud o de consuelo, y no encontrando estas bendiciones en parte alguna, doblegasteis la cerviz humildemente para venir ante mi presencia. Todos habéis llegado así. No ha venido ante Mí un solo corazón o un espíritu que no necesite de mi caridad, por lo que os digo nuevamente que por el dolor habéis llegado al camino.

9. Algunos en su incredulidad me exigieron un milagro para creer, entonces Yo les puse a prueba no concediéndoles el prodigio que pedían porque el que crea en Mí y me ame, jamás pondrá condiciones al Padre. Otros a pesar de su falta de fe, perseveraron escuchando mis enseñanzas hasta que su corazón se doblegó, realizándose en ellos el milagro. Cuando abrieron los ojos llenos de fe en su Señor, contemplaron con infinita alegría, que habían recobrado la salud y la paz; y otros más que perseveraron también oyendo mi palabra, olvidaron su dolor corporal y fueron elevando su espíritu, hasta llegar a bendecir sus propios sufrimientos, porque fueron los que les acercaron a Mí.

10. Benditos seáis porque habéis reconocido que así he probado vuestra fe y amor y que por vuestro anhelo de redención habéis alcanzado mi caridad y mis dones.

11. He sido Maestro, he sido Padre, Doctor y Juez. Yo soy el amor de los amores. Buscadme siempre como Padre y como Maestro. No enferméis para que no me busquéis como Doctor, ni desafiéis mi justicia para que no me tengáis como Juez.

12. La práctica de la moral, de la virtud y de la espiritualidad os librará de las enfermedades de la materia y del reclamo de la conciencia.

13. Os digo nuevamente que ahora no he llegado ante la humanidad a repetir los milagros del Segundo Tiempo, porque he venido en busca de vuestro espíritu, aunque sin olvidar a vuestra materia, porque ella es también mi criatura. Me he acercado para llenar de paz vuestro corazón y hacer sonreír vuestra faz en medio de las vicisitudes y dolores de este tiempo.

14. .He venido a encender vuestro corazón con la luz de un ideal que es una realidad, porque ese ideal soy Yo, la meta del camino, a lo largo del cual tendréis mi presencia, mi compañía. En él seré voz de alerta, amigo, doctor y guardián que vele vuestro sueño.

15. Vuestro espíritu está encontrando su mundo, aun morando en la Tierra; está conociendo su santuario, ha encontrado el camino y desde él contempla en el horizonte su verdadera patria. En vuestro corazón me preguntáis quiénes llegarán a ella y Yo os contesto: todos. Pero en el futuro no será el dolor el que os conduzca, ni las pruebas las que os obliguen, será vuestro amor, la luz que os guíe hasta Mí. Las pruebas del camino son solamente para despertaros de vuestro materialismo.

16. Cuando las tempestades y los torbellinos hayan pasado, la calma y la paz serán en vuestro corazón y entonces lograréis vuestra unificación y el Padre os dará, ya estáis preparados, pensad ahora en los demás, ya tenéis derecho de enseñar a vuestros hermanos, porque ya podéis dar un buen ejemplo.

17. La nueva Jerusalén abrirá sus puertas, dentro de ella quedarán los guardianes y de ella saldrán los emisarios en pos de las naciones para llevar la bienandanza y el testimonio.

18. Vuestra palabra derrumbará de sus pedestales a los ídolos y la luz que de vosotros emane, disipará las tinieblas.

19. Aunque os parezca demasiada responsabilidad os digo que podéis cumplir esta misión porque vuestro espíritu ha tiempo que inició su camino de evolución.

20. En el Primer Tiempo; Israel guardó el Arca para sí solo, pero cuando Jesús predicó en la Tierra, borró las fronteras de la Judea y envió sus apóstoles a otras naciones para extender la semilla del amor.

21. Hoy vengo como Espíritu Santo y mi Doctrina Universal abarca a todos sin distinguir razas, sabios o ignorantes, ricos o pobres. Esta Doctrina es para el espíritu. En ella se unirán todos los moradores que en número infinito de mundos habitan el Universo.

22. De este pueblo surgirá el templo espiritual donde moraré eternamente. Templo interior, en el que se levante un altar de amor a mi Divinidad, santuario que no será construido con piedras, sino con oraciones, obras de caridad y testimonios verdaderos. En ese templo estará mi imagen, no la que ha hecho la mano del hombre, sino la que he hecho Yo a semejanza Mía: el ser humano dotado de espíritu e iluminado por la luz de la conciencia.

23. En vos tenéis un reflejo de lo divino, me lleváis en verdad. La inteligencia, la voluntad, las potencias, sentidos y virtudes que poseéis, hablan de la esencia superior a la que pertenecéis y son un testimonio viviente del Padre de quien brotasteis.

24. A veces la imagen que de Mí lleváis en vuestro ser, la llegáis a manchar y a profanar con la desobediencia y el pecado, entonces no os asemejáis a Mí, porque no basta tener un cuerpo humano y un espíritu para ser imagen del Creador; la verdadera semejanza conmigo, está en vuestra luz y en vuestro amor para todos vuestros semejantes.

25. “Creced y multiplicaos”, digo a vuestro espíritu en este Tercer Tiempo, como dije a los padres de la especie humana, cuando se les ordenó “Henchir la Tierra de criaturas humanas”. Creced y multiplicaos, pueblo amado, pero creced en espiritualidad y multiplicaos en virtudes.

26. Sed lámpara entre tanta tiniebla que reina en este tiempo. Sed oración y maná, sed bálsamo y caricia, entonces estaréis armonizando con los seres que me aman, con los espíritus que me rinden culto.

27. En la Tierra tenéis un refugio que es vuestro hogar, esa institución que es imagen del Universo, para que en su seno toméis fuerza para luchar.

28. Haced porque vuestro hogar tenga algo de templo, que sea un pequeño reino, un oasis en el desierto árido y hostil de vuestra vida. Velad por la virtud de vuestro hogar, mas no por un exceso de celos vayáis a caer en egoísmo, porque entonces dejará de asemejarse al Universo por su falta de hospitalidad, amor, y caridad. Dejad que vuestro techo sea hospitalario y que vuestra mesa sea fraternal.

29. Sólo por el camino del amor llegaréis a Mí y me conoceréis, por eso os he enseñado cómo caminar dentro de esta Doctrina, porque ella os inspira el verdadero amor.

30. Mi palabra será vuestra guía en este Tercer Tiempo y os abrirá brecha por entre obstáculos, abismos y tinieblas, porque en ella están mis mandatos.

31. Recordad que solo Yo soy vuestra salvación. En los tiempos pasados, en los presentes y en los venideros, mi Ley fue, y será el camino y guía de vuestro espíritu.

32. Benditos sean los que confíen en mi Ley porque jamás se perderán en las encrucijadas del camino. Llegarán a la Tierra Prometida y entonarán el himno del triunfo.

33. Pueblo amado: cada paso de adelanto que dais en el camino Yo lo bendigo, llenando de paz y de confianza vuestro espíritu, como un aliciente para que no os detengáis ni os aletarguéis como hicisteis en los tiempos pasados.

34. No os conforméis ni quedéis satisfechos con vuestras primeras obras, tened presente que la meta aún se encuentra distante y que para alcanzarla necesitáis caminar todavía mucho, hacer nuevos méritos y esforzaros por lograr vuestra elevación.

35. El perfeccionamiento del espíritu no puede sujetarse a plazos en la Tierra, así sean siglos o eras. El perfeccionamiento y la evolución del espíritu tiene por campo la eternidad, pero no porque tengáis por delante la eternidad menospreciéis los días o los minutos de vuestra vida terrestre, pensando que si los perdéis tenéis muy amplia oportunidad de reponerlos. Vosotros no os habéis dado cuenta de lo que vuestro espíritu sufre cuando ha perdido un paso en su jornada o cuando se ha retrasado un instante. Es menester que conozcáis el valor que tiene cada uno de los instantes de vuestra existencia para que viváis alerta, aprovechándolos en beneficio de vuestro mejoramiento material y espiritual.

36. Sé que no todos podéis venir con el mismo paso por esta senda, por eso les digo a los que ya han logrado caminar con seguridad y firmeza: No os olvidéis de los que tras de vosotros vienen, ved que unos llegan fatigados, otros se han estacionado, y otros pierden por momentos la fe.

37. Os doy la misión de que veléis por los que vienen tropezando y cayendo en el camino, para que encontréis la ocasión de practicar vuestra fraternidad y de probar lo que hayáis comprendido de mis enseñanzas.

38. Si alguno intentase reservar para sí sus conocimientos, su fe y sus dones, temiendo que otros aprovechen y gocen de lo que él ha labrado, ése llegará solo y con las manos vacías ante Mí, me presentará su semilla, pero no su cosecha porque nunca sembró, ya que se concretó a recibir simiente y tomarla para sí.

39. El que se olvide de sí mismo por dar a sus hermanos de lo que en su espíritu lleva y su goce más grande sea el de ayudar a sus semejantes a elevarse hacia la cumbre del monte donde se encuentra la meta espiritual¸ ése llegará seguido de muchedumbres¸ bendecido por sus hermanos, con el espíritu lleno de luz en el cumplimiento de su misión.

40. Venid a Mí, discípulos, párvulos y postreros. Llamo discípulos a los que habéis estudiado mi enseñanza, desde el momento en que os revelé que es ya el Tercer Tiempo, en el que el espíritu del hombre debe elevarse y colocarse a gran altura para armonizar con el Padre. Y vosotros que os sentís párvulos, en verdad os digo que no es ésta la primera lección que recibís de Mí; ha mucho tiempo, en otras eras, he conversado con vosotros y desde entonces conocéis mi Ley, y también desde ese tiempo, he esperado vuestro cumplimiento. A los que he llamado postreros, os digo que no os sorprendáis que venga a manifestarme entre vosotros, porque estaba profetizado que Yo volvería entre los hombres.

41. Oídme todos y preparad vuestro espíritu, porque voy a daros el alimento espiritual, el pan sin levadura, como os dije en el Segundo Tiempo. Sólo de Mí podéis recibir este pan, que es esencia y amor de mi Espíritu para toda criatura. Desde hoy alimentaos con él, que no le falte a ninguno de mis hijos este sustento; no muráis de hambre porque Yo, el Padre, vengo a deciros que nunca me habéis tenido tan cerca de vosotros como ahora.

42. Os he prometido sosteneros y daros protección, porque sois mis hijos. No dudéis más, no os sintáis hambrientos o huérfanos de este amor y en cualquier escala en donde os encontréis, sentid mi presencia.

43. Quiero que conozcáis el sabor de este fruto que os ofrezco, para que no os dejéis engañar; porque se acerca el final de mi comunicación y después de ese tiempo habrá peligros y acechanzas para el pueblo escogido. Aquellos que no hagan el análisis de la enseñanza que reciben, podrán caer en tentación. Sólo los discípulos que permanezcan velando y orando se verán libres de error y llevarán la simiente pura y sabrán transmitirla a sus hermanos.

44. Yo he marcado el tiempo que han durado mis manifestaciones en las tres Eras. Desde el primer hombre hasta el nacimiento de Jesús fue el tiempo que comprendió la Primera Era de la humanidad. Fue una larga etapa de pruebas, de combates y experiencias para vuestro espíritu que se encontraba en plena evolución. Jesús marcó el principio de la Segunda Era y el hombre estudió la lección que con su ejemplo le dio y se conmovió al sentir cerca de sí al Verbo, al Enviado del Padre. Su estancia en este mundo fue breve; un corto tiempo y tornó al Padre, de donde había venido, después de preparar y disponer a los elegidos para que su palabra fuese llevada hasta los confines de la Tierra. De ese tiempo hasta el año 1866 en que aparecieron las señales que daban a conocer el principio de una nueva Era, fue lo que abarcó la segunda etapa. Después de ese tiempo, se ha abierto un nuevo ciclo para la humanidad, el tercero, y mi Espíritu en plenitud ha venido a enseñaros a pasar de una etapa a otra y a tomar la simiente, la luz y la gracia que corresponden a este tiempo, para que conozcáis en qué grado de evolución os encontráis y os acerquéis paso a paso a la espiritualidad.

45. El tiempo en que os entregué mi enseñanza por conducto del hombre, está señalado y como toda orden mía, ha de cumplirse. Después vuestra fe, intuición y confianza en Mí, os dirán que estoy cerca de vosotros, y me sentiréis muy dentro de vuestro espíritu, guiando vuestros pasos y señalando siempre la cumbre del monte, ayudando a mis hijos a que alcancen la perfección que es la meta que espera a los espíritus.

46. Mujeres benditas: también vosotras formáis parte de mi apostolado. Entre el espíritu del varón y el vuestro no existe diferencia, aunque físicamente seáis distintos y también diferente la misión del uno y de la otra.

47. Tomad como Maestro de vuestro espíritu a Jesús y seguidle por la senda trazada por su amor; haced vuestra su palabra y abrazaos a su cruz.

48. Estoy hablando a vuestro espíritu con la misma palabra con que le hablo a los hombres, porque espiritualmente sois iguales. Sin embargo, cuando vuestro corazón de mujer busque un modelo a quien imitar; cuando necesitéis de ejemplos perfectos en qué apoyaros para perfeccionaros en la vida, recordad a María, observadla a lo largo de su jornada en la Tierra.

49. Fue la voluntad del Padre que la vida humilde de María, quedara escrita por mis discípulos, quienes la conocieron a través de sus obras y conversaron con ella.

50. Aquella vida, humilde para quien la conozca, fue luminosa desde su nacimiento hasta su final en el mundo. Muchas páginas de amorosa enseñanza escribió María con su humildad de espíritu, con su infinita ternura, con la pureza de su corazón, con su amor a la humanidad, que expresó con silencio, más que con palabras, ya que Ella sabía que quien venía a hablar a los hombres, era Cristo.

51. El espíritu de María era la misma ternura emanada del Padre para dar a la humanidad el ejemplo perfecto de humildad, de obediencia y mansedumbre. Su paso por el mundo fue estela de luz. Su vida fue sencilla, elevada y pura, en Ella se cumplían las profecías que anunciaban que el Mesías nacería de una virgen.

52. Sólo Ella podía haber llevado en su seno la semilla de Dios; solo Ella era digna de quedar después de quedar cumplida su misión ante Jesús, como Madre espiritual de la humanidad.

53. Por ello es María vuestro modelo perfecto, mujeres, pero buscadla e imitadla en su silencio, en sus obras de humildad, de infinita renunciación por amor a los necesitados; en su dolor callado, en su ternura que todo lo perdona y en su amor que es intercesión, consuelo y dulce compañía.

54. Doncellas, esposas, madres, huérfanas o viudas, mujeres solas que tenéis el corazón traspasado por el dolor, nombrad a María vuestra dulce y solícita Madre, llamadla con el pensamiento, recibidla con el espíritu y sentidla con el corazón.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 226

1. El maestro os bendice, pueblo. Os preparo para que os recreéis con mi presencia y recibáis fortaleza, para resistir las pruebas espirituales, morales y materiales que están ya entre vosotros.

2. Mucho os he hablado de las pruebas que habrían de afligir al mundo en este tiempo. Si observáis, contemplaréis que se han manifestado ya; mañana vendrán otras aún mayores. Vosotros, que tenéis el antídoto, podréis ser respetados. Si cumplís mis mandatos, podréis ordenar a los elementos que se detengan y no hagan daño a los vuestros, y ellos como siervos sumisos obedecerán. Vuestra potestad alcanzará no sólo a una pequeña porción, sino comarcas y naciones recibirán un atenuante en su aflicción por la oración del pueblo de Israel. Mas ¡Ay! de vosotros si no permanecéis orando y velando, porque entonces vuestra falta de cumplimiento pesará sobre vuestro espíritu y os sentiréis frágiles para hacer frente a las vicisitudes.

3. En este tiempo de meditación y de cumplimiento debéis prepararos para concluir la misión comenzada en tiempos pasados. Reparad yerros, restituid con amor su limpidez a vuestro espíritu. Vuestra deuda es grande, porque no habéis entregado como emisarios míos todo lo que os he confiado para la Humanidad.

4. Bendito sea el que tiene fe, mas también bendigo al que viene a Mí, pidiéndome ese precioso don. “La fe os salvará,”, os he dicho siempre. En los trances difíciles, en las grandes pruebas, todo el que ore y confíe será salvo. ¿Porqué caéis a veces en el abismo de la desesperación y de la desconfianza, sabiendo que os amo y que tenéis toda mi protección? Si no habéis practicado la fe, buscadla en vosotros mismos, y cuando la hayáis encontrado la llevaréis como una lámpara para iluminar vuestro camino. Entonces seréis fuertes, pacientes y conformes con vuestro destino.

5. Yo os he enseñado a orar, y en esa oración hemos conversado. Me habéis llamado en vuestros sufrimientos y en vuestras horas de paz; también cuando habéis pecado, habéis buscado mi presencia para llorar Conmigo vuestras faltas y tranquilizar así a vuestro espíritu. Mi amor y mi paciencia son infinitas y se manifiestan a cada instante entre vosotros.

6. La fecha señalada para mi partida se acerca. Mi palabra cesará, mas Yo quedaré en Espíritu en el corazón de mis discípulos. Para ese tiempo habréis aprendido a buscarme en el templo interior de vuestro ser, la grandeza de él, estará en la fe, en el amor y elevación del espíritu. Nadie podrá destruir ese santuario, si lo habéis edificado con firmeza. Perseverad en mi Doctrina, para que podáis conocer la misión que he confiado a vuestro espíritu, en todos los tiempos.

7. Buscadme en el infinito con la sensibilidad de vuestro espíritu, mas no pretendáis mirarme. Vuestros ojos no podrán mirar a mi Espíritu. Juan, mi discípulo del Segundo Tiempo, no contempló en su gran visión a mi Espíritu en toda su magnitud. Sólo presenté a su pupila espiritual, símbolos que encerraban un gran misterio, que él con toda su elevación no alcanzó a interpretar. Él me dio gracias por lo que Yo le había concedido y escribió lo que vio y oyó en ese gran miraje, para las generaciones futuras.

8. Profetas de este tiempo: Penetrad con respeto en el infinito y Yo os concederé por vuestra preparación hermosos mirajes que alienten al pueblo y le anuncien los acontecimientos que han de suceder; los niños darán testimonio de lo que han visto. Yo les concederé grandes videncias; la luz de mi sabiduría descenderá entre vosotros.

9. La palabra que el Maestro ha venido a transmitir en este tiempo, tiene la gracia de manifestar las enseñanzas ignoradas por los hombres, por medio del hombre preparado que cumple con verdadera comprensión su misión de portavoz. Y esta gracia, a la vez, os enseña a comprender a través de mis manifestaciones, la evolución que el espíritu ha alcanzado en el Tercer Tiempo.

10. Mi luz es la que os ha hecho mirar con claridad esta verdad, ella se infiltra en todo vuestro ser; es, para el espíritu fatigado, agua cristalina para calmar su sed; para el corazón es fortaleza en la lucha contra la miseria y las tentaciones con las que tenéis que enfrentaros día tras día. Ese conocimiento es la fuerza que os alienta, es la gracia que reviste a mis discípulos.

11. Para llegar a conocer algo más del espíritu y de la vida que os rodea, habéis tenido que desarrollaros a través de varias existencias. Habéis penetrado en la Era de la Luz, que os permite contemplar las lecciones de mi Doctrina en su verdadero sentido, ya no en la forma en que la imaginabais. Y eso os permite distinguir el camino que conduce a la vida eterna. Por esta luz, ¡Cuántas revelaciones conocerá el hombre y cuántos pasados errores tendrá que lamentar al descubrirlos! Porque es la hora del despertar, es la era de la libertad del espíritu y del pensamiento.

12. Todas las costumbres superfluas que como cadenas arrastró el hombre, desaparecerán de él al libertarse del materialismo con su nueva preparación.

13. Tendréis que levantar vuestra voz para que la escuche el mundo. Vosotros seréis los portavoces de esta Buena Nueva, como testigos verdaderos que sepan explicar lo que sus oídos escucharon y su entendimiento recibió, confirmándolo con vuestras obras de amor y caridad.

14. Si hasta ahora no existe perfección en vuestros actos es porque no habéis querido transformaros dentro de mi Doctrina; os ha faltado voluntad, abnegación y esfuerzo, pero vuestro espíritu quiere elevarse ansioso de acercarse a Mí y de cumplir su misión.

15. Si los hombres de ciencia proclaman la grandeza de su sabiduría, es porque se encuentran convencidos de ello. Para que vosotros podáis hablar de mi Obra, también tendréis que profundizaros en ella hasta estar ciertos de su verdad.

16. De lo que no conocéis, comprended que no podéis hablar ni afirmar, por temor a caer en mentira o error; cuando haya en vosotros preparación, conocimiento y fe profunda, poseeréis la luz de la verdad.

17. Mirad que mi enseñanza no se limita a vuestros conceptos y vuestra capacidad de comprensión. Mi sabiduría divina no tiene fin. No hay quien pueda decir que alguna de mis revelaciones la tuvo o la concibió antes de que Yo se la revelase.

18. Mientras los científicos tratan de explicarlo todo a través de sus conocimientos materiales, Yo revelo a los humildes la vida espiritual, la vida esencial, en la cual está el porqué, la razón y la explicación de todo lo que existe.

19. Del conocimiento que impartáis, surgirá el concepto que de mi Obra se formen los hombres. Muchos por falta de comprensión, juzgarán mi Doctrina por vuestra humildad, como en el Segundo Tiempo fue juzgado Jesús el Cristo por su apariencia humilde y su vestidura pobre, y porque también aquéllos doce que le seguían mostraban la humildad de su indumentaria. Yo os digo en verdad, que no estaban cubiertos de andrajos y que solamente habían renunciado a las vanidades materiales, porque a través de mi enseñanza habían comprendido cuáles eran los verdaderos valores del espíritu.

20. Os digo, discípulos: Cuando los hombres se levanten a estudiar mi Obra y os busquen e interroguen, no vayáis a caer en tentación creyéndoos superiores por el conocimiento que de Mí habéis recibido. Cuanto más humildes os mostréis, más nobles y dignos de confianza os contemplarán.

21. Así, de hombre en hombre, irá penetrando la luz que disipe el fanatismo y liberte al espíritu. Y los que se nombraron cristianos sin serlo, conocerán e interpretarán las verdaderas enseñanzas de Cristo a través de esta luz, porque ella les dará un elevado concepto de la vida espiritual, de la que Jesús habló en sus enseñanzas.

22. Discípulos: Oídme, porque Aquél que os enseñó la humildad y en su amor os llamó hermanos, es el mismo que hoy viene a hablaros en este tiempo.

23. Mi Arcano se abre ante los discípulos para convertirlos en maestros. Escuchadme y estudiad mi palabra para que pueda enviaros a las comarcas y pueblos a esparcir mis enseñanzas.

24. En este tiempo os hablo desde mi Solio y mi voz se escucha en vuestro mundo a través del hombre donado por Mí.

25. Así como en el Primer Tiempo fue anunciada la venida del Mesías, así también anuncié mi nueva venida, y ¡Aquí me tenéis!

26. En 1866, por conducto de Roque Rojas, se manifestó el espíritu de Elías, el profeta y precursor, para preparar los caminos del Señor, para encender una lámpara en el corazón de los primeros, anunciarles mi próxima llegada y preparar a los portavoces por los cuales habría de manifestarse mi Espíritu Santo, hombres y mujeres carentes de ilustración material.

27. Por esos conductos me he venido a comunicar para que mi palabra se escuche aun por los nombrados ministros de Dios en la Tierra, para que todo aquél que en alguna forma infrinja mis leyes, se exima de seguirlas profanando y se levante enseñando a los hombres el camino verdadero que conduce a Mí.

28. Nuevamente se levantarán los escribas y los fariseos para juzgarme y someterme a prueba; ahora será en vosotros, mas os digo: Sed humildes, con esta humildad que os vengo enseñando, para que ellos os reconozcan como mis discípulos.

29. No se encuentra reunido aún el pueblo de Israel, porque mientras unos están en espíritu, otros aún tienen materia; mientras unos se hallan salvos, otros se encuentran al borde del abismo. Entre éstos están los que creyendo amar al Padre, a quien adoran es al becerro de oro. Mas se acerca el instante en que este pueblo se encuentre reunido y preparado.

30. Vosotros que me estáis escuchando y que formáis parte de ese pueblo, sois los que habéis acudido a la voz de mi llamado, que cual campana sonora toca a vuelo y la recompensa de vuestra sumisión y buena voluntad la tenéis al escuchar al Verbo Divino, al mismo que os habló en Jesús, el Rabí de Galilea.

31. Yo os enseño a no censurar las creencias y prácticas de vuestros hermanos en sus diferentes religiones. Mi Doctrina, que es universal, os enseña el respeto a toda creencia. Sabéis que estoy en todos, lo mismo en el que está limpio, como en el que se encuentra manchado por el pecado.

32. Yo a todos amo y a nadie castigo; es mi justicia la que corrige y perfecciona a los espíritus.

33. El Espíritu Divino está lleno de amor; en El no existe la ira, creed que si el Padre, ante vuestras ofensas y faltas, por un instante se sintiese airado, ese instante bastaría para exterminaros.

34. Por eso he venido sobre la nube blanca para haceros oír mi palabra, apartando vuestra maldad, abriendo a la verdad vuestros ojos espirituales y presentándome en el desierto de vuestra vida como una palmera, bajo cuya sombra habéis descansado.

35. No he venido a daros riquezas materiales, porque si necesitándolo todo llegáis a volverme la espalda, ¿Qué haríais si os convirtiese en acaudalados? Pero de cierto os digo que lo que os estoy entregando es más que una joya, es un tesoro.

36. ¿Adónde van los espíritus después de la muerte corporal? Vuestro corazón no lo sabe, él no conoce aquellas moradas. Pero debéis de elevaros en el sendero de vuestra evolución espiritual para que vuestro espíritu no vaya a penetrar en el valle en tinieblas.

37. Levantaos a vivir una nueva vida, una vida de paz, quiero que veléis y que oréis ahora que la destrucción amenaza a la humanidad.

38. Hay quienes no creen en mi presencia porque juzgan la pobreza y humildad de estos recintos y la insignificancia de los portavoces por quienes me comunico, pero si los que así dudan estudiaran la vida de Cristo, verían que El nunca buscó galas, ni honores, ni riquezas.

39. Tan pobres y humildes pueden ser estos lugares, como el establo y la paja en que nací en aquel tiempo.

40. Discípulos: habéis estado en mi mesa celestial y en ella habéis comido el pan y bebido el vino de mi amor.

41. Desde mi solio envío mi rayo para deleitaros con el concierto de mi palabra.

42. Esperaba, como en los tiempos pasados, vuestra llegada.

43. Sentaos a mi mesa y rodeadme. Si tenéis hambre y sed, he aquí los manjares; tomad y comed. Si os sentís tristes o enfermos, he aquí mi presencia para daros salud y consuelo.

44. Alentad siempre la esperanza de que llegaréis a morar conmigo eternamente. Si os he cumplido mis promesas para el mundo, os cumpliré también mis promesas para la vida espiritual.

45. Haced méritos en la Tierra y no perderéis jamás el camino que os conduce a Mí.

46. En este tiempo, estáis atravesando un nuevo desierto, en el cual no habéis perecido de hambre, porque en él se ha hecho el milagro de mi palabra, que ha sustentado a vuestro espíritu, como os alimentasteis con el maná en la soledad del desierto y después comisteis de los panes y de los peces del milagro de Jesús, también en un desierto.

47. Ahora no es el desierto de candentes arenas el que atravesáis ni es el pan de la Tierra el que os estoy ofreciendo. Ahora vais hacia la cumbre de la montaña y os alimenta el pan de vida eterna. Vuestro espíritu comprende perfectamente el sentido figurado en que os hablo, porque vuestra evolución espiritual os permite penetrar en el fondo de mi enseñanza.

48. Vais escalando paso a paso la montaña bajo el peso de vuestra cruz. Cuando os canséis, llamadme y presto el Maestro, cual Cirineo, os ayudará con vuestra carga, para que podáis proseguir hasta el fin de vuestra restitución. Todos lleváis cargos y deberes, por eso soy con todos, lo mismo con el niño, que con el joven y con el anciano. Mas si soy Yo quien os ha trazado el destino y confiado la cruz, es porque sé que podéis cumplir para con vuestro Padre.

49. Nadie podrá determinar su grado de evolución espiritual, ni el plano en que su hermano se encuentre, esto sólo Yo lo puedo juzgar.

50. He venido a romper las cadenas que os atan al mundo para daros la libertad espiritual de elevaros en busca de la luz que es la verdad.

51. Nadie quiere ser el último, todos quisierais ser primeros. Pues haced méritos, trabajad; regad con amor las tierras, dejadlas fecundas y en ellas sembrad la semilla del Maestro, y las generaciones que vengan detrás de vosotros reconocerán, por vuestra huella, que fuisteis doctrinados por vuestro Padre.

52. Defended vuestras tierras con la espada de luz que os he dado, para que la tentación no llegue a malograr vuestros cultivos.

53. Os he ofrecido la gloria como premio para vuestro trabajo espiritual y en ella seréis con vuestro Creador, que en esta era viene a vosotros como Padre y Maestro para confortaros e iluminaros; he aquí mi enseñanza en la que veréis manifestado mi amor, mi rectitud, mi justicia y también mi consejo con el cual quiero llevaros a la sabiduría.

54. En todos los tiempos me he manifestado al hombre, en una forma sencilla para que pudiera comprenderme, siempre lo he hecho al alcance de vuestro entendimiento y de vuestro corazón. He descendido hasta vosotros para daros con ello un ejemplo de humildad llegando hasta vuestra vida humilde para levantaros a una vida mejor.

55. Os he preguntado en qué forma preferíais que os hablara y me habéis contestado que en cualquiera en que lo hiciera, llegaríais a reconocerme. No me sometáis a prueba, lo que debéis hacer es tratar de espiritualizaros para que interpretéis mejor mis manifestaciones y con ellos testifiquéis plenamente mi Doctrina con obras de verdadero amor.

56. Siempre os he traído la luz y os he señalado el camino ascendente. Hoy vengo a prepararos para que penetréis con vuestra oración en un éxtasis mayor, y podáis contemplar de cerca la vida espiritual y miréis a vuestro Padre en todo su esplendor sobre sus criaturas.

57. Mi Espíritu está llamando a cada espíritu, entendimiento y corazón para alimentaros de Mí, porque estáis hambrientos. No habéis sabido sustentaros con mi palabra, no habéis aprovechado las enseñanzas que os he dado en los tiempos pasados; el Libro de la Vida, en el cual está mi Ley y los mandatos, se encuentra guardado, olvidado por el mundo presente.

58. He venido en Espíritu y mi presencia os ha conmovido. Mi luz ha llegado a vosotros y vuestra conciencia os ha recordado todas vuestras obras.

59. Yo os invito a penetrar en una vida nueva y conquistar una mayor elevación espiritual. He permitido vuestra evolución espiritual a través de los tiempos, para que hoy comprendáis mis revelaciones, y después de haberme oído, abarquéis con vuestro espíritu toda la responsabilidad que os corresponde y abracéis con amor vuestra misión.

60. ¿Cómo lograréis invitar a la humanidad a que alcance la espiritualidad en una época de tanta materialidad y confusión? Pensad que es difícil vuestro trabajo, que para poder cumplir con él, tenéis que ser fuertes y pacientes en la lucha. Debéis trabajar mucho para corregir la errónea interpretación que se ha dado a mi Ley y también la forma imperfecta en que me ofrecéis vuestro culto, pero debéis de considerar que no podréis hacer variar en un instante sus conceptos y sus prácticas, sino que para lograrlo debéis revestiros de paciencia y de buena voluntad y dar ejemplo de amor con vuestras obras.

61. En el primer tiempo, vuestras ofrendas fueron materiales. Vuestros tributos fueron seres inocentes, corderos o aves, semillas y frutos de los campos con los cuales creísteis agradarme. Erais muy pequeños y no podíais mirar más allá de vuestro mundo. Yo os concedí tiempo tras tiempo, siempre en espera de vuestro despertar.

62. En el Segundo Tiempo recibisteis mi palabra a través de Jesús y El os enseñó el amor más perfecto que un hijo puede ofrecer a su Padre, y con su palabra, abrió un mundo nuevo al espíritu de los hombres, os legó un caudal de sabiduría que aún no habéis llegado a comprender. Hoy, en el Tercer Tiempo, os estoy abriendo el Libro de la Vida y os estoy mostrando nuevas lecciones que os hablan de la proximidad de mi Espíritu, de la era de paz que espera al hombre después de su purificación y elevación espiritual.

63. Todas estas lecciones viven en lo más profundo de vuestro espíritu. Ahora os enseño para que mañana seáis guías y maestros de las nuevas generaciones y veléis por su espíritu para que en él no arraiguen tradiciones inútiles o falso conocimiento. Llevad en vuestro espíritu la Ley y mi palabra, con ella instruid y llevad por el camino certero a esta humanidad que empieza a vivir.

64. No he enviado a Moisés ni a los profetas a traeros este mensaje, he venido Yo mismo a prepararos para haceros dar un paso decisivo en la senda espiritual.

65. Velad y orad, meditad siempre y practicad mi enseñanza para que podáis conocer la magnitud de esta revelación del Tercer Tiempo.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 227

1. ¡Oh pueblo amado: una vez más me tenéis escuchando vuestra oración, en la que me pedís os conforte porque vais atravesando duras pruebas, que os hacen derramar lágrimas!

2. Contemplo envolturas doblegadas prematuramente, sienes encanecidas a temprana edad, rostros envejecidos de niños y jóvenes; en el corazón no contemplo alegría, ni paz en el espíritu de los hombres.

3. Vos mismo, que sois el pueblo escogido no tenéis la dicha perfecta, porque vosotros antes que los demás, sabéis que vivís en un mundo de luchas, de expiación y de pruebas, que la paz reina en otros valles superiores a éste y que para escalar es preciso hacer méritos.

4. He concedido a esta humanidad pequeñas treguas en medio de su lucha, para que cobre fuerzas y descanse por un momento en su jornada.

5. En vano busca el hombre bienestar, la paz, el dominio y la grandeza terrestre. A través de los tiempos sólo ha encontrado el tropiezo, el desengaño, el dolor.

6. Ah, si supiese aceptar con humildad su destino y comprendiese su condición de espíritu dotado de fuerza y potestad, su lucha sería diferente y su conquista real, su aspiración elevada y sus triunfos verdaderos.

7. No creáis por esto que os digo, que esa humanidad de la cual formáis parte, se encuentre en un abismo. Yo la llevo paso a paso hacia la luz, hacia la salvación, porque todos han sido destinados para morar en mi diestra y Yo soy su guía.

8. Esta humanidad es tierra hambrienta y sedienta de conocimiento y espiritualidad. En verdad os digo, que el pecado no prevalecerá y en cambio el bien reinará y será establecida la paz en la Tierra.

9. El espíritu de los hombres se ha acrisolado en el dolor, en las pruebas, y está a tiempo de oírme, de mirarme y comprenderme.

10. A muchos de vosotros os parece mi Doctrina imposible de practicar, es porque os habéis materializado y confundido, pero los que sois humildes, los que habéis permitido que el dolor os pulimente y habéis reclinado ante Mí vuestra cerviz y no poseéis más que vuestro anhelo de elevaros a Mí, habéis creído posible la práctica de mi palabra y habéis mirado con alegría los primeros frutos de vuestra siembra.

11. Venís de distintos caminos, pero no os distingo por clases, títulos o razas. Estáis todos reunidos como discípulos formando una sola congregación. Descubro entre vosotros a grandes espíritus ocultos en una envoltura pobre e insignificante y si no son reconocidos es porque son humildes y carecen de ilustración; pero me aman, me testifican y comprenden. Quiero formar mi nuevo apostolado con todos los que han creído en mi palabra de este tiempo y probar a esta humanidad que mi Doctrina es para todos los tiempos, que mi enseñanza es eterna.

12. En el Segundo Tiempo no fui reconocido por todos. Cuando aparecí en el seno del pueblo judío, el cual ya me esperaba porque veía cumplidas las señales dadas por los profetas, mi presencia confundió a muchos que no habían sabido interpretar las profecías, y esperaban ver a su Mesías como un príncipe poderoso que abatiera a sus enemigos, que humillara a los reyes, a los opresores y concediera posesiones y bienes terrestres a los que le esperaban.

13. Cuando ese pueblo contempló a Jesús, pobre y sin calza, cubriendo con humilde túnica su cuerpo; cuando lo vio nacer en un establo y después trabajar como humilde artesano, no pudo creer que El fuera el enviado del Padre, el prometido. Fue menester que el Maestro hiciera prodigios y obras palpables para que le creyeran y comprendiesen su divino mensaje.

14. En verdad os digo que no sólo descendí para dar vista a los ciegos, ni limpiar a los leprosos, o resucitar a los que habían muerto. Mi Obra fue la de un Dios todo sabiduría y eternidad, que vino en busca del espíritu adormecido de los hombres, para levantarlos a la verdadera vida espiritual.

15. Aquellos prodigios fueron solamente pruebas de que lo que Yo ejecutaba, no lo podían hacer los demás y de esa manera conmover y hacer un llamado a los espíritus que habían caído en profundo sueño.

16. ¿Quiénes me reconocieron en aquel tiempo? Los pecadores a quienes perdoné; los hambrientos y sedientos de justicia, los ansiosos de verdad, de espiritualidad y eternidad.

17. ¿Quiénes no me reconocieron? Los poderosos, los teólogos, los fariseos y para muchos que no creyeron, mi palabra fue causa de confusión.

18. Muchos dijeron: “Lo que este hombre predica es imposible de cumplirse”. Pero vosotros sabéis que doce me siguieron de cerca y aprendieron de Mí y a ellos les dije: Guardad mis enseñanzas, practicad y enseñad. Yo pronto partiré, mas no estaré lejos, me tendréis en vuestro corazón y he de seguir dando testimonio de Mí. Lo que Yo he hecho con vosotros, hacedlo con vuestros hermanos.

19. Y aquel pueblo preparado por los profetas, no supo comprenderme. Mas mi semilla ya estaba sembrada y era llevada por aquellos doce discípulos a las naciones y comarcas, y mientras el pueblo escogido los rechazaba, perseguía y juzgaba en sus tribunales, en las naciones paganas y gentiles recibían mi semilla y ésta fructificaba.

20. La Roma pagana recibió a mis discípulos y con ellos la semilla de mi Doctrina, esa nación fertilizada por el dolor, hastiada por los placeres, abrazó mi enseñanza y fue fuerte espiritualmente; de ahí surgieron nuevos apóstoles que llevaron mi Doctrina a otros pueblos.

21. Aquel pueblo que no supo seguirme, que juzgó imposible de practicar mi enseñanza ¿En dónde está? Os digo que nuevamente se encuentra en la Tierra dividido en porciones; unos engrandecidos por el poder terrenal moviendo los destinos de este mundo; otros conmigo, siendo testigos de mi nueva manifestación, y los demás esperándome encarnado una vez más.

22. Vosotros representáis a aquel pueblo que me siguió, compuesto por los enfermos, los pecadores, los hambrientos de justicia.

23. Hoy no sólo he venido a repetir mi enseñanza del Segundo Tiempo, sino a daros una lección más para haceros dar un paso adelante. La semilla que sembré en vosotros, vengo a cultivarla para después recoger el fruto.

24. Llenaos de espiritualidad y seguid recibiendo mis beneficios para que podáis llevar a la humanidad el fruto de mis enseñanzas. Sentid mi presencia. Vengo a vosotros como un rayo de luz que se convierte en pan, en consuelo y caricia al llegar a vuestro corazón.

25. No me presento cual juez para descubrir vuestras faltas ante los ojos de vuestro hermano. Mi palabra de amor es la que corrige y pule los corazones.

26. No existe en la Tierra nadie que enseñe mi Doctrina con la verdad con que Yo la revelé, más si existen los que la han ocultado. Por eso he descendido a este mundo bajo esta forma de comunicación, para que la humanidad contemple de nuevo la estrella refulgente, para que los náufragos descubran la barquilla salvadora.

27. He venido a heredar a los parias, he sanado a los enfermos y los he convertido luego en doctores, para que mostrasen mi poder al mundo, porque ante estos hechos, aun el mismo hombre de ciencia tendrá que despertar, dándose cuenta del tiempo en que vive.

28. Os estoy enseñando a doblegar vuestra materia, haciéndola sumisa colaboradora en vuestra misión espiritual, pero también estoy enseñando a vuestro espíritu a desprenderse de la envoltura cuando la contemple cansada, para que bata sus alas y libre de sus cadenas, trabaje lleno de amor en el valle espiritual, trayendo de retorno al corazón un mensaje de esperanza y fortaleza.

29. Por eso os digo que seréis la luz del Mundo siendo apóstoles del espiritualismo; pero aprovechad mi estancia entre vosotros porque 1950 se acerca. Yo cesaré de hablaros en esta forma y aún no os veo preparados.

30. Mi Ley y mi palabra de este Tercer Tiempo, con sus revelaciones, sus profecías y sus dones, forman el arca de la Nueva Alianza en la que se identificará y se unirá el espíritu de la humanidad, pero antes tendrá que ser desconocida y combatida.

31. Vosotros seréis quienes defiendan el Nuevo Tabernáculo, los nuevos soldados de mi causa que no debilitarán en la lucha porque mi presencia y mi palabra os ha fortalecido.

32. No os ocultaréis en los días de prueba, porque no será justo que habiendo venido Yo a entregaros mi sabiduría y potestad, vayáis a esconder vuestros dones ante aquellos a quienes hace falta vuestra caridad.

33. Ved al Maestro una vez más rodeado de sus discípulos. Vengo a manifestarme en sabiduría y vuestro espíritu debe estremecerse, porque habiendo pasado él por las pruebas a que le he sometido, siente el anhelo de saturarse de luz y fortalecerse. Es un rayo de mi luz el que llega al cerebro por el cual me comunico, es una inspiración por la cual os hago llegar mi mensaje. Así vengo a revelaros la vida espiritual, así os ilumino nuevamente el camino que trazó Jesús en su Doctrina.

34. A medida que vais escuchando mi palabra, dentro de vuestro ser se va haciendo la luz y se va calmando la sed de justicia; entonces vuestra conciencia os ilumina el camino y quedáis preparados para ofrecerme actos que estén de acuerdo con mi Ley.

35. Al acercaros a Mí, no sólo buscáis la salud del espíritu sino también la de la materia y el Padre al contemplar vuestro esfuerzo, os va concediendo beneficios para el uno y para la otra, según su voluntad.

36. El espíritu es la parte de vuestro ser cuya vida no tiene término; él ha existido antes que vuestra materia. Al espíritu le he venido a hablar, porque pertenece a otro mundo; sin embargo, también hablo a la materia y la acaricio porque habiendo paz y tranquilidad en su corazón, sabrá recibirme mejor.

37. Cuando os preocupáis demasiado por las necesidades materiales, distraéis a vuestro espíritu y muchas veces lo alejáis de sus deberes.

38. Aún hay quienes escuchándome se preguntan: ¿Será verdad que el Maestro se está comunicando por medio del hombre, que Dios, siendo potencia, creación, venga a comunicarse por un cerebro indigno de transmitir su grandeza en un humilde recinto? Yo os digo: No contempléis la riqueza o la pobreza de estos recintos para formaros una idea de vuestro Dios. ¿Será menester que siempre tengáis que buscar el falso esplendor de los ritos para creer en mi presencia? No olvidéis el ejemplo de humildad y pobreza material que Jesús os enseñó, desde el lugar en que nació el Mesías hasta el lugar en que expiró. Ahí está la grandeza de vuestro Maestro, en la humildad. El Reino de Dios se finca en lo verdaderamente eterno, no en el alarde de poder. Comprended mi verdadera grandeza, humildad y misericordia, para que no os sorprendáis más de que venga a comunicarme por un entendimiento que juzgáis indigno, en un recinto que no reviste importancia material, ni juzguéis la importancia de esta Obra por el corto número de los que hoy me rodean, porque esto que os he revelado, a su tiempo tendrá cumplimiento y asombrará al mundo.

39. En verdad os digo que vuestra vida y vuestros actos serán los que testifiquen que sois mis discípulos.

40. Amadme a través de todo lo creado por Mí y desechad la idea de que Dios pueda estar limitado en alguna forma. La Humanidad ha hecho mi imagen bajo diversas formas para sentir que estoy con ella. ¿Porqué no me buscáis a través de mis obras? Yo he dejado que todos podáis contemplar las maravillas que os rodean para que en ellas miréis mi poder, desde las criaturas menos perceptibles hasta el majestuoso astro rey. Más no os digo que Yo soy la Naturaleza ni que ella es Dios. No os digo tampoco que el sol es mi Espíritu Divino, porque ellos son apenas átomos en la Obra del Creador.

41. Si limitaseis vuestra mente a esas creencias, imitaríais a vuestros antepasados, aquéllos que me adoraron a través del sol. Pero no debéis juzgar mal a vuestros antepasados, porque el hombre de entonces apenas alcanzaba a concebir en esa fuerza el poder de Dios, porque en ella encontraba calor, luz y vida; pensad que no estaban muy lejos de la verdad.

42. Cuando vengo a comunicarme por conducto humano, Yo no digo que este hombre es vuestro Dios; ciertamente tengo que limitarme sólo para que podáis recibirme y escuchar la esencia de mi palabra que es la misma en todos los portavoces, aunque la forma de expresión cambie. Un solo entendimiento no basta para manifestar cuanto tengo que revelaros.

43. En esta forma sencilla he venido a daros mi Doctrina, para que encontréis el camino que conduzca a vuestro espíritu a la paz y perfección a la que él aspira; para ello os aconsejo despojaros de vanidades y malas inclinaciones. Os enseño a amar e impartir caridad a vuestros hermanos con verdadera fraternidad y conocimiento de vuestros deberes para con ellos.

44. Os he enseñado que vuestra materia se desintegrará y que sólo sobrevivirá vuestro espíritu; el cual se elevará después de esta vida hasta donde sus méritos le conduzcan. De allí seguirá luchando por elevarse más y más por acercarse a la perfección, que es acercarse a Dios.

45. Para lograrlo, os estoy enseñando cómo debéis orar y buscarme y así como Yo os estoy enseñando, quiero que enseñéis a vuestros hermanos con verdadera caridad.

46. Así como Yo no he venido a juzgar vuestras imperfecciones, tampoco quiero que juzguéis las de vuestros hermanos.

47. Mostradles tan sólo lo que os he enseñado; quien se encuentre preparado será el que os comprenda.

48. Sembrad, aunque aquí no recojáis la cosecha.

49. Analizad mi palabra, mis hijos, porque en estos tres últimos años en que me escucharéis todavía, de párvulos os convertiréis en discípulos.

50. Venís por el sendero perfecto que os conduce a vuestro Redentor. Y una vez más, como en los tiempos pasados, Israel viene delante de la humanidad. Estáis en posición del conocimiento de la vida espiritual y sois responsables de la Ley.

51. El descanso y la pereza han pasado; os habéis levantado a cumplir vuestra misión; cerrando vuestro corazón a las tentaciones del mundo.

52. Os encontráis en una nueva reencarnación o sea en nueva envoltura, para que vuestro espíritu concluya su destino sobre la Tierra y pueda llegar purificado a Mí, a recibir lo que para él tengo preparado en el Más Allá.

53. Vosotros sois los nuevos discípulos, los que como aquellos doce del Segundo Tiempo, que a veces se ausentaban del Maestro, para poner a prueba los dones y enseñanzas recibidas; y que luego retornaban tristes, porque no habían obrado milagros por su falta de fe o caridad.

54. Era entonces cuando les enseñaba la parábola del grano de mostaza y cuando les decía que la fe puede cambiar de lugar una montaña, Me vieron resucitar a los muertos, libertar a los poseídos de espíritus turbados; me vieron sanar a los incurables y salvar a los pecadores; y después de que el Maestro partió, despertaron a la verdadera fe en sus dones, para llevar con perfección la Doctrina que habían aprendido y enseñar con amor a sus hermanos.

55. También vosotros estáis ahora esperando mi partida, para levantaros a dar la Buena Nueva.

56. Analizad mi palabra, aprended de Mí, para que presto seáis el buen apóstol que dé testimonio del Espíritu Santo con sus obras de caridad.

57. Sobre la cima de la montaña me encuentro; os estoy hablando desde ahí y grabando en vuestro corazón mis palabras, esperando que sepáis hacer uso de vuestro libre albedrío, para que renunciéis a las vanidades del mundo y hagáis conscientemente mi voluntad que es perfecta.

58. No tratéis de comprender mi palabra tan sólo con la inteligencia, desoyendo la voz de vuestra conciencia, en la cual se manifiesta la sabiduría del Arcano.

59. He llamado a los pecadores para convertirlos en seres virtuosos. Mi misión de Maestro es enseñar continuamente, hasta que los espíritus se hayan perfeccionado. Muchos de vuestros hermanos se disponen a seguiros, a imitaros, sabiendo que sois mis discípulos. ¿Ya estáis preparados para recibirme? ¿Ya habéis aprendido de Mí? Os digo que sólo el cumplimento de vuestros deberes espirituales y materiales os harán acreedores a llamaros discípulos míos.

60. Si trabajáis por la regeneración de la humanidad, llegaréis a contemplar el principio de un nuevo día y sentiréis mi paz.

61. Mi palabra os enseña, mas no os obliga; os he dado el libre albedrío para que os sintáis dueños de vuestros actos y cumpláis la Ley por convicción, para que vuestros méritos sean legítimos.

62. Una vez más la Tierra se ha teñido de sangre, la guerra ha ensombrecido el espíritu de la humanidad, el ambiente está cargado de luto, de amargura y zozobra y en medio de ese caos, he aparecido Yo, y me he hecho visible para unos y de otros me hecho oír. Del dolor que el mundo apura, está lleno mi cáliz eso es lo que me ofrecéis en este tiempo y Yo lo acepto.

63. Mi Doctrina viene a hacer luz en todo espíritu. Yo os propongo la paz, la concordia. No desoigáis mi voz que es la de un Padre que os ama.

64. Guardad mi palabra porque ya se acerca el año de 1950 y es mi voluntad que en ese tiempo mis enseñanzas queden impresas para que sean alimento para vuestro espíritu; entonces os prepararéis para darles lectura y recordaréis estos momentos de dicha que vivisteis escuchando al Maestro.

65. Luchadores del Tercer Tiempo, que vais entregando mi palabra: Sed incansables. Os apresuráis a prepararos a medida que se acerca el instante en que os deje sin mi palabra. Poco a poco os habéis ido saturando de la fuerza que hay en mi Doctrina.

66. No todos los que me escucharon en el Segundo Tiempo tuvieron fe en Mí; ha sido menester retornar al mundo, para daros nuevas pruebas. Y en este tiempo, no todos los que me escucharon me han creído. La materia como un espeso velo, impide al espíritu recibir la luz divina. Mas ese velo se desvanece al analizar mis lecciones, para dar paso a los impulsos del espíritu por librarse del materialismo y acercarse a su Creador. Si algunos escuchándome no habéis sentido esta elevación en vuestro ser, os digo que tiempo llegará en que contemplaréis esa luz. Otros escuchándome con fe, no han alcanzado el conocimiento de las revelaciones espirituales, porque les ha faltado preparación para comprender la enseñanza.

67. Si en el mundo muchos seres se han estancado en su evolución, es porque van confundidos en la idolatría de sus creencias; no pueden concebir ideas elevadas por haber atrofiado su capacidad espiritual. En mi Obra habéis sentido que lo superior se acerca a vosotros para rodearos de un ambiente de paz; de esa paz hasta vuestra materia ha participado, puesto que también es criatura del Señor, hecha con perfección. Perfecto es tanto lo espiritual como lo material. Así podéis contemplar, hasta en el átomo y en la célula, manifestada la omnipotencia divina, y si estudiáis el espíritu, descubriréis en él su naturaleza simple, como el átomo de una vida superior. Entonces veréis que nada existe que se encuentre desligado de lo divino.

68. Todo en mi Creación es movimiento, armonía y orden que conducen a la perfección. Para que el hombre pueda despertar y la voz de su conciencia lo lleve a la realidad, no debe mirar la Creación sólo en su apariencia, desconociendo la esencia de ella. El hombre sin fe en la vida espiritual caerá en materialismo, porque contemplará como única vida la de este mundo; mas si llegara a hastiarse de sus placeres o a desesperarse en sus amarguras, ¿Qué acontecerá con él? Unos perderán su equilibrio mental, otros atentarán contra su existencia.

69. No todos los hombres se encuentran en un mismo nivel de comprensión: mientras unos se maravillan a cada paso, otros todo lo contemplan imperfecto, mientras unos sueñan con la paz como la cúspide de la espiritualidad y la moral del mundo, otros proclaman que son las guerras las que hacen evolucionar a los hombres.

70. Sobre esto os digo: Las guerras no son necesarias para la evolución del mundo; si los hombres las utilizan para sus fines ambiciosos y egoístas, es por el estado de materialidad en que se encuentran quienes las promueven; y entre ellos hay quienes creen en la existencia en este mundo solamente, pues ignoran o niegan la vida espiritual y son tenidos por sabios entre la Humanidad; por eso es menester que esta revelación sea conocida por todos.

71. Los que en su fanatismo religioso sólo esperan en el Más Allá el castigo del infierno, mientras abriguen esa creencia ellos mismos forjarán su infierno, porque la turbación del espíritu es semejante a la de la mente humana, aunque más poderosa. Vosotros preguntáis: Maestro, ¿Para aquéllos hay salvación? Yo os digo: Hay salvación para todos, pero la paz y la luz llegarán a aquel espíritu hasta que las tinieblas de la turbación se aparten. ¿Habéis sentido vosotros alguna vez piedad ante un hombre cuya razón extraviada le hace contemplar lo que no existe? ¡Cuánto mayor sería vuestro dolor si contemplaseis en el Más Allá a aquellos seres turbados que están mirando su infierno imaginario!

72. ¿Quién que tenga noción de lo que es la muerte corporal y la verdadera expiación, sería capaz de atraer la turbación en aquella hora suprema?

73. Mi Doctrina de amor y sabiduría perfecta no es sólo de este tiempo, ni data de la Segunda Era. En todos los tiempos os he hablado de estas lecciones, pero la errónea interpretación de las revelaciones es la que ha hecho caer al hombre en fanatismo y en turbación.

74. Cuando el dolor del mismo materialismo se haga insufrible para el espíritu turbado, ese dolor le despertará a la luz, y entonces aquél lamentará profundamente su error.

75. Enseñad mi Doctrina ante vuestros hermanos, para que nazca en los hombres el anhelo de buscar un mundo de perfección, donde los espíritus al perfeccionarse lleguen al seno del Padre.

76. Yo soy la luz que viene a uniros a todos en Mí. Para daros esta palabra estoy sirviéndome de uno de vosotros, tan falto de méritos como todos; he ahí mi amor y mi caridad.

77. El año de 1950 se acerca y al final de él os daré mi adiós. Habrá dolor y mi palabra os hará falta, pero ella quedará impresa y allí encontrarán todos la lección del Maestro. Entonces diréis: ¡Cuán dulce era su enseñanza! Para aquel tiempo Yo prepararé entendimientos y labios que os hablen por inspiración; otros darán lectura a mis cátedras y volveréis a sentir la esencia que recibisteis cuando Yo me manifestaba; así estaré entre vosotros, en vuestro espíritu y entendimiento, en medio de la armonía y la fraternidad.

78. Os he dado a todos más luz para vuestra vida, si en cada paso encontráis una espina, porque el camino del hombre es doloroso, orad, y vuestra fe os sostendrá anhelando la vida eterna.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 228

1. Sobre la cima de la montaña, donde se encuentra el Maestro, también está María, la Madre Universal; Aquella que se hizo mujer en el Segundo Tiempo para que se realizara el prodigio de la encarnación del Verbo Divino.

2. Mucho ha juzgado y escudriñado el hombre a María y también la forma en que Jesús vino al mundo, y esos juicios han desgarrado la vestidura de pureza del Espíritu Maternal, cuyo corazón ha derramado su sangre sobre el mundo.

3. Yo he venido en este tiempo a descorrer los velos de lo desconocido, para alejar la duda del incrédulo y darle el conocimiento de las enseñanzas espirituales.

4. De mi verdad, que es como un camino, los hombres han hecho muchas veredas en las cuales, las más de las veces, se pierden. Y mientras unos buscan la intercesión de la Madre Celestial y otros la desconocen, su manto de amor y de ternura envuelve a todos eternamente.

5. Desde el principio de los tiempos revelé la existencia de la Madre Espiritual, de la que hablaron los profetas antes que Ella viniese al mundo.

6. A veces os reclamo en mi palabra, mas mi reclamo encierra luz, pueblo. No sería Yo Maestro perfecto si no os diera a conocer todo lo que debéis saber. No sería Padre si no os hiciese saber cuando habéis equivocado el camino.

7. Yo no quiero que se manche vuestro espíritu ni que encuentre la muerte a la vida verdadera. Por eso os toco con mi justicia cuando os encuentro entregados a los goces y placeres insanos. Vuestro espíritu ha de llegar limpio a mi seno, como salió de él.

8. Todos los que dejan un cuerpo en las entrañas de la Tierra y se desprenden de este mundo en estado de confusión, al contemplar mi presencia, manifestada en la luz del infinito que ilumina las conciencias, despiertan de su profundo sueño, en medio del llanto y de la desesperación del remordimiento. Mientras dura el dolor en el hijo para librarse de sus penas, también sufre el Padre.

9. No dudéis que me estoy comunicando por el entendimiento humano, para que los postreros, al oír el eco de la campana y el llamado del Señor, contemplen la luz del Espíritu Santo que les dará la salvación.

10. No busqué en este tiempo iglesias ni sinagogas. Si en el Segundo Tiempo nací bajo el techo de un establo, hoy me presento a través del hombre aunque sea pecador. El medio en que me presento es de pobreza y humildad, mas no os extrañéis por ello, si recordáis que en aquel tiempo, conviví con los pobres y hasta en mi vestidura manifesté mi humildad.

11. En mi amor por los hombres que no saben buscarme, por los perdidos y por todos los que necesitan de Mí, en mi tarea divina de amaros, he buscado la forma de acercarme a vosotros para que me miréis, me escuchéis y me sintáis.

12. Hoy os doy mi palabra bajo el techo humilde de estas casas que son una imagen de los sitios en que os reuní en aquel tiempo; las riberas del río, la montaña o el desierto.

13. Mas si los hechos se repiten, ¿Habréis de llevarme nuevamente a la cruz, clavando el dolor en el corazón de María con siete dagas?

14. Cuando Jesús expiraba en el madero, por un instante fue envuelto por tinieblas y por una soledad infinita. En la misma hora, María sintió una inmensa soledad en su corazón de Madre. Es que en ese instante el hijo se sentía incomprendido por los hombres.

15. Venís a Mí, humanidad soy el camino, la verdad y la vida, soy el Maestro del amor que transforma al hombre en espíritu. Humanidad enferma y cansada, Yo os recibo y os bendigo y al bendeciros, mitigo vuestro dolor.

16. Veníd llenos de ternura para que descanséis en Mí y toméis la enseñanza que necesitáis. Soy aquél que viene a vuestro encuentro para animar a vuestro corazón. El espacio está poblado de quejas, de ayes de dolor y de amargura de ayer y de ahora.

17. Los que escucháis esta palabra, o los que la repaséis mañana, al recibir su esencia, dejad todos vuestros problemas, debilidades y deseos, para entregaros a la meditación sobre lo divino que vengo a entregaros.

18. También el espíritu tiene problemas, y es menester que os preocupéis por resolverlos: ¿Cómo? Dando oportunidad a que la sabiduría penetre en vosotros, esa semilla que con mí cuidado y vuestros esfuerzos germinará y se desarrollará, hasta convertirse en árbol de vida eterna. Entonces daréis buenos frutos al mundo que tan necesitado está de ellos. Esa será la realización de mi Obra entre vosotros.

19. He venido a deciros: “Levántate y anda”, pero ahora lo he dicho con palabra sencilla a vuestro espíritu, mostrándole el camino que conduce al verdadero paraíso, a la eternidad.

20. Quiero despertaros de vuestro triste letargo, para que sepáis todo lo que al espíritu le está reservado y a enseñaros además a poseerlo. Han pasado años, eras y edades sobre este planeta, y la humanidad sigue sin conocer la verdad, aún niega a Cristo; porque para los hombres sólo la vida aparente de cuerpos y formas materiales es la que existe, sólo a ellas les da importancia, dejando pasar desapercibidas las facultades del espíritu sin querer percatarse de ellas.

21. El hombre, estando formado de espíritu y materia, olvida la importancia de la vida del espíritu que para él debiera ser primordial, y sólo atiende la parte humana, busca en lo material su felicidad, sus deleites, sus satisfacciones y pasiones, y cuando le hablo del espíritu llega a decir que esas enseñanzas son simplemente un conocimiento más; ésa es la causa por la cual queda aletargado en su sendero.

22. En cambio, el hombre que anhele espiritualizarse, limpia su corazón y su mente, se lava en las aguas del arrepentimiento, se desprende de las ambiciones materiales y siente que los pasos de su vida están iluminados con la luz de Dios. Ese hombre sabe que los que alcanzaron grandeza en el espíritu, se modelaron en el crisol de sus sufrimientos, llegando a ser guías de la humanidad en la Tierra, y más tarde, seres luminosos en el espacio espiritual, protectores de los hombres, inspiradores y guardianes. Esos espíritus están ligados a los hombres por el amor y así brillan en un firmamento, más allá de lo visible, en la dulce vida espiritual, iluminando con su luz a esta humanidad sin abandonarla nunca.

23. Es necesario que despertéis para que vuestro espíritu realice los anhelos de manifestarse a través de su cuerpo material. Sabed que por vuestras obras, podéis mostrar el grado de evolución de vuestro espíritu; empezad por ser tolerantes con las flaquezas ajenas, pensad que si ya pasasteis por senderos escabrosos ya habéis corregido vuestros errores, hay otros que aún no los han transitado, y por lo tanto, debéis ser comprensivos para con vuestros semejantes ayudándoles a levantarse de sus tropiezos y dándoles la luz de vuestra experiencia.

24. En verdad os digo, que hermanos mayores vuestros que recorrieron antes el camino por donde ahora transitáis, escalaron la altura espiritual, porque vivieron para amar a sus semejantes siendo en la Tierra benefactores, médicos y maestros. Por eso os digo, que si obedecieseis los impulsos de vuestro espíritu, estaríais en mejor lugar, y que si no aprovecháis lo que en esta Doctrina vengo a ofreceros, más tarde, en el mundo espiritual os reclamaré vuestra falta de cumplimiento. No desperdiciéis, por tanto, esta ocasión, trabajad llenos de amor y confianza en mi palabra.

25. El que niega amor a sus hermanos, niega a Cristo. Si veis que vuestro semejante sufre y llora y necesita de vos, ¿Por qué no le servís? Es que habéis materializado hasta lo más noble y sutil de vuestros sentimientos.

26. Transformad vuestro ser y vuestra vida, desmaterializad lo que habéis materializado; espiritualizad vuestros sentimientos, pensamientos y obras, sed cada vez más conscientes de la misión del espíritu y con esa transformación dejaréis de ser inútiles para haceros útiles y vuestra vida dará testimonio de mi verdad.

27. Para todos llegará el momento en que el espíritu sienta deseo ferviente de triunfar sobre la materia, aniquilando el egoísmo para manifestar el amor que del Padre recibió, y la sabiduría y poder con que fue heredado. Cuando el espíritu tome su verdadero sitio en el hombre, éste tendrá semejanza con Cristo. Decir Cristo, es decir amor, poder y sabiduría, verdad y vida.

28. Más pasarán algunas generaciones en este mundo sin que la humanidad comprenda el gran significado de Cristo. Cristo desapareció como hombre y ha aparecido como espíritu triunfante, sin materia, todo amor; es la revelación constante de la misericordia divina delante de la humanidad.

29. Sabed que me place veros útiles y serviciales con vuestros hermanos; Me agrada veros a la cabecera de los enfermos, me recreo viéndoos sembrar la semilla de mi Doctrina, acariciando, consolando, socorriendo a los menesterosos. Recordad que cuando estuve en el mundo, dejé establecida mi Doctrina sobre los cimientos de esta máxima: ¡Amaos los unos a los otros! Y han pasado los siglos y sigo esperando que sintáis en vuestro corazón ese mandamiento.

30. Preparad vuestro corazón, vuestro entendimiento y vuestro espíritu porque vais a escuchar mi palabra celestial.

31. No debéis confundiros, porque os estoy hablando con perfecta claridad y a través de diferentes portavoces.

32. Vengo también a escudriñar vuestro corazón para contemplar lo que habéis analizado de mi enseñanza, vengo a buscar la lámpara de vuestra fe.

33. Oíd la voz de vuestra conciencia. Meditad, para que lleguéis a cumplir cuanto habéis prometido a vuestro Padre.

34. Mi Ley ha sido mancillada en esta Tierra y a vosotros siempre os he encargado de cuidar de ella y defenderla.

35. No manchéis la Ley, no durmáis, no materialicéis vuestros espíritus. ¡Trabajad!

36. Pensad que vuestro espíritu es el mismo que en otros tiempos no dio cumplimiento a los mandatos del Padre, y que ahora está ante una nueva oportunidad de redención que por amor le brinda vuestro Señor.

37. Yo sé, Israel, que a pesar de tanto como os amo, se levantarán las multitudes como en el Segundo Tiempo a herirme y a burlarse de Mí. Sé que entre vosotros se oculta el Iscariote, pero no será inútil mi comunicación a través del entendimiento del hombre, no será en vano que Yo haya desatado el Sexto Sello.

38. Mi advenimiento entre vosotros ha sido para salvaros por la regeneración y la enmienda, apartándoos de la escoria y de la iniquidad, ofreciéndoos a cambio el camino de paz y bienandanza.

39. Bienaventurado el que se purifique y se prepare porque él triunfará en las pruebas.

40. Los elementos de la guerra y del exterminio se encuentran desatados. El hambre y la peste con sus extrañas e incurables enfermedades, os amenazan. Por eso, velad y orad. Trabajad en vuestra misión y la prueba pasará.

41. Soy Cristo, el mismo que se manifestó en Jesús en el Segundo Tiempo. En esta forma me ha placido manifestarme a vosotros.

42. En este tiempo, todos los pueblos de la Tierra me han de sentir.

43. Mi palabra es el libro de la enseñanza que he puesto en vuestras manos para que estudiéis. Se levantarán sectas contra sectas, religiones en guerra con otras religiones y doctrinas contra doctrinas. Ante ese caos de espíritus, quiero que deis ejemplo y seáis baluarte.

44. No por ser mis escogidos vayáis a envaneceros. Después de haber adquirido esta responsabilidad no os vayáis a dormir, porque entonces volveréis a caer en los abismos que dejasteis y al encontrar en vuestro camino la miseria y el dolor, os preguntaréis ¿Cómo es posible que habiendo sido de los que escuchamos la enseñanza del Maestro, tengamos que apurar un cáliz tan amargo?

45. Recordad mis ejemplos y aprended a amar lo espiritual sobre lo material, y preocupaos en verdad por el bienestar de vuestro espíritu después de la vida terrestre, labrad para él desde ahora una vida de luz y de paz; porque hasta ahora os ha importado más el bienestar de vuestra materia, sus vanidades y sus galas, que el espíritu que sucumbe de hambre y de sed, y cuya vestidura se encuentra desgarrada.

46. No os equivoquéis. La materia es el vestido del espíritu y el espíritu es el que ha de ascender hasta Mí. El cuerpo es polvo y al polvo retornará junto con sus posesiones terrenales. Dejad que vuestro espíritu alcance las riquezas espirituales porque ésas sí las llevará consigo a la eternidad.

47. Para los ricos de los bienes de la Tierra, no existo Yo, su caudal lo es todo. No se acuerdan de Mí. ¿Qué les importa la miseria y el dolor del mundo? ¿Qué les importa el luto ajeno? Han cerrado sus oídos a la voz de la conciencia que en cada caso les juzga y en cada paso les habla de mí poder.

48. En verdad os digo: Así desafían mi justicia.

49. Mas todo cambiará, las complacencias cesarán y ese poder que a ciertos hombres he concedido para que hagan bien y mal a la humanidad, será sometido a juicio

50. ¡Cuántos hubieran ya conocido mi Obra si os hubieseis levantado invitando a los necesitados a comer del pan de mi mesa!

51. Recordad que lo que os he dado, es para vuestros hermanos.

52. “Amaos los unos a los otros” os enseñé desde aquel tiempo. Han pasado los siglos y os sigo hablando de la misma enseñanza y aún no sentís en vuestro corazón aquel sublime mandamiento.

53. Yo os pregunto para que os contestéis interiormente: ¿Quién puede amar a los egoístas? Entended que os hablo de aquellos que sólo piensan en sí mismos, que no hacen un servicio ni dan un pan, ni ofrecen a nadie un consuelo. Sólo Yo que entiendo sus debilidades puedo amarlos y comprenderlos.

54. Cuando comprendáis que habéis venido a este mundo a recoger experiencias y a poner en práctica la divina Ley del amor y de la caridad para con vuestros semejantes, habréis penetrado en la armonía de esta vida; ya sabéis por mis revelaciones que quien no acate mi Ley tendrá que volver a este mundo.

55. Sois semejantes a los árboles milenarios, que muestran el sinnúmero de sus grietas como huella de su lucha contra el tiempo y los huracanes; aún no brilla de lleno en el hombre la luz de su espíritu. Os amo mucho, sin embargo, la furia de los elementos seguirá azotando a la humanidad porque ésta los ha desafiado y sus efectos serán destructores. Es la guerra que desatará el hombre materialista y esto traerá desolación entre los pueblos, los cuales llorarán amargamente y ¿Quién podrá consolarlos? Escuchad: La Humanidad recibirá un alerta después de otro, los elementos desatados vendrán sobre el planeta y arrasarán lugares enteros; entonces os daréis cuenta de que no habéis cumplido con la Obra espiritual, que nada habéis hecho; hablo a todo el mundo cristiano.

56. La humanidad llorará sobre vuestro pecho y éste lo tenéis duro como el granito y frío como la lápida del sepulcro, ¿Cómo le vais a consolar?

57. Si fueseis tierra fértil, la semilla ya hubiese germinado, mas sois tierra estéril que no da frutos. La humanidad pondrá en vosotros su mirada y ¿Cómo vais a darle la ternura que necesita cuando de vuestro corazón sólo emanan desprecios, reproches y dureza? ¿Quién va a escuchar conmovido los ayes de los hombres? ¿Quién será el amparo de los que sufren? Tendré que ser Yo a través de mis intérpretes quien consuele al que sufre. A pesar de ello, digo al mundo cristiano: Abrid vuestro corazón, para que al menos recibáis el llanto de la humanidad. Haced un esfuerzo para contrarrestar los efectos de las guerras y de las calamidades, porque en verdad lo que hasta ahora ha sucedido es poco para lo que falta por venir. El dolor humano no ha llegado aún a su mayor grado y vosotros debéis, como cristianos que decís ser, demostrar lo que sois. Si ahora no tratáis de serlo, ¿Cuándo vais a levantaros a cumplir vuestra misión?

58. En el espacio, resuenan los ecos desesperados del dolor, de vuestros hermanos. Si contemplaseis lo que hasta allí llega, os arrepentiríais de vuestra falta de cumplimiento y entonces haríais algo en bien de vuestros semejantes. Hay seres en el valle espiritual que lloran y suplican por los hombres que se encuentran cegados por su egoísmo y también porque se calme la tempestad que se cierne sobre este mundo. A semejanza de ellos, quiero veros convertidos en bálsamo, en caricia, en luz, en piedad. Quitad de vuestro corazón la indiferencia que os aleja de la familia humana y observad que por este mundo está pasando la muerte que arrasará a la mayor parte de sus moradores. Reina la enfermedad del espíritu y del cuerpo. Hay cuerpos que sanan con medicinas materiales, otros que no pueden curarse porque el espíritu es el que está enfermo.

59. Discípulos: ¿No deseáis sanar las enfermedades del espíritu así como las de la materia? De cierto os digo que podéis hacerlo, mas, ¿Cuándo va a comenzar vuestra actividad? ¿Cuándo pondréis punto final a vuestro materialismo? ¿Cuándo vais a la nueva vida plena de espiritualidad?

60. Transformaos bajo mi enseñanza, sentíos hombres nuevos, practicad mis virtudes e irá apareciendo la luz en vuestro espíritu y Cristo se manifestará en vuestro camino.

61. Mis mensajes son la fuerza que anima la Tierra, son como un sol que da calor y vida, son agua que riega. Hablo de la tierra de vuestro corazón la cual a pesar de mis continuas manifestaciones permanece estéril.

62. Humanidad, humanidad: levantaos el tiempo apremia y si no lo hacéis en este día, no despertaréis en esta existencia. ¿Vais a permanecer adormecidos a pesar de mi mensaje? ¿Queréis que os despierte la muerte de la carne, con el fuego voraz del arrepentimiento de vuestro espíritu sin materia?

63. Sed sinceros, poneos en el caso de encontraros en la vida espiritual frente a frente a la verdad, donde nada podrá disculpar vuestro materialismo, donde os miraréis con vuestros harapos verdaderos, manchados, sucios y destrozados, que será lo que por vestidura traiga vuestro espíritu. En verdad os digo que ahí, al contemplar vuestra miseria y sentir tanta vergüenza, experimentaréis el inmenso deseo de lavaros en las aguas del más profundo arrepentimiento sabiendo que sólo limpios podréis ir a la fiesta del espíritu. Contemplaos más allá del egoísmo humano con todas sus lacras que ahora son vuestro orgullo, vuestra satisfacción, y decidme si alguna vez os ha preocupado el dolor de la Humanidad, si en vuestro corazón encuentran eco las quejas de los hombres, los sollozos de las mujeres o el llanto de los niños; entonces decidme: ¿Qué habéis sido para la Humanidad? ¿Habéis sido vida?

64. Después de haber hecho un examen ante la luz de vuestra conciencia ¿No estáis dispuestos a que mi Espíritu Divino aparezca libertándoos de las cadenas que con vuestros errores formasteis? Resolveos a lograr la espiritualidad para que caigan de vuestro espíritu los andrajos. Os estoy ayudando a conoceros interiormente tal como sois.

65. Y vosotros, los que con gran interés leeréis los escritos que llevarán la esencia de mi palabra, os enterneceréis porque sabréis que os amo como a todos los que ahora me están escuchando.

66. Tiempo ha os espera el Maestro en el camino de la vida y aunque pasen las edades os seguiré esperando. Tened presente que nadie llega al Padre si no es por el camino que Cristo os trazó; mas ahora venid aunque estéis manchados, harapientos y sucios. Yo limpiaré vuestra mente y corazón, renovaré vuestra vestidura y os conduciré a la estancia donde celebro una fiesta espiritual; ahí encontraréis los exquisitos manjares de la sabiduría y del amor, ahí escucharéis el himno armonioso que eleva hacia Mí todo el Universo.

67. Quiero que aprendáis a amar, que vuestro amor convertido en piedad os lleve a los enfermos y os haga buscar a los que han perdido la fe. Quiero que todo lo bendigáis sin que haya nada que no podáis bendecir, para que poco a poco os acerquéis por vuestra espiritualidad y perfección a la comprensión de lo sublime.

68. Ha sido el egoísmo materialista el que se ha enseñoreado de la mayor parte de la humanidad, y el espíritu, siglos y siglos ha estado en espera de oportunidades para manifestarse. En verdad os digo: que si fuese permitido, las piedras conmovidas ante la esencia de mi palabra se moverían para demostrar vuestra falta de espiritualidad y veríais cómo ellas levantándose exclamarían: “Cristo tiene razón”. Más llegaré a venceros con el amor. Sabed, humanidad, que todos los pecadores caben dentro de mi amor. Aunque el mundo se avergüence de vosotros, Yo no me apartaré de vuestro lado; si os juzgasen despiadadamente, os defenderé y en vuestras caídas os levantaré.

69. Hay en vosotros parte de materia que es de la Tierra, y parte espiritual que es del cielo. Tiempo hay en que el humano se siente materia y tiempo en que se siente espíritu. Cuando dejéis esta materia y paséis al estado espiritual, comprenderéis lo que ahora no habíais comprendido. Vuestro cuerpo aquí quedará, porque pertenece a la Tierra, mas vuestro espíritu volará a elevadas regiones donde seguiréis viviendo para continuar vuestra evolución espiritual.

70. “Bienaventurados los que sufren, porque de ellos es el Reino de los Cielos” “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”. Ahora añado: “Bienaventurados los que comprenden lo oculto y lo sencillo de las grandes frases, porque de ellos será la sabiduría”.

71. Todo el que ame será rico, porque se sentirá amado; amad, aunque no seáis amados; sed a semejanza de Jesús. El amor está por encima de las pequeñeces.

72. Yo podía haber dejado de padecer entre vosotros, mas os digo que mi amor está ligado a vuestro destino. Sabía que me necesitabais y vine a vosotros, mas nunca os dije: Amadme para que os ame Yo.

73. ¿Sabéis que hay quienes son amados sin merecerlo? Así os amo Yo. Dadme vuestra cruz, dadme vuestras tristezas, dadme vuestras esperanzas que han fracasado, dadme la pesada carga que lleváis, Yo puedo con todos los dolores. Sentíos libres de vuestro fardo para que seáis felices, penetrad en el santuario de mi amor y guardad silencio ante el altar del Universo, para que vuestro espíritu pueda conversar con el Padre en el más hermoso de los lenguajes: el del amor.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 229

1. Discípulos amados: Me presento dentro de vuestro santuario, en la morada del Maestro que se ha abierto en vuestro espíritu con vuestra elevación.

2. Algunos de vosotros me han escuchado mucho, otros por vez primera escuchan mi palabra y se sorprenden, aunque en verdad os digo: unos y otros oísteis ya esta voz en otro tiempo.

3. Soy el Verbo de Amor que viene a consolar al que sufre, al turbado, al que llora, al pecador y al que me ha buscado. Y es mi palabra en esos corazones, el río de la vida donde calman su sed y limpian sus impurezas, es también el camino que conduce a la morada eterna del descanso y la paz.

4. ¿Cómo podéis imaginar que la lucha en la vida, sus sacrificios, vicisitudes y pruebas terminen con la muerte sin hallar una justa compensación en la eternidad? Por eso mi Ley y mi Doctrina con sus revelaciones y promesas son en vuestro corazón el aliciente, la caricia y el bálsamo en la jornada. Sólo cuando os apartáis de mis enseñanzas os sentís hambrientos y débiles.

5. Os alimento de amor para que os sintáis hartos de él y lo llevéis como la semilla perfecta a los corazones que están durmiendo y a los que sientan hambre de ella.

6. Habrá paz en vosotros, cuando os améis. Recordad que Yo soy el Espíritu de la paz.

7. Espiritualmente sois el pueblo escogido en todos los tiempos, para señalar la ruta a la humanidad. Ahora he venido a deciros: Vosotros seréis la salvación de vuestros hermanos. Grande es el peso de vuestra cruz, oh pueblo, que ayer estuvisteis formado por tribus y ahora formáis una familia espiritual. Yo, cual peregrino, incansable llamo a vuestra puerta, para daros la fortaleza, para que podáis dar cumplimiento a vuestro destino, y podáis ser el ejemplo ante la humanidad, a quien amo igual que a vosotros.

8. Vosotros sois el primogénito entre los pueblos de la Tierra; el que nació primero a la luz del Espíritu Santo.

9. No sintáis temor ni duda ante vuestra responsabilidad, porque siendo ricos de espíritu os sentiríais menesterosos si llegáis a dudar.

10. En este tiempo como en los pasados, la humanidad tiene comunicación con mi Divinidad, por vuestro conducto. A través de vosotros trazo el camino a los demás, y mañana vendrán por él, una a una todas las sectas y religiones. Los hombres llegarán a unificarse espiritualmente, porque sólo un Dios existe y en El seréis todos.

11. En diferentes planos espirituales se encuentran los hombres, pero el grado de evolución de cada uno, sólo Yo puedo saberlo.

12. Todos han venido a expiar sus faltas y a lograr su elevación por sus méritos, para todos tengo luz, porque a todos amo.

13. Hoy os encontráis en un oasis, mas no sabéis qué caminos habéis transitado.

14. No volváis a dividiros, recordad que en otros tiempos, de un varón formé vuestro pueblo, y ese varón, en el que hallé gracia, fue Jacob, llamado el fuerte Israel por Mí. En su corazón había un santuario para mi Divinidad y le premié dándole doce hijos que habían de ser los patriarcas del pueblo del Señor, el tronco de este pueblo que me ha seguido en todos los tiempos.

15. No quiero que os perdáis más, ved que lleváis mi luz como un sello en vuestro espíritu, es el pacto que hicisteis conmigo de seguir mi luz siempre, de serme fieles.

16. He aquí mi mesa, a la que vengo a sentar a todos sin distinguir linajes ni razas. A todos les vengo ofreciendo del mismo pan.

17. Así vengo a despertaros como a Lázaro, cuando le dije: “Levántate, no duermas más”.

18. Este es el camino del progreso en el que no debéis deteneros jamás, pues cuando el peso de vuestra cruz os agobia, el Divino Cirineo viene en vuestra ayuda diciéndoos: “No os detengáis”

19. Así como me manifiesto a vuestro espíritu, dejo que vuestra materia palpe mi presencia en la Naturaleza, para que ambos formando un solo ser, asciendan hasta la cima de la montaña.

20. De Mí salisteis y tendréis que retornar a mi Seno. Yo soy el principio y el fin, el alfa y la omega.

21. No os importe la humildad de vuestra condición humana si sabéis que tenéis a vuestro alcance la grandeza espiritual, cual joya de incalculable valor.

22. No cerréis vuestra mano ante el necesitado, ni le juzguéis indigno de vuestra caridad, porque sea malvado. Mirad mi mesa en este tiempo; me rodean muchos que ayer en el fango se encontraban; hoy son mis discípulos.

23. Así os ha hablado el Maestro en este Día. Yo os perdono y bendigo.

24. La luz de mi sabiduría es con vosotros. Vengo a apagar la sed de vuestro espíritu con el agua cristalina de mi amor que es consuelo y bálsamo. Soy perdón, quien hiciere un firme propósito de enmienda, experimentará la dulzura de mi perdón al instante de reconciliarse con su propia conciencia. El mundo tiene sed de conocimiento espiritual, prueba de ello es que la humanidad se encuentra investigando el misterio de la Creación. Desnudo de perfecciones se encuentra el espíritu, es por ello que busca la presencia de Dios para purificarse en El.

25. El espíritu despierto es el que busca la luz y el camino sin que muchas veces se dé cuenta de ello su parte humana, siendo entonces la materia, la que se rebela contra el espíritu, la que se interpone en su camino de evolución espiritual. Por eso os aclaro los misterios a través de mis revelaciones y los dejo al alcance del ser humano, manifestándome con claridad y hablando a sus propios sentidos; y aún así, muchas veces el hombre se resiste a aceptar lo que es claro como la luz.

26. ¡Cuánto ha tenido que luchar el espíritu con la rebeldía de la materia! El hombre, alcanzando muchas veces gran desarrollo y adelanto en las ciencias y en la vida humana, espiritualmente no tiene ningún adelanto. Y de ese letargo espiritual no lo despiertan las religiones en las que sólo encuentra mistificaciones y fanatismo.

27. Entonces se niega el entendimiento a penetrar en lo espiritual, por temor a romper el misterio que le revele el motivo de su atraso espiritual y crea para sí una forma de acallar los llamados de su conciencia tratando de ajustar la Ley a sus conveniencias, a sus creencias, a su vida. Así se siente tranquilo y justificado en sus actos. Así, podrá aparentar amor al prójimo, piedad y caridad, aunque esté muy lejos de sentirla. Podrá presentarse ante los altares ostentosos que ha forjado el hombre y fingir un amor y una fe que ni siquiera conoce.

28. Vengo en el Tercer Tiempo a dar la luz al mundo, y a vosotros, discípulos, en verdad os digo: No caigáis en fanatismo en mi Doctrina, ved que he venido a prepararos, librando a vuestro espíritu de antiguas tradiciones para hacerlo evolucionar. Adquirid la responsabilidad de corregir los errores de vuestros hermanos. Apartad de vuestro corazón y de vuestros labios toda crítica, para que juzguéis serenamente todo lo que contempléis en vuestro camino.

29. Encontraréis que los hombres aún creen en la santidad de los lugares en donde se reúnen para celebrar sus ritos, y que hasta los objetos que allí existen los llegan a considerar sagrados, y que sus representantes creen ser superiores y justos.

30. Más os digo: ¿Acaso porque me estáis oyendo de viva voz y porque os he revestido de dones, ya estáis muy cerca de Mí? ¿Por ventura vais a sentiros superiores a vuestros hermanos? Hasta ahora sólo habéis dejado que vuestro entendimiento se aclare para comprender mi palabra; una vez que la hayáis comprendido, podréis labrar el adelanto de vuestro espíritu, reconociendo que todo aquello que hagáis por el bien y para el bien de vuestros semejantes, será mérito para vosotros y contribuirá para el desarrollo de vuestro espíritu.

31. Mi Doctrina os prepara para que viváis desarrollando eternamente ese ser de luz que está en vosotros creado con perfección y sabiduría, que es el espíritu, para que las manchas que en él hayan dejado las pasiones terrestres, las purifique y limpie una a una, hasta alcanzar la limpidez original.

32. De cierto os digo, que antes de mi partida, habrá tanta luz en vuestro entendimiento, que veréis con claridad lo que antes os era difícil de comprender. Entonces, vuestro conocimiento y vuestra fe serán mayores y habréis aprendido a manifestar el poder de vuestro Padre por medio de la elevación espiritual en la oración. No dudaréis y no os mostraréis inconformes como lo hacéis algunas veces en que me habéis dicho: Maestro, me he preparado, he orado, he depositado el bálsamo en el necesitado y no he logrado lo que he pedido. A lo que Yo os puedo decir: ¿Por qué dudáis? ¿No es acaso vuestra fe la que debe salvaros? ¿No os he enseñado que no todo lo que solicitáis es lo que os conviene? Ni siquiera conocéis la naturaleza material de vuestros hermanos. ¿Qué vais a saber de su naturaleza espiritual? ¿Qué sabéis de lo que necesita aquel espíritu para su desarrollo, para su expiación y perfeccionamiento?

33. Yo vengo a enseñaros a simplificar las enseñanzas; amad, tened caridad, orad y pedid por vuestros hermanos y entonces, dejadme hacer mi voluntad, vosotros ya cumplisteis. Así aprenderéis a recibir todo como un beneficio, aun aquello que antes considerabais contrario a vuestra salud o a vuestra fe.

34. No será solo la resignación la que os acompañe, sino el conocimiento de que todo cuanto de Mí recibáis, es para vuestro bien, mas cuando Yo os conceda según vuestra petición porque así os convenga, llenaos de alegría y encended más vuestra fe.

35. Soy el Maestro de siempre, el que hoy nuevamente os enseña. Cristo vino como Espíritu perfecto a manifestarse entre los hombres, su caridad fue infinita, puesto que se hizo hombre y llegó al sacrificio por amor a la humanidad. Jesús es ejemplo de caridad, imitadle, no olvidéis que toda criatura trae una misión que cumplir, por causa de la cual apurará una prueba que debéis aceptar con la humildad con que Jesús aceptó la amargura.

36. Discípulos amados: Ahora que habéis penetrado en el tiempo de la preparación, comprended que se acerca el instante trascendental del final de mi palabra, en esta forma.

37. El Maestro no duerme, vosotros, tampoco durmáis, porque estoy preparando el final de mi manifestación a través del cerebro humano. Mi Espíritu no se alejará de vosotros, antes bien, me sentiréis más próximo por vuestra espiritualidad.

38. El que no se prepare y deje pasar mi enseñanza, sin analizarla, se sentirá huérfano después de mi partida y me sentirá ausente.

39. Los buenos discípulos no llevarán luto ni tristeza, porque tendrán amplia comprensión de mis órdenes y contemplarán entonces cómo se abre ante su espíritu un horizonte en el infinito desde donde recibirán grandes inspiraciones del Padre, las cuales ya no se limitarán al pasar por el portavoz, porque vendrán directamente del Espíritu Santo.

40. Después del día marcado por mi Divinidad, no escucharéis más mi palabra, pero ella habrá quedado impresa en vuestra conciencia, en vuestro corazón y en los libros.

41. Quien se levante como portavoz invocando mi Rayo, no sabe la sentencia que está arrojando sobre sí mismo. Os advierto para que no prestéis oído a los falsos profetas, falsos portavoces y falsos cristos. Os despierto para que evitéis a tiempo la confusión e impidáis el acceso de espíritus en tinieblas entre vosotros. Velad, porque de estas enseñanzas me responderéis si no estáis preparados.

42. El que desde ahora se disponga, gozará de gran inspiración, se comunicará conmigo y se deleitará escuchándome a través de la lectura de mis Cátedras que os dejaré como herencia. Su camino no será incierto; el desempeño de su misión será liviano, sentirá mi presencia en las pruebas.

43. Entonces comprenderéis que habéis dado un paso adelante.

44. Será cuando comencéis a demostrar la pureza y elevación de mi Doctrina, porque no admitiréis entre vosotros cultos exteriores, fanatismo ni idolatría.

45. Con el pensamiento, la palabra y la acción, daréis testimonio de mi Obra Espiritual.

46. Mientras no comprendáis mi Doctrina, y no os hayáis preparado de corazón y espíritu, no podré utilizaros como emisarios de Buena Nueva, y veréis ante vuestros pasos el obstáculo que se interpone. Mas cuando el discípulo viva y sienta mi Obra en el espíritu, Yo abriré caminos y acercaré a él caminantes necesitados para que les dé a conocer mi enseñanza.

47. Recreaos, porque la Voz que os despierta es mi palabra de amor, pero velad, no sea que otra voz venga a despertaros y mañana esa voz sea la justicia de la Tierra.

48. Tendrán los hombres que fijarse en vosotros, serán los hombres de la justicia y las leyes, los teólogos y teósofos, los científicos, vendrán animados de diversas intenciones, pero os escudriñarán y os someterán a prueba. No vais a ocultar vuestra vida y vuestras obras presentándoles sólo mi Ley, no vais a escudar vuestras imperfecciones con la perfección de mi palabra escrita en vuestros libros.

49. Si en la historia de la humanidad existen malos ejemplos no los imitéis vosotros.

50. No os hablé así en los tiempos pasados. En el Primer Tiempo, la Ley iluminó al espíritu humano; en el Segundo Tiempo, Cristo iluminó con la luz del amor el corazón del hombre. Hoy la luz del Espíritu Santo ilumina vuestro espíritu para elevarlo por sobre todo lo humano.

51. De un sólo Dios habéis recibido estos tres mensajes y entre uno y otro ha transcurrido una era, tiempo necesario para la evolución del espíritu, para que él pudiera recibir el nuevo mensaje o nueva lección.

52. Ahora podéis comprender por qué os he llamado discípulos del Espíritu Santo.

53. Todo lo creado me rinde culto, desde el átomo hasta el astro de mayores dimensiones; desde la criatura humana más retrasada, hasta el espíritu más evolucionado. Vosotros que palpáis todo cuanto existe en vuestro mundo, miráis como cada ser y cada materia desempeña una misión y cumple con un destino, en ese cumplimiento me rinden culto; es el tributo de su armonía con el todo; en verdad os digo que todas las criaturas se recrean en sí mismas, aun la roca que por su dureza e inmovilidad os parece insensible o muerta, porque el Espíritu de Dios que está en todo lo creado por El, es la vida.

54. Mirad como el astro rey envía su luz, que es energía, vida y calor hasta donde alcanza su potencia. Es su calor el que levanta las aguas de los mares para llevarlas por el viento, convertidas en nubes y dejarlas caer en fertilizante lluvia sobre los campos áridos que después se cubrirán de verdor, de flores, árboles y frutos; follajes cuyas ramas sirven de hogar a las aves; que en su idioma elevan al infinito sus cánticos; mientras todo germina, todo crece y se multiplica, todo se engalana en un constante tributo al Padre. El Creador se recrea con su obra y deja que todas las criaturas se recreen en El.

55. Y vosotros ¿Qué sois en medio de la creación? Sois también criaturas que cumplen una misión, pero que a más de pertenecer a la Naturaleza material, estáis dotados de espíritu, el cual posee la conciencia, la intuición, la inteligencia, la revelación, la voluntad, la libertad, la razón y los sentimientos. Por este motivo, sois entre todas las criaturas de este planeta, seres superiores que tenéis todo a vuestro alcance como instrumentos, como siervos, como sustento, recreo y elemento para vuestro progreso espiritual y humano.

56. Si vuestro espíritu en su evolución, os hace superiores, pensad que vuestro culto también tiene que ser superior y ese culto que es del espíritu, Yo os lo he venido a revelar en todos los tiempos.

57. La humanidad, desde sus principios, ha buscado la forma de rendirme culto espiritual; la intuición de mi existencia la ha inducido a buscarme y a penetrar en el más allá, y cuando he contemplado en el hombre esa inquietud, he venido a manifestarme ante él. Y lo que he venido a revelarle es el camino espiritual que conduce al espíritu a la perfección. Mas para que esta humanidad llegue a la espiritualidad que no ha alcanzado aún, he tenido que veros pasar por los grandes errores y por las más grandes confusiones, por largos caminos de sufrimiento y pruebas, por tiempos de luz y tiempos de tinieblas, hasta llegar a las puertas del tiempo del espíritu, que es éste en el cual estáis viviendo.

58. El culto que debía ofrecerme vuestro espíritu en forma elevada y pura, se materializó en vuestro corazón, al ofrecérmelo vuestro cuerpo, forjándose la oración en la mente, y pronunciándola los labios; ofreciéndome los frutos de la naturaleza como si fuesen obras vuestras; recreando vuestros sentidos con el brillo de las ceremonias, mientras vuestro espíritu se presentaba ante Mí, desnudo, hambriento, mudo y torpe, porque la misión que a él le correspondía la había usurpado la materia.

59. En el Tercer Tiempo, mi Doctrina espiritual dará al espíritu la libertad para extender sus alas y elevarse al Padre para consagrarle el verdadero culto.

60. Mas también el hombre en cuanto humano, tiene un culto que rendir al Creador y ese tributo consiste en dar cumplimiento a sus deberes en la Tierra, practicando las leyes humanas, teniendo moral y buen juicio en sus actos; cumpliendo con los deberes de padre, de hijo, de hermano, de amigo, de señor y de siervo.

61. El que viva de esta manera, me habrá honrado en la Tierra y dará ocasión a que su espíritu se eleve para glorificarme.

62. El amor del espíritu no deberá concretarse a vuestros hijos y hermanos materiales; el amor espiritual debe ser universal, para que ame sin distinción de clase, ni de planos de evolución espiritual.

63. El espíritu debe ser fuerte ante las flaquezas de la materia, que es la que lo induce al fanatismo y a la idolatría; deberá despojarse de prejuicios y pasiones para que sepa conceder la razón al que la posea y aceptar la verdad en donde ésta se encuentre.

64. Entonces seréis hombres de paz que con vuestra vida deis cumplimiento a la frase mía de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César; no dando al Padre lo que pertenezca al mundo, ni ofreciendo al mundo lo que pertenece a Dios; sino sabiendo armonizar todas las leyes, para llegar a un cumplimiento justo de ellas, reconociendo que toda Ley divina de amor y de justicia ha brotado de Mí.

65. En el Segundo Tiempo, Jesús os habló con suma perfección, ahora vengo a hablaros con suma claridad y sencillez, pero mucho de lo que en este tiempo os he revelado, no os lo dije en aquel porque no estabais capacitados para comprenderlo.

66. Todo el que ha sido llamado ante mi Cátedra y ha sido señalado para una misión, es porque está a tiempo de comprender estas lecciones. Y una ves más os digo que no es la primera vez que vuestro espíritu cruza por este planeta, ni es la primera vez que recibe la luz de una revelación divina; mas su pasado momentáneamente se oculta tras el velo de la materia; vuestro espíritu sabe esto y al oír mi palabra, despierta y siente que en verdad viene de muy lejos, por un largo, muy largo camino en cual ha contemplado y vivido mucho.

67. A fin de que pudieseis oír estas enseñanzas habéis tenido que andar mucho, pero vuestro espíritu no ha decaído, no ha envejecido, porque la vejez, la decadencia y la muerte, no son con el espíritu; antes bien, la evolución, la experiencia y el desarrollo que dan la lucha y las pruebas, le dan madurez y le acercan a la plenitud de la vida eterna.

68. Habéis tenido existencias de bienestar y complacencias, de esplendor y placeres, otras de vicisitudes y fracasos. Unas han servido de expiación, otras de experiencia, algunas para el desarrollo de la mente; otras para el de los sentimientos, y ésta que ahora tenéis es para la elevación del espíritu.

69. Todo lo habéis conocido y todo lo habéis poseído, por eso si hoy miráis que no tenéis riquezas, ni esplendores ni títulos, no lo lamentéis pensando que para caminar con firmeza en este tiempo y alcanzar la espiritualidad, tuvisteis que perder todo lo superfluo e innecesario para adquirir vuestro progreso espiritual.

70. Siendo vosotros los portadores de una Doctrina esencialmente espiritual, no podréis presentarla al mundo bajo formas de culto exterior, porque con vuestra contradicción sólo provocaríais la desconfianza y la mofa.

71. El Reino de paz se acerca y aun cuando no sabéis cuanto falta para que ese tiempo llegue, Yo ya he comenzado mi Obra de reconstrucción moral y espiritual. Entonces este mundo que hasta ahora ha sido valle de expiación y lágrimas, será morada de espíritus adelantados.

72. Estad serenos, que aún estoy con vosotros; confiad en Mí, ya que aún no podéis confiar mucho de vosotros mismos. pero perseverad hasta lograr esa preparación espiritual que os pido para que os tengáis confianza.

73. Pronto veréis a la humanidad interesada en los dones espirituales, interrogando a unos mientras otros discuten.

74. Os doy mi caricia y mi bálsamo.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 230

1. Os contemplo llegar de distintos lugares, venís a recrearos bajo la sombra del techo paterno. Os habéis unido y hay gozo por ello en el corazón del Padre, pues basta que dos corazones se reconcilien para que Yo haga fiesta.

2. Estáis atravesando un tiempo de pruebas, cuya trascendencia no habéis llegado a comprender, aun teniendo la luz de mi palabra. Mas como el tiempo es un tesoro que no quiero que malgastéis, vengo como Maestro a enseñaros a aprovecharlo, dándoos a conocer vuestro destino y vuestra misión.

3. Aprovechad estos instantes, porque pronto partiré de entre vosotros. Mi divina palabra que por tantos años os he dado a través del entendimiento humano cesará para siempre.

4. Aún resta un corto tiempo en el cual os daré toda mi enseñanza y escribiré todo mi libro.

5. Por eso llego presuroso a las puertas de vuestro corazón, para decir al hijo que tanto se ha acostumbrado a mi palabra, que despierte de su profundo sueño, que empuñe el azadón y la pala, que cave y cultive las tierras y las ame como a su propia vida; que sepa compartir sus tierras y sus aguas con sus hermanos; que sus ojos miren con bondad, su diestra se extienda en prueba de amistad y su corazón se encuentre libre de egoísmo, para que sea el verdadero labriego de las tierras del Señor.

6. No esperéis que el corazón de los hombres se conmueva para hacer la paz en la Tierra. ¡Levantaos y trabajad! No deseéis la caída de unos y el triunfo de otros para obtener la paz y la libertad; la que debe triunfar es la justicia, la fraternidad, el amor.

7. No serán los hombres los que establezcan la verdadera paz en la Tierra; la paz vendrá de mi Reino a este mundo, cuando hayáis alcanzado verdadera preparación espiritual.

8. La luz que os ilumina en este tiempo es la luz del Sexto Sello y si alguno dijera que es otro sello el que se encuentra abierto, está en un error. El sexto candelero está ardiendo como lámpara inextinguible, iluminando con sus revelaciones a vivos y a muertos y despertando con sus nuevas profecías a los espíritus. Mas no creáis que esta luz sólo ilumina al que oye esta palabra, porque os digo de cierto, que los científicos y los teólogos se encuentran también bajo esta luz.

9. ¿Por qué no os desveláis estudiando mi Doctrina, para que el Maestro no tenga que materializarse explicando lo que por análisis debéis comprender?

10. Llegad a unir los frutos de la ciencia con los frutos de amor del espíritu y llevaréis a vuestro paladar el buen sabor.

11. Descansad caminantes, gozad de la frescura de este árbol y comed sus frutos.

12. Es ante vosotros el Padre que siempre se ha presentado en vuestro camino.

13. Os recibo como representantes de toda la humanidad y os contemplo preparados para recibir y sentir mi presencia espiritual.

14. Siempre habéis buscado a mi Divinidad; cuando creíais no haberme encontrado, acudisteis a las imágenes forjadas por vuestras manos para sentirme cerca. Así vive gran parte de la humanidad en este tiempo, buscándome y adorándome en las imágenes, mientras Yo me encuentro hablando al mundo en la plenitud del tiempo de esta comunicación.

15. Por medio de sueños estoy despertando a la humanidad, sueños simbólicos y proféticos, a los cuales los hombres no prestan atención ni análisis por falta de fe y de preparación y así olvidan aquella visión sin saber que es un mensaje divino.

16. ¡Cuán alejada del verdadero camino se encuentra la humanidad! Vive el mundo gobernándose por su libre albedrío y va en pos del placer y de las pasiones de la materia.

17. El espíritu duerme, la inteligencia no ha despertado aún a la luz que es la verdad, ni presiente la vida verdadera.

18. Todavía la humanidad no ha dado ocasión a que su conciencia hable y juzgue. Aún hay quienes se creen infalibles y limpios de errores, llevando tinieblas en el corazón.

19. Pero ya están cansados los hombres y por eso vengo acercándome a ellos para señalarles el sendero, para llenar de luz a su espíritu; haciéndoles comprender sus equivocaciones y el tiempo perdido, y entablar en el interior del hombre un combate entre la luz y la tiniebla.

20. En muchas formas me manifiesto a mis hijos, siempre con infinito amor para que su espíritu no se pierda.

21. Si vosotros habéis penetrado en estas humildes casas de oración, no ha sido por vuestra voluntad. Ha sido mi caridad la que os ha llamado para daros el sustento espiritual y señalaros el camino de redención por el cuál podéis llegar a mi presencia, no llegaréis cabizbajos, tampoco altivos, pero sí dignos y humildes.

22. Os estoy ofreciendo la paz eterna como os ofrecí en el Primer Tiempo las tierras de Canaán. No podéis perderos del camino porque él está trazado con mi sangre. Mi sangre es verdad, es amor y eternidad. Velad, porque mi verdad revelada en mi Doctrina, ha sido falseada por los hombres y algunas revelaciones han sido ocultas.

23. Mi ejemplo y el de mis apóstoles no ha sido imitado por todos los que han tratado de seguirme. Muchos se han convertido en señores en vez de ser servidores, han llenado su corazón de superioridad y orgullo y sólo han perseguido la riqueza, la pompa y los honores, olvidando las necesidades de los pobres, haciéndose indiferentes e insensibles a la miseria y al sufrimiento de los demás. Por eso los hombres van de una religión a otra en busca de verdad. De ahí la necesidad espiritual que experimentan de crear nuevas sectas para buscarme libremente.

24. Aquéllos que ayer fueron vistos como santos y semidioses, hoy son desconocidos por una humanidad desengañada.

25. Los hombres van dejando de buscar al confesor que les absuelva de sus faltas, porque lo encuentran indigno. Y la amenaza del infierno con su fuego eterno ya no impresiona ni estremece el corazón del pecador.

26. Aprovechando esta desorientación espiritual, el lobo acecha tras de la maleza.

27. Todo ministro de mi Divinidad y todo representante, tiene la misión de hacer la paz entre los hombres y es lo contrario lo que se encuentran haciendo en este tiempo. Cada quien se cree primero, cada quien quiere ser el más fuerte, olvidando que el único fuerte que soy Yo, está en todos.

28. Ahora podéis explicaros porqué en el Segundo Tiempo os prometí volver. Ahora podéis comprender porqué he venido a doctrinaros nuevamente. Porque sólo mi palabra puede apartar la venda de obscuridad del espíritu, sólo mi amor es capaz de redimiros de vuestros pecados.

29. Vosotros habéis sido llamados y escogidos para que deis ejemplo de fe en mi venida y de confianza y obediencia en mi palabra, pero no esperéis a que los postreros sean los que os den el ejemplo del buen cumplimiento en mi Ley, porque muy grande será vuestro dolor. Y cuando les veáis marchar, atravesar fronteras y penetrar en las naciones como emisarios de mi palabra, comprenderéis vuestra negligencia e ingratitud.

30. Recapacitad y si queréis ser creídos, empezad por dar buen ejemplo en vuestro hogar. Quiero que si ayer os desconocisteis por la diferencia de tribus, ahora os améis como una sola familia.

31. He aquí mi palabra clara; si os viniese a hablar en otro idioma, sería injusto.

32. Vengo a preparar vuestro corazón para poder morar en él. El mundo también se preparará, en las mentes de los hombres germinara la semilla de la paz y vosotros, que la habréis esparcido por todos los rincones de la Tierra, estaréis de plácemes al contemplar el fruto de vuestro trabajo, porque caminando a imitación del Maestro, enseñasteis el buen vivir y orasteis por todos.

33. En todas las naciones se hablará de reconciliación, de fraternidad y paz; y ello será un principio de unificación.

34. Yo os he venido preparando y os he preguntado si ya estáis dispuestos a levantaros en pos de los caminos, en busca de vuestros hermanos para mostrarles la sabiduría que en inspiración os he dado y a contestar satisfactoriamente a sus interrogaciones. A nadie le parezca imposible cumplir este cargo, mirad que los conocimientos que os he dado, os permiten comprender vuestra misión.

35. No será indispensable que todos tengáis que visitar las naciones que llamáis extranjeras, para extender mi Doctrina, os bastará elevar vuestro pensamiento en oración y limpiar vuestro corazón, para que vuestro espíritu se manifieste y se identifique con vuestros hermanos por distantes que estos se encuentren. Y aquéllos serán puestos alerta por los seres de luz.

36. Os uniréis al mundo espiritual, formando con él una barrera que impida nuevas guerras y nuevos sufrimientos. Continuaréis orando por aquéllos que pretenden realizar por medio de la fuerza el dominio espiritual. Os sorprenderéis y el mundo se sorprenderá, cuando los hombres vean que la fuerza no ha dominado a la razón, la fraternidad y la justicia

37. Cuidaos de entregar una caridad aparente, llevando en vuestro corazón el egoísmo. Haced cuanto bien podáis sin interés personal alguno. Hacedlo por amor, que es la Ley que os he enseñado y habréis acumulado méritos para vuestro espíritu. Mostrad mi enseñanza como Yo os la he entregado; es la misma que enseñé a mis profetas y a mis apóstoles de otros tiempos.

38. El hombre, en su materialismo, ha encontrado la conveniencia de modificar la palabra que os di en tiempos pasados. Mas mi Obra es perfecta y no radica en palabras materiales. Preparaos y descubriréis siempre mi verdad; entonces encontraréis que mi semilla os la he dado en abundancia en todos los tiempos, para que vosotros también la entreguéis en esa forma.

39. No será menester que impresionéis a nadie haciendo uso de ritos o de formas exteriores; el templo de vuestro corazón se hará visible y en él contemplarán vuestros hermanos su lámpara y su altar.

40. Aprended desde ahora a sentirme, lo mismo en vuestras obras, que cuando estéis luchando para dejar el fango cuando habéis caído.

41. Yo os he enseñado a buscar la verdad en la sencillez. ¡Cuán pobre es aún la mente humana al buscar la verdad en las doctrinas complicadas que ella misma se forja! ¿Por qué buscarme tan lejos llevándome consigo? ¿Quién ignora que está creado a semejanza del Padre, dotado de atributos divinos como son la conciencia, la inteligencia y la voluntad?

42. Yo vine a vivir con los hombres en el Segundo Tiempo, compartí vuestro pan y vuestro techo, mas la grandeza de Cristo radica en su humildad.

43. Así os enseño para que sepáis desprenderos de lo material en aras de vuestro amor al prójimo; pero antes debéis purificaros, porque es ley que evolucionéis, y si es ley que todo evolucione, no deben maravillaros los acontecimientos que están por suceder. Lo que contemplen vuestros ojos sólo os llenará de regocijo al comprobar que todo lo rige una Ley perfectísima, y que lo que hoy acontece no pudo haber acontecido antes, porque todo marcha hacia su perfección.

44. No sólo en la Tierra se trabaja por el adelanto de la humanidad; desde otro mundo también piden y ayudan por su salvación y su progreso; es el mundo espiritual, por eso os digo que la simiente espiritualista fructificará en el seno de todas las religiones, después de las grandes luchas, y cuando los hombres digan que es una nueva religión que viene a sembrar la división, vosotros contestaréis que el Espiritualismo es una doctrina, que es la misma que la primera y la única que ha regido a los espíritus; pero esa voz saldrá de vuestro corazón que es donde radican vuestros sentimientos. Ellos se manifestarán cuando lloréis por el dolor ajeno, también cuando lloréis de alegría por la de vuestros semejantes; porque eso es lo que os he enseñado siempre.

45. Os hablo por medio del entendimiento humano, mi luz y mi gracia se infiltran en él y se traducen en palabras, esa palabra que traza el único camino para llegar a Mí: El de perfección y el de pureza de sentimientos.

46. Humanidad muy amada de Jesús: Necesitáis grandes pruebas de espiritualidad para que pueda renacer vuestra fe y fortalecerse vuestra esperanza. Necesitáis de la palabra clara, para levantaros de ese letargo en que os encontráis. Ha sido menester que se manifestara mi Divino Espíritu en esta forma, para que sintierais que el Padre jamás os abandona, que desde el Reino de verdad os guía.

47. ¿No os convencéis ante esta prueba de amor? Mi pensamiento es luz que desciende a avivar la luz mortecina de vuestra lámpara. Os dice el Maestro, que por el hombre espiritualizado se manifestará la verdad del Universo, porque sabrá vibrar armoniosamente en este mundo, al cual viene a aprender lecciones provechosas para su evolución. Este mundo no es eterno, ni se necesita que lo sea. Cuando esta morada deje de tener la razón que ahora tiene para existir, desaparecerá. Cuando vuestro espíritu ya no necesite las lecciones que da esta vida, porque otras más elevadas le esperan en otro mundo, entonces, con la luz adquirida en esta lucha, dirá: Con cuánta claridad comprendo ahora que todas las vicisitudes de esta vida sólo fueron experiencia y lecciones que Yo necesitaba para comprender mejor. Cuán larga me parecía esa jornada cuando los sufrimientos me agobiaban; en cambio ahora, que todo ha pasado, cuán breve y fugaz me parece ante la eternidad.

48. El hombre está llamado a engrandecer su espíritu, está llamado a espiritualizar su existencia a medida que se eleve en busca de perfección.

49. Esta materia que poseéis, también está llamada a alcanzar espiritualidad, cuando eso sea, las condiciones de vida de la humanidad, cambiarán, de ella brotarán facultades espirituales, hoy desconocidas por los moradores del mundo.

50. Necesitáis de esta Doctrina que viene a alentar vuestra esperanza, de ese manantial de sabiduría inagotable y verdadera, donde calmar vuestra sed. Mi luz desciende a las tinieblas de la mente de aquél que dice que no ama al espíritu por que no lo conoce, en cambio ama la riqueza material, la hermosura física que halague su vanidad, la inteligencia que sea causa de admiración, el nombre, los títulos, eso es lo que ama y eso es amar al no ser. El humano no es la materia, ni sus riquezas. El humano sólo vale y existe por su espíritu. Os digo de nuevo, que el hombre está llamado a ser quien manifieste la verdad del Universo, de los cielos y de los mundos. Aún hoy no lo logra, porque su materialidad no le permite desarrollar los dones sutiles del espíritu. Cuando este materialismo desaparezca, se convertirá en vidente que gozará contemplando las maravillas de la vida espiritual. Entonces comprenderá la conversión de Saulo en Pablo, la transformación del hombre a tal grado que fue menester el cambio de nombre. Con su nombre anterior, desaparece el recuerdo de sus pasiones y se convierten en cenizas la materia y las maldades que ella provocó. Si el espíritu comprende que está evolucionado, que le falta elevación, o que lo que tenía que aprender y desarrollar en el mundo material está por terminar, entonces tiende a unirse a la luz de la divinidad porque el espíritu es luz que hacia la luz va.

51. Alegraos, humanidad, pensad que sois aves de paso en este mundo lleno de lágrimas, de pobrezas y sufrimientos. Alegraos porque no es vuestra morada para la eternidad. Mejores mundos os esperan, así, cuando os despidáis de esta Tierra, lo haréis sin amargura y aquí quedarán los ayes de dolor, los trabajos, las lágrimas. Diréis adiós a este mundo y os elevaréis hacia aquellos que en las alturas os esperan. Desde ahí veréis la Tierra como un punto en el espacio a la cual recordaréis con amor.

52. No estéis tristes, porque día llegará en que os alejaréis de este valle de lágrimas en el que tanto habéis sufrido y al que mañana amaréis reconociendo que en él, adquiristeis la luz que anhelaba vuestro espíritu.

53. Sed felices amando a vuestros semejantes, curando a los enfermos, consolando a los tristes, animando a los pobres, y entonces llegarán a vosotros las bendiciones de los cielos. ¿Queréis espiritualizaros? Cristo os ayudará para que alcancéis esa gracia.

54. En verdad os digo: que si hoy los hombres son más materia que espíritu, mañana serán más espíritu que materia. Los hombres han tratado de materializar absolutamente a su espíritu, mas esa completa materialización no la lograrán; porque el espíritu es como un brillante y un brillante nunca dejará de serlo, aun cuando haya caído en el cieno.

55. La humanidad no conoce la felicidad del espíritu perfecto, porque no ha llegado a la altura de la perfección. Cuando limpie su corazón y en su espíritu guarde mi verdad para ponerla en práctica, descubrirá una paz y una felicidad que antes no conoció. Esa será la vida que simboliza el árbol de la primera parábola revelada a la humanidad cuyos frutos maduros calmarán el hambre del espíritu. Perfeccionaos, elevaos por encima de la Tierra y no sufráis por la ingratitud o la incomprensión de los demás.

56. El amor es la escala que conduce a Dios que os ama, y a María, la Madre espiritual que también os ama, así como a vuestros hermanos espirituales, quienes también os aman.

57. De la mente divina, se desprende un torrente de mensajes, guardad de ellos cuanto agrade a vuestro corazón.

58. Dadme las tinieblas de vuestros sufrimientos, Yo las convertiré en claridad de paz; dadme vuestros sollozos y lágrimas. Cuando Yo visite vuestro corazón en el silencio penetraré como un rayo de sol para iluminarlo.

59. Cátedra de amor os he dado, para que sintáis en vuestro corazón esta esencia. He aquí mi bálsamo consolador derramándose en cada una de vuestras aflicciones, vuestros espíritus se fortalecen.

60. Yo os digo, benditos seáis vosotros que os acercáis a Mí con vuestro corazón preparado, porque mi palabra se hace bálsamo y caricia que aviva la llama de vuestra fe.

61. Mi reino desciende sobre la humanidad doliente y mi palabra resuena a través de los escogidos de este tiempo, para que aquéllos que me escuchen, se conviertan en el consuelo de los humanos.

62. En todos los tiempos he tenido intermediarios entre los hombres y mi Divinidad; han sido los mansos y humildes de corazón de los que me he servido. Estoy preparando a los nuevos mensajeros de mis enseñanzas para que esta buena nueva sea entre los hombres el despertar a la vida espiritual.

63. ¡Cuántos de los que se encuentran capacitados para desempeñar una noble misión espiritual, están durmiendo diseminados por el mundo! Ellos despertarán, y su adelanto espiritual lo manifestarán al transformarse en seres útiles a sus semejantes, en la nobleza de sus sentimientos. Serán humildes y nunca harán alarde de superioridad.

64. La vanidad, que ha sido flaqueza manifestada desde el primer hombre, será combatida por medio de la espiritualidad. Es la lucha que siempre ha existido entre el espíritu y la materia; pues mientras el espíritu tiende a lo eterno y elevado en busca de la esencia del Padre, la materia busca tan sólo lo que le satisface y halaga, aun cuando sea en perjuicio del espíritu. Esta lucha que en cada humano se presenta, es una fuerza originada en el mismo hombre por la influencia que del mundo recibe, porque lo que es material busca todo lo que se relaciona con su naturaleza. Si el espíritu logra dominar y encauzar esa fuerza, habrá armonizado en su propio ser sus dos naturalezas y alcanzará su progreso y elevación. Si por el contrario, se deja dominar por la fuerza de la materia, entonces se verá inducido hacia el mal, será una barca sin timón en medio de una tempestad.

65. Vosotros que me oís, sentís el deseo se apartaros de todo lo superfluo para liberar vuestro espíritu, estáis en plena lucha por lo que os digo: Seguid velando y orando para que llegue el tiempo en que vuestro espíritu se identifique y armonice con su cuerpo. Hoy sufrís todavía la atracción del mundo y os sentís débiles para resistir a la tentación. Por intuición la humanidad presiente una era de perfeccionamiento, mas no sabe el tiempo en que será.

66. Por diferentes senderos irán los hombres en pos de esa meta, pero a ella llegarán los que luchen por el progreso del espíritu. Los que se aferren en el fanatismo religioso, no evolucionarán y los que se dediquen todo el tiempo al estudio de lo material sólo obtendrán resultados materiales.

67. La espiritualidad será la que lleve al hombre a la perfección, mas no confundáis la práctica de la verdadera espiritualidad que es comunión y acercamiento al Creador por medio del amor, de la caridad y del culto interior, con la práctica de aquellas ciencias por medio de las cuales profanan y materializan los hombres a los seres del Más Allá. He aquí mi Doctrina que viene a apartar el velo de ignorancia que oculta la verdad a los hombres.

68. Mi Doctrina de amor os preparó en este tiempo para que recibieseis en vuestro seno la presencia de mi mundo espiritual, para que él os ayudase a comprender mi palabra, tiempo que toca ya a su fin.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 231

1. Mi mirada perspicaz penetra en vosotros, y contemplo que formáis con vuestros corazones un ramillete de flores para hacerlo presente a mi Divinidad.

2. Veo vuestros sufrimientos y los alivio con mi caricia paternal, para que alentados por mi palabra lleguéis a ser un pueblo fuerte en las pruebas.

3. Siempre que habéis venido a Mí para presentarme vuestras debilidades o para pedirme ayuda en las tormentas que atravesáis, siempre que habéis estado en peligro de caer bajo el peso de la cruz y me habéis buscado, os he librado de vuestra carga y de vuestro dolor, convirtiéndoos en espíritus fuertes. Entonces os he dicho: ¡Adelante! no volváis vuestra faz, porque se llenará de temor vuestro espíritu al contemplar su pasado.

4. Yo vine a sacaros del abismo para llevaros al puerto de salvación, que es donde ahora os encontráis saboreando este pan. Habéis descansado en mi regazo de paz. He sido un rayo de luz en las tinieblas de vuestra existencia para ayudaros a caminar sin tropiezos.

5. Si estos conductos o portavoces por quienes me comunico, hablasen por sí mismos, no serían capaces de enseñaros el camino de la verdad, mas si sus bocas vierten palabras de luz, es porque Yo me comunico por su entendimiento y Yo os he dicho que soy el Camino.

6. Habéis visto como muchos se sorprenden ante estas enseñanzas y se preguntan si será verdad que el Rabí es quién está hablando, si será cierto que el Verbo ha vuelto a este mundo que crucificó a Jesús.

7. Vosotros sabéis que os lo prometí, sabéis que soy perdón y que estoy cumpliendo mi divina misión, levantando a los muertos, sanando a los enfermos y devolviendo al ciego la luz. Vosotros conocéis la razón de mi retorno y la forma en que he venido, pero todo esto el mundo lo discutirá y mucho dudarán.

8. Os he dicho por qué en vez de buscar al sabio, al teólogo o al científico, busqué al humilde, al rudo y sencillo, para manifestarme por él, porque el testimonio del humilde sorprenderá al mundo.

9. Si vosotros observáis profundamente, os convenceréis de que en todos los tiempos me he comunicado con la humanidad a través de hombres, y siempre fueron humildes y sencillos.

10. Varias existencias os he concedido en la Tierra para que testifiquéis estas manifestaciones y lleguéis a dar cumplimiento a vuestra misión.

11. Es menester que aprovechéis mis enseñanzas para que penetréis en los secretos del Más Allá, que el Padre tiene a bien revelaros. Mi arcano no se ha ocultado a vuestra mirada, pues de otra manera nunca podríais penetrar en la vida eterna.

12. Estudiad, analizad, porque hay quienes se confunden pensando que si vuestro espíritu es partícula de mi Divinidad ¿Cómo es posible que sufra? Y que si la luz del espíritu es chispa de la luz del Espíritu Santo ¿Cómo puede verse por instantes envuelto en tinieblas? Reconoced que esta jornada es para hacer méritos suficientes ante Dios, con los que podáis convertir vuestro espíritu, de inocente y sencillo, en gran espíritu de luz a la diestra del Padre.

13. Venid a Mí y oíd una vez más mi palabra que es sustento para vuestro espíritu. Esta palabra que os he entregado a través del entendimiento humano en este Tercer Tiempo, ha obrado el milagro de unificaros, de levantaros llenos de ahínco y de fe en mi Divinidad, al manifestarse ésta, plena de verdad y de enseñanza. Porque vuestro espíritu se sentía cansado de las doctrinas terrestres; vuestra planta fatigada de recorrer los caminos en busca de la paz, del amor y la verdad. Vuestras manos también se encontraban fatigadas de trabajar las tierras, sin llegar a recoger una cosecha que diera satisfacción a vuestro espíritu.

14. Así fue mi voluntad, oh pueblo, que recorrierais los senderos, que probaseis los frutos, que llamaseis a distintas puertas, y que conocierais el corazón de los hombres de distintas razas y linajes; que entresacarais del contenido de los libros las distintas filosofías, doctrinas y teorías; que llegarais a conocer la vida humilde de la Tierra con toda su miseria y dolor. Que supierais de la falsa opulencia de este mundo con sus placeres y su grandeza engañosa, que oyerais la voz de los hombres y conocierais su inspiración, que recogierais lo bueno y lo malo que ellos os han brindado a través de los tiempos; para que después de esta jornada, llegarais a encontrarme como el postrero que llega a las puertas de vuestro corazón, como el último que cruza en vuestro camino, el último de los peregrinos que pasa a vuestro lado y os pregunta: ¿A dónde vais? ¿De dónde venís y qué es lo que buscáis? Y que entonces vosotros, sin soberbia y sin grandeza, doblegados por el dolor y fortalecidos por la experiencia, iluminados y templados por la lucha, al instante me reconocierais, me abrierais vuestro corazón confesando vuestra pequeñez, manifestándome que sólo Yo puedo comprender vuestro dolor, vuestros fracasos y también vuestros anhelos.

15. He aquí la razón por la cual la mayor parte de los que vienen a Mi, al escuchar mi palabra se sienten cautivados por esta esencia, sienten que les contemplo hasta el fondo de su corazón y experimentan mi amor que les envuelve. Y es que me estabais esperando, sabías que después de las grandes luchas, de los grandes combates de la existencia, después de esa noche tenebrosa en la cual habéis vivido, había de surgir la luz de un nuevo día. Sabíais que después de apurar hasta las heces vuestro cáliz de amargura, vendría alguien que lo había de llenar de dulzura; porque la esperanza, la confianza en mis promesas que en otros tiempos os hice, no se había extinguido en vuestro espíritu, la flama se había conservado en vuestro corazón y aun aquellos que han negado que sea Yo el que se comunica en este tiempo, no lo han hecho con su espíritu sino con su materia, ignorante e insensible a las manifestaciones espirituales, que no sabe de Mí. Mas Yo que conozco a todos les he dado a esos incrédulos, a los reacios de cerviz, un tiempo más, porque sé que no es su espíritu el que me niega, y lleno de mi luz ha de levantarse y libertarse de las cadenas de su propia envoltura, para que pueda mirarme y sentirme, y exclamar como Pedro, en el Segundo Tiempo: “En verdad, Tú eres el hijo del Dios vivo”.

16. De párvulos os estoy convirtiendo en discípulos, porque después de haberme oído os confiaré un Libro de Sabiduría, para que con él enseñéis a vuestros hermanos y llevéis la buena nueva a los moradores de vuestra nación y después a las demás naciones. Si aprendéis de Mí, seréis mansos y humildes, no os limitaréis a sólo analizar mi palabra, ni a hablar con palabra elocuente para con ella sorprender a las multitudes, si no que vuestras inspiraciones y análisis, vuestras palabras claras y profundas serán confirmadas con obras que serán el fruto de vuestra comprensión. No quiero que esas obras broten tan sólo de vuestro entendimiento, sino que sean dictadas por vuestra conciencia a vuestro corazón, que es donde se encuentra sembrada la simiente de amor.

17. Entonces sí lograréis convertir a la humanidad, porque después de encontrarse hastiada de palabras huecas, enferma y cansada por la falsedad de las diversas doctrinas e ideas, buscará una enseñanza que le hable del verdadero amor, de caridad y de paz; que haga luz en las tinieblas y derrame bálsamo en donde exista el dolor, que transforma a los que llevan en su ser degeneración espiritual o moral. Entonces si triunfará mi Doctrina y crecerá el número de los que me siguen llevando su estandarte de paz, unión y buena voluntad.

18. Quiero que aprovechéis debidamente este tiempo, que el espíritu enseñe y estimule a la envoltura, que la doblegue y llegue a convertirla en su propio instrumento, en su sierva humilde; que no sea la carne la que venga a rendirme el culto que debe ofrecerme el espíritu; que no se interponga entre vuestro espíritu y el Mío, porque entonces la purificación será continua y lo que siente la materia llegará al espíritu, porque éste no sabe sobreponerse todavía al dolor y a las flaquezas. Espiritualizaos sin llegar a caer en fanatismo y veréis cuanta paz experimentareis, cuanta fortaleza impartiréis a vuestro corazón y cuan fuertes seréis ante las acechanzas del dolor, de la vejez y las enfermedades.

19. Esta es mi enseñanza. ¿Quién de vosotros no alcanza a comprenderla? Es clara como la luz del día y esa luz todos podéis mirarla. Os estoy entregando esta lección para que la grabéis indeleblemente en vuestro espíritu, porque ella os dará fuerza mañana, cuando las pruebas se ciernan sobre vosotros.

20. En esta Tierra siempre ha existido la lucha entre los hombres, la guerra, la discusión, la división. Desde los primeros tiempos siempre se han levantado las ideas de unos en contra de las de los otros; y así miráis que en contra de la virtud, se ha levantado la maldad; ante la justicia, la injusticia; ante la voz del espíritu, la de la carne; ante un conocimiento, otro más, Y aquéllos que han propagado mi Doctrina espiritual desde los primeros tiempos, han encontrado como adversarios a los hombres de ciencia. Todavía en este Tercer Tiempo contemplo estas luchas entre los hombres, pero ha llegado el día en que Yo diga la última palabra.

21. Toda sabiduría, conocimiento o ciencia ha brotado de Mí. Yo preparé este planeta para que fuese morada de espíritus encarnados, y antes de enviaros preparé este mundo con gracia, con amor y sabiduría. Deposité en las entrañas, en la superficie, en todo, los elementos necesarios para vuestra vida, para la conservación, el placer y la satisfacción de mis hijos. Para que descubrieseis en el seno de esta Naturaleza todas las fuentes de vida, todo lo que se encontraba envuelto en el misterio o guardado en profundo arcano; os di talento, os iluminé y os entregué el don de la ciencia, para que mediante ese talento y conforme a vuestras necesidades, evolución y pruebas, fueseis la fuente inagotable de vida y de sabiduría.

22. Todos habéis gozado de ese don de la ciencia, pero he escogido a algunos para darles grandes misiones, para que descubriesen todo aquello que hiciere bien al espíritu y entonces os ofreciesen del agua inagotable de esa fuente y os ayudaran en vuestra vida y dicha terrestre. A esos escogidos les confié también la intuición de la vida espiritual, de aquella que se encuentra más allá de las ciencias, por encima de esta Naturaleza terrestre, y por eso desde los primeros tiempos el hombre me ha rendido culto y ha presentido la existencia de un ser universal, de un Dios poderoso, omnipotente y Creador, que os tiene reservada una vida elevada, que está más allá de este mundo; una vida en la que brillará la conciencia, el amor, la luz y la razón, porque todo esto forma parte de vuestro espíritu. Y aunque todos tenéis esa intuición que os habla incesantemente de estas facultades, fue menester que enviase entre vosotros a espíritus de gran potestad para que viniesen a revelaros los más grandes misterios; que abriesen brecha a los espíritus y los condujesen a Mí por los más cortos y certeros caminos. Ellos son los profetas, los patriarcas y los enviados de todos los tiempos.

23. He aquí, que trayendo unos la misión de dar luz a los espíritus, y otros de dar a conocer la ciencia, se han levantado unos en contra de otros a través de los tiempos, sin pensar que no son misiones opuestas, sino que ambas se complementan. Mi luz ha sido derramada en todos los seres para que comprendáis vuestra misión y toméis respetuosamente la parte que os corresponde.

24. Si habéis oído de Mí que censuro la obra de los científicos, que reclamo a la ciencia, eso se debe a que esa fuente de vida, esas revelaciones que les he hecho, algunos no las han utilizado para el bien y el adelanto de la humanidad, sino que las han puesto al servicio del mal y de la destrucción. Mas todos aquellos que hayan cumplido su misión, que hayan penetrado con humildad, elevación y respeto para descubrir lo que haya sido mi voluntad revelarles, en ellos me he derramado, me he complacido y mirad cuántas obras benéficas han hecho.

25. Vuestra vida material ha evolucionado; ya no es la misma de los tiempos pasados, y a medida que vuestros pasos os han ido llevando por el camino de la evolución, habéis encontrado los frutos de la ciencia concedidos a todos los que han cumplido su misión. A los que han equivocado mi mandato y penetrado en mis arcanos para descubrir los misterios de la Naturaleza, a los que han tomado la fuerza de los elementos tan sólo para utilizarla en obras de destrucción y de muerte, les censuro y les hago un llamado, porque he venido a ordenar y a encauzar a todos los elementos, y todo debe ser restaurado y vuelto a su lugar.

26. Llegará un tiempo en que la Humanidad sabrá distinguir la luz divina, la sabiduría permitida por Mí, y llegará a reconocer que Yo soy la fuente de donde han brotado todas las naturalezas, que en Mí se encuentra la simiente y el fruto, y que de todo esto os he participado para que hagáis una vida digna de vuestro espíritu y de mi Divinidad.

27. Y es en ese tiempo de espiritualidad, que ahora os anuncio, en el que los hombres pondrán su fuerza mental al servicio del espíritu, y la misma ciencia se inclinará ante su luz. ¿Cuándo llegará ese día? Vosotros estáis preparando el camino para que la Humanidad pueda llegar a esa meta, porque la obra que os he encomendado tiene una misión universal.

28. Los hombres, sin apartarse de sus deberes, de sus misiones en el mundo, pondrán al servicio de mi causa divina su ciencia, su fortaleza, su talento y su corazón. Buscarán los goces sanos, los que sean saludables para su espíritu y su materia. Lucharán por su regeneración y por su libertad, no se contaminarán, no tomarán lo que no les sea necesario. Será entonces cuando desaparezca de la Tierra la maldad, la frivolidad; entonces el espíritu habrá alcanzado el dominio absoluto sobre su envoltura, y habitando todavía en una materia hará una vida espiritual de amor, de fraternidad y de paz.

29. Ese será el tiempo en que las guerras desaparecerán, cuando haya respeto y caridad de unos a otros, cuando reconozcáis que ya no podéis disponer de la vida de un semejante, ni de la propia; sabréis entonces que no sois dueños de vuestra vida, ni de la de vuestros hijos y esposos, ni de esta Tierra, sino que Yo soy el dueño de toda la Creación; pero que siendo vosotros mis hijos muy amados, sois también poseedores de todo lo que es Mío. Y siendo el dueño y poseedor de todo lo creado, soy incapaz de dar muerte a mis criaturas, de herir o causar dolor a nadie; ¿Por qué, entonces, los que no son dueños de la vida han tomado lo que no es suyo para disponer de ello?

30. Cuando esta enseñanza sea comprendida por los hombres habrán escalado en su evolución espiritual y este mundo será una morada de espíritus adelantados. No sabéis si después de este tiempo volveréis a habitar este planeta. Yo señalaré a aquéllos que habrán de mirar esos tiempos de gracia, a los que habrán de venir a contemplar este valle que en otra época fuera un valle de lágrimas, de destrucción y de muerte. Esos mares, montes y campos que fueran testigos de tanto dolor, después estarán convertidos en una morada de paz, en una imagen del Más Allá. Yo os he anunciado que cuando las luchas cesen, mi Reino estará ya cerca de vosotros y que vuestro espíritu florecerá en virtudes; mi Doctrina estará presente en todos los espíritus y por conducto de hombres y mujeres me manifestaré.

31. Los dones espirituales se desarrollarán; el don de palabra, de curación y de comunicación de espíritu a Espíritu llegarán a ser asombrosos en los hombres de esos tiempos.

32. La ciencia no se detendrá en su camino, y el científico penetrará en mi Doctrina para estudiarla y se maravillará con mis revelaciones, e inspirado por ellas hará obras benéficas que llevarán al adelanto y al progreso, no sólo a la Humanidad, sino al espíritu de encarnados y desencarnados.

33. Si en los tiempos pasados y en los presentes ha gozado mi Espíritu contemplando las obras de mis hijos, ya sean estas espirituales o materiales, obras bellas que han brotado del corazón, de la sensibilidad o de la inteligencia, cuán grande será mi gozo cuando no sean tan sólo unos cuantos los que se encuentren con su espíritu elevado, sino que sea la Humanidad en su conjunto la que esté practicando el amor. Entonces ya no habrá lágrimas, luto ni orfandad en los hogares por causa de las guerras, y sólo será la fe, la salud, la fuerza y la armonía las que persistirán en la vida de los seres humanos en esos tiempos de dicha reservados a este planeta.

34. Vosotros sois las primeras generaciones que han recibido la Buena Nueva de este Tercer Tiempo y debéis ser los que preparen el camino para todos aquéllos que habrán de venir después de vosotros. Allanad los abismos, apartad las piedras del camino para que dejéis como herencia la buena voluntad, la fortaleza, los buenos principios.

35. No sois los que vais a llevar mi Obra a su culminación. No está entre vosotros aquél que ha de unificar al pueblo de Israel. El establecimiento de mi Doctrina en todo el mundo no lo contemplaréis en lo material. Esa obra la haré Yo, porque si entre vosotros se llegara a levantar alguno que doblegara la reacia cerviz de mi pueblo y lograse su unificación, ese hombre se engrandecería o no soportaría las pruebas que sobre él vendrían.

36. Más Yo, el fuerte, el que ama y perdona, os uniré a los unos con los otros. Prueba tras prueba os enviaré, a fin de que ellas os pulimenten y os identifiquen en el mismo ideal espiritual.

37. No quiero que mi pueblo prepare una nueva cruz para Mí, un cadalso o un tribunal. Quiero morar en su santuario interior, quiero ocupar mi trono en el espíritu de mi pueblo, para comunicarme a cada instante con él y esperarlo en mi morada eterna, en mi trono universal de humildad, en mi sitial de Padre amoroso; cuando ya todos llenos de méritos, de cumplimiento, fortalecidos por la lucha y acrisolados por la virtud, lleguéis a Mí, dignamente, para recibir vuestro galardón.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 232

1. Pueblo escogido, que estáis escuchando mi palabra a través del entendimiento del hombre, que habéis sido preparado a través de los tiempos para marchar delante de la humanidad: todo os ha sido concedido por mi gracia. He descendido a vosotros porque os amo y vengo a confiaros la tercera parte del Libro, en el que están contenidos los mandatos, la Ley para vosotros y para la humanidad.

2. El mundo se agita en medio de una tempestad y ha perdido el rumbo. No se ha levantado a buscar el camino certero, se ha conformado con vivir, buscando lo necesario para el sustento de su cuerpo y ha olvidado en el fondo de su ser al espíritu, a quien he confiado una misión muy alta. Yo he aparecido entre vosotros y os he sorprendido viviendo en medio del caos, y mi palabra os ha dicho: Deteneos, volved al cumplimiento, tomad vuestra cruz, seguidme y la paz será entre vosotros.

3. En este tiempo os he preparado derramando a raudales mi luz en vuestro entendimiento. Desde vuestros primeros pasos habéis sido firmes, y esa fe, ese amor a mi Obra, os anima para hablar en mi nombre a vuestros hermanos. Muchos os escucharán y vendrán a Mí, hambrientos y sedientos de amor; otros se acercarán en busca de alivio a sus males; otros acudirán llevados tan sólo por su curiosidad, y Yo os prometo que todos alcanzarán, a todos concederé una prueba, porque Yo me complazco, en entregar al hijo una señal de que he escuchado su petición.

4. Después de mi partida, seguiréis preparando los corazones; los apartaréis de la ignorancia, de las creencias erróneas, del fanatismo. Mas ¿Cómo podréis ser maestros de vuestros hermanos? ¿Cómo podréis alcanzar la humildad, la justicia y la rectitud? Orando y cumpliendo con mi Ley. No aparentéis ser hombres justos, porque justos todavía no lo sois. Mostraos como párvulos o como discípulos míos, que lucháis por perfeccionaros cada día. Y cuando llenos de abnegación en el cumplimiento os contemple, acercaré a vosotros a multitud de hermanos vuestros señalados por Mí, para recibir el conocimiento de mis últimas lecciones.

5. Voy a escoger de las sectas que los hombres han formado, que son ramas desprendidas del Árbol de la Vida, a los ansiosos de espiritualidad, a los que me buscan en forma imperfecta, pero que me aman; a los que pronuncian con unción mi nombre y me presentan actos de amor, de humildad y reconocimiento. Vengo como el buen pescador en busca de corazones, y si hoy el número de los que me siguen es corto, mañana se multiplicarán. Ya se acerca la hora en que las pruebas convencerán al mundo de que Yo he venido a dejaros mis legados de amor y vosotros como testigos de estas revelaciones, hablaréis con justicia.

6. No hagáis distinción alguna entre vuestros hermanos; en el ideal espiritual se unirán todas las razas y condiciones humanas.

7. Presentadme las necesidades de vuestros hermanos. Cuanto más pecadores, son más dignos de mi amor y caridad. Ya se acerca el tiempo en que mi Doctrina se extienda y los labriegos vayan a distintas comarcas. Ellos se establecerán por mi voluntad en los lugares donde mi palabra ha de derramarse en los corazones que Yo he preparado como tierra fecunda dispuesta a recibir en su seno la simiente divina. Ahí está vuestro trabajo. Yo os hago responsables de una porción que he de poner a vuestro cuidado, cuando os contemple fuertes y dispuestos.

8. La buena nueva llegará a los hombres de toda doctrina o secta. Todos sabrán de mi venida en el Tercer Tiempo como Espíritu Santo. Llegará el tiempo en el que estas revelaciones serán manifestadas plenamente y por esta causa harán guerra en contra de vosotros; mas no temáis, mi luz no será opacada. Será entonces cuando brille con mayor esplendor mi palabra de este tiempo.

9. Os preparo como afanosos labriegos en la campiña. El verbo será abundante en vuestros labios. Hablaréis muchas veces de lecciones desconocidas para vosotros; serán las nuevas inspiraciones que vendrán de mi Espíritu a vuestro corazón preparado. Vuestros hechos corroborarán siempre vuestras palabras. Que todos vuestros actos sean sinceros para que seáis creídos. Yo os contemplaré y juzgaré vuestras obras.

10. Recordad las costumbres puras de Israel de los primeros tiempos y volved a ellas. Su salud y su fuerza provenían de su obediencia y acatamiento a mi Ley. De ese pueblo brotaron hombres ejemplares, patriarcas y profetas. Ahí tenéis a Abraham, a Isaac y a Jacob que son el tronco de vuestro linaje. Ellos fueron probados en su espíritu y en su materia y la fuerza no les abandonó. Era menester que aquellos que habían de dar vida al pueblo de Israel, diesen un ejemplo de fortaleza y amor a todos sus descendientes. Vosotros reconoceréis vuestra fuerza y virtud en la hora de las grandes pruebas.

11. Estoy preparando a los espíritus que han de seguir inspirando al pueblo después de mi partida. Ellos velarán por las enseñanzas fundamentales de mi Obra, y vosotros les oiréis y respetaréis.

12. Cumplid en la presente etapa vuestra misión y después las generaciones venideras continuarán vuestra obra. Siempre enviaré a la Tierra seres de grande elevación para que velen por la Ley, por la esencia de mi Doctrina.

13. Sed conformes con vuestras obras. El que no ha alcanzado lo que me pide y cree que es para su bien, Yo le digo; sé vuestro destino y eso que me pedís, no hará vuestra felicidad, sólo os dará amargura. Pensad en vuestra restitución; en la Tierra no saborearéis la paz perfecta, sólo el cumplimiento os dará tranquilidad hoy; y mañana, cuando os encontréis en la vida espiritual, me diréis: Padre, supisteis guiarme como convenía a mi espíritu, pues si me hubieses concedido los que os pedía, me hubiese desviado, o hubiese retardado mi llegada a Ti.

14. Os he dado en este tiempo la luz de mi palabra, para que luchéis por la paz del mundo y para que vuestro espíritu escale un paso más en el camino de perfección. Os he hecho comprender los dones que posee vuestro espíritu, para que domine todos los obstáculos y adversidades que se crucen a su paso. Os he hecho comprender que este tiempo de amarguras que vivís, es tiempo de expiación, que cual cáliz debéis apurar con conformidad y fe.

15. Así he venido de lo infinito a libraros de las cadenas que os oprimían.

16. En esta Tercera Era, he reunido a todos los que recibieron en los tiempos pasados la misión de dar a conocer mi verdad a la humanidad, para que ésta alcance mis bendiciones.

17. Para esto os he dado nuevas revelaciones.

18. Asimilad mis enseñanzas, para que las podáis practicar, mas cuando salgáis de estos recintos que son como árboles para los caminantes y bajo los cuales oísteis trinar la alondra, no os encaminéis en pos de placeres superfluos, en vez de buscar el recogimiento para meditar, porque la esencia espiritual que del Maestro recibisteis, se esfumará de vuestro corazón.

19. Las pasiones como aires huracanados son las que arrebatan de vuestro espíritu esa gracia con la que vengo a revestiros y al despojaros de ella, dejáis que la debilidad y las enfermedades se apoderen de vuestro ser.

20. Elevad la oración de vuestro espíritu al infinito, para que forméis un ambiente de paz en torno a la humanidad. Cuando contempléis a vuestros hermanos bajo el peso de mi justicia, haced méritos y su pena será acortada. Orad por el mundo cuando escuchéis la voz de los elementos, no busquéis el refugio solamente para vosotros; si os preocupáis por vuestros hermanos en la hora de aflicción, olvidándoos de vosotros mismos, Yo os protegeré. Vosotros proteged con vuestra oración y vuestra caridad a la humanidad.

21. Creed en la fuerza de la oración, mas debéis saber que para que ella llegue a Mí, debe ser ante todo sentida.

22. Si ya tuvieseis una fe grande y verdadera, estaríais haciendo prodigios. Apresuraos, porque llegará la hora en que os debéis levantar a llevar el conocimiento de esta Obra por los caminos de la Tierra. Para entonces no debéis temer a la justicia de los hombres, ni deberá preocuparos la calumnia.

23. Habéis avanzado en la senda, volved vuestra faz y mirad vuestro pasado. Atrás quedó el materialismo, el orgullo, las bajas pasiones, la idolatría, la ignorancia, el pecado.

24. Mas perseverad en el camino, para que alcancéis mayores progresos espirituales; entonces experimentaréis en vuestro corazón la paz de la Tierra Prometida.

25. Este es el día en que el espíritu del pueblo escogido recibe la inspiración y su entendimiento se ilumina para poder comprender las lecciones que estaban guardadas en el gran Libro de la Vida que Yo había de mostrarle según mi palabra dada en los tiempos pasados.

26. Y vosotros para venir a Mí, habéis dejado el mundo, os habéis purificado y ya preparados, habéis orado para recibir mi rayo universal; él ha bañado vuestro espíritu y bajo su influencia han despertado vuestras facultades y han vibrado las fibras más sensibles de vuestro ser. Habéis visto surgir desde el fondo de vuestro corazón, muchos sentimientos que hasta hoy os eran desconocidos, que os han hecho mirar esta vida de una manera diferente. Y una vez que habéis sido ya capaces de darle paso al amor y a la caridad, os sentís fuertes para abarcar grandes obras y comprender a grandes multitudes de hermanos vuestros. Queréis multiplicar vuestros cuidados con los necesitados y enviar con vuestro pensamiento mensajes de luz a los que están distantes de vosotros. Todo eso lo podéis hacer, porque he descubierto ante vuestro espíritu un vasto campo en donde podéis trabajar.

27. Vuestros dones no tienen límites, no se agotarán aun cuando lleguéis a suponer que ya habéis entregado todo vuestro caudal. Cuanto más deis a los demás, más se multiplicará vuestra heredad. Vuestra misión en todos los tiempos ha consistido en laborar por la paz e interceder por el mundo.

28. Os he probado para que tengáis confianza en vosotros mismos, para que sepáis de lo que sois capaces. En cuantas ocasiones en que habéis estado indecisos, o que os ha faltado la fe, o en aquellas en que habéis desconfiado de vuestra fortaleza, os he enviado la prueba que necesitáis y por ella habéis obtenido la respuesta. Prueba tras prueba os he hecho pasar, mas antes os he preparado, porque nunca he querido sorprender a nadie.

29. Estoy dirigiendo vuestros pasos, os estoy rodeando de un ambiente de paz, en el cual podáis estudiar y profundizaros en mi Doctrina. Y cuando ya estéis preparados, quedaréis al frente del pueblo que ha de resurgir en este tiempo. Hoy aún no brillan vuestras obras; pero mi pueblo ha de fortalecerse en la virtud, ha de luchar en contra del materialismo, para ayudar a la humanidad a encontrar el camino seguro que la ha de conducir a Mí.

30. Ya habéis gozado de la paz de mi Espíritu, cuando os habéis elevado haciendo comunión conmigo; pero la paz perdurable aún no es de vosotros. Estáis en el principio del camino y sólo vuestros méritos os darán la inefable alegría de acercaros a Mí, Yo multiplicaré vuestros frutos, y acortaré la senda, para que lleguéis pronto a Mí.

31. Habéis sido de los primeros en recibir este mensaje divino y quiero que sepáis transmitirlo a los demás. Esta humanidad que hoy duda y desconfía, creerá. Le he dado bastantes pruebas en este tiempo y todas ellas le hablan de Mí. Aún permanecerá sorda unos instantes más, después oirá el llamado que le hago, se sentirá atraída por mi enseñanza, querrá descubrir lo que le espera al espíritu después de esta vida y la respuesta la encontrará en el Libro que a todos dejo: El Libro de la Vida. Todos llegarán a poseer la luz, porque ésta es patrimonio divino, es la herencia que os pertenece y que a nadie le será negada. A todos los enseñaré, lo mismo al que sabe cumplir e interpretar justamente mis mandatos como a los que me desobedecen.

32. Cuando habéis escudriñado vuestras obras, y llorado al ver el escaso fruto que habéis conquistado, aflige al espíritu darse cuenta de lo distante que estáis aún del final que os tengo destinado, y recordáis aquella profecía que os fue dada en la que se os decía: “Si Israel no trabaja por su unificación, se hará sentir una nueva guerra, y una vez más llorará la mujer y derramará su sangre el hombre, y habrá luto, necesidad y hambre en los hogares y el espíritu sufrirá”.

33. Por eso os digo que no os desconozcáis unos a otros, no hagáis obras de división. Mi enseñanza tiende a unificar a todos los espíritus, a acercarlos, para que podáis identificaros y reconocerme todos como vuestro Padre.

34. Dejad por ahora vuestro fardo de pesares, venid a Mí sin dudas ni temores, confiad plenamente y dejad que haga en vosotros mi voluntad. Yo sé lo que pasa en vuestro interior y os doy la fortaleza que necesitáis.

35. Yo soy el principio y el fin de todo lo creado. Por mi voluntad habéis venido a este mundo y por mi voluntad lo dejaréis.

36. Vengo cual Padre cariñoso a daros mi perdón porque aún sois débiles.

37. Esta vida os ha sido confiada como una oportunidad para que vuestro espíritu haga méritos, por lo tanto, todos los pensamientos y actos humanos debieran ser dentro de mi Ley de amor y justicia; pero los hombres se han apartado del camino que les señala mi Ley, y ha sido necesario volver a ellos para recordárselos; con ese fin he venido a comunicarme con vosotros en este tiempo. El objeto de que vengáis a escuchar mi palabra, es el de que profundicéis en mi Doctrina y os preparéis para la vida espiritual. No vengáis por curiosidad, por obligación o porque así creáis cumplir. Venid con el anhelo de encontrar en cada nueva lección una revelación más, una enseñanza más. Aprovechad mi presencia, así estaréis más preparados para cumplir vuestra misión.

38. Si habéis sido sanos de cuerpo, si habéis tenido satisfacciones y comodidades o si habéis soportado enfermedades, vicisitudes y pobrezas, todo eso queda aquí en la Tierra, donde termina la jornada humana y principia la vida del espíritu. Por la elevación del espíritu habéis luchado y habéis tenido que sufrir y sujetar vuestra materia. Por eso os digo: Escuchad bien, interpretad mejor y analizaos a vosotros mismos para que encontréis la verdad.

39. Y cuando encontréis a los que digan que estáis practicando una nueva doctrina, les diréis que únicamente habéis dejado las prácticas religiosas que pertenecen al culto externo y que os habéis apartado del fanatismo.

40. Mi obra será reconocida en todo el mundo, porque así como en otros tiempos envié profetas para anunciar mi venida, así en este tiempo enviaré mis nuevos profetas a dar a conocer mi enseñanza y anunciar el reino que se aproxima a todos los hombres de buena voluntad.

41. Cada revelación ha sido de acuerdo con la capacidad espiritual de la humanidad y con el tiempo en que ha vivido. Hoy he venido en esta forma, mañana os hablaré en forma más elevada. Esta manifestación está por terminar, cesará al finalizar 1950; entonces se levantarán mis discípulos como maestros, los cuales no se sentirán solos porque en la luz de su conciencia, esa parte de mi Divinidad que hay en cada uno de vosotros, estoy Yo para hablar, para perdonar, para amar y enseñar.

42. Dentro de esa conciencia será libre vuestro espíritu, pues ni de recintos necesitará para entregar mi Doctrina. Hablaréis donde la ocasión se presente y vuestra vida será el santuario donde me rindáis culto con la pureza de vuestras obras.

43. Aún cuando en el presente os parezca imposible cimentar la paz entre la Humanidad, Yo os digo que la paz se hará y aún más, que el hombre practicará la espiritualidad.

44. Muchas calamidades sufrirá el mundo antes del establecimiento de ese tiempo; pero esos sufrimientos serán para bien de la Humanidad, tanto en lo material como en lo espiritual; serán como un "hasta aquí" a la carrera desenfrenada de maldades, egoísmos y lujuria de los hombres. Así vendrá un equilibrio, porque las fuerzas del mal no podrán prevalecer sobre las fuerzas del bien. La purificación tiene apariencia de castigo sin serlo, porque viene siempre a tocar lo más sensible, lo más delicado y querido; pero en realidad es medio de salvación para el espíritu alejado o perdido del camino. Quien juzga materialmente, no puede encontrar nada útil en el dolor; quien juzga que lleva consigo un espíritu que vive eternamente, extrae, del mismo dolor, luz, experiencia, temple y regeneración.

45. Si pensáis espiritualmente, ¿Cómo podéis creer que el dolor sea un mal para la Humanidad, si viene de un Dios que es todo amor?

46. El tiempo pasa y llegará un instante en que esas grandes pruebas comiencen a aparecer y huya del mundo hasta el último resto de paz, que no retornará hasta que la Humanidad haya encontrado el camino de mi Ley, escuchando esa voz interior que le dirá a cada momento: ¡Dios existe! ¡Dios está en vosotros! ¡Reconocedlo, sentidlo, reconciliaos con Él!

47. Será entonces cuando el orden de vuestra vida cambie, desaparecerá el egoísmo y cada quien será útil a los demás. En mi justicia se inspirarán los hombres para hacer nuevas leyes y gobernar con amor a los pueblos.

48. Llevad pronto mi mensaje a la Humanidad, para que aproveche mis enseñanzas y advertencias; el hombre reconocerá que esta palabra en verdad fue una profecía, y que Yo todo lo tenía previsto.

49. Cuando ese mar revuelto haya aquietado sus aguas y se hayan calmado los vientos; cuando ya no existan epidemias que azoten a los pueblos y las plagas hayan sido exterminadas, entonces principiará la era de paz para la Humanidad.

50. Vosotros oraréis y pediréis por este mundo, que habrá de pasar la más grande de sus pruebas y tendrá que apurar un cáliz muy amargo.

51. ¡Cuántos que hoy creen tener fe, al contemplar aquellas calamidades temblarán! ¡Cuántos que os creéis fuertes, iréis a ocultar vuestra cobardía! Os estoy preparando para que estéis conscientes de vuestros actos, llegada la hora, y podáis cumplir la misión que os he confiado.

52. Todo misterio os ha sido esclarecido en este tiempo, aun el de la Trinidad de manifestaciones de mi Divinidad, que en breves palabras repetiré.

53. El Padre, Dios, no tiene figura, no tiene límite, ni principio ni fin, lección que no llegaríais a comprender, pues cuando más decís: Dios es el Creador de Todo, la luz, la fuerza que sostiene al Universo, la vida que palpita en todos los seres.

54. ¿Y el hijo? El Hijo es el Verbo, es la potencia de Dios, que se limitó en un hombre perfecto: Jesús, para que en El habitara el amor del Padre.

55. Si el Espíritu Divino fue en Jesús, éste fue hombre y fue Dios; hombre por su naturaleza material, Dios por su naturaleza espiritual. En cuanto hombre tuvo manifestaciones propias del ser humano: sentía y sufría como hombre; mas el conocimiento que tenía de su propia misión y su fortaleza espiritual, le hacían sobreponerse a las necesidades materiales y a las tentaciones. Todo lo que no estaba en armonía con su misión, era desdeñado por El. Así a través de aquel varón justo y puro, pudo manifestarse Dios como hombre.

56. Habiendo concluido Jesús su misión, retornó al Espíritu Divino llevando en sí la huella de la vida humana, las pruebas a que se sometió a sí mismo en cuanto hombre, por eso es que el hijo siendo el amor del Padre, tiene algo de cada uno de vosotros y os sentís comprendidos sabiendo que vivió en vuestro mundo y pisó el mismo polvo que vosotros pisáis.

57. Mas el Padre y el Maestro son un mismo Dios.

58. Y el Espíritu Santo, puedo deciros que es la forma más elevada en que ese mismo Ser se manifiesta a todos los hombres, quienes poseen en su conciencia una chispa de la misma naturaleza del Creador.

59. Entonces, el Espíritu Santo, el Padre, y el hijo, son una misma potencia, una sola voluntad, no tres personas, sino un solo ser divino que ha tenido que manifestarse bajo diversas formas a sus hijos para llegar a ser comprendido.

60. Ved cuánto amor hay en vuestro Dios, que siendo toda omnipotencia, no se detiene para limitarse, para que podáis sentirlo y contemplarlo. Que se multiplica para mostraros que no sólo es vuestro Hacedor y Juez, sino al mismo tiempo vuestro Padre, vuestro Amigo, vuestro Hermano, vuestro Maestro.

61. Vosotros decís: ¿Cómo es posible todo esto? Sois aun pequeñas criaturas ante las cuales vengo a limitar mis explicaciones poniéndolas al alcance de vuestro entendimiento.

62. Yo os perdono y os doy mi bendición.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 233

1. La luz de mi Espíritu sea con vosotros.

2. Discípulos, que venís luchando con vosotros mismos, que aspiráis a la eternidad espiritual, que no estáis satisfechos de vuestras obras; preparaos, porque si bien es cierto que no habéis alcanzado lo que vuestro espíritu anhela, ni habéis contemplado el fruto de vuestra labor, Yo os digo que habéis logrado elevación y adelanto. Esto vais a confirmarlo en aquella vida que os espera, en la que tendréis pleno conocimiento de vuestro progreso espiritual. Ahí será donde sintáis que el amor del Maestro en verdad se ha infiltrado en vuestro ser y que el sentimiento de caridad hacia los que sufren, se ha acrisolado en vuestro espíritu. Esa será la cosecha recogida por vosotros después de las diferentes reencarnaciones que habéis tenido.

3. El valle espiritual se poblará de espíritus de luz, cuyas virtudes estarán al servicio del bien y del progreso de la humanidad.

4. Quienes en este mundo realmente se preparen y lleven su misión con verdadera caridad y amor, no aspirarán a contemplar la realización de su obra para escuchar el clamor del triunfo, porque el que a esto aspire, aún tiene mucho de materia y muy poco de espíritu.

5. Si os he dicho que deis a vuestra materia la importancia y el lugar que tiene en vuestro destino, me he referido a que sepáis conducirla para que ella sea instrumento para vuestro perfeccionamiento; porque es vuestro espíritu el que tiene que llegar a Mí.

6. Ved cuan simple es mi Doctrina en todas sus fases, por eso os digo que nunca busquéis complicarla. Mirad cómo os facilito la forma de cumplir con ella, más, a medida que veo que os compenetráis de mi enseñanza, os hago sentir la responsabilidad que con ello adquirís. Cuanto más ignorante de mi enseñanza se encuentre un hombre, menor es su responsabilidad.

7. ¿Por qué hay quienes habiendo estado conmigo me abandonan? ¿Por qué llegan a cambiarme por satisfacciones que hacen daño a su espíritu? Y cuando les alcanzo en su camino y les llamo, llegan en su ingratitud a decirme que nunca me han visto ni me han sentido. Qué pronto han creído haber olvidado al que marcha con ellos paso a paso, al que les ha acompañado en las horas de prueba y en las vicisitudes; al que ha llevado en esos instantes el corazón atormentado, la armonía celestial de mi caricia y de mi paz divina que le dice: Venid a Mí, descansad en Mí; seguidme, Yo soy el Cielo que buscáis. En ese instante, aquél corazón se ha sentido embargado de emoción porque ha comprobado que el hombre no está sólo en su camino y ha brotado de él una oración de amor que es acción de gracias al Maestro. ¿Es posible que alguien pueda olvidar estas pruebas de mi amor? ¿Es posible que después de recibirlas haya quien niegue haberme sentido?

8. Vosotros que me estáis oyendo, me preguntáis: Maestro ¿Cómo puedo saber lo que es bueno y lo que es malo? A lo cual os respondo: Yo soy la justicia divina y como justicia me manifiesto en cada uno de vosotros por medio de la conciencia que es luz de mi Espíritu Divino. Esa es la voz de Dios dentro del hombre, y como en el hombre existen facultades que lo capacitan para interpretar y entender esa voz, sus llamadas y sus juicios, no podrá justificar que no conoce el camino del bien, que es la Ley del amor y la justicia. ¿Cuáles son esas facultades o atributos que permiten al hombre escuchar la voz de su propio guía y juez? La intuición, la razón, los sentimientos.

9. Por eso es que quien obra mal, no es que carezca de oídos para escuchar esa voz, es que los ha cerrado para no escuchar su propio juicio. No es que no tenga ojos para contemplar el buen camino, es que voluntariamente se hace ciego para caminar por el sendero que ha creado bajo su propia voluntad.

10. Os digo a vosotros: ¿Por qué callar la voz dulce y armoniosa de Dios que os habla a través de vuestra conciencia, si ella siempre os guía con certeza por la senda del bien?

11. Es la carne muchas veces la que como un denso velo no os deja mirar la luz de la verdad, por eso os digo, que escuchareis aquella voz con toda claridad cuando os encontréis libres ya de la materia. Y aquel instante puede ser el de la suprema felicidad para el espíritu, que llegó al cumplimiento de su misión en la Tierra o también el de infinito dolor, al comprobar sus faltas y ver sus manchas, que le harán desear una nueva materia, como una oportunidad para empezar el camino. Ahí la justicia del Padre, que tiene como principio el amor, se manifiesta en poder, concediendo al espíritu un cuerpo humano más, donde cumplir su destino.

12. Como ésa, cuántas oportunidades os he confiado a cada quien para que al cabo del tiempo lleguéis a Mí, ya que como hijos me pertenecéis. Más no quiero que sólo por mi caridad y amor lleguéis a Mí, sino que también sea por vuestros méritos para que os hagáis dignos de poseer y contemplar toda la grandeza de mi Obra.

13. En verdad os digo que hay más alegría en el Cielo a la llegada de un pecador convertido que si en él penetrasen cien justos. Es el triunfo del bien contra el mal, cuando el espíritu caído en tinieblas recobra su grandeza.

14. Vengo a hablaros en esta forma para destruir en vosotros todas aquellas creencias fanáticas que entorpecían vuestro camino de evolución espiritual, pues mi Doctrina no os había sido expuesta con claridad por sus intérpretes.

15. Pueblo: sed fuerte ante el dolor y cuando lleguéis a la comprensión, me daréis gracias por haberos probado.

16. Acercaos a Mí y oídme, que en mi palabra os sustentaré espiritualmente.

17. Mi enseñanza en este tiempo ha obrado el milagro de levantaros en multitudes ávidas de luz.

18. En el silencio de vuestro corazón habéis escuchado al Maestro y ante El habéis descansado de los largos caminos, de los cuales traéis como cosecha vuestra fatiga y vuestros dolores.

19. De lo que el mundo está hambriento, es de amor, de paz, de verdad.

20. Llevad la unión donde reine la discordia, la luz donde exista la confusión, la moral en donde habite el pecado y el bálsamo en donde haya dolor.

21. Entonces seréis el espejo limpio, espejo que es vuestra conciencia, donde se refleje mi divina lección y donde la humanidad contemple sus imperfecciones.

22. Grande es vuestro destino entre la humanidad, por eso he venido a enseñar para que no tengáis tropiezo alguno que fuera causa de que os juzgasen vuestros hermanos.

23. Haced de vuestro cuerpo un siervo humilde que jamás se interponga entre vuestro espíritu y el Mío; que sepa rendirme el culto que a él toca y deje a vuestro espíritu elevarme el culto que le corresponde.

24. La espiritualidad bien entendida os dará fuerza y salud.

25. Desde el principio de los tiempos, los emisarios de la Ley y la Doctrina del espíritu, han encontrado como adversario al hombre de ciencia. Y entre unos y otros se han entablado grandes luchas; y ha llegado el tiempo en que os diga algo sobre estas controversias.

26. Yo hice este mundo para que sirviese de morada pasajera a espíritus encarnados, pero antes de que ellos viniesen a poblarlo, los preparé con los dones de la conciencia, del entendimiento y de la voluntad. Y Yo, de antemano sabía el destino y la evolución de mis criaturas, deposité en la Tierra, en sus entrañas, en su superficie y en su atmósfera, todos los elementos necesarios para la conservación, para el sustento, el desarrollo y aun el recreo del ser humano. Mas para que el hombre pudiera descubrir los secretos de la Naturaleza cual fuente de vida, Yo permití que su inteligencia despertara.

27. Y así le fue revelado al hombre el principio de las creencias, cuyo don todos poseéis, aunque han existido siempre hombres de mayor capacidad, cuya misión ha sido la de arrancar a la Naturaleza el secreto de sus fuerzas y elementos para bienestar y regocijo de la humanidad

28. También he enviado grandes espíritus a la Tierra para que os revelasen la vida sobrenatural, aquella que se encuentra sobre esta Naturaleza, más allá de la ciencia. Y por medio de esas revelaciones ha sido presentida la existencia de un ser universal poderoso, creador, omnipotente y omnipresente, quien reserva una existencia al hombre después de su muerte; la vida eterna del espíritu.

29. Mas trayendo unos misiones espirituales y otros misiones científicas, se han levantado en pugna unos contra otros en todos los tiempos, siempre como enemigos, las religiones y la ciencia.

30. Hoy os digo que materia y espíritu no son fuerzas opuestas, entre ambas debe existir armonía. Luz son mis revelaciones espirituales y luz son también las revelaciones y descubrimientos de la ciencia. Mas si habéis oído de Mí, que mucho censuro la obra de los científicos, es porque muchos de ellos, han tomado de la Naturaleza, su energía, sus elementos y fuerzas antes desconocidas, para fines perversos de destrucción, de odios y venganzas, de dominio terrestre y desmedida ambición.

31. Os debo decir que, en aquéllos que han desempeñado con amor y buenos fines su misión, en aquéllos que respetuosa y humildemente han penetrado en mis arcanos, me he complacido revelándoles grandes misterios en beneficio de mi hija la humanidad.

32. La ciencia, desde el principio del mundo, ha hecho caminar a la humanidad por el sendero del progreso material, en cuyo camino y a cada paso el hombre ha ido encontrando los frutos de la ciencia, dulces unos amargos otros.

33. Este es el tiempo en que debéis comprender que toda luz pertenece a mi Espíritu, todo lo que sea vida es de mi Divinidad, porque Yo soy el arcano, la fuente y el principio de toda la creación.

34. Esas pugnas de lo espiritual contra lo científico, desaparecerán de los hombres, hasta el grado de unir la espiritualidad a la ciencia en una sola luz que ilumine el sendero del hombre hasta lo infinito.

35. Vosotros comenzáis a preparar ese tiempo, porque el espiritualismo tiene una misión universal que desempeñar, él será el que revele a todos los hombres la verdadera vida.

36. Concebid una humanidad que consagre su ciencia, su talento, al servicio de ella misma, que sin fanatismo ni idolatría, rinda culto agradable a Dios; que aun los placeres sean saludables y sus goces sanos al cuerpo y al espíritu y tendréis un mundo nuevo, moral, científico y espiritualmente elevado. Se respetará la vida del semejante y no se dispondrá de la propia, porque comprenderán aquellos hombres que no son dueños de sí mismos y que el único dueño de todo soy Yo.

37. Señalados están aquéllos que tengan que morar en el mundo en esos tiempos de gracia; y lo que fue valle de lágrimas, campo de destrucción y de muerte, será convertido en un valle de paz.

38. Será tiempo propicio para el desarrollo y florecimiento de los dones del espíritu. Entonces la ciencia no se impondrá al avance del espíritu, mas sí les concederé penetrar aún más en mis arcanos, donde les revelaré grandes misterios para beneficio de la humanidad.

39. Mi Espíritu se recreará como siempre, con las obras buenas de mis hijos, ya sean espirituales, ya científicas o frutos de su sensibilidad a la belleza.

40. Este pueblo preparará el camino, pero vosotros, con los ojos de vuestro cuerpo, no contemplaréis aquel tiempo.

41. De entre vosotros no surgirá ningún llamado redentor, ni siquiera unificador de este pueblo, será mi palabra la que os una y redima.

42. Al finalizar mi comunicación en 1950, quiero presentarme en vuestro santuario; ahí en vuestro corazón, será para Mí, el trono de amor que mi pueblo me prepare. No queráis que me presente en una cruz, en un cadalso o en un tribunal.

43. No dejéis que el tiempo borre estas palabras para que podáis formar con ellas, el Gran Álbum de sabiduría de vuestro Padre.

44. Orad, hablándome con el espíritu, ya que la voz de vuestra materia no resuena en la Gloria.

45. Mientras unos se presentan en espíritu, porque no pudieron venir junto con su materia, otros me presentan sólo a su envoltura, ya que su espíritu anda lejos, ocupado en la materialidad y Yo os he dicho que para oírme es necesario prepararse; mas quiero que mi luz, como un maná espiritual, descienda en todas partes donde se encuentren mis hijos.

46. Prepararé para este día un festín, para que con él se recreen los que viven en la Tierra y aquellas grandes multitudes de espíritus que viven en el Más Allá.

47. Vengo a recibiros ante la luz del Libro de los Siete Sellos. Elías en este tiempo preparó el entendimiento humano para mi comunicación; desde entonces habéis venido descubriendo en mi Obra una nueva revelación. Unos dieron una justa interpretación a mi enseñanza, otros torcieron su sentido y cuando llegó la hora de que el pueblo se ramificara en congregaciones o recintos, cada uno obró de la manera en que había sido enseñado por los que iban adelante.

48. Cuando comenzasteis a oír mi palabra, era corto el número de mis oyentes, entre ellos había hombres y mujeres, adultos y niños. Aquella pequeña reunión creció y se convirtió en un pueblo y entonces le revelé que espiritualmente era Israel el cual se encontraba oculto y diseminado por el mundo. Pasó el tiempo y las multitudes se multiplicaron, entonces las llamé a congregación porque había descubierto que sus corazones vivían distanciados, que no había entre ellos unión ni armonía.

49. Mi palabra se manifestó gloriosa y mi corazón se abrió como un arca donde brotaba la Ley y las promesas; ante ella inclinó su cerviz el pueblo y levantando su diestra juró seguir al Padre, juró unificarse. Imborrable fue mi palabra de ese día, porque quedó escrita en la conciencia del pueblo, así como la promesa de este pueblo fue tomada como un nuevo pacto ante el Espíritu Divino.

50. Desde entonces venís luchando por vuestra unión, para que una sola luz y un solo culto sea en los corazones; pero este pacto, no todos lo respetaron, no todos hicieron suyo el ideal de unión y espiritualidad, y eso ha provocado torbellinos y huracanes sobre este pueblo, haciéndolo a veces debilitar. Hoy veo que mientras unos pugnan por conservar la limpidez, pureza y sencillez de esta Doctrina, otros no comprendiendo esta pureza por falta de espiritualidad, la han ido contaminando con ritos extraños y con influencias de diversas religiones.

51. Yo traje a los discípulos de este tiempo una Doctrina cuyo contenido es la esencia de lo que enseñó Moisés, de lo que Jesús derramó en la humanidad y lo que mi Espíritu viene a revelaros, mas he contemplado cómo ha habido entre vosotros quienes han ocultado mi verdad para poderse levantar como señores y reyes delante de sus pueblos. Si ellos pudiesen, llevarían corona en su cabeza, manto sobre sus hombros y cetro en su diestra; pero a falta de ello, humillan a sus hermanos y gustan de recibir tributos, adulaciones y alabanzas.

52. Los hombres llegan a mis recintos día tras día; nuevas multitudes y discípulos postreros van acrecentando este pueblo; si ellos llegan a un recinto donde mis hijos se preocupan por mostrar la bondad y pureza de mi Obra, se llenan de luz y me glorifican, mas si llegan a donde la vanidad y las pasiones anidan, se confunden y así confundidos prosiguen su camino. ¿Cómo podrán detener el avance caótico de esos labriegos, quienes van delante de las multitudes? ¿Cómo podrán demostrar al mundo que no se trata de una secta o de una nueva religión, sino de la Ley eterna, la luz del Espíritu Divino hecha Doctrina para conducir a los hombres a la perfección de su espíritu?

53. Si desde un principio hubieseis comprendido la esencia de mi Doctrina y su finalidad, no hubiese tantos confundidos en el camino. Creísteis que vuestros dones eran para vuestras satisfacciones terrenales y dejasteis que la luz de mi palabra se apagara al llegar a los corazones. Los portavoces han transmitido mi palabra desde el primero hasta el último de los recintos, haciendo enronquecer su garganta, para que al menos la intensidad de su voz, despertara e impresionara vuestro endurecido corazón.

54. Habéis visto a las congregaciones desconocerse por su diversidad de criterios y de conceptos y habéis permanecido insensibles, sin intentar nada para evitar esa división. A veces queréis levantaros reclamando a vuestros pueblos para darles enseñanza, mas ¿Qué podéis enseñarles si nada sabéis?

55. Sé que los que han sufrido y luchado por demostrar mi Doctrina con toda limpidez, están llorando en estos momentos al escuchar estas palabras. Ellos me piden perdón y fortaleza para seguir en la brecha y Yo a todos doy perdón, fortaleza y luz. Bendigo a los humildes, mas a los que no lo son, les digo: sed humildes, no olvidéis que os he comparado con el hijo pródigo de mi parábola, quien después de derrochar su herencia lejos de la casa paterna, cuando vio sus manos vacías y su cuerpo exhausto y desnudo, retornó al hogar en busca de los brazos de su Padre. El le recibió e hizo fiesta por la dicha de tenerlo nuevamente con él. Entonces aquel hijo tornase en humilde, en obediente y amoroso para con su Padre, porque el dolor de sus faltas habían hecho luz en su corazón; mas a vosotros, a quienes he dicho que he recibido en este tiempo como al hijo pródigo, ¿Creéis que sea justo que después de haber hecho fiesta a vuestra llegada, de haberos sentado a mi mesa y de haberos colmado de gracias, os llenéis de vanidad y os enseñoreéis de mi casa?

56. Mi palabra ha logrado conmover vuestro corazón y en él forman los unos el propósito de mejorar sus obras y los otros el propósito de enmienda. Entonces os dice el Maestro: el tiempo de la depuración ha llegado, id al seno de vuestras congregaciones y desenvolved los dones con que he agraciado a cada uno de vosotros. Es mi deseo que cesen tantas imperfecciones y profanaciones, si no queréis veros privados de mi palabra antes del tiempo marcado por mi Divinidad.

57. Analizad mis palabras, meditad en ellas y luego levantaos con el propósito firme de enmendar yerros, corregir imperfecciones y depurar prácticas. Orad y velad, aun es tiempo de exterminar la mala semilla, de sembrar la buena y de recoger su fruto.

¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!






Hacia arriba



Enseñanza 234

1. Habéis dejado unos instantes el mundo para estar conmigo. Habéis pasado prueba tras prueba, adquiriendo en vuestro espíritu la luz, porque mi amor ha estado con vosotros en las horas difíciles, recordándoos mis palabras de consuelo y fortaleza.

2. La Doctrina Espiritualista es el Arca de la Nueva Alianza, donde la humanidad encontrará la luz y el consuelo en estos tiempos.

3. Cuando contempléis que estos recintos son insuficientes para dar cabida a las multitudes, os haré el llamado a los valles, a los campos, a la montaña, y ahí manifestaré mi Espíritu entre vosotros.

4. En general, la humanidad no ha escuchado en este tiempo mi palabra, su letargo espiritual es profundo, por eso no encuentra la paz.

5. Vosotros habéis tenido por Maestro al Espíritu Santo, a ello se debe que os haga responsables de la paz.

6. Esta enseñanza divina requiere profundo análisis para que podáis descubrir toda la verdad que contiene. Es la estrella que ilumina el camino de la salvación del espíritu.

7. El Tercer Tiempo sorprendió al mundo en un abismo de odios, pecados y fanatismo. No estuvo preparado para sentir la llegada del nuevo tiempo, el despuntar de la nueva aurora. Y aún tendrá que soportar sus cadenas por un tiempo más, hasta que la regeneración y el arrepentimiento las rompan, para elevarse moral y espiritualmente.

8. No creáis que sólo con vosotros estoy. En todo el Orbe existen religiones en las que la humanidad refugia su espíritu, y en el interior de cada hombre existe una morada que Yo visito para manifestarme en ella: la conciencia.

9. Mi amor llama a todas las puertas con una promesa de paz. Desde el hombre del poder, el envanecido en su gloria terrestre y el que ha alcanzado sabiduría, hasta el paria o el más obscuro ser, tienen la visita de su Señor.

10. He venido en este tiempo a preparar un pueblo, cuya voz sonora se deberá oír en toda la Tierra. Le he confiado un puñado de trigo para que se convierta en su cultivador. Antes, le he sentado a mi mesa y le he dado a beber el jugo de la vid, para que se fortalezca y pueda resistir la caminata. En mis sabios consejos, le he enseñado a conocer los falsos caminos, para que de ellos se aparte. Le he mostrado el verdadero santuario para que en él penetre y sienta mi presencia en todas partes. Lo he liberado; no he querido que en este tiempo sintiesen sus pies o sus manos el peso de las cadenas. Más si le vengo dando grandes virtudes y cargos, no es para que se ciegue y se envanezca creyéndose rey, dios o juez, porque si mucho vengo derramando sobre su espíritu, es para que se revista de humildad y consagre su vida a ser útil a sus hermanos y a servir a la humanidad.

11. Quiero que cuando se presente ante mi Divinidad, sea para ofrecerme el fruto de su siembra y no para pedirme perdón por sus faltas. Vos sois el pueblo espiritualista que estoy preparando; hoy aún cometéis errores a pesar de hallaros bajo mis enseñanzas, porque sois parte de esta triste humanidad que se arrastra sobre la Tierra porque no ha sabido elevarse.

12. He puesto delante de vosotros un pastor, Elías, para que os conduzca hacia el aprisco de salvación, cuyo cerco no intentéis saltar.

13. Mi Obra, que descansa en parte sobre vosotros, pesará como una cruz de responsabilidades, de renunciaciones y sacrificios, pero tendréis en cada paso y en cada caída, un Cirineo lleno de amor, que os levantará con toda caridad.

14. Hasta ahora ha sido vuestro paso torpe, incierto, titubeante y a causa de vuestra imperfección, habéis recogido amargura y habéis derramado lágrimas; pero es que aún sois párvulos, mañana, cuando os envíe a los caminos que conducen a las comarcas, caminaréis con seguridad y fe en el camino.

15. En este día, os digo: formad en vuestro corazón y espíritu el propósito de seguirme en paz, unión y buena voluntad, y así esperaréis lo que el Eterno tiene decretado para 1950.

16. Ved que en estos instantes perdono vuestras faltas para que caminéis libres de esa carga, mas no volváis a llevar el pesado fardo del pecado, sobre vuestro espíritu.

17. He aquí, que cuando os doy mi palabra de perdón, se hace la luz en las tinieblas.

18. Discípulos: aunque todos venís por el mismo camino, vuestro destino es diferente y vuestra misión distinta también. Antes de llegar el espíritu a la Tierra, ha contemplado el sendero, y ese conocimiento se ha traducido en experiencia e intuición una vez encarnado, con lo cual se ha librado de abismos y tropiezos. En estas lecciones vengo derramando mi sabiduría, porque sois mis discípulos que venís a preparar el camino a los maestros que enviaré a la humanidad. Ese camino de preparación está erizado de peligros y tentaciones. Velad para que podáis sorprender al lobo entre la maleza, entonces esgrimiréis la espada de amor, a la que no resistirá vuestro adversario, y los campos cubiertos de cardos y espinos, se convertirán en floridos valles.

19. Si vosotros habéis escuchado esta palabra de luz, no sería justo que mañana cayeseis en los falsos caminos.

20. Practicad el amor, practicad la caridad que es hija del amor, y estaréis a salvo. No escondáis el pan que os he confiado.

21. No seáis indiferentes al dolor de vuestros hermanos, porque no sembraréis fe en mi Doctrina; penetrad en el interior de cualquier espíritu y veréis que todos buscan la luz, que es la verdad. La carne, pocas veces manifiesta las luchas del espíritu.

22. Preparaos, porque mientras estéis aprendiendo la lección, claman caridad y ternura los menesterosos.

23. Discípulos: Aprovechad este tiempo que es precioso. Vais a convertiros en labriegos de las tierras del Señor que son el corazón de la humanidad. Penetraréis incansablemente en comarcas y hogares, porque el tiempo de dormir ha pasado.

24. En verdad os sorprenderéis y gozaréis al mirar que el corazón de vuestro hermano ya se encontraba preparado para recibiros.

25. Espíritus de luz que descienden de lo espiritual velan y trabajan en el sendero de los hombres, lo mismo en los grandes que en los humildes.

26. Instante de gracia es éste para los que moran en la Tierra y para los que han dejado de vivir en ella, porque oyendo están mi voz, la cual se escuchó por vez primera bajo esta forma en 1866.

27. Los primeros en escucharme tomaron como árbol mi Obra, cortando de él las primeras ramas para plantarlas en diferentes comarcas. Unos interpretaron bien mis enseñanzas, otros equivocaron el camino.

28. Pequeñas eran las porciones que se reunían bajo la sombra de los humildes recintos, mas cuando éstos se multiplicaron las multitudes crecieron, les llamé a unificación, para que todos se reconocieran como discípulos de un solo Maestro y todos practicasen la lección en la misma forma, para que la semilla fuese sembrada, no bajo el libre albedrío de los labriegos, sino bajo la voluntad divina.

29. Ante el Arca Espiritual de la Nueva Alianza, las multitudes prometieron sumisión, obediencia y buena voluntad, pero cuando los huracanes y los torbellinos soplaron con fuerza y azotaron las ramas del Árbol, hubo quienes debilitaron mientras otros impasibles, siguieron firmes enseñando a los nuevos labriegos a cultivar las tierras. Hay quienes, reconociendo la grandeza de esta revelación, han intentado penetrar en mis arcanos, más allá de donde es mi voluntad, con el fin de adueñarse de un saber y de una potestad que les haga superiores a los demás, mas no han tardado en encontrarse ante mi justicia.

30. Otros, no sabiendo descubrir la grandeza de esta Obra en la pureza, en la sencillez, han copiado de sectas y religiones, ritos, símbolos y ceremonias, creyendo con ello darle solemnidad a mis manifestaciones.

31. Yo os he nombrado el pueblo fuerte, porque os habéis sustentado con mi divina palabra que es verdadero libro de sabiduría no escrito por mano de hombre. Cada palabra de él es una página, cada página un volumen. Analizad, no os concretéis a grabar mis inspiraciones en vuestra memoria y, entonces, este libro habrá quedado guardado en vuestro corazón.

32. Al acercarse el tiempo en que deje de hablaros, vengo a corregiros de todo aquello que los primeros no supieron corregir, porque no quiero entre los discípulos, párvulos que no comprendan mi enseñanza, ni labriegos que no sepan sembrar.

33. La Doctrina que vengo a enseñaros no es nueva, no digáis que con mi venida ha surgido una nueva religión en la Tierra; mi comunicación en esta Era, viene a señalaros el mismo camino que os trazó desde el principio de los tiempos, y mi palabra os explica y revela los misterios de la Ley y la Doctrina que antes no habíais recibido.

34. Aquellos a quienes llamáis extranjeros, han sido entre vosotros, pasando a engrosar vuestra filas y a convertirse en discípulos de mi Divinidad; mirad a todos como verdaderos hermanos. No deis malos ejemplos. No toméis a hurtadillas nombramientos o responsabilidades antes de tiempo o que no os correspondan, porque veréis secarse las plantas que cultivéis. Esto ocasionará grande dolor a vuestro corazón.

35. Preparaos, porque ya os he dicho que a vuestra puerta llamarán vuestros hermanos de distintas religiones unos para reclamaros lo que creen les habéis hurtado; otros para pediros la explicación de muchos misterios; otros, buscando refugio y consuelo en vuestro corazón. Preparaos para que deis albergue al necesitado y satisfactoria respuesta al que os interrogue.

36. Dejad que entren al camino los grandes y los humildes, los sabios y los torpes de entendimiento, pero no permitáis que a mi Obra se introduzcan o mezclen mistificaciones, ni permitáis las profanaciones.

37. Mi Doctrina ha de transformar a los hombres persuadiéndoles con su amor, su dulzura y su justicia y les traerá la regeneración y la paz. Los reyes, humildemente bajarán de sus tronos; las guerras fratricidas cederán el paso al perdón y la concordia; se refrenarán las malas pasiones, y esa sed de sangre, comparable a la de las bestias que se dan muerte para satisfacer sus instintos, dará paso a los sentimientos de humanidad.

38. Este pueblo será el sabor de la Tierra, sabor de paz y de bendiciones.

39. Discípulos amados: Está con vosotros mi enseñanza, la cual no consta aún en libros materiales.

40. Os sorprendí en este tiempo al haceros oír mi palabra a través de entendimientos humildes y sencillos. Más no es la primera vez que vengo a servirme del humilde o del ignorante para sorprender al sabio con mi poder.

41. Vosotros que me oís, no podéis decir que por esta causa os encontráis todos a la misma altura; pues el espíritu que es activo en esta senda, evoluciona más pronto que el indolente y que aquél que, deleitándose con los frutos, se aletarga en su egoísmo.

42. Aún cuando es vuestro espíritu a quien he venido a buscar, preparándole de esta manera para que pronto pueda comunicarse directa y espiritualmente conmigo, volverá la humanidad sus ojos al Dios vivo y verdadero, olvidando efigies e imágenes. Mas os digo, que nunca os ha faltado mi Ley como luz de salvación espiritual; porque ha mucho tiempo fue inspirada a Moisés, en la cual existen dos preceptos que si fuesen practicados por los hombres, estarían dando fe de toda mi Doctrina, estarían cumpliendo con toda la Ley y estarían a un paso de la perfección; son aquellos que os hablan de amor a Dios de todo corazón y espíritu y amar a vuestros hermanos como a vosotros mismos.

43. No se practica mi Ley entre los hombres, prueba de ello es que existe la injusticia. Ved al rico humillando al pobre, el fuerte dominando al débil, el que goza, sin importarle el que sufre. Por eso he querido en este tiempo hacer justicia, donando a los pobres, a los débiles y a los que sufren para que sus corazones se dulcifiquen y sus labios pronuncien palabras de amor y de perdón, para aquellos por quienes fueron ofendidos. Así os descubro la forma de llegar a poseer los tesoros del reino.

44. Pronto os levantaré por comarcas, aldeas, ciudades y pueblos, esparciendo la caridad, para que esta humanidad alcance a purificar sus manchas y obtenga su salvación o ¿Queréis que este mundo siga siendo indefinidamente sitio de expiación? Yo quiero que sintáis en esta Tierra la paz de mi Espíritu, una paz precursora de la que habéis de gozar en mi Seno.

45. Ved cuan perseverante e incansable he sido desde que en 1866 comencé a hablaros en esta forma, porque quiero dejaros preparados y unidos después de que se suspenda mi palabra y se inicie entre vosotros el tiempo de la comunicación directa de mi Espíritu con el vuestro, o sea la comunicación del Cielo con la Tierra, Mas Yo seguiré desbordando mi Verbo desde la nube en intuición, videncia e inspiración.

46. Vendrán los teólogos de este tiempo a escudriñar mi palabra y las nuevas escrituras y preguntarán:¿Quién eres tú, que así has hablado? Como se levantaron los escribas y los fariseos de aquel tiempo diciéndome: ¿Quién eres tú, que vienes a desconocer y a cambiar la Ley de Moisés? Entonces les haré comprender que las tres revelaciones son la Ley única que siempre he venido a enseñar y a darle cumplimiento.

47. Muchos de los que me juzguen en esta etapa, son de los que dudaron en el Segundo Tiempo, mas Yo les he conservado y les he enviado a la Tierra nuevamente para que contemplen el triunfo de mi Ley y abran sus ojos a la luz.

48. Discípulos: en verdad habéis bebido leche y miel en mi palabra. Preparad vuestro corazón para conversar con vuestro Maestro. Elías os conduce a Mí, invitando a vuestro espíritu a elevarse a las regiones de la paz. El os hace olvidar las vanidades de la Tierra, para que podáis estar a mi diestra y saborear mi palabra.

49. Os he llamado de distintas comarcas y naciones para reuniros en un solo pueblo; y en estas humildes casas os reúno, para haceros oír mi Enseñanza. Habéis sentido mi presencia y habéis seguido mis pasos, porque vosotros, seréis los fieles testigos de esta Obra que muchos no conocerán sino hasta después de 1950. Más bendito sea aquél que cumpla mis mandatos, porque él estará preparado para todos los tiempos.

50. Yo os daré a conocer en la esencia de mi Palabra, el porqué de mi venida en este Tercer Tiempo y de mis manifestaciones, para que no os confundáis jamás; porque os digo que después de mi partida, van a levantarse falsos profetas y a ellos no los debéis oír. No me busquéis después de este tiempo en la forma en que hoy he venido a hablaros, porque cometeríais grave falta delante de Mí, después de que os he prevenido.

51. Sólo me buscaréis espiritualmente, me presentaréis vuestra fe y los progresos que hagáis en vuestras practicas, y trabajaréis por la unificación. Atraeréis a vuestras reuniones a los nuevos discípulos, porque este pueblo se multiplicará en ésta y en otras naciones.

52. El camino que os trazo es de amor, de renunciación y sacrificio. Para llegar a Mi, muchas veces tendréis que sacrificar lo más querido. Vuestro corazón, que se encuentra atado a las satisfacciones terrestres, tendrá que apartarse para entregarse al estudio y análisis de mi Doctrina.

53. En el Segundo Tiempo mi palabra fue escuchada por multitud de seres, de entre ellos escogí doce a quienes convertí en mis discípulos. Fueron aleccionados por mi palabra. Mi amor, como un cincel, pulimentó en todas formas su corazón. Ellos vivieron cerca de Mí, presintieron la grandeza de aquellas manifestaciones divinas; leyeron en mis ejemplos mi destino de amor y redención; sufrieron por mi causa, y cuando me ausenté, se convirtieron en apóstoles míos. Todo lo dejaron por seguir mis pasos. La calumnia o falso testimonio, no los hizo retroceder. En ellos habitaba sólo el amor y la lealtad. Lo que Yo había sembrado en su espíritu, había fructificado, y antes y después de mí partida me dieron a probar sus frutos, que encontré llenos de dulzura y sumisión, y les dije: Seguid oyéndome y después, hablaré por vuestra boca de grandes revelaciones desconocidas para vosotros mismos. El Verbo será inagotable y la inspiración fecunda, que se desbordará en muchas formas por vuestro conducto. Todos seréis un presente para la humanidad, presente que Yo le hago como testimonio de mi verdad.

54. Mis discípulos prometieron imitarme en todos sus actos y hacer con la humanidad lo que Yo hice con ellos. Llevaron a cabo su obra y su ejemplo es imperecedero.

55. Así, con el mismo amor, os preparo a vosotros en el Tercer Tiempo y os digo: ¿Estáis dispuestos a recibir las pruebas que fuere mi voluntad enviaros para perfeccionar vuestro espíritu? Sí, me decís en el fondo de vuestro corazón. Os amamos y queremos serviros, mas esperamos toda vuestra ayuda. Yo os digo: Mi fortaleza no os abandonará jamás. Os guiaré para que mi luz os señale siempre vuestros deberes, y vuestras obras sean siempre dentro de mis leyes.

56. Os habéis elevado, pueblo, y vislumbráis ya la vida espiritual; sentís por momentos la paz del reino que os espera, habéis conocido la satisfacción del cumplimiento y me decís: Maestro, examinad la semilla que os hago presente, y decidme si he cumplido o he faltado. Y Yo os digo: He recibido vuestro amor, y buenos propósitos; no temáis, tenéis una gran potestad para vencer en las pruebas y un antídoto contra todo mal. Usad todos vuestros dones para que miréis cuan fuertes sois. Yo cultivaré vuestras virtudes, las haré crecer y de ellas me serviré, porque grandes frutos habéis de dar a la humanidad y entonces os miraréis llenos de mis complacencias y beneficios.

57. Cuando así os encontréis, no miréis con indiferencia a los que sufren, no despreciéis a los pobres, impartid la caridad, dejad que mi luz ilumine su vida, que el amor que he depositado en vosotros, llegue a ellos y les dé calor, aliento y esperanza.

58. Amad espiritualmente con un amor puro y desinteresado. Amadme como Yo os amo, amad a vuestros hermanos, porque en cada uno de ellos estoy Yo.

59. Sed humildes entre los más humildes, sed siervos de todos como Yo soy vuestro siervo; he recibido muchas veces vuestras órdenes y os he obedecido para enseñaros. No desciende el que sirve sino que se dignifica. Y a cambio de vuestro servicio no pidáis pago alguno. No hay en la Tierra quien pueda apreciar vuestro trabajo. Yo os daré con justicia según vuestros merecimientos.

60. Dejad en Mí todas vuestras causas y Yo sabré juzgaros con benevolencia. Si contemplo que vuestro propósito fue hacer el bien, que luchasteis defendiendo los principios que os he dado para vuestra salvación, que supisteis oírme y obedecerme, tomaré vuestras obras y por ellas no sólo os salvaréis vosotros, sino la porción espiritual a la que estáis atados por los lazos fraternales y los que forman vuestra familia. Y vuestro ejemplo repercutirá no sólo en el mundo en que habitáis, sino en otros valles, y será como una semilla que se multiplicará infinitamente a través de los tiempos. Y vosotros, en unión mía, recogeréis los frutos y con ellos os alimentaréis eternamente.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 235

1. Llego a vosotros como un nuevo día, disipando amorosamente con mi luz vuestra incomprensión y vuestra duda.

2. Venid al banquete preparado por Mí, para que llevéis a vuestros labios el buen manjar que os llenará de fortaleza y de gracia.

3. Os invito a disfrutar de la paz de haberos rescatado del mar embravecido y os señalo nuevamente el sendero de la fraternidad y del amor, porque quiero que lleguéis a ser ejemplo de virtud y cumplimiento.

4. Los peligros acechan y amenazan a vuestro espíritu; pero mi luz os pone alerta y vuestra oración os hará vencer. Contempláis a este mundo sembrado de maldades y egoísmo; al hombre y a la mujer hiriéndose y sembrando de abrojos y espinos el sendero. Sentís tristeza cuando contempláis a la niñez perdiéndose en los caminos torcidos. Es ahí donde hacen falta los emisarios de la luz, del consuelo y la paz.

5. Mientras las tempestades azotan a la humanidad, Yo sigo hojeando ante vuestro espíritu el Libro de la Vida para convertiros en soldados de paz.

6. Mi Espíritu os habla a través del entendimiento humano. No ha encarnado el verbo en este tiempo y por eso os puedo decir nuevamente: Bienaventurado el que sin verme ha creído en Mí, porque él conocerá muchas enseñanzas de mi arcano.

7. Pensad, discípulos, en lo próximo que está el fin de esta forma de comunicación. El año de 1950 se acerca y más adelante ya no escucharéis esta palabra. Si no veláis, la tentación os sorprenderá y el falso cristo se presentará a través de labriegos que hoy están a mi servicio y mañana por su flaqueza negarán que mi palabra ha sido levantada. Ellos pondrán una venda de obscuridad en los ojos de sus hermanos y conducirán a las multitudes por el camino del dolor y las tinieblas, pondrán cadenas de ignorancia a los espíritus y ante ellos abrirán abismos de soledad y amargura. Entonces, los que hayan caído en esa confusión se volverán blasfemos contra Mí para juzgarme, olvidando que el Maestro os previno a tiempo para que no cayeseis en tentación.

8. Conoced el camino, ved que con su sabiduría el Espíritu Santo desde la cima del monte os llama para daros el descanso, para haceros oír la voz celestial, bendiciendo la llegada de vuestro espíritu que supo vencer la debilidad de la materia y las acechanzas del mundo.

9. Dejad que vuestro espíritu beba el vino que le ofrezco, dejad que siga sustentándose de mi amor; el enfermo recobrará la salud y el ciego verá mi luz, porque estos corazones se abrirán como una flor cuyo perfume llegará hasta el Padre.

10. Que la caridad de mi Divino Espíritu anime a vuestro cuerpo y espíritu, discípulos amados.

11. Os recibo como a parvulitos para daros una lección a través del entendimiento humano.

12. Acercaos a Mí, oídme y retened cada una de mis frases, analizadlas porque con su esencia podréis olvidar vuestros dolores, tristezas y pesares. Olvidad por un instante el pasado y vivid el momento presente. Yo soy el camino, la verdad y la vida.

13. Consagrad este instante elevando vuestro pensamiento limpio, porque quiero llegar hasta lo más íntimo de vuestro corazón.

14. Cuando por medio de mi palabra lleguéis a comprender y a vivir mi Doctrina, y hayáis desarrollado las potencias de vuestro espíritu, habréis llenado vuestro corazón de las aguas de esta fuente divina con las cuales podréis apagar la sed de los necesitados.

15. La finalidad de mi Doctrina es la salvación moral y espiritual de la humanidad. Para ayudaros en vuestra elevación, mi Espíritu se encuentra irradiando esta luz. Ese es el objeto de mi mensaje.

16. En verdad os digo que la regeneración humana deberá empezar por la mujer, para que sus frutos, que serán los hombres del mañana, se encuentren limpios de las manchas que los han llevado a la degeneración.

17. Y luego al hombre corresponderá hacer su parte en esta obra de reconstrucción, porque todo aquél que haya pervertido a una mujer, deberá regenerarla.

18. Pensad, varones, que muchas veces habéis sido vosotros los que habéis hecho caer en vuestras redes a mujeres virtuosas, buscando en ellas las fibras sensibles y débiles. Y esos espejos que fueron limpios y que hoy se encuentran empañados, debéis hacer que reflejen nuevamente la claridad y la belleza de su espíritu.

19. ¿Por qué hoy despreciáis a las mismas que ayer indujisteis a la perdición? ¿Por qué os quejáis de la degeneración de la mujer? Comprended que si vosotros la hubieseis conducido por el camino de mi Ley, que es ley del corazón y de la conciencia, del respeto y de la caridad, amándola con el amor que eleva y no con la pasión que envilece, no tendríais por qué llorar y quejaros y ellas no hubieran caído.

20. El hombre busca y exige en la mujer virtudes y hermosura, mas ¿Por qué exigís lo que no merecéis? Veo que os creéis aún con grandes méritos, a pesar de estar escasos de ellos. Reconstruid con vuestras obras, palabras y pensamientos lo que habéis destruido, dando a la honestidad, a la moral y a la virtud el valor que tienen.

21. Si así lucháis varones, habréis ayudado a Jesús en su obra de salvación y vuestro corazón gozará cuando contempléis los hogares honrados por buenas esposas y dignas madres. Vuestra alegría será grande cuando miréis que la virtud retorna a aquéllas que la habían perdido.

22. La redención es para todos. ¿Por qué no ha de redimirse hasta el más pecador? Por eso os digo, varones: trabajad conmigo para salvar a las que habéis llevado a la perdición, alentándolas con la luz de mi Doctrina; haced llegar a su mente y corazón mis pensamientos amorosos; llevadles mis mensajes hasta las mismas prisiones y hospitales, aun a los lugares del fango, por que ahí, ellas llorarán de arrepentimiento y de dolor por no haber sido fuertes cuando el mundo con sus tentaciones las arrastró hacia la perversión.

23. Toda mujer fue niña, toda mujer fue virgen, por lo tanto podríais llegar a su corazón por el camino de la sensibilidad.

24. De los hombres que no han mancillado esas virtudes, me serviré para confiarles esta tarea, recordad que os he dicho: “Por vuestras obras seréis reconocidos”

25. Dejad que el espíritu hable a través de la materia.

26. Más a quienes no han sabido respetar las gracias depositadas por Mí en ese ser, les digo: ¿Por qué decís que amáis, cuando no es amor lo que sentís? ¿Por qué procuráis que caigan otras y nada os detiene? Pensad, ¿Qué sentiría vuestro corazón si lo que hacéis con esas flores deshojadas lo hiciesen con vuestra madre, con vuestra hermana o con la mujer amada y, por lo tanto, respetada? ¿Habéis pensado alguna vez en las heridas que causasteis a los padres de aquéllas a quienes cultivaban con tanto amor?

27. Preguntad a vuestro corazón en un recto examen a la luz de la conciencia, si se puede recoger lo que no se ha sembrado.

28. ¿Cómo preparáis vuestra vida futura si estáis hiriendo a vuestros semejantes? ¿Cuántas serán vuestras víctimas? ¿Cuál será vuestro final? En verdad os digo que tenéis muchas víctimas sacrificadas en el torbellino de vuestras pasiones, algunas que pertenecen a vuestro presente y las otras a vuestro pasado.

29. Quiero que el corazón y los labios que han sido un nido de perfidias y mentira, se conviertan en nido de verdad y de casto amor.

30. Iluminad el camino de los demás con la palabra y el ejemplo, para que podáis ser los salvadores de la mujer caída. ¡Ah si cada uno de vosotros redimiese siquiera una! No os expreséis mal de esa mujer, porque la palabra ofensiva que hiere a una, herirá a todas las que la escuchan, porque desde ese instante también aquellas tendrán que convertirse en malos jueces. Los actos y secretos de los demás, respetadlos, porque no os corresponde juzgarlos. Yo prefiero hombres caídos en el pecado para levantarlos, que hipócritas que aparentan pureza y sin embargo pecan. Prefiero un gran pecador pero sincero, a la pretensión de una falsa virtud. Si queréis engalanaros, que sea con las galas de la sinceridad.

31. Si encontráis una mujer virtuosa, de sentimientos elevados y os sentís indignos de llegar a ella aunque la améis, si luego la rebajáis y la despreciáis y si después de haber sufrido y haber comprendido vuestro error la buscáis para encontrar consuelo, en vano llamaréis a su puerta.

32. Si todas las mujeres que han pasado por la vida de un solo hombre, hubiesen recibido de él la palabra y el sentimiento de amor, de respeto y comprensión. Vuestro mundo no se encontraría a la altura de pecado en que está.

33. No tratéis mal a vuestra esposa, tened caridad, ella es parte de vosotros mismos, os he dicho “Amaos los unos a los otros”, empezad por vuestra propia familia porque así amaréis y comprenderéis a los demás.

34. El Maestro del amor y de la paz, os ha estremecido con su palabra llena de ternura pero también de justicia, porque si siempre os hablase con mansedumbre, mi Obra no sería completa. A veces soy brisa de primavera que acaricia y a veces vendaval de otoño que azota. Y es que por momentos os sentís demasiado grandes, os sentís amados y admirados y en verdad sois vanidosos, egoístas y crueles. No conocéis vuestra miseria que sólo Yo os he venido a descubrir para que contempléis vuestra pequeñez.

35. Empezad a pensar, a obrar y a vivir; la humanidad necesita de hombres y mujeres nuevos que vengan con el ejemplo de sus buenas obras a mostrarle el camino de redención.

36. ¡Humanidad, humanidad que vais tropezando los unos con los otros! Yo os he encontrado negando vuestra iniquidad y haciendo alarde de lo que creéis que es grandeza, mientras escondéis vuestras lacras. Y Yo os digo que el hombre que halagado cree en su aparente grandeza, es un pobre de espíritu. Y a los que a falta de virtudes murmuran de los defectos de los demás y juzgan las faltas ajenas, debo decirles que son hipócritas y están muy lejos de la justicia y de la verdad.

37. No sólo asesinan los que quitan la vida del cuerpo, también los que destrozan el corazón con el engaño. Los que matan los sentimientos del corazón, la fe, el ideal, son asesinos del espíritu. Y cuántos de estos van libres, sin presidio y sin cadenas.

38. No sorprendáis que así os hable, porque contemplo entre vosotros hogares destrozados, porque desatendiendo vuestros deberes, os habéis creado fuera de ellos nuevas obligaciones sin importaros el dolor y el abandono de los vuestros. Ved por doquiera, cuantos hogares destruidos, cuántas mujeres en el vicio y cuantos niños sin padre. ¿Cómo podrán existir en esos corazones, la ternura y el amor? ¿No juzgáis que quien ha dado muerte a la felicidad de esos seres y ha destruido lo que era sagrado, es un criminal?

39. Os habéis familiarizado en tal forma con la maldad, que aun a los hombres que inventan esas nuevas armas de muerte, les llamáis grandes, porque en un instante pueden destruir millones de seres. Y aun les llamáis sabios. ¿En dónde esta vuestra razón? Grande sólo se puede ser por el espíritu y sabio sólo el que va por el camino de la verdad.

40. No confundáis a los agitadores con los grandes genios, para que no deis vuestra admiración a quienes sólo maldad llevan en el espíritu, aunque por fuera aparentan una dignidad que no tienen. Si por un instante escuchasen la voz de la razón y de la conciencia, ella los derribaría de su pedestal, mas al perverso no le agrada conocerse tal cual es, y cuando por un instante contempla al hombre miserable que lleva dentro, prefiere dirigir su pensamiento a otro punto, no le agrada contemplar y valorizar sus errores.

41. ¡Ah, hombres de la Tierra, hasta cuándo escucharéis el mensaje de esa voz interior de la conciencia que a cada paso se levanta para reprochar vuestros actos indignos!

42. Me escucháis estremecidos y es que cuando la verdad de Cristo habla, el hombre enmudece reconociendo sus culpas.

43. Hoy os he inspirado para que salvéis a la mujer que en su camino ha tropezado, y cuando me presentéis a la que habéis salvado, Yo le daré una flor, una bendición y una paz muy grande para que no vuelva a caer.

44. Si así cumplieseis esta misión, esos seres heridos por el mundo sentirán penetrar en su corazón el amor de Jesús.

45. Yo escucharé cuando en su oración me digan: Padre mío, no veáis mi pecado, ved tan sólo mi dolor; no juzguéis mi ingratitud, ved sólo mi sufrimiento. En instante descenderá a aquel corazón atribulado mi consuelo y se purificará con el llanto. ¡Si supieras que la oración del pecador es más sentida que la del vanidoso que se cree justo y limpio!

46. Entre las multitudes que escuchan mi palabra están esas mujeres de quien os he hablado. Mi mano las ha protegido de vuestras miradas y vuestros juicios, porque también las he sentado en el gran banquete del espíritu.

47. Vosotros llamadlas a esta fiesta de amor y de perdón, para que en mi presencia sientan el amor que buscaban y que nunca sintieron ni encontraron entre los hombres.

48. En esos corazones tristes descenderá mi ternura a hablarles y sabrán sentirme y creerme.

49. Entonces veréis cual es la obra que mancha y cuál la que redime, veréis las maravillas que hace el verdadero amor y así habréis ayudado a vuestro Señor a reconstruir lo que vosotros mismos destruisteis; lo que ensuciasteis, Yo lo purificaré. Y aquellas florecitas caídas volverán a adornar con su virtud y su fragancia el altar del Universo.

50. Mirad como vengo a dar redención a pecadores por labios también de pecadores.

51. Y vosotras mujeres que os consideráis de clases superiores y os avergonzáis de acercaros a aquellas que han pecado, ¡Ay de vosotras si os sentís ofendidas por ello, porque no habéis comprendido que espiritualmente todos sois iguales! ¡Cuántas de vosotras no habéis pecado materialmente, mas sí con el pensamiento y cuántas otras habéis sabido ocultar vuestras caídas! Entonces, sí habéis pecado ¿Por qué os escandalizáis? Yo os digo que tanto las doncellas, como esposas y madres, deberán también luchar por la noble idea que en este día os he inspirado.

52. Esta es la enseñanza que el Maestro os da con palabra que lleva esencia y amor para vosotros. Trabajad y amad para que a vuestro corazón llegue la paz y la felicidad espiritual de que os hablé en el que llamasteis Sermón de la Montaña.

53. No soy Yo el que descienda, sino vosotros los que os elevéis hasta la nube para oír mi voz.

54. En el Tercer Tiempo el Verbo Divino no se ha hecho hombre, ha venido a vosotros en forma espiritual. Y esta parte de la Tierra en que vivís, ha sido ahora la destinada para recibir el cumplimiento de mis promesas y designios. Aquí estoy escribiendo el tercero de mis testamentos, y aquí os reuní para que me esperaseis, porque vosotros sois los mismos de los tiempos pasados. Así como en este tiempo me estuvisteis esperando y vuestra espera fue dolorosa, llena de ansiedad, sólo animada por la luz de mi promesa de volver, así en el Primer Tiempo, cuando crujían las cadenas de vuestra esclavitud, soportasteis las penalidades del destierro, alentados por la esperanza en mi promesa hecha a vuestros padres. Probé vuestra fe, hicisteis méritos de paciencia, y al fin lograsteis como recompensa, la posesión de la Tierra Prometida.

55. Y encontrasteis una nueva vida, olvidó el pueblo su pasada esclavitud; quedaron lejos los falsos dioses; terminó la opresión y la servidumbre, y cada hijo de Israel abrió los ojos para contemplar que el sol era suyo, los hijos suyos, las tierras propias, que el pan le era agradable y los frutos abundantes. Gran progreso alcanzasteis mientras estuvisteis dentro de mi Ley. La fama de vuestro esplendor llegó a otros reinos despertando su codicia, y cuando la división surgió entre las tribus del pueblo, otros pueblos cayeron sobre vosotros, para convertiros nuevamente en siervos y tributarios de reinos e imperios.

56. Mi justicia os arrebató aquella tierra, pero rescaté al mismo tiempo vuestro espíritu, para acrisolarle y enviarle en busca de este girón de Tierra semejante a aquél que poseísteis y cuyo seno virginal os ha dado leche y miel y ha sido pródigo en bendiciones.

57. En ella he venido a buscaros. Aquí está nuevamente mi presencia con vosotros iluminándoos y fortaleciéndoos, para que no volváis a ser esclavos del mundo, ni de las bajas pasiones. Las cadenas que rompisteis no deben volver a caer sobre vosotros, y aún cuando sintieseis oprimida vuestra vida humana, vuestro espíritu vibrará libre de cadenas, para que os elevéis y contempléis mi verdad.

58. Tomad todas vuestras amarguras y calamidades como el crisol que os purifica o como el yunque que os forja, para ser fuertes en el camino de la ascensión y purificación de vuestro espíritu.

59. Sé que sufrís, porque pruebo vuestro pan de cada día y lo encuentro amargo, penetro en vuestro hogar y no siento paz en él; os busco en el rincón de vuestra alcoba y os sorprendo llorando, entonces os hago sentir mi presencia y os doy mi fuerza para que no sucumbáis bajo el peso del dolor. Vais con el ¡Ay! angustioso y Universal, pero de vuestros labios no saldrá nunca la blasfemia.

60. Cuando hayan pasado los días de prueba, os sorprenderéis de haber salido avante de ellas y reconoceréis que Yo estuve siempre con vosotros.

61. Os he llamado en este tiempo para brindaros una nueva ocasión de cumplimiento a vuestra misión, porque vosotros participaréis de vuestra heredad a todos vuestros hermanos, ya que Yo a todos amo por igual.

62. La paz perfecta para vuestro espíritu la hallaréis al terminar vuestra lucha en el valle espiritual. Ahora sois soldados que combatís por esta causa y no dormiréis.

63. Este pueblo espiritualista vive ignorado. El mundo no conoce vuestra existencia, los grandes no reparan en vosotros, pero se acerca la lucha entre espiritualistas y cristianos, entre espiritualistas y judíos. Esa lucha es necesaria para el establecimiento de mi Doctrina en toda la Humanidad. Entonces se unirán en una sola esencia al antiguo Testamento con el Segundo y el Tercero.

64. A muchos os parecerá esto imposible; para Mí es lo más natural, justo y perfecto.

65. Cuando viví en cuanto hombre con vosotros, la iglesia de Moisés estaba establecida y representada por príncipes, sacerdotes y escribas, quienes poseyendo las profecías y sabiendo la llegada del Mesías, no abrieron sus ojos para contemplar mis señales, ni abrieron su corazón para sentir mi presencia, mas cuando escuchaban mi palabra, bajaban sus ojos, porque su conciencia les decía que estaban delante del juez, pero no estando preparados no sabían explicarse mi presencia en aquella forma, y dudando de Mí hicieron dudar al pueblo.

66. ¡Cuán pocos me sintieron! ¡Cuán pocos confesaron, al mirarme, que Yo era el Hijo de Dios!

67. Después de mi sacrificio se entabló la lucha; la persecución fue grande sobre los que me siguieron por el camino del dolor, de la calumnia y del presidio, hasta la muerte. Fueron arrojados de su propia tierra y caminaron por naciones extranjeras sembrando mi semilla, que encontró tierras fecundas, en las cuales germinó, floreció y dio frutos.

68. Cuando los discípulos de la Doctrina de Cristo se hallaron fuertes, buscaron la unificación con los primeros, haciéndoles reconocer que el Dios que entregó la Ley por conducto de Moisés, fue el mismo que habló por boca de Jesús.

69. La lucha fue intensa y quedó sellada con sangre. Mas al final de ella, mi voluntad se cumplió al unirse en una sola obra los testamentos del Primero y Segundo Tiempos.

70. Por eso os digo a vosotros que, antes que la revelación del Tercer Tiempo se una a los testamentos anteriores, tendréis que atravesar por la gran batalla espiritual que está anunciada.

71. No os extrañe que la fusión de los tres testamentos no se lleve a cabo en la nación señalada en el Tercer Tiempo para estas revelaciones; tampoco la unión del Primer Testamento con el Segundo se verificó en Judea. Recordad que ni Yo fui profeta en mi Tierra.

72. No queráis que se repitan los milagros de los tiempos pasados, penetrad en el fondo de mis enseñanzas, para que descubráis que en todos los tiempos he venido con el único fin de redimiros.

73. Os digo una vez más: no olvidéis la Ley por las tradiciones. Yo borré muchas tradiciones, mas enseñé a dar cumplimiento a la Ley y si en las últimas horas que como hombre pasé con vosotros, bendije el pan y el vino transformándoles en mi Cuerpo y en mi sangre, para que por medio de ellos me recordaseis y me llevaseis en vuestro corazón, debéis reconocer que en este Tercer Tiempo, ya no habéis menester de símbolos, porque mi Cuerpo y mi Sangre que son mi amor, os lo estoy ofreciendo espiritualmente en mi enseñanza.

74. Ahora quiero que vuestro corazón, sea pan y vino para vuestro hermano, amándolo, iluminándolo, resucitándolo a la verdad y al amor.

75. En ningún tiempo he venido como ministro, nunca he celebrado ritos ante vosotros. Yo sólo he sido el Maestro que os ha dado sus lecciones en sentido figurado.

76. Hoy la Humanidad va penetrando en preparación espiritual; los grandes de la Tierra van doblegándose lentamente al comprender su obra. Mas todavía no es tiempo de que el dolor se levante de este mundo, porque los hombres volverían a levantarse en contra mía, tomando como instrumentos de venganza a la ciencia y a los elementos. Por eso, el cáliz de amargura será bebido un tiempo más.

77. Y cuando esté la Humanidad preparada, mi voz vibrará en toda conciencia, y los hombres verán que no existe otro poder, otra justicia y otra sabiduría como la mía.

78. Larga es la historia de este mundo, larga también la jornada de la Humanidad, con la lucha de sus pueblos por alcanzar el cenit, tras del cual ha venido el descenso y el derrumbe. ¡Cuánta sangre derramada por mis hijos con la cual se ha enrojecido la tierra, cuántas lágrimas de hombres, mujeres y niños! ¡Cuántos pecados y errores! pero también, ¡Cuántas pruebas de amor he recibido y cuánta virtud he contemplado! Y después de tanto vivir, aún no habéis alcanzado la meta de paz y redención.

79. Todavía faltan los últimos combates con sus amarguras y los últimos torbellinos. Falta aún que todas las fuerzas se agiten y los átomos se remuevan en un caos para que, después de todo ello, venga un letargo, una fatiga, una tristeza y un hastío que aparenten la muerte; y ésa será la hora en que se escuche en lo sublime de las conciencias el eco vibrante de un clarín que, desde el Más Allá, os anuncie que el Reino de la vida y de la paz se acerca entre los hombres de buena voluntad. Y ante esa voz, los muertos resucitarán, derramando lágrimas de arrepentimiento y a ellos recibirá el Padre como a los hijos pródigos cansados por la gran jornada y fatigados por la gran lucha, para sellar sus espíritus con el ósculo de amor.

80. Desde ese día, el hombre abominará la guerra, arrojará de su corazón el odio y el rencor, perseguirá al pecado y comenzará una vida de restauración y de reconstrucción. Muchos se sentirán inspirados por una luz que antes no contemplaron y se levantarán a crear un mundo de paz.

81. Será sólo el principio del tiempo de gracia, de la Era de paz.

82. La edad de piedra está distante ya. La era de la ciencia pasará y luego vendrá a florecer entre los hombres la Era del Espíritu.

83. La fuente de la vida revelará grandes misterios, para que los hombres edifiquen un mundo fuerte en la ciencia del bien, en la justicia, en el amor.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 236

1. Bienvenido sea ante Mí el cansado, el afligido, el triste, el enfermo, el pecador; porque Yo vengo a consolaros, a sanaros y a perdonaros, Lo mismo tengo caridad del ferviente que del incrédulo.

2. Al cansado le digo: Venid, que voy a libraros del pesado fardo que lleváis, para que carguéis en su lugar la cruz que llevaréis por este camino trazado con mi amor.

3. Al enfermo que ha perdido toda esperanza de salud, le sanaré y lo levantaré a la vida verdadera.

4. Espíritus y materias, os vengo sanando, porque mi caridad desciende a sanar todos los males.

5. Siempre os he buscado, y en los instantes de prueba claramente me he manifestado. Recordad que en el desierto solitario cuando el hambre amenazaba al pueblo, os envié el maná cual mensaje de amor; si la sed abrazó al pueblo, Yo hice que la roca se abriese y que de sus entrañas brotara un manantial, para encender la fe en los duros corazones.

6. ¿No creéis que esa necesidad de amor, de paz y de verdad que me presentáis ahora, es hambre y sed del espíritu? y ¿No creéis, que mi palabra en este tiempo, es el maná y el agua cristalina que os envío para encender vuestra fe y alentar a vuestro corazón en esta jornada que os recuerda el desierto del Primer Tiempo?

7. Aun palpando mis pruebas de amor, muchos permanecen con su corazón endurecido y por eso es para ellos más larga y pesada la caminata.

8. Comprended que quien no sepa recibir mi caridad, tampoco podrá ni sabrá hacerla en su camino. Y Yo os he enviado a la Tierra, no sólo para que recibáis mis beneficios, sino para que llevéis mi caridad al corazón de vuestros semejantes.

9. Bienaventurados los que son sorprendidos por la muerte corporal en la práctica de la caridad, porque su espíritu encontrará su morada, puesto que en esta Tierra sois extranjeros.

10. Si al llegar ante mi presencia, me mostráis vuestra espada mellada o rota, Yo os bendeciré porque luchasteis con denuedo. Unos llegarán antes, otros después, pero el ir y venir de los espíritus continuará hasta que el último llegue a su mansión de paz eterna, habiendo cumplido su misión.

11. Ahora me encuentro probando a los que no volverán más a esta Tierra. Mientras, el mundo seguirá siendo morada para hombres, mujeres, ancianos y niños que se purifican y acrisolan para acercarse un paso más a la perfección para que se encuentren preparados en el instante del llamado.

12. Sentid mi caricia, vosotros que habéis elevado vuestro espíritu para oírme en el infinito.

13. Una vez más mi comunicación es con vosotros.

14. Un mensaje de amor envío al mundo, un mensaje de perdón para esta humanidad que se desconoce. Quiero que los hombres se amen con el amor puro del Padre.

15. A vosotros, que estáis aprendiendo de Mí, os nombraré mensajeros de este amor, porque sabréis dejar a vuestro paso una huella de caridad y fraternidad entre vuestros semejantes.

16. Cada espíritu brotó de un pensamiento puro de la Divinidad, por eso los espíritus son obra perfecta del Creador.

17. Luego que la obra material quedó consumada y la tierra os dio albergue, envié a los primeros espíritus a encarnar en seres humanos. Si por instantes el espíritu se ha perdido en las encrucijadas y en los abismos del mundo material, como se pierde una perla en las profundidades del mar, el Padre, que no aparta de ninguno de sus hijos su caridad, extiende su ayuda para rescatarle, poniendo en su camino los medios necesarios para que logre su elevación.

18. Vosotros habéis sido rescatados, y en este tiempo en que la humanidad se encuentra perdida en el abismo, haré llegar a los hombres por vuestro conducto, este mensaje de esperanza y de fe en la salvación.

19. Vuestra palabra imitará a la mía, que ha sido como un fino cincel, incapaz de herir a vuestro corazón. Ella ha sido caricia; por eso, a medida que más la oís, sentís que os va devolviendo la brillantez perdida, porque cada vez sois más comprensivos y más espirituales.

20. Esta Doctrina que por revelar lo espiritual se llama espiritualista, es el camino trazado al hombre, por el cual llegará a conocer, servir y amar a su Creador. Es el libro que enseña a los hombres a amar al Padre en sus propios semejantes. El Espiritualismo es una ley que dicta lo bueno, lo puro, lo perfecto.

21. El deber de acatar esta ley, es de todos, sin embargo, no obliga a nadie a cumplirla, porque cada espíritu goza de libertad en su voluntad, para que su lucha y todos sus actos, al juzgarse, puedan ser tomados en cuenta como méritos propios.

22. Ved entonces que esta Doctrina es la llama del amor divino que ha iluminado y dado calor desde el primero hasta el último de mis hijos.

23. Para que lleguéis a comprender, a sentir y a vivir estas enseñanzas, he esperado a que vuestro espíritu y aun vuestro entendimiento, tuvieran toda la lucidez necesaria para interpretar mis revelaciones de este tiempo.

24. Hoy vuestra evolución espiritual es grande, así como la capacidad de vuestra mente. De no ser así, no os habría llamado, porque al no comprenderme, os confundiríais. He dado a vuestros labios el poder y el don de la palabra, para que sepan expresar e interpretar el conocimiento espiritual y la inspiración.

25. En la grandeza de mi Doctrina, no ha intervenido jamás la mente humana. Así como en este tiempo en que os hablo por boca del portavoz humano, la esencia de la palabra que brota de sus labios, no pertenece al hombre.

26. El camino del espíritu comienza y termina en Mí, ése es el que el Maestro viene a enseñaros nuevamente.

27. Quien haya alcanzado alguna espiritualidad por su perseverancia, evolución y amor a las lecciones del Padre, será espiritualista aunque sus labios no lo digan.

28. Quien tenga fe, y elevación en sus actos, tendrá que reflejar lo que su espíritu posee.

29. Este mundo que se agita en un torbellino, llegará a su máximo de confusión y después entrará poco a poco, en una era de perfección.

30. Antes de que termine el año de 1950, muchos acontecimientos habréis contemplado. Naciones empeñadas en guerras, nuevas doctrinas, conflictos y calamidades. Sabéis que todas ellas son las señales que marcan la partida de mi palabra, señales que después serán reconocidas por la humanidad, como el indicio de que el Maestro estuvo entre los hombres en el tiempo anunciado. Y esta palabra de la que os he hecho depositarios trascenderá, llegará a muchos corazones; porque la verdad, lo perfecto de ella, no podrá pasar desapercibida. Ella desatará un tiempo de evolución y renacimiento espiritual en el mundo.

31. Si el hombre fuese débil para anunciar ese tiempo, la naturaleza con sus voces testificará y despertará a los aletargados; mas en todo aquel que se prepare, será la voz del espíritu la que hablará de una era que está próxima a llegar entre la humanidad.

32. Entonces los que se creyeron hombres fuertes en el mundo, se sentirán débiles. El poderosos verá perder su poderío, y los que por su humildad se tuvieron por débiles, serán los fuertes por la fortaleza de su espíritu; por su capacidad y comprensión, porque lo espiritual será entonces lo que predomine.

33. Comprended mi palabra que Yo os doy mi luz para que lleguéis al final.

34. Llego a vosotros por el camino preparado por Elías, a iluminar con mi luz al hijo amado que es la humanidad. No vengo a juzgar vuestras faltas ni a contemplar vuestras manchas. Sólo vengo a convertir al ignorante en mi párvulo y al párvulo en mi discípulo, para que en el mañana todos lleguéis a ser maestros.

35. Teniendo vosotros una misión tan delicada entre la humanidad, no podéis caminar como ciegos, ni permanecer ignorantes, ni demostrar debilidad. Meditad y podréis comprender vuestra responsabilidad. Preparaos porque vuestro espíritu tendrá que mostrar al Padre el fruto de su misión, pero serenad vuestro corazón y seguid oyéndome mientras me encuentro hablando a través del entendimiento humano.

36. Yo envié a la Tierra a vuestro espíritu a cumplir esta misión, grabando mi Ley indeleblemente en su conciencia y aún le vine a buscar para revelarle grandes lecciones y darle ejemplo de amor y de humildad, para que supiera ir al encuentro de sus hermanos, a darles la buena nueva y a hacerles partícipes de mi luz.

37. Mi palabra es semejante a un banquete al cual invito a todos a comer y beber; porque no están ante Mí solamente espíritus encarnados, no; también los moradores del valle espiritual se recrean con el concierto divino de mis enseñanzas, porque mi Doctrina es universal.

38. Al oír mi voz, unos y otros se sienten aliviados de sus faltas y se levantan para seguir mis huellas cargando su cruz. Y cuando habéis experimentado esta paz y este descanso en mi seno, es cuando habéis vuelto vuestra mirada a esa humanidad, para comprender su tragedia.

39. Comiendo vosotros el pan de vida eterna en mi mesa, pensáis en el hambre espiritual de vuestros hermanos. Sintiendo la frescura y la sombra de este árbol, habéis considerado a los que van atravesando el desierto, abrasados por el sol, el hambre y la sed, engañándose a veces con el espejismo de falsos oasis.

40. Yo os bendigo porque sentís la aflicción ajena. Orad y trabajad, que en vosotros existe lo necesario para aliviar penas y sanar males.

41. No es menester jurar que vais a seguirme. Prometeos a vosotros mismos serme fieles, constantes y obedientes y cumplid vuestros propósitos.

42. Mi verbo se hace caricia para hacer comprender al discípulo que ha sonado la hora de levantarse a practicar lo que ha aprendido.

43. Que mi palabra, como un rayo de luz, llegue a vuestro entendimiento, oh pueblo amado; iluminando vuestro sendero.

44. Sabed concentraros en el fondo de vuestro corazón, por que no sentirá mi presencia quien no se prepare; escuchará la voz del pedestal, mas no recibirá la esencia divina que os envío.

45. Haced de vuestro corazón una fuente limpia donde recibáis el torrente de agua purísima que es mi sabiduría.

46. Este es un día de recordación; en una fecha como ésta, consagré a mis primeros portavoces para dar a conocer a través de ellos mis nuevos mandamientos y mis nuevas revelaciones. El espíritu de Elías vibraba a través de Roque Rojas, para recordaros el camino que es la Ley de Dios.

47. El instante fue solemne, el espíritu de los presentes se estremeció de temor y de gozo, como se estremeció el corazón de Israel, en el Monte Sinaí, cuando fue promulgada la Ley. Como se estremecieron los discípulos que en el Monte Tabor contemplaron la transfiguración de Jesús, cuando Moisés y Elías aparecieron espiritualmente a la diestra y siniestra del Maestro.

48. Ese primero de septiembre de 1866, fue el nacimiento de una nueva era, la aurora de un nuevo día: El Tercer Tiempo que se abría ante la humanidad.

49. Desde aquel instante y sin cesar, se han estado cumpliendo muchas profecías y muchas promesas hechas por Dios a los hombres hace miles de años. En vosotros se han venido a cumplir, hombres y mujeres que habitáis el mundo en este tiempo. ¿Quiénes de vosotros habréis estado en la Tierra cuando fueron dichas aquellas profecías y cuando fueron hechas aquellas promesas? Sólo Yo lo sé, mas lo importante, es que sepáis que os lo prometí y que lo estoy cumpliendo.

50. ¿Sabéis de aquella nube sobre la cual me vieron ascender mis discípulos la última vez que a ellos me manifesté? Pues en verdad quedó escrito que sobre la nube vendría nuevamente y lo he cumplido. El primero de septiembre de 1866, mi Espíritu vino sobre la nube simbólica a prepararos para recibir la nueva lección. Después en 1884, principié a daros mi enseñanza. No llegué en cuanto hombre, sino espiritualmente limitado en un rayo de luz para posarlo sobre el entendimiento humano. Ese es el medio elegido por mi voluntad para hablaros en este tiempo y Yo tomaré en cuenta la fe que en esta palabra depositéis, porque no será Moisés quién os guíe a través del desierto en pos de la Tierra prometida, ni Cristo hecho hombre el que os haga oír su palabra de vida como un camino de salvación y libertad; es ahora la voz humana de estas criaturas la que llega a vuestros oídos y es menester espiritualizarse para encontrar la esencia divina en donde estoy presente, por eso os digo que tiene mérito que creáis en esta palabra porque es dada a través de seres imperfectos.

51. El mérito será mayor que el de los que creyeron en Mí en el Segundo Tiempo o el de los que siguieron a Moisés por el desierto; pero no os faltará guía un sólo instante, ya que mi palabra no ha sido vaga o imprecisa, sino una Doctrina definida y perfecta; además, sobre vosotros velará siempre el espíritu de Elías, quien vino en este tiempo a despertar al mundo y a aparejar los caminos para que el espíritu de la humanidad llegare ante mi presencia espiritual.

52. Pueblo bendito: que este instante de recordación sea de gozo para vuestro espíritu y sea también de meditación en todas estas lecciones que vengo a daros. Preparad vuestro entendimiento y abrid vuestro corazón, para que en ellos pueda Yo depositar mi gracia. Olvidad por un instante las vanidades del mundo y acercaos espiritualmente a Mí.

53. Vais a escuchar una vez más mi palabra a través de un portavoz humano, que aunque escogido por Mí, no es superior a vosotros ni tiene nada de divino. Son los portavoces de mi palabra, criaturas imperfectas todavía, aunque la elevación de su espíritu les permita penetrar en comunicación con el Padre. Oíd la cátedra con fino oído para que pase con claridad a vuestro cerebro, dejad que después cruce como un rayo de luz por vuestro corazón y la esencia divina llegará hasta vuestro espíritu como pan de vida eterna.

54. Si os preparáis de esta manera, sentiréis que en verdad he estado con vosotros.

55. No quiero que seáis tradicionalistas, pero sí es mi voluntad que recordéis todos aquellos acontecimientos por medio de los cuales me manifesté con vosotros y os di ejemplos y enseñanzas. Haced por medio del recuerdo un festín dentro de vuestro corazón y vuestros pasos serán más firmes en la senda.

56. En 1866 promulgué la Ley nuevamente entre mi pueblo, abriendo una nueva era espiritual, cumpliendo así una promesa mía hecha a vosotros en tiempos pasados. Desde entonces vibra mi Espíritu Santo desde la nube, a través de mi rayo y también las voces de mis ángeles se dejan oír en la Tierra.

57. Este es el Tercer Tiempo, en el que he venido a fundir en una sola Ley los mandamientos que os di por medio de Moisés, la Doctrina de amor que como Jesús os di en el Segundo Tiempo, que fue una confirmación de la primera. Y en este tiempo os doy esta Doctrina como faro luminoso, como una barca salvadora, como una escala de perfeccionamiento para que alcancéis la evolución de vuestro espíritu.

58. Os doy mi enseñanza con gran sencillez y claridad para que, como buenos espiritualistas, sepáis contestar a los que os pregunten si sois mosaicos o cristianos.

59. Antes de que os fuese revelada la Ley en el Primer Tiempo, vivisteis en la ley natural, alentados por hombres por quienes os aconsejé la virtud, por quienes manifesté mi verdad y mi justicia, hombres por los cuales me manifesté como el Dios del bien y del amor.

60. Ese pueblo que supo mantenerse en el temor del Dios verdadero, y que supo conservar la institución de un Dios de justicia y de bondad, es el pueblo de Israel. Pero una ley concreta y definida no conoció ese pueblo hasta que, contemplándolo el Padre en peligro de caer en el gentilismo y en la idolatría, de su propio seno hice surgir un varón fuerte de espíritu para entregar por su conducto la Ley de Dios para los hombres, escrita en roca viva. El varón fue Moisés, libertador y legislador, quien con fe inquebrantable y gran amor al Señor y a su pueblo, condujo a las muchedumbres a una Tierra propicia para construir un santuario y elevar un culto grato al dios viviente e invisible.

61. Mirad cómo desde los primeros tiempos os he inspirado la espiritualidad. Con la promulgación de la Ley sobre el Sinaí, culminó ante la humanidad el Primer Tiempo. Aquel primer enviado fue como una estrella en el desierto, fue el índice que guía, fue consejero y legislador, fue pan, cuando el hambre se dejó sentir y agua que calmó la sed. Fue amable compañía en la soledad de los desiertos y conductor del pueblo, hasta las puertas mismas de la Tierra deseada.

62. Cuando Cristo apareció entre la humanidad, en el seno de ese mismo pueblo, habían transcurrido muchos siglos desde Moisés.

63. Fue la nueva alborada para el pueblo que esperaba la llegada del Maestro Divino, que venía a nacer y vivir entre los hombres para enseñarles la segunda parte del libro de la vida.

64. Habíais conocido al Dios de Justicia y ahora, El venía a mostrarse como Dios de Amor, preparando con su palabra y sus obras un nuevo tiempo, una nueva vida para el espíritu. El Segundo Tiempo y todo cuanto os enseñé con mi palabra, milagros y ejemplos, hasta culminar con mi pasión, fue la hoja de la Ley de Amor que escribí para vosotros.

65. Ahora, en el Tercer Tiempo, Elías manifiesta su espíritu, como Enviado y Precursor del Espíritu Santo, diciendo a través del entendimiento humano: “He aquí a Elías, el profeta del Primer Tiempo, el mismo que después apareció sobre el Monte Tabor junto a Moisés y Jesús en la transfiguración de Cristo ante los discípulos”.

66. Elías tiene la llave con que se ha abierto la Tercera Era, el nuevo tiempo.

67. Ahora podréis comprender lo que ni los mismos apóstoles alcanzaron a comprender de algunas de mis revelaciones.

68. Elías es el rayo de Dios, con cuya luz viene a disipar vuestras tinieblas y a libertaros también de la esclavitud de este tiempo que es la del pecado, y quién guiará vuestro espíritu a través del desierto hasta llegar a la Tierra Prometida en el seno de Dios.

69. He ahí los tres enviados por los cuales habéis recibido la Ley y las máximas revelaciones.

70. Tiempo de luz para vosotros ha sido este, en el que habéis tenido explicadas las revelaciones de los tiempos pasados y anunciadas las profecías de lo que ha de ser.

71. Más este tiempo de mí comunicación por medio del entendimiento del portavoz, pronto pasará y vendrá un tiempo de gracia y espiritualidad en el cual aquél que se prepare, podrá conversar conmigo en forma espiritual.

72. Y cuando mi Reino se haya establecido en el corazón de la humanidad, cuando la tentación haya sido destronada y el hombre me ame sobre todo lo creado, este mundo será morada de grandes espíritus, donde los hombres se amen en verdad y sepan recibir con caridad a espíritus necesitados para regenerarlos y llenarlos de sabiduría.

73. No sabéis ahora en qué forma me manifieste a todo el Orbe, desde 1950 en adelante, mas os dejo alerta, porque veréis que los dones y potencias del espíritu se impondrán a los sentidos del cuerpo, y la humanidad sentirá que está viviendo el nuevo tiempo, el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 237

1. Bienvenidos seáis discípulos y párvulos. Sois perseverantes en recibir mi enseñanza. Vuestro Maestro viene a vosotros, porque es el tiempo anunciado en que os he llamado para ayudaros a dar los primeros pasos en el camino de la espiritualidad. Vosotros habéis conocido las primeras luces de esta etapa que dio principio en el año de 1866 y no sabéis cuando terminará.

2. En el año de 1950, cesará mi palabra a través del entendimiento humano, mas Yo seguiré enseñándoos en un lenguaje superior: el del espíritu.

3. Si cumplís vuestra misión, pueblo de Israel, dejaréis un ejemplo y después de vosotros vendrán los que han de continuar esta Obra. Enseñaréis la oración verdadera, predicaréis el amor y lo testificaréis con vuestras obras. Las naciones al oír vuestras palabras, penetrarán en meditación y profunda oración, para encontrar la solución a sus grandes conflictos. Y Yo el Padre, descenderé sobre todos, para fortalecer y vivificar a todos mis hijos.

4. ¡Oh humanidad que os encontráis hambrienta y sedienta de mi palabra, mientras el pueblo de Israel está harto de ella! Vos no habéis contemplado descender al Espíritu Santo entre los hombres. He venido a iluminar vuestro espíritu y os llamo por tercera vez. Quiero que abráis vuestro corazón y dejéis penetrar a este viajero, para dejar en todos, lo que os hace falta. Abrid vuestros oídos, y mi palabra caerá en vuestro corazón, como un bálsamo. Sentiréis mi paz y mi luz iluminará vuestro camino y podréis contemplar el porvenir.

5. Yo os acompaño en las grandes y pequeñas pruebas.

6. Estoy preparando el valle donde he de reunir a todos mis hijos para el Gran Juicio Universal. Yo juzgaré con perfección, mi amor y caridad envolverán a la Humanidad y en ese día encontraréis salvación y bálsamo para todos vuestros males. Si hoy expiáis vuestras faltas, dejad que el espíritu se purifique, así estaréis preparados para recibir de Mí, la herencia que tengo destinada para cada uno de vosotros.

7. Si he llamado antes al pueblo de Israel y lo he preparado como el hijo primogénito, es porque él siempre ha traído un mensaje de mi divinidad a los hombres. Es mi emisario que lleva en sus labios mi esencia y en su corazón mi verdad.

8. Vais a conocer vuestros errores, sabréis por qué tropezabais, pues mi luz iluminará vuestro ser; y vuestro corazón, que se había cerrado para Mí, volverá a abrirse y de él brotará un torrente de agua cristalina.

9. Yo os hablo desde el Más Allá. Si eleváis vuestro espíritu podréis contemplarme. Todavía os falta recorrer un espacio del camino de vuestra evolución para que llegue el día de vuestro retorno a Mí. Yo, vuestro Padre, endulzaré vuestros días, os daré paz para que podáis atravesar la última gran prueba que os espera.

10. Las profecías correspondientes a este tiempo se están cumpliendo. Los que han dormido, se han sorprendido al contemplar los acontecimientos. Es que no habéis leído en el libro de los profetas, en el libro de vuestro Dios, mas Yo haré de vosotros mis discípulos que sepan interpretar mi palabra de todos los tiempos.

11. La humanidad despierta lentamente. Todos esperan la luz de un nuevo día, la aurora que ha de aparecer trayendo para ella paz, comprensión y luz que todo lo ilumine. Una fuerza que haga volver al orden a todo lo que ha sido cambiado en su principio. Espera también al guía que ha de corregir las imperfecciones, que ha de darle la salud a los enfermos y la resurrección a los muertos.

12. Esa luz ya ha sido entre los hombres, os dice el Maestro, y no habéis sabido reconocerla.

13. Yo vengo a ayudaros en la restauración de todo lo que habéis profanado.

14. En el tiempo cercano de la propagación de mi palabra, no adulteréis, no compliquéis esta enseñanza. Si os preparáis en espíritu y en verdad, tendréis para los que os interroguen, buena respuesta, mostraréis un mundo infinito de luz. Hablaréis de la simplicidad de mi enseñanza, en la cual se refleja mi pureza, mi sabiduría y mi verdad.

15. Les diréis que con mi venida en este tiempo se cumplen las profecías y mis promesas dadas en tiempos pasados.

16. Que Elías vino antes que Yo a preparar el sendero por donde había de pasar mi Divinidad.

17. Que él llamo a los espíritus a oración y congregación, anunciando que era llegado el tiempo del Espíritu Santo.

18. Todas estas lecciones con las cuales os habéis familiarizado, serán para vuestros hermanos gran revelación, y conmoverán las fibras más sensibles de su ser.

19. La comunicación de mi Espíritu por conducto del hombre, la venida de Elías, la presencia del Mundo Espiritual aconsejando. Todo esto lo testificaréis y ellos, a su vez, habrán sido testigos de otras manifestaciones espirituales, con las cuales confirmarán mi palabra.

20. No os conforméis con lo que hasta hoy habéis alcanzado, seguid estudiando siempre. Cuánto más podáis ensanchar el conocimiento de mi Doctrina practicando virtudes. Siempre os revelaré nuevas lecciones para alentar vuestro espíritu en la senda de evolución.

21. Reposad unos instantes pueblo amado, escuchad y analizad la palabra del Maestro.

22. Preparándoos estáis para llegar al final. Presurosos se encuentran los que han recibido en su entendimiento la gracia de transmitir mi palabra, atentos a mi enseñanza los discípulos que han tenido comprensión para el Espiritualismo, para esta Doctrina que hará de quien la abrace, un hombre nuevo.

23. Sois aún mis discípulos a quienes todavía no puedo llamar maestros; por lo tanto, seguid interpretando mi enseñanza, tomando como principio su esencia y su sencillez. No la compliquéis a través de vuestro análisis, y trabajad porque sea uniforme en este pueblo la interpretación, para que no aparezca entre vosotros la división.

24. Vais a encontrar en el camino a los que, sabiendo que sois los discípulos del Espíritu de Verdad, os hagan la siguiente pregunta, muy natural en quien desea saber más de lo que conoce: ¿Cómo es el Más Allá? Les explicaréis la transformación que el espíritu sufre al dejar de vivir en un cuerpo humano, para habitar en las regiones espirituales. Nadie conoce aún aquella vida en toda su plenitud. Esa ha sido siempre una idea que ha preocupado al hombre, una interrogación sin respuesta que los intriga. De esa necesidad espiritual de saber y comprender, cuántos se han valido para lucrar con la ignorancia, sembrando su semilla de falsedad en corazones de buena fe. Nadie puede decir con toda certeza cómo es el Más Allá; nadie puede decir justamente cómo es el espíritu y en qué forma viven en otros mundos.

25. Aún es limitada la mente humana para concebir lo que sólo el espíritu elevado puede conocer y penetrar. Limitaos, por ahora, a comprender y explicar hasta donde os ha revelado mi enseñanza, que encierra infinita luz y sirve de firme cimiento a vuestro futuro espiritual. No dejéis libre a vuestra imaginación para que ella dé la explicación de aquellos misterios, porque parecerán a la humanidad extrañas teorías, y mi Doctrina se funda en la verdad.

26. Cada revelación os la aclaro para que no haya nada que no sea debidamente comprendido por vosotros. Por ahora no necesitáis conocer más de lo que os he revelado, porque si alcanzáis a comprender de la vida espiritual más de lo manifestado por Mí, perderíais el interés por esta vida, caeríais en misticismo o en fanatismo; viviríais en una inútil contemplación y dejaríais de desempeñar la importante misión que en el mundo tenéis que cumplir.

27. Muchos han intentado sondear la morada del espíritu sin lograr mirar más allá de lo que está permitido. Mas a quién pregunta: ¿Cómo se comunica el mundo espiritual a través de un entendimiento humano? Yo le contesto así: Haciendo uso de vuestras facultades de entendimiento y de intuición, tal como lo hace vuestro propio espíritu.

28. Mi Doctrina en éste como en el Segundo Tiempo, conmoverá a la humanidad. Los hipócritas tendrán que enfrentarse a la sinceridad. La falsedad dejará caer su máscara y la verdad brillará. La verdad se impondrá sobre la mentira que envuelve a este mundo.

29. El hombre estará capacitado para comprender y reconocer todo aquello que encierra razón y verdad, mas todo lo que se le obligó a creer aunque no lo comprendiese, él mismo lo rechazará, por eso mi Doctrina cundirá, porque desborda luz de la cual los hombres están necesitados. A vosotros toca una gran parte de esta obra, revelando a vuestros hermanos su principio y su fin.

30. Guardaos bien de no adulterarla, porque ella es un tesoro que os he confiado y que me tenéis que devolver. Vuestra responsabilidad es grande, no así la de los que no han escuchado directamente mi palabra, porque mientras ellos obran con ignorancia, vosotros lo hacéis con absoluta seguridad, porque sabéis qué es lo que debéis aceptar y lo que debéis rechazar. Si presentís un peligro y en tentación caéis, es por vuestra voluntad, con todo conocimiento de lo que estáis haciendo. Ya en vosotros no existe justificación para obrar mal.

31. Ahí donde la materia quiere hacer su voluntad, demostrad la fuerza y superioridad de vuestro espíritu. ¿De qué os serviría adquirir conocimientos si no practicáis? Tenéis ante vuestros ojos un libro de sabiduría que os explica lo que debéis hacer en cada paso que el espíritu dé. Si ese libro lo cerraseis egoístamente y de su conocimiento no tomaseis para dominaros o conduciros ¿Cómo podríais después predicar sus verdades si vuestras obras demuestran lo contrario de lo que vais enseñando? ¿Cómo podréis servir de báculo a vuestro hermano si vais cayendo en el camino? ¿Cómo levantar al caído si no tenéis fuerzas para levantaros a vosotros mismos? Tened presente que si queréis ejercer en vuestros hermanos una benéfica influencia, tenéis que adelantaros a dar ejemplo.

32. No olvidéis que en vosotros debe siempre imperar la verdad.

33. Para llegar al final del camino, tenéis que encontrar muchos tropiezos. El que más méritos tenga, será aquél que haya vencido la tentación.

34. El trabajo en mis tierras es duro pero lleno de satisfacciones.

35. No vayáis a cerrar vuestros oídos a la voz de la conciencia, porque podría abrirse un precipicio ante vuestros pies y ya puestos en la pendiente es difícil retroceder.

36. Recoged el maná espiritual que desciende sobre vosotros, para que os alimentéis a lo largo del desierto que estáis cruzando.

37. Aquí está el oasis, caminantes; descansad unos instantes bajo esta palmera y recobrad las fuerzas perdidas; mirad que aún queda mucho por andar y necesitáis energías para llegar hasta el final.

38. ¿Qué puede deteneros en vuestro camino? ¿Qué temores abrigáis? Orad y destruiréis obstáculos; tened fe en la oración y lo imposible lo veréis hecho posible.

39. Necesitáis ser un pueblo fuerte para que triunféis y nada os dará mayor fuerza, que el cumplimiento a mi Ley.

40. Muchas tentaciones, persecuciones y acechanzas vendrán sobre vosotros; habrá quienes se complazcan en sembrar de abrojos vuestro camino, pero de todo ello saldréis triunfantes si confiáis en Mí, si permanecéis unidos y si perseveráis en el cumplimiento de mi enseñanza.

41. Este pueblo irá aumentando día a día, mas si ahora os parecen grandes las multitudes que acuden a escuchar mi palabra, en verdad os digo que resultarán pequeñas cuando las comparéis con las que habrán de congregarse después de mi partida, en el tiempo de vuestro testimonio.

42. Más debo deciros que el rumor del Nuevo Pueblo del Señor, cundirá hasta que por vuestra unión y fraternidad os hagáis merecedores de los grandes prodigios y pruebas de poder que tengo reservadas a mi pueblo.

43. No exijo de vosotros ningún sacrificio, no exijo de vosotros la suma perfección, sólo espero el propósito inquebrantable de obedecer mis mandatos y un poco de caridad hacia vosotros y hacia vuestros hermanos, lo demás lo hago Yo; mas cuando hayáis dado con firmeza ese paso, entonces os pediré que deis uno mayor para que no os detengáis en el desierto, porque allí no es vuestra morada. Ya sabéis que en su evolución encontrará vuestro espíritu la Tierra bendita de promisión, que es hacia donde dirijo vuestros pasos.

44. Nunca vayáis a decir: Yo he luchado mucho y nadie ha visto mis esfuerzos y mis sacrificios. No olvidéis que Yo estoy viendo cada uno de vuestros pasos y anotando cada una de vuestras obras. No esperéis recompensas del mundo ni una comprensión o justicia completa por parte de vuestros semejantes. Confiad en Mí, porque en verdad os digo, que jamás me quedaré con lo que en justicia os corresponde como galardón.

45. Tampoco penséis que forzosamente tenéis que morir para recoger vuestra cosecha, no, algunos frutos os serán dados en esta vida, como premio a vuestros méritos dentro de la vida humana, en cambio aquellos méritos que hayan sido espirituales, sí tendrán que aguardar el instante en que estéis en el Más Allá.

46. Hágase la luz en vuestro entendimiento, oh pueblo, para que podáis comprender y mas tarde practicar la divina inspiración.

47. ¡Discípulos amados! Venís a Mí, habiendo limpiado vuestro corazón, como un vaso al que limpiáis por dentro y por fuera, para recibir mi palabra. Todo lo que brota de Mí es puro; y si vosotros queréis conocerme, tenéis que prepararos con limpidez, para que podáis recoger la esencia y comprendáis el sentido de mi palabra y la llevéis después a la práctica.

48. Amaos y respetaos unos a otros, sea cual fuere vuestra creencia, ideal y condición espiritual. Practicad la unión. Perdonad también. No toméis las causas ajenas para juzgarlas. Mas si queréis interceder, hacedlo, y día llegará en que os uniréis e iréis en pos de un ideal.

49. He probado vuestra caridad. He acercado a vosotros al enfermo, al afligido y al debilitado por los grandes dolores de este tiempo. He enviado en el seno de vuestra familia innumerables pruebas para que tengáis ocasión de aplicar mi enseñanza. Habéis sufrido por los vuestros y llenos de fervor, me pedís por ellos y Yo os digo: Pedidme también por los ajenos, por todos los que crucen en vuestro camino, como lo habéis hecho por vuestros padres o por vuestros hijos, para que practiquéis la verdadera caridad.

50. El dolor ha sensibilizado los corazones y en su afán de encontrar consuelo, me buscan. Yo dirijo sus pasos y sé el momento propicio en que han de penetrar en mi Obra. Hay muchos que no están preparados todavía para oírme, y a ellos retardaré su paso, hasta que puedan encontrarse dispuestos a recibir mis revelaciones.

51. Para creer en mi Obra, necesitáis fe. Todo en ella es espiritual. No os he entregado manifestaciones materiales. Sólo os he pedido que os elevéis para llegar a mi presencia y sentir mi amor y mi caridad que os envuelven.

52. He preparado los ojos del espíritu, los ojos de la fe, para que podáis mirarme; y he guardado puros los sentimientos de vuestro corazón, para servirme de ellos. Vuestros dones están latentes y mi palabra viene a despertarlos, para que deis principio al cumplimiento de vuestra misión.

53. Todo lo que he puesto en vuestro derredor, es perfecto y grato, y aun así, contemplo que no sois felices, que no estáis conformes con vuestro destino. Es que no habéis analizado la vida, ni habéis comprendido vuestra verdadera misión. No seré Yo quien enumere los beneficios que os concedo, sino seréis vosotros los que por gratitud reconozcáis el amor que profeso a cada uno y el bien que os entrego.

54. Os he enviado a restituir, porque os amo y quiero contemplaros limpios y dignos de Mí. Habéis encontrado el camino sembrado de espinos, como Jesús en el Segundo Tiempo, y es que quiero que me imitéis, que aprendáis a luchar para que en cada victoria que obtengáis, seáis mas fuertes. Todo lo he preparado para vuestro beneficio. Todo está hecho según mi amor y mi justicia porque soy Padre y Juez inexorable, que no vuelve atrás en sus determinaciones.

55. Pueblo amado, dejadme hacer mi voluntad. Someteos a mi Ley y Yo os llevaré a la paz y gloria espiritual. Este es el Destino de todas mis criaturas. Tomad vuestra cruz y seguidme.

56. Estáis llenos de dones, poseéis la inteligencia, la voluntad y la razón, para llevar a cabo vuestra obra. Vuestro tránsito es largo por qué os detenéis a cada paso; si tomaseis el recto camino, el de la abnegación y cumplimiento, seríais dichosos, apreciaríais la vida, sabríais amar, conoceríais el valor de vuestros dones espirituales y no desearíais lo que otros poseen.

57. Mi obra es de libertad. Vengo a iluminar a vuestro espíritu, para que podáis conocerme. Sois la criatura predilecta, a quien he formado a imagen y semejanza mía y en vosotros he puesto mis complacencias.

58. La escala por la cual ascenderéis es grande y no sabéis en que grado de evolución os encontráis. Según vuestra evolución, así os ha sido marcado el camino que hoy atravesáis, pues todo está relacionado y sujeto a leyes invariables y eternas.

59. El templo del cual os hablo en sentido figurado, es espiritual. No es la casa fincada con canteras, sino el templo de amor, la fe del hombre que quiere elevarse hasta llegar a Mí. Sobre los buenos cimientos que vosotros pongáis, las siguientes generaciones edificarán.

60. Grande será la alegría de los postreros, cuando Yo les presente mi Obra, mi palabra. ¡Cuánto me han buscado! ¡Cuánto han sufrido por llegar a Mí! Su ideal es uno solo: encontrar el camino espiritual, llegar a la fuente, donde poder sustentar y perfeccionar su espíritu. ¡Y como adelantarán en sus prácticas! Ellos darán testimonio de lo que han recorrido buscando mi palabra y vosotros, de que les esperabais; porque Yo os anuncié estas profecías. Os he confiado una parte de mi Obra para su cumplimiento y cuando hayáis concluido, sonreiréis de satisfacción por haber colaborado con vuestro Dios.

61. Descansad, dejad que se alimente vuestro espíritu. Dejad que vuestro corazón al sentir mi presencia, lata apresuradamente.

62. Vengo a alentaros en el camino, para que no detengáis vuestro paso, Yo soy aquél que sabe quién ha aprovechado el tiempo y las oportunidades; quien ha perdido el tiempo y quien camina perezosamente en la senda de evolución espiritual.

63. Vosotros podéis daros cuenta de vuestro adelanto o retraso, sólo cuando os encontréis en espíritu.

64. Todo lo preparé para que en este tiempo, al venir vosotros nuevamente a morar en la Tierra, encontraseis al Maestro comunicándose por medio del hombre, para recordaros vuestra misión de trazar una huella de buenos ejemplos, para que por ella llegaran al camino los que vivieron en la ignorancia, en la idolatría y en el fanatismo religioso.

65. Os preparé para que vuestros labios humildes, sorprendieran a la humanidad con la luz, la profundidad y verdad de sus palabras. Sois mis testigos, mis emisarios y aun mis precursores.

66. Si por instantes os corrijo y aun llego a reclamaros, es porque las pasiones, los torbellinos o las vicisitudes llegan a empañar momentáneamente la luz de vuestro entendimiento y os hacen caer en faltas, en materialismo o en frialdad.

67. Mi caridad os va guiando por el camino de salvación, y ha apartado toda venda de ignorancia de vuestros ojos, para que contempléis las luces de esta jornada. Recordad que todo ojo pecador y no pecador me contemplará.

68. ¿Os habéis preguntado si existe verdadera fe en vuestro corazón? ¿Habéis sentido el calor de esa flama?

69. Voy a deciros cual es la prueba de que existe fe verdadera:

70. Cuando el corazón no zozobra en la hora de la prueba. Cuando la paz inunda al espíritu en los trances supremos. Aquél que tiene fe, está en armonía conmigo, porque Yo soy la vida, la salud y la salvación; quien busca de verdad este puerto y este faro, no perece.

71. Quien posee esta virtud, hace prodigios fuera de toda ciencia humana y da testimonio del espíritu y de la vida superior.

72. No podrá haceros desfallecer el incrédulo si vosotros creéis en Mí, ni podrá heriros la calumnia.

73. Yo he alentado la fe en vosotros, con pruebas os he fortalecido para seguir haciendo el llamado a las multitudes que se alimentarán con vuestra fe.

74. Os he dicho en este tiempo: No me busquéis en las materias por las cuales os hablo, porque tropezaréis con sus imperfecciones y atribuiríais estas faltas a mi Obra; penetrad al fondo de la palabra que vierten esos labios, y en su sentido, en su esencia, encontraréis al Maestro.

75. No vayáis a caer en idolatría con éstos por quienes me comunico, porque entonces serían los que ocuparan el lugar que ayer tuvieron en vuestro corazón las imágenes grabadas en lienzos o esculpidas en piedra y seguiríais hundidos en ese materialismo y en ese fanatismo religioso que no ha permitido al Padre poseer plenamente vuestro espíritu.

76. Guardad la esencia del Verbo, para que cuando ya no escuchéis esta enseñanza, sintáis que en lo más profundo de vuestro corazón resuena la palabra celestial que eleva e invita a penetrar en comunión directa con vuestro Señor.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 238

1. Pueblo amado, os dice el Maestro: Vengo en busca de mi pueblo, del santuario que existe en vuestro corazón. Aquellos que lo hayan cerrado para Mí, es tiempo que lo abran a la espiritualidad; quien lo haya destruido, reconstrúyalo y dele firmeza; quien lo tenga en tinieblas, debe iluminarlo con la luz de la fe, mas en verdad os digo, que no vayáis a perder vuestro tiempo construyendo templos materiales, pensando que la devoción, la gracia y el arte que en ellos pongáis sean el mejor homenaje que me presentéis. Tan sólo os concedo que preparéis humildes lugares en donde os pongáis a cubierto de la intemperie o de las miradas indiscretas; a esos recintos destinados tan sólo para vuestras reuniones, no les llaméis templos porque podría suceder que el ignorante llegara a adorar esos lugares como si fueran sagrados.

2. No introduzcáis en vuestras prácticas, ritos o ceremonias, con ello podríais apartaros de la misión que os he confiado, que es la de sembrar la caridad y el amor.

3. Sencillez y humildad, tanto en lo exterior como en lo interior, es lo que os pido, y con ello tendréis mi presencia llena de esplendor en vuestro espíritu.

4. Estoy en los corazones y vibro en vuestro espíritu. ¿Para qué habíais de representarme con objetos materiales, si estáis sintiendo mi divina presencia en lo más íntimo de vuestro ser? ¿No creéis que si Yo buscase el esplendor mundano, en lugar de haber nacido en cuanto hombre en un establo, hubiera nacido en el interior del templo de Sión? ¿Qué obstáculo hubiera impedido mi nacimiento en ese lugar, si sabéis que María era conocida en el templo y fue sumisa y obediente a todos los mandatos divinos?

5. Meditad en mi palabra y pensad que nunca he buscado el culto externo en los hombres, que sólo he venido a pedirles su amor, su elevación, su fe y todo lo que sea fruto de su espíritu.

6. Por un tiempo más conservaréis estos lugares dedicándolos a celebrar en ellos vuestras reuniones, porque aún son necesarios para que vengáis a escuchar la palabra que os he dejado, a analizarla y a tratar de ponerla en práctica; pero el tiempo de doctrinaros, el tiempo de vuestra preparación pasará y entonces dejaréis de necesitarlos.

7. La flama de la fe se encenderá más y más en el espíritu de mis discípulos, cada corazón será un altar, el amor por sus semejantes será para ellos un culto, y en cada hogar habrá un santuario. Haréis comprender a vuestros hermanos que con su oración se eleva su espíritu por encima de todo lo superfluo y de toda miseria terrestre, y ellos lograrán contemplar que el Templo del Señor es universal, es infinito y que está en todas partes, lo mismo en el espíritu del hombre, que en su cuerpo, en lo visible que en lo invisible; comprenderán que así como pasó el tiempo en que me ofrecían sacrificios de sangre, también el culto por medio de ritos o de ceremonias exteriores deberán pasar. La espiritualidad vendrá a purificar vuestro ambiente y mi Doctrina llegará a ser comprendida.

8. Surgirá la verdadera oración, el culto elevado espiritual, agradable ante mi mirada divina; la penitencia bien entendida, aquella que es arrepentimiento, enmienda y reparación de las faltas cometidas. Aparecerá en los hombres el amor verdadero basado en la limpidez del corazón y llegarán a comprender que para orar son suficientes breves momentos, pero que para cumplir su misión, que es la de hacer la caridad entre sus hermanos, necesitan emplear todos los instantes de su vida.

9. Meditad en mis lecciones, oh discípulos, analizadlas, y encontraréis en su fondo más, mucho más de lo que las palabras expresan. Yo os ayudaré y os iluminaré para que conozcáis todo aquello que en mi palabra haya quedado oculto, porque la mente del portavoz no la haya llegado a traducir.

10. Hoy os doy la bienvenida, sentaos a mi mesa, lo mismo recibo al que me ama, que al que me niega, a todos os acaricio por igual porque todos sois mis hijos.

11. Me presento entre pecadores. ¿Acaso hay un justo en la Tierra? Vengo a ofreceros los bienes de mi Reino y a poner a vuestro alcance los medios para lograrlos. Si mi gloria me pedís, os la daré, porque os está prometida desde el principio de los tiempos. Vosotros, los hijos del Señor, sois los herederos del reino, ¡Cuántos méritos tendréis que hacer para conquistar la Tierra Prometida! Unos la alcanzarán con una lucha larga y penosa, otros en cambio, darán grandes pasos en el camino y pronto se acercarán al reino de la Luz. ¿Recordáis lo que prometí a Dimas, mientras se hallaba en agonía, al ver su arrepentimiento, su fe y su humildad? Le ofrecí que ese mismo día sería conmigo en el Paraíso.

12. Humanidad, Yo os pregunto tomando a este pueblo como representante vuestro: ¿Hasta cuando vais a levantaros amándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente vuestros agravios? ¿Hasta cuándo queréis que sea la paz en vuestro planeta?

13. El perdón que proviene del amor, sólo mi Doctrina lo enseña y él posee una fuerza poderosa para convertir, regenerar y transformar al malo en bueno, al pecador en virtuoso.

14. Aprender a perdonar y tendréis en vuestro mundo el principio de la paz. Si mil veces fuese necesario perdonar, mil veces debéis hacerlo. ¿No os dais cuenta de que una reconciliación oportuna, evita que apuréis un cáliz de amargura?

15. Os hablo del dolor al que os hacéis acreedores, el que habéis ido acumulando y que se desbordará llegada la hora. Yo nunca ofrecería semejante cáliz a mis hijos, pero en mi justicia sí puedo permitir que recojáis el fruto de vuestra maldad, soberbia e insensatez, para que volváis arrepentidos a Mí.

16. Los hombres han desafiado mi poder y mi justicia al profanar con su ciencia el templo de la Naturaleza en la que todo es armonía, y su juicio va a ser inexorable.

17. Se desatarán los elementos, se conmoverá el Cosmos y se estremecerá la Tierra. Entonces habrá pavor en los hombres y querrán huir, mas no habrá a dónde encaminar sus pasos; querrán detener las fuerzas desencadenadas, y no podrán, porque se sentirán responsables, y tardíamente arrepentidos de su temeridad e imprudencia, buscarán la muerte para escapar al castigo.

18. Vos, pueblo, que no ignoráis estas profecías, sois responsables de cuanto acontezca si no veláis ni trabajáis para conservar la paz que os he confiado.

19. Preparad vuestro cayado y vuestra alforja, porque voy a enviaros como profetas y como emisarios a amonestar a los pueblos.

20. Unos irán por el Oriente, otros hacia el Occidente y otros por los demás puntos y caminos de la Tierra.

21. No os llenéis de vanidad pensando que habéis sido los privilegiados, en quienes he depositado mis mandatos en este tiempo para haceros mis discípulos; pero también os digo: No os conforméis con ser los llamados, haced méritos para que seáis de los escogidos.

22. Desechad toda vanidad para que no imitéis al gusano que se hincha con la humedad de la tierra para después convertirse en nada.

23. No durmáis, confiándoos en que os amo mucho, para evitar que tengáis tropiezos. Ciertamente sois muy amados, pero también por lo mismo, sois muy probados.

24. Tres cuartas partes del haz de la Tierra desaparecerán y sólo una parte quedará salva para ser refugio de los que sobrevivan al caos. Vosotros veréis el cumplimiento de muchas profecías.

25. Vos, pueblo, cumplid mis mandatos y Yo os cumpliré lo prometido.

26. Orad, velad, sembrad amor, extended la luz, dejad huella de caridad, y estaréis en paz con vuestra conciencia y en armonía con el Creador.

27. Oíd con atención esta palabra, para que después la analicéis y la sembréis en el corazón de vuestros hermanos; no os conforméis con entenderla; hablad, dad ejemplo y enseñad con vuestras obras. Sed intuitivos, para que conozcáis cuál es el instante propicio para hablar y cuál es el momento oportuno para que vuestros hechos den testimonio de mi Doctrina.

28. Un solo idioma os doy para que extendáis mi palabra, y ese idioma es el amor espiritual, el cual será entendido por todos los hombres. Un idioma dulce al oído y al corazón de la Humanidad que irá derribando piedra por piedra la torre de Babel que en su corazón ha levantado; entonces mi justicia cesará, porque todos se entenderán como hermanos.

29. Las tierras son propicias y fértiles, pueblo, preparaos verdaderamente en espíritu y materia y estaréis en condiciones de levantaros a sembrar la semilla de esta revelación, preparando a la vez el camino a las nuevas generaciones.

30. Os he prometido enviar a morar entre vosotros a los espíritus de grande luz, que esperan tan sólo el momento de acercarse a la Tierra para encarnar y cumplir una gran misión de restauración, cuando aquellos seres habiten este mundo, ¿qué tendréis que enseñarles? Nada, de cierto os digo, porque ellos vendrán a enseñar, no a aprender. Os maravillaréis de escucharles desde la infancia hablando de enseñanzas profundas, sosteniendo conversaciones con los hombres de ciencia y con los teólogos, asombrando con su experiencia a los ancianos y aconsejando la buena senda a la juventud y a la niñez.

31. Bienaventurado el hogar que recibiese en su seno a uno de estos espíritus. ¡Cuán graves serán los cargos que se hagan a quienes traten de impedir el cumplimiento de mis enviados!

32. Ved ahora por qué quiero que os vayáis purificando y regenerando, para que de generación en generación vuestros frutos vayan siendo más y más limpios.

33. ¿Por ventura será vuestro hogar el que reciba la presencia de aquellos seres de luz? Si estáis preparados os elegiré; si no lo estáis, buscaré corazones dispuestos y ahí les enviaré.

34. Vosotros creéis en mis profecías, pero habrá muchos que nieguen mis palabras de este tiempo como han negado las revelaciones pasadas; mas no temáis, que al cumplirse mis palabras, ellos serán los primeros en inclinar su faz, avergonzados de su incredulidad.

35. Toda revelación divina que ha sido negada por los hombres, reconocida y creída será; todo lo que ha sido olvidado u ocultado por religiones y sectas, a la luz saldrá.

36. Enseñaréis al mundo con vuestro ejemplo a penetrar con espiritualidad y respeto en las enseñanzas de lo revelado por el Padre y a no tratar de ir más allá de lo concedido por El Amor, humildad, respeto; eso tendréis que enseñar a una humanidad que sin preparación espiritual ha intentado siempre interrogar los arcanos del Señor.

37. ¿No respetáis la alcoba de vuestros padres? Pues respetad más los secretos de vuestro Padre Celestial. Es tanto lo que os he descubierto y lo que os he mostrado, que no habéis terminado aún de conocerlo y ya queréis nuevos arcanos en qué penetrar.

38. A vosotros, discípulos de una ciencia superior, de una sabiduría que pertenece a una vida más elevada que la vida humana, os digo que no queráis saber más de lo que Yo os revele, porque caeríais pronto en confusión. Os he enseñado muchas lecciones y todavía tengo mas que entregaros por conducto del entendimiento del hombre. Muchas nuevas revelaciones conoceréis y comprenderéis más de lo que habéis imaginado.

39. Mi palabra, que es la divina lección, vendrá siempre acompañada de pruebas y acontecimientos en vuestra vida, para que esta Doctrina se vaya afirmando en vuestro corazón y no seáis los discípulos teóricos, sino los discípulos que deis testimonio de mi verdad con vuestras obras.

40. ¿No es verdad que muchas veces comprendéis alguna de mis palabras sólo hasta que habéis pasado una prueba?

41. Hablándoos en ocasiones sobre la inmortalidad del espíritu, sobre los erróneos conceptos que tenéis de la vida y de la muerte, no me habéis comprendido al instante de escuchar mi lección, pero ha llegado la prueba en el seno de vuestro hogar, habéis visto partir de este mundo a un ser querido y vuestros ojos se han abierto a la realidad, a la luz de la verdad y me habéis dado gracias por haber puesto tanta perfección en todas mis obras y por haberos sacado de vuestra ignorancia y de vuestra confusión.

42. Penetrad con la mente y con el espíritu en mi palabra. Unificaos en el fondo de vuestro ser para que entre el espíritu y la materia sólo exista una voluntad, de esta manera comprenderéis más fácilmente mi Doctrina y atravesaréis con mayor elevación las pruebas.

43. Benditos sean los menesterosos de los bienes del mundo que vienen a tomar el pan de mi palabra con el anhelo de ser grandes, porque en mi camino lo lograrán. Bienaventurados los que siendo ricos en el mundo, dejen sus comodidades por venir a aprender de Mí, porque conocerán la riqueza verdadera.

44. Hoy desciende mi Espíritu en un rayo de luz sobre la humanidad, en un tiempo en el que no existe el temor a mi justicia, ni el amor de los unos a los otros.

45. Sois un pueblo humilde, testigo de mi presencia y también de mi palabra, mas en este pueblo falta amor y no contemplo respeto a mi manifestación, porque se ha familiarizado con ellas. Esa es la razón por la que a veces os reclamo, tocando con mi palabra llena de justicia, la indiferencia de vuestro corazón.

46. Pensad, oh discípulos, que si no tenéis ahora respeto a esta Obra divina, no podréis ser mas tarde los que vayáis por el camino del cumplimiento como labriegos obedientes en la Obra de vuestro Maestro.

47. Ese instante es de prueba para la humanidad, los grandes pueblos del mundo están haciendo preparativos para lanzarse unos en contra de otros como fieras sedientas de sangre y ciegas de odio. Los pueblos pequeños se encuentran temerosos ante el presagio de la guerra, que es luto y destrucción. Los hogares se ensombrecen, los corazones laten llenos de terror y los amantes de la paz y de la justicia se atormenta ante el fantasma de la guerra que amenaza la paz de los hombres.

48. ¡Cuántos sueños de progreso se van desvaneciendo en estos momentos! ¡Cuántas ilusiones se ven extinguidas y cuántas vidas están ya sentenciadas! Esta es la hora de iniciar trabajo, de hacer sentir vuestra presencia en el mundo, oh pueblo. Este es el instante propicio para orar.

49. Orad haciendo sentir vuestra fe, uniendo vuestro corazón al de todos los que en esta hora de angustia me invocan y ruegan porque la paz se haga en el mundo. Orad por todos los que se han apartado de toda práctica del espíritu y que sólo viven en la persecución de una meta material que por sus ambiciones, por sus odios se han trazado.

50. Llenad el espacio de pensamientos puros y que cada uno de ellos, sea como una espada que en lo invisible, ahí en donde vibran los pensamientos de los hombres, vaya luchando por lograr la destrucción de las tinieblas que amenazan invadir al mundo; mas tened fe en la fuerza de la oración, porque si pensáis que ella se pierde en el infinito, no tendrá la potestad necesaria para llegar hasta la mente de vuestros hermanos.

51. Hasta Mí llegan siempre vuestros pensamientos, por imperfectos que sean y escucho vuestras oraciones aunque carezcan de la fe que siempre debéis poner en ellas. Es que mi Espíritu capta la vibración y los sentimientos de todos los seres; pero los hombres que se encuentran distanciados entre sí por su egoísmo, alejados de la vida espiritual por el materialismo en que hoy se han dejado envolver, no están preparados para lograr comunicarse unos con otros por medio de sus pensamientos. Sin embargo, Yo os digo que es menester que empecéis a educar a vuestro espíritu; para lograrlo, hablad a los espíritus aunque no tengáis contestación aparente de ellos. Mañana, cuando todos hayan aprendido a dar, comenzarán a tener indicios de una comunicación espiritual jamás presentida por los hombres.

52. Vuelvo a deciros que Yo capto todo pensamiento y plegaria, en cambio el mundo no sabe recibir mi inspiración ni se ha preparado para dejar brillar en su mente mis divinos pensamientos ni oye mi voz cuando contesto a su llamado. Pero Yo tengo fe en vosotros, creo en vosotros, porque os he formado y os he dotado de un espíritu que es un destello del mío y de una conciencia que es imagen mía.

53. Si os dijera que no espero que lleguéis a perfeccionaros, sería tanto como si declarase haber fracasado en la obra más grande que de mi voluntad divina ha brotado, y eso no puede ser.

54. Sé que estáis en el tiempo en el que vuestro espíritu saldrá victorioso de todas las tentaciones que ha encontrado a su paso, después de lo cual surgirá pleno de luz a una nueva existencia.

55. En esta comunicación que hoy he tenido con vosotros, os he entregado tan sólo una lección que servirá para daros una idea de lo que será en el futuro vuestra comunicación con el Padre, y también con vuestros hermanos a través del pensamiento. Esa es la meta que debéis alcanzar, mas debéis cuidaros de no llegar a ella empleando medios impropios de una obra tan pura como es ésta.

56. Analizad, practicad, sed perseverante e insensiblemente llegaréis a alcanzar la comunicación de espíritu a Espíritu.

57. Hoy venís bajo la sombra del árbol, donde escucháis la voz que os habla en el Tercer Tiempo, la voz del Espíritu santo.

58. Vuestra elevación en este día ha sido grande porque la prueba ha sido en vuestro camino.

59. El temor se apoderó de vuestro corazón en las últimas albas y habeos velado. Los aletargados despertaron y los débiles se levantaron en busca del árbol donde se halla la fuerza para resistir los torbellinos.

60. .¿Por qué teméis, pueblo, si os encontráis bajo la protección de mi misericordia? Que no os falte la fe, cumplid mis mandatos, recordad que siempre que confiáis en Mí, mi palabra es en vuestra boca, mi luz en vuestro entendimiento, entonces habréis asombrado a la humanidad. No olvidéis que siempre que vuestra desconfianza os ha apartado de Mí, habéis visto huir de vosotros toda potestad.

61. Mucho teme vuestro espíritu la esclavitud, porque ya la conoce; mucho teméis al yugo del faraón. Amáis la libertad en el mundo y a través de ella vais en pos de la paz. No queréis guerra, sangre ni dolor, buscáis hacer méritos para que vuestros hijos no penetren en el caos y oráis para tener lucidez, para regeneraros y tener un átomo de limpidez.

62. Sólo Yo puedo daros la paz porque sólo en Mí existe.

63. Penetrad en el seno de la religiones buscando esa paz y no la encontraréis. Escuchad a los llamados príncipes de la palabra y os convenceréis de que su palabra no tiene esencia de paz. Buscadla desde las regias mansiones hasta las más humildes chozas y no la encontrareis, porque en este tiempo se ha apartado de la Tierra.

64. ¿Por qué cuando creyentes e increyentes escuchan mi palabra en estos humildes recintos, sus corazones se sienten inundados de paz? ¿Verdad que este sólo hecho podría bastar para probaros que mi Espíritu Divino es quien se comunica con vosotros?

65. Es la tercera vez que vengo para traeros mi paz, para llenaros de valor, de fe y fortaleza; a recordaros que estáis destinados a llevar bendiciones y paz al corazón de los hombres. Ya la humanidad espera y ansía que lleguen aquéllos que le tiendan su mano con verdadera caridad, y la tierra ya está fecunda para sembrar en ella la semilla de amor; la peste avanza de comarca en comarca; las enfermedades extrañas aparecen sin que la ciencia las pueda combatir; la confusión de ideas y la degeneración moral ha llevado al mundo al abismo. Y mis emisarios no han llegado aún para mitigar aquellas penas y hacer luz en aquellas tinieblas, porque muy lentamente se preparan.

66. Si alguno titubea porque se juzga menesteroso y contempla sus vestiduras raídas o pobres, es porque se encuentra falto de fe y sin darse cuenta está blasfemando ante mi Divinidad.

67. ¿Aún os inclináis delante de los grandes de la Tierra? ¿Aún os sorprenden las riquezas humanas? No, mi pueblo, lo único grande y de verdadero valor en la vida del hombre es la elevación espiritual y hacia ella os conduce mi palabra.

68. ¡Cuán menesterosos llegan ante mi puerta celestial los que fueron grandes y poderosos en la Tierra, porque se olvidaron de las joyas espirituales y del camino de la vida eterna! Mientras la verdad de mi Reino le es revelada a los humildes, se les oculta a los sabios y entendidos, porque harían de la sabiduría espiritual lo mismo que han hecho de la ciencia material, buscarían en esta luz tronos para su vanidad y armas para sus guerras.

69. ¿Quienes sois vosotros a los que he abierto este arcano? Sólo conocéis que ya habéis sido antes, pero no sabéis quienes fuisteis, por lo cual ignoráis quiénes sois y quienes seréis y de donde habéis venido, o a dónde iréis. Por eso he venido a vosotros como Maestro para enseñaros cuánto ignoráis.

70. En el Primer Tiempo Jacob y su familia reconocían al Dios verdadero y al contemplar el Padre que aquellos hombres conservaban la simiente de la fe en su Divinidad, los envió a habitar en el seno de un pueblo pagano e idólatra para dar ahí testimonio de su existencia y de su poder.

71. Ahí se multiplicó la familia del patriarca, sus hijos formaron nuevas familias y éstas se convirtieron en tribus. Mas he aquí que el rey de aquella comarca sintió temor de aquél pueblo que bajo su reinado crecía, le quitó la libertad y lo hizo su esclavo cargándolo de cadenas y trabajos.

72. La prueba fue grande, larga y penosa. Los hombres trabajaban y sucumbían bajo el látigo, y el llanto y la amargura era en el corazón de las mujeres. Sobre aquel pueblo fue la humillación y la miseria, para probar su fe y fortaleza ante los gentiles. Mas el Padre, conmovido por el dolor de su pueblo y queriendo manifestar al faraón su poder, llamó a un varón llamado Moisés a quien preparó e inspiró para que libertase a su pueblo. Díjole así: “Id y manifestad mi justicia y poder ante el Faraón y ante mi pueblo, porque han flaqueado hasta los míos, me han olvidado y han dejado que su corazón se contamine con las costumbres y creencias de los gentiles. A vos, que habéis sido fiel, os doy esta orden para que encendáis en los vuestros el ideal de libertad y convenzáis al Faraón de que deje marchar a Israel hacia Canaán, la Tierra Prometida, para que sirva a su Dios. Haced que el pueblo ore, que vele y reconozca que su libertad no la conseguirá por medio de las armas fratricidas”.

73. Aquél varón se presentó varias veces ante el Faraón para pedir la libertad del pueblo, la cual una y otra vez le fue negada. El Señor entonces, hizo sentir su justicia y sobre el Egipto se desataron las plagas y las calamidades, llegando el dolor y el exterminio a tal grado, que el rey llamó a Moisés y le concedió saliera de sus tierras con su pueblo.

74. Cuando Israel marchaba en pos de su libertad, el Faraón reconoció que aquel hombre realmente tenía potestad Divina.

75. Moisés alentaba la fe de su pueblo para que soportara las privaciones y sufrimientos de la jornada. La travesía fue larga y azarosa, muchos cayeron en el camino agobiados por la fatiga o la ancianidad, sin poder contemplar la Tierra de Promisión, pero sus hijos llegaron a la Tierra que manaba leche y miel y que esperaba al pueblo de Israel.

76. Como un nuevo paraíso se ofrecía esa tierra a aquellos que la habían conquistado. Allí había paz, fertilidad y abundancia, extensos valles, agua cristalina y hermosos cielos, y en ella se multiplicó aquel pueblo, ahí floreció su culto hacia el Dios verdadero, mas no fue eterna aquella paz y aquella dicha, porque aquel pueblo cayó en tentación, en idolatría y en división en el seno mismo de aquella tierra de bendición. Perdió su vigor y volvió a ser dominado por pueblos paganos y ambiciosos. Cuando oró y me buscó fue fuerte, mas cuando me olvidó por los placeres y vanidades, se despojó de mi gracia.

77. Recordad la sabiduría de Salomón y la inspiración de David, grande fue el esplendor de sus reinados, mas cuando cayeron en tentación todo lo perdieron.

78. Volvió aquel pueblo a ser vasallo de pueblos extranjeros y más tarde súbdito del César. El pueblo había olvidado su pacto con Jehová y era menester que el Padre lo renovara para que se cumpliera la palabra de los profetas, por la cual se le había prometido un Salvador, un Mesías al pueblo. Y el Mesías se hizo hombre para venir a salvar a todo perdido y enseñar al mundo el camino que conduce a la mansión espiritual, al reino de los Cielos, la verdadera Tierra de Promisión.

79. El nuevo libertador era Cristo, quien venía a enseñaros la mansedumbre y que encontrando a su pueblo como esclavo, le enseñaba a dar al César lo del César y a Dios lo de Dios, libertando de esta manera al espíritu.

80. Si Moisés no penetró en la Tierra Prometida y sólo contempló su silueta desde lo alto de un monte, Cristo desde la cruz contempló el Reino de los Cielos, en donde había de esperar a todos sus hijos.

81. ¡Cuánto padecieron los que me siguieron! Por comarcas, provincias y reinos fueron buscados y perseguidos; el látigo, el martirio y el cadalso se levantaron en el camino de aquéllos, y muchos, para poder orar y pronunciar sin temor mi nombre, buscaron las entrañas de la tierra, mas ¿Cuántas veces tembló la mano del verdugo delante de un cristiano al contemplar su entereza y su fe! ¡Cuántas veces los mismos reyes se estremecieron ante la presencia de aquéllos, o al escuchar la palabra inspirada de sus víctimas que morían pronunciando el nombre de su Maestro.

82. La huella de Jesús fue de Sangre y ése fue el camino que siguieron los apóstoles y los mártires. Mas la lucha cesó cuando al fin se hizo luz en el espíritu de la humanidad vencida y abrumada por tantos milagros de fe y tantos sacrificios de amor.

83. Mi palabra resonó en las naciones y mi Doctrina penetró en los corazones, y hubo un tiempo en que la paz del reino de Dios se sintió en la Tierra. Cristo era amado lo mismo de los reyes que de los pobres, y su presencia era sentida en los corazones. Los pueblos se acercaron unos a otros y muchos odios desaparecieron. Mi nombre fue entonces pronunciado con amor por todas las lenguas.

84. Mas ¿En dónde está aquel pueblo que venció al faraón y resistió las pruebas del Desierto? ¿En donde están también aquellos que, después con su sacrificio vencieron imperios y reinados llevando como arma, la palabra de Jesús? En verdad os digo que están en la Tierra, pero nuevamente he sido olvidado y mi Ley y mi Doctrina adulteradas. Entonces, a los espíritus que han sido fieles, humildes y abnegados, les he enviado nuevamente a la Tierra para que den testimonio de mi venida y de mis palabras; mas a este pueblo, en este tiempo, no lo he formado con una sola raza, ni en una sola nación, porque os he dicho que Israel, el pueblo de Dios, no está en la carne sino en el espíritu.

85. Yo soy el único que puede aclarar quiénes sois y os lo vengo a decir. Vengo a revelaros a qué habéis venido y a señalaros el punto a donde debéis de ir; Vosotros sois simiente de aquel pueblo fuerte y habéis venido a esta vida a luchar por alcanzar el reino de paz del espíritu y llevar la luz al mundo, como en otro tiempo vencisteis las amarguras del desierto por alcanzar la Tierra Prometida.

86. Por eso os señalo vuestra heredad y os revelo vuestros dones para que ellos sean las herramientas con que labréis las tierras y las armas con que luchéis.

87. ¿Por qué teméis entonces? ¿Queréis seguir siendo esclavos? No, me dice vuestro corazón.

88. Os anuncié por distintos portavoces, grande caos en la Tierra y mientras unos creyeron aunque durmieron, otros dudaron y fue menester que el rumor de la guerra llegase a ellos para que despertasen, fue necesario que vuestros hijos fueran llamados a las armas para que creyeseis en mi palabra al ver su cumplimiento.

89. .Velad y orad y no temáis por vuestros hijos que Yo a ellos les haré soldados de paz entre las multitudes.

90. Elías es delante de vosotros y de las naciones, abriendo camino y libertando a los espíritus con la luz de la verdad.

91. Sabed juzgar mi palabra y analizadla para que sepáis descubrir su esencia divina.

92. Os revisto de fortaleza y os dejo mi bendición.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 239

1. Sentidme, porque en verdad me encuentro muy cerca de vosotros. Quién está convencido de mi presencia me siente muy dentro de su corazón.

2. Sin embargo, una vez más os digo: Nadie os obliga a creer ni a seguirme, la luz de la fe se encenderá por sí misma y ella hará brotar vuestro amor.

3. Sois la criatura predilecta en este valle, a quien he dotado del don de la razón y a quién he puesto en medio de un vasto mundo lleno de obras, de criaturas y manifestaciones de mi poder, que son testimonio de quien le dio la vida es Todopoderoso.

4. Yo concedí al hombre desde un principio libertad de pensar, mas siempre ha sido esclavo, a veces por el fanatismo y otras ocasiones de las falsas creencias del Faraón y del César. He aquí por qué en este tiempo, ante la libertad que el espíritu está logrando y ante la claridad que a sus ojos se presenta, se deslumbra, porque su mente no estaba acostumbrada a esa libertad.

5. El hombre había reducido la fuerza de su entendimiento para lo espiritual y por eso cayó en fanatismo, caminó por senderos torcidos y fue como una sombra de la voluntad de los demás.

6. Había perdido su libertad, no era dueño de sí mismo ni de sus pensamientos.

7. Mas ha llegado la era de la luz, el tiempo en que habéis de romper las cadenas y extender las alas para volar libremente hacia el infinito en busca de la verdad.

8. Espiritualidad es libertad; por eso los que me escuchan ahora y han comprendido el sentido de esta Doctrina libertadora, ven abrirse delante de ellos ese extenso valle en el que lucharán y darán testimonio de que llegó el tiempo en que Dios, Creador Omnipotente, ha venido a establecer comunicación entre El y el hombre.

9. Aquella comunión directa que los hombres creyeron que sería imposible entre un Dios todo fuerza, sabiduría y perfección y la criatura humana tan llena de pobreza, de ignorancia y pecado, Yo la he realizado. Yo soy quien he venido a vosotros.

10. ¿Quién llegó a imaginarse que el hombre podría comunicarse con su Señor? Pensabais que esto sólo había sido privilegio de los justos y de los profetas, de aquellos que caían deslumbrados ante sus propios mirajes y después anunciaban la venida del Mesías; de aquellos cuya oración era tan profunda y ferviente que llegaban al éxtasis y podían contemplar lo divino.

11. Ahora hay dureza en los corazones, mucha incredulidad en lo espiritual y los hombres se limitan a creer tan sólo en aquello que logran comprender, y lo que no, lo rechazan a pesar de que en su interior nunca dejan de presentir la vida que les espera más allá de la muerte.

12. Os entrego esta enseñanza valiéndome de un entendimiento humano como el vuestro, para que sintáis más cerca de vosotros esta palabra. ¿Qué importa que Yo venga a comunicarme por medio del hombre pecador, si él sabe prepararse para recibirme?

13. ¿Qué de extraño tiene que así me comunique si también con vosotros hablo a través de vuestros sueños; si doquiera que vais, cuando mas me necesitáis, llego a tocar con mi amor vuestro corazón? Hay algo en vosotros que os eleva del mundo en que vivís. ¿Qué puede ser sino el espíritu que es un reflejo de lo divino?

14. Despertad, pueblo, comprendedme. Ocupaos de mi enseñanza y de vuestro espíritu.

15. Como Maestro y como Padre, vengo a vosotros. Cada lección que os doy os fortalece para la jornada que se aproxima, porque es mi voluntad que en medio del caos de ideas y de doctrinas, vosotros permanezcáis serenos, y seáis los que deis la justa interpretación a mi Doctrina.

16. Hay quienes se han sorprendido porque me comunico por conducto del hombre, y no aciertan a comprender si ha sido por voluntad del Padre o por voluntad humana. Mas Yo os digo: Fue el Maestro quien sorprendió a la humanidad: El Casto esposo, que ha encontrado dormidas a las vírgenes y apagadas sus lámparas.

17. Hay religiones que intentan prepararse para mi nueva venida, sin saber que estoy ya despidiéndome.

18. A todos llamé, y en verdad que mi llamado y el rumor de que me estoy comunicando con los hombres, llegó a todos los rincones de la tierra, acompañado de testimonios y pruebas que hablan de Mí, pecadores regenerados, increyentes convertidos, muertos que resucitan, desahuciados que sanan y poseídos que se libertan de su mal.

19. Pero encontré sordos a muchos, a otros envanecidos en su gloria terrestre y a otros temerosos para dar a conocer mi manifestación como Espíritu de Verdad. Yo recibí y doctriné a cuantos a Mí llegaron confiando en mi amor.

20. Al llegar a esta fuente, todos os habéis lavado del polvo que habíais recogido del mundo, para que fueseis dignos de tomar el pan de la mesa y para que no manchaseis la página de mi Ley.

21. Se acerca la hora en que el juicio en plenitud se haga sentir en el mundo. Toda obra, palabra y pensamiento serán juzgados. Desde los grandes de la Tierra que gobiernan a los pueblos, hasta los más pequeños serán pesados en mi balanza divina.

22. Más no confundáis justicia con venganza, ni restitución con castigo, porque Yo sólo permito que recojáis los frutos de vuestra siembra y los comáis para que conozcáis por su sabor y su efecto si son buenos o nocivos, si sembrasteis bien o mal.

23. La inocente sangre derramada por la maldad humana, el luto y el llanto de viudas y huérfanos, el paria que sufre miseria y hambre claman justicia; y mi justicia perfecta y amorosa, pero inexorable, desciende sobre todos.

24. Vengo a quitar al hombre sus tronos, su orgullo con que me desafía, su poder; vengo a persuadirlo de que es mi hijo y que quiero que sea humilde, porque de los humildes es mi reino y Yo vengo a heredarlo. Recordad que os dije: “Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico avaro penetre en el reino de los Cielos”.

25. Estad siempre conmigo y tendréis siempre mi paz.

26. Labriegos: Contemplad cómo desciendo a recoger el fruto que habéis cosechado en mi campiña.

27. Aunque contemplo fríos a algunos, otros me interrogan con interés y hay quienes me dan gracias porque el regocijo brota de su corazón.

28. En verdad os digo que la lucha que hoy tenéis al cultivar tierras que ayer eran estériles, dará paz y alegría a vuestro espíritu.

29. Cuánta paz ha experimentado vuestro corazón después de haber recibido en vuestros brazos al cansado y después de haberle dado la luz de la razón al que turbado de sus facultades mentales se encontraba.

30. Ciertamente habéis necesitado mucho tiempo para desarrollar vuestras potencias y dones, porque esa evolución no se inició en vuestra presente vida material. Todavía os detiene el temor o la falta de fe para caminar con mayor firmeza, aunque entre vosotros hay multitud de espíritus que pueden llamarse primogénitos entre la humanidad.

31. Ahora estáis viviendo la Tercera Era en la cual me he comunicado por el entendimiento humano, comunicación que toca ya a su fin, pero después de la cual no me perderéis, porque Yo soy aquél que está cerca de quien sabe buscarme y esperarme.

32. Cuando en aquel tiempo me retiré al desierto, no me ausenté de la humanidad, antes bien, pensé en ella y sufrí por ella. Más tarde, cuando la tierra se abrió para ser sepulcro de mi cuerpo, tampoco me aparté de mis hijos, porque detrás de la muerte que me disteis, se levantó mi Espíritu para ser en todos cual luz de redención.

33. Cuando os digo que al final de 1950 cesará mi palabra y dejará de hablaros mi Mundo Espiritual, entended que tanto el Padre como sus siervos espirituales seguirán velando por vuestra vida y vibrando en pos de la humanidad y de todo espíritu errante y necesitado de luz.

34. He aquí que os estoy legando un Nuevo Testamento, el cual no sufrirá adulteración porque lo dejo guardado en el templo de vuestro corazón donde habito Yo. ¿Cómo podréis entonces perderme si me lleváis dentro de vosotros?

35. Estudiaréis mis lecciones en las que encontraréis justicia en unas, sabiduría y enseñanza en otras, consuelo y bálsamo en otras más y en algunas también profecía. Mi palabra es Ley y mandato, es camino y meta, es amor. Velad, porque en los tiempos de lucha las tentaciones acecharán vuestro paso, y cuando mayor sea vuestro propósito de regeneración y vuestra consagración en mis enseñanzas, más fuertes serán las voces y llamados que traten de apartaros del camino, mas templad vuestro espíritu para que lleguéis a tener el vigor y la fuerza de los buenos soldados.

36. Sentid todos mi ósculo de amor y de paz.

37. Descansad junto al Maestro, discípulos amados. Recread vuestro espíritu y fortaleced vuestro cuerpo.

38. Vengo a derramar mi luz en todos sin distinción de razas o clases, así como en todos los tiempos y a todos los pueblos he enviado grandes espíritus a encarnar, por medio de quienes ha recibido la humanidad mis divinos mensajes, La Ley, las profecías, las revelaciones.

39. En mi amor por vosotros también me hice hombre para que me sintieseis más próximo, y aun cuando muchos no me reconocieron en Jesús, más tarde se hizo la luz en ellos, comprendieron su error y me amaron.

40. Nuevamente vengo a daros mi enseñanza, pero ahora en vez de hacerme hombre, me he venido a comunicar a través de él.

41. Os encuentro espiritualmente desviados del camino, débiles y enfermos, cansados e indiferentes, dentro de un mundo cuya ciencia os ha dado una falsa grandeza, y al reconocer vosotros que en medio de los esplendores de vuestro siglo, no poseéis la paz, ni conocéis aún lo espiritual, ni encontráis sustento para el corazón; volvéis los ojos al infinito interrogándole sobre cuándo vendrán a la Tierra los nuevos apóstoles de la paz y del amor.

42. He aquí por qué a los que he llamado para escucharme les hago responsables de la paz, porque han sido preparados por Mí como guardianes.

43. Cuando la humanidad eleve su mirada a su Creador en busca de perdón y de consuelo, se cumplirá una de las profecías del Segundo Tiempo; entonces los hombres verán mi luz cual estrella salvadora que conducirá sus pasos hacia la nueva Jerusalén donde encontrarán el pan de la vida.

44. La campana sonora ha tiempo llama sin descanso, invitando a reunión.

45. Veo tristeza en vuestro corazón porque habéis tropezado con la incredulidad, con la indiferencia y con la mofa, que como abrojos y espinos habéis sentido clavarse en vuestro corazón, pues este dolor lo habéis recibido de los mismos vuestros, de los propios hermanos y también del enemigo.

46. No temáis, os dice Jesús, porque no estáis solos; Yo llamaré a la puerta de aquellos corazones y ellos más tarde llamarán a la vuestra, sólo quiero que no guardéis amargura ni rencor, que veléis y estéis preparados.

47. Vuestro espíritu es invitado a mi mesa para que venga a comer el manjar de vida eterna. Aquí en esta mesa, no existe ni primero ni último en sus lugares, todos los sitios que podéis ocupar están junto al Maestro. Más tarde, cuando vosotros vayáis en pos de hombres a quienes enseñar, también tendréis dentro de vuestro corazón un sólo lugar para recibir y amar a vuestros hermanos. Esa hora llegará y tendréis que levantaros para tomar los caminos que conducen a los grandes pueblos de la Tierra, así como a las humildes comarcas y pequeñas aldeas, veréis como en todas partes encontraréis el hambre y la sed del espíritu como tierra propicia para recibir vuestra simiente.

48. 1950, el año señalado para mi partida se acerca, y cuando él haya pasado, se iniciará entre vosotros el tiempo de preparación para que luego empecéis a caminar. Yo marcaré a cada quien la hora. Quiero que al comenzar vuestra misión, hayáis alcanzado un poco de madurez espiritual, que estéis fuertes en la fe y sepáis perseverad en la virtud. En vuestra jornada os acompañará mi inspiración la cual recibiréis de Espíritu a espíritu. ¡Veréis entonces cuántos os estaban esperando!

49. Inmensa caridad derramé en la humanidad en este Tercer Tiempo con mi comunicación y la del mundo espiritual por vuestro entendimiento. Mas ya había hablado en el Primer Tiempo por boca de mis profetas y en el segundo por conducto de mis apóstoles.

50. Hoy de nuevo me hallo entre vosotros. He venido a recoger la hoja olvidada de la Doctrina que en otro tiempo os traje.

51. Vengo a recordaros mi pasada lección y a enseñaros a interpretarla.

52. Yo soy el libro, el cual he abierto en este tiempo en su Sexto Capítulo, para revelar a la humanidad una lección más de la sabiduría que debe poseer para llamaros dignamente: hijos de la luz.

53. Sólo comprendiendo el contenido de este mensaje podréis decir con entereza al mundo, que fue mi voz la que escuchasteis; que fue mi palabra la que os doctrinó; que la luz que visteis fue la que irradiaba el Sexto sello.

54. Tiempo por tiempo y etapa por etapa me he ido mostrando más y más ante vuestro espíritu. ¿Podrían los hijos amar a su Padre si no lo conociesen? Entended por qué os muestro mi amor, os hago sentir mi presencia y os hago escuchar mi voz.

55. Hasta ahora no ha sido espontáneo vuestro impulso por buscarme para encontrar la verdad, la paz, la elevación.

56. Habéis tenido que penetrar en el gran desierto espiritual para conocer la sed, la soledad, las necesidades, las vicisitudes, el hambre, la debilidad. Ha sido entonces cuando os habéis levantado en busca del agua que da vida, en busca del oasis, en pos de alguna huella que os llevase a tierras de paz.

57. ¡Cuántas lecciones os ha revelado el desierto de vuestra vida! ¡Cuánto habéis aprendido en la lucha y cuánto os habéis fortalecido en el dolor! Mañana, cuando hayáis penetrado en la Tierra Prometida del espíritu y las puertas de la nueva Jerusalén se abran para recibiros en su seno de paz, bendeciréis el tiempo de vuestra restitución, que fue la de vuestra travesía por el extenso desierto de las pruebas y de la purificación.

58. Moisés sostuvo espiritualmente a su pueblo a través del desierto y Josué hizo penetrar a las multitudes en la Tierra de Promisión, tierra que fue sólo un símbolo o imagen de la mansión eterna y verdadera que ha sido prometida a vuestro espíritu.

59. Ahora es Elías, quien invisiblemente marcha al frente del Pueblo, cien veces multiplicado, para llevaros paso a paso por el desierto sendero hasta el fin de vuestro peregrinaje que será la mansión de los justos, de los espíritus llenos de verdadero amor y verdadera sabiduría.

60. ¿Sabéis que será lo que os acerque a aquel Reino prometido? Vuestras obras de amor, de caridad, de humildad.

61. Ahora mi pueblo no sabe quién es, ni en dónde se encuentra, ni qué es lo que va hacer, pero cuando surjan por todo el mundo los espiritualistas, predicando con palabras y dando testimonio con sus obras de luz que les inspira mi Doctrina, todos se identificarán se reconocerán y finalmente se unirán formando así el nuevo Pueblo de Israel, que será baluarte de la espiritualidad y el verdadero interprete de la Ley del Padre.

62. Con mi luz vengo a marcar a todos aquellos que en este tiempo me sigan. Mi luz descenderá de Espíritu a espíritu.

63. En el Segundo Tiempo fue la sangre de mi sacrificio, la que se derramó en los corazones para iluminar a los espíritus.

64. En el Primer Tiempo, el acto simbólico de marcar la puerta del hogar con la sangre de un inocente cordero, fue el mandato del Padre para aquél pueblo, al cual desde ese instante ponía en el camino de las divinas revelaciones.

65. En los tres tiempos el Señor ha señalado de cierta manera a los que han de seguirle; aunque os digo que siempre el sello de mi amor está indeleblemente impreso en todo espíritu.

66. Oíd y meditad en mi lección, discípulos ha quienes ha tocado la gracia de escucharme en este tiempo, porque más tarde tendréis que explicar a la humanidad mis enseñanzas.

67. No creáis que mi palabra a través del portavoz humano tenga que ser escuchada en todas las naciones, no discípulos; se acerca el instante de hacer callar mi comunicación por estos conductos, mas quedará de testigo un pueblo, a través de cuyas obras y palabras me oirá la humanidad. Este testimonio y esa explicación que deis de mi doctrina, será la preparación que los hombres reciban para iniciar la comunicación de espíritu a Espíritu.

68. Ved a muchas gentes en este tiempo escudriñando las escrituras de los tiempos pasados, meditando sobre los profetas y tratando de penetrar en las promesas que Cristo hiciera de volver.

69. Oídles como dicen: “El Maestro está cerca”, “El Señor ya está” o “no tarda en llegar”, y añaden: “Las señales de su regreso son claras y palpables”.

70. Unos me buscan y me llaman, otros sienten mi presencia, otros más presienten mi venida en Espíritu.

71. ¡Ah, sí en todos fuese ya esa sed de conocimientos, si todos tuvieran ese anhelo de conocer la suprema verdad!

72. Muchos ignoran que he venido al mundo, que estoy comunicándome con los hombres por medio del entendimiento humano, y si no saben que he estado con vosotros, menos podrán saber que está ya próxima la partida de mi palabra.

73. Mas vuelvo a deciros, que este pueblo saldrá de la oscuridad a la luz para dar testimonio de mi venida.

74. Hoy no quiero que la humanidad descubra todavía a este pueblo, porque sus obras pequeñas e imperfectas, en vez de levantar fe en los hombres, serían delante de ellos la negación de la espiritualidad que mi Doctrina proclama.

75. ¿Cómo os juzgaría el mundo si contemplase vuestra ingratitud? ¿Cómo os juzgarían esos hambrientos y sedientos del espíritu si mirasen vuestra negligencia y egoísmo? Pero aún confío en vosotros y os sigo dando mi enseñanza.

76. Días vendrán en que de este pueblo se levanten emisarios, misioneros y apóstoles, sembrando esta simiente por pueblos, comarcas, aldeas, ciudades y naciones, y en ellos revelaré al buen discípulo de Jesús.

77. Hombres fuertes de espíritu serán los que lleven el testimonio de mi verdad, nada podrá detenerles en el camino y Yo a través de ellos, daré grandes pruebas de mi poder.

78. Ante el testimonio de amor de uno de mis labriegos, se levantarán hombres de fe extendiendo mi mensaje, caminando hacía otras tierras, para llevar la luz y también ellos conquistarán corazones y pueblos, con su fe, su amor y espiritualidad.

79. La lucha será grande, intensa, pero fructífera; porque la tierra es fértil en este tiempo. Antes será removida para que cuando la simiente llegue a ella, se encuentre preparado.

80. Os digo esto, pueblo, porque antes de que os levantéis con vuestro testimonio, tendréis que contemplar la guerra de ideas, la pugna entre religiones, la lucha entre las doctrinas. Allí estará mi justicia y entonces escucharéis en medio de tanta confusión, a los que preguntan: ¿En donde está la verdad? ¿En dónde está la luz?

81. Esas preguntas angustiosas serán las que marquen el instante oportuno de vuestra llegada, pueblo.

82. Llegaréis revestidos de humildad, plenos de conocimientos para responder a toda interrogación, llenos de confianza en el triunfo de la verdad; no pensando en salvar vuestra vida, ni en salir avante en los trances difíciles, sino pensando tan sólo en los corazones que mi Doctrina gane con vuestras palabras y obras de amor.

83. No temáis por vuestra vida, discípulos, porque debo deciros que en este tiempo no será con vuestra vida o con vuestra sangre con lo que deis a la humanidad el mejor testimonio de mi verdad.

84. Los tiempos pasan, las costumbres cambian, los hombres evolucionan; ahora os pedirán amor, sinceridad y caridad como pruebas para creer en la verdad de la Doctrina que vais a predicar.

85. Los tiempos en que sólo dando la vida o sellando con sangre la palabra pronunciada era creída, han pasado, por lo cual os digo, que más que disponeros a morir sacrificados por quienes os persiguen, os preparéis para dar testimonio de la verdad con vuestra vida en obras, palabras y ejemplos.

86. Tiempo ha viene caminando este pueblo bajo mi caridad divina, animado por la esencia de mi palabra, avanzando paso a paso en el sendero, y el Maestro, viendo que sus discípulos no pueden aún ser los maestros, les ha ocultado con su manto de caridad de las miradas indiscretas, diciéndoles: “Venid cerca de Mí, aprended mi lección para que apartéis vuestras faltas, dejad que aquí, junto a mi corazón de Padre se ennoblezcan y purifiquen vuestros sentimientos y podáis amar con limpidez a vuestros hermanos.

87. Si, pueblo, no queráis que sea el mundo quien os corrija o despierte, porque los hombres cuando se convierten en jueces son crueles, inhumanos e inflexibles.

88. La piedad y la misericordia no están con los hombres, ¿Qué justicia podéis esperar de vuestros hermanos? Sólo os queda prepararos en verdad y en espíritu y confiar en Mí, en vuestro señor, en quien sí existe misericordia y por lo tanto, justicia.

89. Ved cómo o preparo para después de este tiempo de mi comunicación por el entendimiento del hombre, porque será cuando os encaminéis por vuestro propio paso hacia la plenitud del tercer Tiempo. Será cuando os acerquéis a la comunicación perfecta entre mi espíritu y el vuestro, comunicación que nunca había alcanzado la humanidad. No será la voz que escuchó Moisés sobre el Monte, voz materializada en el fragor del trueno; tampoco será la voz humanizada que escucharon los hombres a través de Jesús, ni la forma que ahora tenéis, escuchándome por medio de un hombre en éxtasis, porque también pronto pasará, como pasaron aquellas formas o medios que el Señor empleó en otros tiempos para hablar a sus hijos.

90. Ahora viene hacia vosotros la comunicación directa con vuestro Padre, cuando vuestro espíritu haya aprendido a desprenderse de su materia, cuando ya conozca e interprete el idioma divino, cuando su corazón sea verdaderamente un santuario donde existe el culto puro, sencillo y elevado hacia Dios.

91. Pueblo: esta gracia de comunicaros de Espíritu a espíritu, no será sólo vuestra, es necesario que comprendáis que se trata de un don que pertenece al espíritu, el cual, desarrollado, acerca al hombre a Dios poniéndole en comunicación con lo espiritual. Hoy aún os parece difícil o imposible aquella comunicación; pero de cierto os digo que cuando hayáis logrado la preparación que da la espiritualidad, veréis cómo es la forma de comunicarse con el Padre y con el mundo espiritual es la más sencilla y la más fácil de cuantas habéis practicado.

92. La comunicación de Espíritu a espíritu tiene un sentido amplio, infinito; dentro de ella está el desarrollo de todas vuestras potencias y de todos vuestros dones.

93. En ella encontraréis el libro de la eterna sabiduría; en la oración os sentiréis iluminados por grandes inspiraciones; la intuición será una brújula en vuestra vida y el bálsamo curativo llegará a vuestras manos directamente del Más Allá. Todos los dones, adormecidos hasta ahora, despertarán de su letargo y florecerán en el corazón del hombre; y cuando la espiritualidad sea una realidad entre vosotros, vuestra mano podrá ser como fue la de mi apóstol Juan, y escribiréis en la hora de vuestra inspiración, todo aquello que la voz divina os dicte a través de la conciencia. En ese mensaje recibiréis todo lo que el portavoz en su pequeñez no haya podido transmitir, así como también sentiréis llegar a vuestra mente la profecía clara y luminosa, para señalar el sendero a las generaciones que habrán de suceder a los que inicien el tiempo de la espiritualidad.

94. Cuando lleguen estos tiempos y os encontréis hablando a grandes multitudes, no digáis que estáis hablando bajo la inspiración del Espíritu Santo, dejaréis que sean los hombres los que descubran la verdad en el fondo de aquella inspiración.

95. Recordad. Cuando Yo hablaba a las multitudes no faltaba quien, asombrado de la sabiduría de mi palabra o de la justicia de mis obras, se aproximase para preguntarme: “¿Eres Tú el Hijo de Dios, eres el Mesías?” A lo cual Yo contestaba simplemente: “Tu lo has dicho.”.

96. Mi comunicación, si la analizáis a fondo, no cesará en 1950, sino que seguirá, porque el Verbo de Dios es eterno y nunca ha cesado de iluminar a sus hijos; mas esta forma de comunicación por medio de un portavoz humano, sí dejará de ser en la hora fijada por mi voluntad, para dar paso al tiempo en que habré de comunicarme a través de vuestra conciencia.

97. Nadie diga que voy a ausentarme, ni crea que el Mundo Espiritual que se ha manifestado entre este pueblo va a su descanso, porque estaríais muy lejos de la verdad. Sabed desde ahora, y tened fe en lo que os digo, que será en los días en que ya no escuchéis esta palabra cuando comencéis a sentir en vuestro interior la presencia del Maestro, cuando comprendáis la preparación que deberéis conservar para haceros dignos de alguna gracia y cuando busquéis la forma de no alejaros de aquellos benditos seres que son como faros o estrellas que iluminan el camino de vuestra vida.

98. Yo os prometo que en cada una de vuestras reuniones os daré pruebas de mi presencia, siempre que también vosotros me deis pruebas de vuestra elevación.

99. Velad, pueblo, porque también entre vosotros, entre este pueblo, se levantarán los impreparados como falsos profetas; aquéllos que no han sabido penetrar en el fondo de mi palabra diciendo que se comunica de espíritu a Espíritu y que el Padre ordena esto o que el Maestro ordena aquello, no siendo verdad.

100. Alerta, discípulos, ninguno de los que oís estas palabras vayáis a caer en tales errores, ni vayáis a permitir que en vuestro seno surja la mentira o ciegue a alguno la vanidad. Yo a todos he enseñado a distinguir el fruto bueno del malo, a distinguir la verdad de la impostura.

101. Id dando a vuestros hermanos lo que vayáis logrando merced a vuestra evolución y a vuestros méritos; pero nunca tratéis de dar lo que no hayáis alcanzado todavía.

102. Yo os digo que aquellos que profeticen con falsedad, que mientan por hacerse grandes entre sus hermanos o sentirse profetas sin serlo, serán más tarde señalados por las multitudes y muchas lágrimas tendrán que derramar para reintegrarse entre los celosos y amantes de la verdad.

103. ¡Alerta, os digo, pueblo, porque tiempos peligrosos para vosotros se acercan!

104. También seréis escudriñados por hermanos vuestros a quienes parecerán extrañas vuestras prácticas y después de observaros, os juzgarán; porque no tenéis altar, porque no tenéis imágenes o símbolos, ceremonias ni ritos; mas, no temáis, pueblo amado. Vosotros hablaréis diciendo que vuestro culto es espiritual, que el santuario o templo lo estáis construyendo en vuestro corazón; que la ofrenda, es toda aquella obra que lleváis a cabo en la vida y que vuestra conciencia os dice si es digna de ofrecérsela a Dios y que vuestra oración es de espíritu a Espíritu.

105. Si habláis con claridad, dejaréis absortos a vuestros escudriñadores y ellos os dejarán en paz, comprendiendo que habéis hablado una verdad y que no hay error por donde atacaros.

106. Los que defiendan en esta forma mi Doctrina, serán llamados discípulos del Espiritualismo, porque con sus obras estarán confirmando sus palabras; no serán de los que dicen una cosa y con sus obras la contradicen. Yo contemplo a muchos que se dicen espiritualistas, que pasan su vida adorando objetos a los que llaman símbolos, ¿Qué pensarán de ellos los hombres que descubran semejante contradicción? Yo aún les estoy dando tiempo para que reflexionen, para que depuren sus prácticas y regeneren su vida. Unos serán dóciles a mi llamado, otros serán rebeldes porque su fanatismo les ha cegado.

107. Yo bendeciré a los que se aparten de sus errores para venir por la senda de la espiritualidad. Bendeciré a los que renuncien a sus ídolos y a los que, habiendo danzado en torno al becerro de oro, dejen su materialidad y tomen la cruz de la espiritualidad.

108. ¡Oh pueblo!, os dice vuestro Maestro: Velad por la inocencia de vuestros hijos, orad por los niños. No quiero que esas generaciones vayan a heredar restos de vuestro pasado fanatismo. Sed sus maestros, mirad que todavía el espíritu no ha revelado a la materia su misión, porque espera que primero les encaucéis por el camino de la luz. ¿Qué quiere decir con esto el Maestro? Que vosotros, padres de familia, tenéis el deber de formar el corazón de vuestros hijos, para que sirva de cimiento a las obras del espíritu.

109. Vuestra ternura y vuestra inteligencia para conducirles, vuestra sabiduría para guiarles y corregirles, vuestro amor para dulcificar sus pasiones, serán el cincel que pulimente y dé forma a la parte moral e intelectual de esas generaciones.

110. Vuestra mejor y más rica herencia para vuestros hijos será aquella que les permita formar un pueblo fuerte, una familia unida, saludable, fraternal y útil a todos, mas, para que eso sea, esforzaos en dejarles un bello ejemplo, amándoos los unos a los otros.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






Hacia arriba



Enseñanza 240

1. Preparaos, porque en este día os digo: el que cree en María, debe creer en su pureza, porque ella fue escogida entre todas las mujeres, para ser el símbolo de la inmaculada perfección como mujer y como Madre. Ella había de ser en el mundo el ejemplo de ternura, del amor, de la mansedumbre y la castidad.

2. Ella es el modelo perfecto para toda mujer, porque la misión de todas ellas es delicada, noble y abnegada hasta el sacrificio. Su seno debe albergar los mejores sentimientos, en él se forma el hombre. La mujer despierta el corazón del niño al amor, encauza los sentimientos del hijo por la senda del bien, enjuga sus lágrimas cuando llora y lo consuela cuando sufre. Es la madre quien enseña al hombre la primera oración y le revela la existencia del Creador. Hasta el final de la jornada terrestre, la sombra de la madre acompaña al hombre, así como María, a los pies de la cruz, asistió al sacrificio del hijo amadísimo, y recibió en su regazo los despojos del que dio la vida por amor a los hombres.

3. Es grande la misión espiritual de la mujer, es delicado su corazón, su mente, su seno, todas sus fibras son delicadas. Sólo así puede ser capaz de desempeñar su misión tan alta y beber su cáliz tan amargo.

4. Corporalmente son distintos el hombre y la mujer, pero espiritualmente son iguales. Todos son espíritus que luchan por su perfección.

5. Yo he colocado a la mujer a la diestra del hombre para endulzar su existencia, para llenarla de encanto.

6. Es el hombre en la vida de la mujer, escudo, guardián; su señor, porque en él he puesto mi luz, mi Ley, mi fuerza.

7. Así os he unido en este mundo, trazándoos el camino que debéis seguir.

8. Conoceos a vosotros mismos y entonces podréis dar ejemplos y enseñanzas a vuestros hermanos.

9. Estáis frente a los hombres de diferentes creencias, conviviendo con ellos en el mismo mundo, mas no queráis levantaros a dar enseñanza si antes no estáis practicando mi Doctrina. Primero llegad al convencimiento de lo que habéis aprendido para que podáis ser los maestros. No os engañéis a vosotros mismos, ni os forjéis complicaciones.

10. Llevad en vuestro espíritu mis revelaciones fundamentales para que ellas os sirvan de norma en vuestra vida.

11. Obtened a través de esta enseñanza espiritual, el conocimiento necesario para la vida del espíritu. Estad alerta porque en vuestro camino encontraréis muchas versiones sobre el espiritualismo y debéis estar preparados para no seguir un camino equivocado.

12. Conservad la debida preparación para que en cualquier momento de vuestra vida os encontréis dispuestos a dejar este mundo.

13. Sabed que el espíritu no podrá por su inmediata presencia en el mundo espiritual, gozar esa dicha eterna con que soñáis. Así como tampoco sufrirá eternamente por sus culpas, porque ya conocéis la base de mi Doctrina que es el amor. Por lo tanto cada quién recibirá de acuerdo con sus actos y arrepentimientos, y esto despertará en el espíritu aún más grande su ideal de perfeccionamiento.

14. Tampoco creáis que en el transcurso de la vida material, es donde el espíritu goza la dicha o recibe el castigo.

15. El espíritu se purifica y perfecciona, porque su intuición y mi revelación le dicen que él proviene de la Divinidad y a ella tendrá que tornar.

16. Por eso concedo al espíritu cuanta oportunidad necesita para obtener su desarrollo y alcanzar su felicidad eterna en Mí.

17. El Espiritualismo es la revelación que os descubre y enseña todo cuanto poseéis y lleváis dentro. Os hace reconocer que sois obra de Dios, que no sois únicamente materia, que hay algo sobre vuestra carne que os eleva sobre el nivel de la naturaleza que os cubre y sobre lo inmundo de vuestras pasiones.

18. .Cuando los hombres lleguen a la espiritualidad, todo precepto y toda máxima formará parte de la luz de su conciencia. Aunque su memoria no retenga una sola frase o una sola palabra de mi enseñanza, llevará su esencia dentro de su ser, porque la ha comprendido, porque la siente y la practica.

19. El espiritualista ha de ser el cristiano puro, el que reconoce y practica la Doctrina de Cristo, el Divino Maestro, que redimió a los hombres en su incansable afán de legar a la humanidad su propio Reino de amor, para ser de ellos una gran familia.

20. Ahora en el Tercer Tiempo, iluminados por la luz del Espíritu Santo, reconocéis que la Doctrina que os he dado en los tres tiempos, ha tenido los mismos principios y que sólo la forma exterior de mis manifestaciones es la que ha cambiado de un tiempo a otro.

21. Así, en el Primer Tiempo, había tal sencillez en vuestra vida y en vuestro corazón, estabais tan cerca de la naturaleza, que de acuerdo con todo ello me manifesté. En la Naturaleza radiante visteis y sentisteis mi presencia y absorto quedó vuestro espíritu en la contemplación de las maravillas a través de las cuales comprendisteis la voluntad de vuestro Señor.

22. En el Segundo Tiempo, cuando el egoísmo ya había germinado en el corazón de la humanidad y el entendimiento de los hombres había despertado para lo malo, viene a nacer en el seno de vosotros para haceros comprender que lo que estabais practicando como culto a la Divinidad y las obras que manifestabais de los unos para los otros, no eran lo que os había ordenado y por lo tanto no os llevaría a vuestra salvación. Que lo que hacíais era sólo un cumplimiento aparente ante los hombres, pero escondíais en el corazón la hipocresía y el egoísmo.

23. Fue preciso que Jesús os mostrara los principios que debíais seguir y de los que os habíais apartado.

24. Os mostré toda mi mansedumbre, mi amor, mi sabiduría y caridad, y apuré ante vosotros el cáliz del dolor, para que vuestro corazón se conmoviera y vuestro entendimiento despertara. Era necesario que los corazones nacieran al bien, y el dolor de verme crucificado por amor a ellos, fue como una espina que les recordase que todos debéis sufrir por amor para llegar al Padre. Mi promesa para todo aquél que quisiera tomar su cruz y seguirme; fue la paz eterna, el supremo bienestar que no tiene fin en el espíritu.

25. Mi promesa en este tiempo está en pié, es la misma, pero la disfrutaréis en verdad hasta que estéis purificados.

26. Del tiempo en que escribí con mi sangre en vuestra conciencia mi Ley de amor y justicia al presente en que vivís, encuentro evolucionado vuestro espíritu; su capacidad y comprensión es mayor, sus facultades y potencias están a punto de recibir mis nuevas revelaciones.

27. Hoy, por vosotros mismo, sabéis apartar las falsas creencias de las verdaderas. Sin embargo, es tiempo de prueba para el espíritu, porque de todas partes han surgido ideas, teorías, doctrinas, religiones y ciencias, cuya fuerza hace flaquear a veces el ánimo del débil que no sabe que camino seguir.

28. Este tiempo es decisivo, porque los hombres darán pasos definitivos en la senda espiritual.

29. Caerán muchas vendas de oscuridad, desaparecerán el fanatismo y la idolatría, se borrarán muchas visiones del pasado y se desarraigarán las tradiciones. Entonces, se abandonará todo lo que es transitorio.

30. Mis hijos: Sed conformes con vuestra posición, no sintáis envidia de aquéllos que vivan mejor que vosotros. Pensad que en la humildad os acordáis más de Mí y me servís mejor.

31. Ved bien hacia donde vais, en qué forma tomáis la vida y qué hacéis de los bienes que pongo a vuestro alcance.

32. Os doy mi amor. Mi amor es con vosotros.

33. Quien duda de Cristo manifestado en este Tercer Tiempo, dudará también de Jesús como hombre en el Segundo Tiempo, porque mi amor y mi esencia son las mismas. Si queréis tener una mayor comprensión del legado que el Divino Maestro os dejó entonces, debéis observar cómo a medida que la evolución de vuestro espíritu lo ha ido permitiendo, mi sabiduría y mis revelaciones se han ido manifestando en vuestra vida con mayor claridad.

34. Si queréis penetrar en el misterio de la enseñanza que Yo quiero que conozcáis, destruid en vosotros el temor a lo desconocido, preparaos con espiritualidad, que es respeto y humildad, y Yo mucho, os revelaré. Cuando los ojos de vuestro espíritu se abran, veréis a ahí a Cristo recorriendo las calles de dolor de los necesitados, cargando aún su cruz de amor y derramando su sangre sobre tantas miserias de esta humanidad. Veréis al Maestro derramando su caridad en unos y otros, descubriréis que también en lo espiritual se rodea de discípulos que ansiosos escuchan su palabra, su cátedra, con cuya inspiración se iluminan para enviar después su luz a los que viven en tinieblas.

35. Así le veréis si sabéis penetrar en lo espiritual. Así conoceréis un poco más a vuestro Señor. Si tratáis de saber cómo es el Espíritu Santo, lo encontraréis en la luz de la sabiduría que brota del Verbo Divino. Allí le conoceréis como inteligencia infinita, como gracia espiritual que a la vez os ilumina, os consuela y os salva.

36. Por eso cuando oís esta palabra os digo que busquéis su sentido, porque en él existe la esencia de mi Doctrina.

37. Cuando hayáis penetrado en la palabra que Cristo en cuanto hombre y en cuanto espíritu os ha dado, habréis alcanzado el conocimiento de lo que es vuestro Dios, de la Trinidad de manifestaciones y entonces en verdad lo amaréis, creeréis en El en todas las formas en que a vosotros ha venido.

38. Cuando hayáis alcanzado esa elevación, seréis como esos espíritus elevados que como maestros, invisiblemente vienen a iluminar los entendimientos de los hombres para conducirlos por el camino del bien. No os manifestaréis tomando cerebros humanos, mas ejerceréis buena influencia sobre todos los que se preparen en este mundo. Los iluminaréis e inspiraréis. Vuestra comunicación será de espíritu a Espíritu y cuando hayáis cumplido esa misión, ante vosotros se presentará un peldaño más que escalar. Así, por ese camino, es como los espíritus llegan al seno del Padre, purificándose, perfeccionándose hasta poder confundirse en la luz purísima del Espíritu divino.

39. Yo os preparo desde ahora para el siguiente peldaño que vais a escalar, no os hablo de otros, porque no los comprenderíais. Basta que sepáis que son siete etapas o peldaños los que tenéis que recorrer. En cada uno de ellos encontraréis una gracia para vuestro espíritu que os servirá para ayudaros a dar el siguiente paso, hasta llegar a la presencia de Dios y al cumplimiento de mis promesas a quien me siga hasta el fin.

40. Vuestro pensamiento no alcanza a comprender toda esta lección, porque todavía cuando pensáis que me vais a ver, me imagináis como un ser semejante a vosotros por la forma material. Mas nadie espere unirse a su cuerpo material para habitar eternamente en mi seno. Esa no es la resurrección en la carne de la que os hablaron los apóstoles; sólo el espíritu conocerá la eternidad después de haber surgido una y otra vez en la Tierra a través de diferentes materias y luego de haber recorrido espiritualmente el camino hasta el final.

41. El Juicio Final, como lo ha interpretado la Humanidad, es un error; mi juicio no será de una hora ni de un día; ha tiempo que él pesa sobre vosotros, mas en verdad os digo que los cuerpos muertos, muertos están y han ido a confundirse en su propia naturaleza, porque lo que es de la tierra, a la tierra volverá, así como lo espiritual buscará su morada que es mi seno. Más también os digo que en vuestro juicio, vosotros seréis vuestros propios jueces, porque vuestra conciencia, conocimiento e intuición, os dirán hasta qué punto sois dignos y en qué morada espiritual debéis habitar. Claramente contemplaréis el camino que deberéis seguir, porque al recibir la luz de mi Divinidad, reconoceréis vuestros actos y juzgaréis vuestros méritos.

42. En el valle espiritual existen muchos seres confundidos y turbados; a ellos llevad mi mensaje y mi luz cuando penetréis en él.

43. Desde ahora podéis practicar esa forma de caridad, por medio de la oración, con la cual podéis establecer comunicación con ellos. Vuestra voz resonará donde ellos habitan y los hará despertar de su profundo sueño. Les hará llorar y lavarse con el llanto del arrepentimiento. En ese instante habrán recibido un rayo de luz, porque entonces comprenderán sus pasadas vanidades, sus errores, sus pecados.

44. ¡Qué grande es el dolor del espíritu cuando la conciencia le despierta! ¡Cómo se humilla entonces ante la mirada del Supremo Juez! ¡Cuán humildes brotan de lo más íntimo de su ser las peticiones de perdón, las promesas, las bendiciones para mi nombre! ¡Allí reconoce el espíritu que no puede acercarse a la perfección del Padre y, dirigiendo su mirada a la Tierra, donde no supo aprovechar el tiempo y las pruebas que fueron oportunidad para aproximarse a la meta, pide una materia más, para expiar faltas y desempeñar misiones no cumplidas!

45. ¿Quién hizo justicia entonces? ¿No fue el mismo espíritu quien formó su juicio?

46. Mi Espíritu es un espejo en el que tenéis que contemplaros y Él os dirá el estado de pureza que guardéis.

47. En cuanto os encontréis en espíritu ante vosotros mismos, vuestra conciencia os iluminará, se despejará vuestra memoria y recordaréis lo olvidado. ¿Por qué entonces teméis a mi justicia, si no vais a recibir más de lo que merecéis? ¿Por qué no temer desde ahora a vuestros actos? Ved con cuánta bondad dejo que vuestro entendimiento comprenda el misterio de lo que es vuestro juicio.

48. Alejaos del fanatismo, qué está muy lejos de la verdad. Meditad en mis enseñanzas que encierran una Doctrina de paz, de luz y bendición.

49. Si vosotros llegáis a olvidaros de los que han pasado al valle espiritual, el Maestro de ninguno se olvida.

50. También en lo espiritual hay quienes duermen, quienes han cerrado sus ojos a la luz de la verdad y los que van errantes arrastrando cadenas de remordimientos, turbaciones y dolor.

51. Os he llamado para deciros que no sólo podéis hacer el bien al sanar al enfermo y señalar el camino a vuestros hermanos que habitan con vosotros en la Tierra, sino también a los seres que moran en el más allá; entre ellos están los enfermos, los perdidos, los necesitados de amor y de consuelo. Son los que se purifican en el dolor para llegar limpios a mi presencia, pero vosotros podéis ayudarles en su expiación con vuestras oraciones, con vuestra caridad y nobles pensamientos y les acortaréis el tiempo de amarguras.

52. Mi Doctrina de amor universal unirá y acercará a todos los espíritus sin distinción de mundos y hará que los seres se amen con amor espiritual.

53. Llegan entre la humanidad legiones de seres en tinieblas como nubes de tempestad, ocasionando trastornos, turbando las mentes y ofuscando el corazón de los hombres. Y teniendo esta humanidad armas para defenderse de estas acechanzas, no saben esgrimirlas unos, y otros ni siquiera presienten tenerlas.

54. En las guerras, en el homicidio y en las bajas pasiones, está la influencia de esas fuerzas. Vosotros que habéis abierto los ojos a la luz y que conocéis las armas espirituales de amor y de justicia que os he confiado, orad por el mundo y por el mundo espiritual, reconciliad a los que se odian, enseñad a amar, a perdonar y a orar.

55. Mas tened en cuenta que las obras buenas que en la Tierra hagáis, serán las que iluminen a los espíritus turbados, y vuestras oraciones serán para ellos bálsamo que os alivie de su turbación. Luchad contra las tentaciones y las malas inspiraciones para que experimentéis el triunfo de la luz.

56. Preparaos, que el mensaje que habréis de llevar a la humanidad, será para que conozca sus atributos y potencias desconocidas unas y sin desarrollo otras.

57. Con buenas obras enseñaréis, devolviendo la salud al desahuciado de la ciencia y salvando al espíritu que los hombres habían dicho condenar al castigo eterno. Unos y otros verán el esplendor de mi Obra y de sus ojos caerá la venda de oscuridad.

58. Es el tiempo en que me dejaré mirar, en que me haré sentir en todos y en que hablaré al mundo.

59. Os digo en este día: benditos sean los que van siguiendo en su camino el ejemplo de María, llevando la pureza en su espíritu. María es la pureza y la ternura; el que la ame, imítela en esto. De nada os servirá repetir su nombre o decir que la amáis, si vuestros actos no corresponden a esas palabras.

60. Reconoced los verdaderos valores humanos y espirituales; no os dejéis seducir del falso esplendor de las glorias terrestres. Ya vuestra luz os puede descubrir todo lo que es falso. Ved que hay muchas obras que aparentando pureza, sólo encierran tinieblas y os llevan por caminos oscuros que aparentemente brillan.

61. Comprended entonces vosotros, la responsabilidad que habéis contraído de mostrar en vuestra vida, en vuestra conducta y en vuestras pruebas, un proceder digno de las palabras que vierten vuestros labios. El pueblo tiene fijos sus ojos en vosotros, esperando que en vuestras acciones mostréis elevación espiritual. Debéis ser como un espejo limpio, porque si los actos de quienes no me han escuchado en este tiempo y se nombran siervos de Dios, no siempre son lícitos, el mundo los ve sin sorprenderse, pero si estos mismos actos ilícitos, los ve en vosotros, si habrá sorpresa en quienes os observen, porque no concebirán que llevando esta gracia en vosotros, aún podáis hacer acciones contrarias a la Doctrina que habéis recibido. El Maestro os dice: Desde el momento en que habéis hecho el propósito de seguirme, guardaos del escándalo, mirad que vuestro espíritu desde día ha renunciado a todo cuanto pueda dañarlo. Tenéis que perseverar en el camino del bien, sintiendo toda vuestra responsabilidad. Si me estáis sirviendo, si os habéis abandonado a mi voluntad, es que me habéis reconocido, es que estáis plenamente ciertos de la verdad de mi comunicación y no existe una duda en vosotros.

62. Cuando os he visto entregados en esta forma a mi servicio, os he dicho que estáis haciendo una gran obra de caridad en vuestros hermanos. Ya os he dicho que este cumplimiento espiritual no os impide el cumplimiento de ninguno de los deberes humanos. Nadie intente complicar la sencillez de mi Doctrina. Vosotros entregad la esencia de mi enseñanza y dejad que en ella se inspiren los hombres.

63. ¡Cuán extraordinario os parece que mi voluntad divina se haya unificado con vuestro entendimiento! A lo que Yo os digo, que es lo más natural, tratándose de Dios que es Espíritu y del hombre, quien por su espíritu es semejante a su Creador. Quisierais penetrar en muchos misterios que todavía no podéis saber y sólo os digo que no será la ciencia la que os los revele sino el espíritu por el amor a su Creador.

64. Manifestad mi Obra con la misma sencillez con que Yo os la he entregado y vuestros hermanos la entenderán merced a la evolución que han alcanzado, y cuando vuestros actos puedan manifestar que sois dignos de las grandezas que recibís, vuestra obra será maravillosa y el hombre creerá en Mí, por vosotros.

65. Recibo en Mí a vuestro espíritu para que deje su fatiga y los sinsabores del mundo.

66. De distintos puntos venís en busca de mi lección y de mi paz. Al escuchar mi palabra sentís el calor paternal y se quieta vuestro corazón.

67. No falta quien quisiera seguiros hacia el recinto donde os entrego mi palabra, pero el temor al mundo le detiene; en cambio otros miran con desprecio, aun oyendo como una voz interior que les dice que es seguro el camino por donde vais, y que es el que conduce a la verdad aun escuchando las voces de los elementos desencadenados y de los acontecimientos extraordinarios que pregonan que un nuevo tiempo ha llegado: el tiempo del juicio, el precursor del tiempo de la gracia. En todos los lugares de la Tierra y en todos los corazones, me he manifestado, Les hablo por inspiración, por intuición y por sueños o revelaciones.

68. Estoy preparando a las futuras generaciones, las cuales no vacilarán entre la duda y la fe, y las que darán su verdadero valor e interpretación a las escrituras de los libros que os dejaré.

69. Ellos anunciarán el cumplimiento de las profecías de los primeros tiempos.

70. Los escritos de este tiempo los dejaré bajo vuestra responsabilidad, para que los deis a conocer a todos aquellos que no escucharon mi palabra. Vuestra verdadera lucha vendrá después.

71. Mi Doctrina, vuestro culto y vuestras prácticas, serán juez para todos aquellos que de sectas y religiones os viniesen a escudriñar; no será menester que vosotros les señaléis sus errores, por el contrario, les daréis la bienvenida con sinceridad y amor, mostrándoles mi Obra en todas sus partes.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !






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Enseñanza 241

1. Yo os recibo, pueblo, que venís a alimentaros con la palabra divina que es el pan del espíritu. Vengo a vosotros por el amor que os tengo. ¡Ah humanidad que sólo vais en busca de dolores, de sangre y angustias; las sombras del materialismo han empañado la mirada de los hombres y no pueden contemplar el camino de restitución!

2. Al menos vosotros que me oís, regocijaos con mi palabra y consolaos en Mí, porque esta humanidad ha extraviado su mente y sus sentimientos, ya que en vez de ir en pos de la verdad, va en pos de confusión. Las grandes inteligencias humanas florecen hoy en el crimen, y de ellos hacen su ideal, por eso ha mucho que os he dicho a los que he nombrado mis discípulos, que desempeñando ellos esta misión que les he confiado, su ejemplo influirá en la vida, en el pensar y hablar de los demás, al grado que puedan decir: hoy me encuentro utilizando mi espíritu que antes creía inútil.

3. Discípulos: Cuando el espíritu de la humanidad se levante, se libere y trabaje en los campos que le pertenecen, terminará el cáliz del dolor que apura este mundo; cuando en la mente y en el corazón del hombre florezca la espiritualidad, habrá florecimiento en todas las sendas de vuestra vida. Estoy hablando a los que aspiran a ser mis discípulos y en los que encuentro sensibilidad al escucharme.

4. Pueblo mío: haced que no se pierda un sólo instante de vuestra vida, amaos unos a otros y sentid el dolor de no haberlo hecho antes. Meditad profundamente en los principales actos buenos y malos de vuestro pasado, porque de esa meditación obtendréis buenos frutos y entonces pensad en el futuro. Preguntaos: ¿Qué tengo preparado para los tiempos venideros? Comprenderéis que algo tenéis que decir a la humanidad, que algo tendréis que hacer para despertarla de ese sueño que no la deja contemplar el manto con que la muerte la está cubriendo y acechando a cada instante, que algo tenéis que hacer para que despierte y escuche la voz de la conciencia.

5. ¡Ah humanas vanidades! ¡Ah hombres que buscáis vuestro florecimiento y vuestra glorificación en esta Tierra!

6. Para decir palabras que matan habéis llegado a haceros un trono, desde cuál hacéis oír vuestras órdenes de guerra, de invocación a la destrucción y a la muerte.

7. ¿Qué es la inteligencia humana, si ésta no va unida a la espiritualidad que es conciencia, justicia y caridad? ¿Con qué palabras responderán ante Dios los hombres que con su luz han inventado las grandes armas destructoras? ¿Con qué saldarán la deuda que están contrayendo? ¿Cómo recogerán la cosecha de su gran siembra?

8. Y a todos los que hablan de Mí y se nombran mis discípulos y ministros les pregunto: ¿Qué hacéis en estos instantes y qué tenéis preparado para proteger al mundo?

9. ¡Oh pequeños que me escucháis en este tiempo! Trabajad en mi Obra de amor, apresuraos a consagrar esa parte de vuestra vida que os pido en beneficio de vuestros semejantes, que a la vez será en beneficio vuestro

10. Mi Obra necesita soldados, ¿Por qué no dar la vida en este frente espiritual, cuando la dais sin provecho alguno en los campos de batalla?

11. Esa parte de tiempo que os pido, utilizadla enseñando, dad cátedra de amor y de saber, enterneced y despertad a los corazones; mirad mi existencia divina consagrada a amaros, a cuidaros y a daros salvación. Recordad que también Yo, en cuanto hombre, os dediqué toda mi vida. No os conforméis con recoger poca semilla. ¿Cuál será el regalo o presente que depositéis en mi mano cuando penetréis en lo que llamáis el Más Allá? Os doy raudales de agua de mi fuente y, ¿Vais a devolverme sólo unas cuantas gotas? Testificad con vuestras buenas obras.

12. Los dones espirituales que en vosotros se han manifestado en este tiempo, han sido para ayudaros a desbordar esas aguas cristalinas sobre el espíritu de vuestros hermanos. Aprended de vuestro Maestro, que se ha mostrado siempre como un venero de amor para vosotros, como una dádiva perpetua, como una lámpara encendida para iluminar el corazón del que sufre. ¿No es acaso cada una de mis palabras como una antorcha de luz en el camino del viajero que va en busca de la meta de su destino? ¿No es acaso este mensaje una nueva revelación que os acerca a Dios?

13. Sólo el que sienta y viva mi Doctrina y mi Ley, podrá llamarse maestro en mi Obra. Ahí os conduce esta palabra para que conozcáis lo elevado y lo profundo, porque al espíritu que quiere ser grande sólo las obras grandes le interesan, el espíritu pequeño anda sólo en torno de lo pequeño, y para creer, tiene que despojarse de lo superfluo con dolor y fortalecerse con el amor de su Padre.

14. El espíritu grande sacrifica hasta lo que podéis considerar más querido, en aras de su ideal elevado, o en aras de su misión de amor.

15. ¿Os extrañáis de que mis discípulos del Segundo Tiempo todo lo hayan dejado por seguirme, todo os lo hayan dado por amaros?

16. A todos invita mi palabra a volver al camino del amor, ahí se avergonzarán muchos de haber sentido odios o rencores por sus hermanos, de haberles dejado de amar; y entonces, con el dolor y a la vez con el gozo del arrepentimiento, les volverán a estrechar con el corazón. Entonces aparece la espiritualidad y desaparece la materialidad.

17. Aún más os diré sobre los espíritus grandes; ellos no son sensibles a las ofensas, ni débiles ante los golpes, ven con indiferencia esas miserias y ven con piedad a los que las llevan, ellos están por sobre esas pequeñeces y van solamente a lo que es grande.

18. Todos vosotros tendréis que atravesar grandes pruebas, necesitáis ser muy fuertes para no desmayar y con ello evitar la vergüenza de vuestra flaqueza. Vosotros que habéis escuchado esta palabra, y que habéis venido a la mesa de los buenos manjares y os habéis alimentado de mi sabiduría, sed fuertes y alentad a vuestros hermanos con vuestro amor.

19. El que practique el bien, es apóstol de Cristo, mas no necesitará títulos que lo acrediten como tal, ni será menester que haga alarde de ello.

20. ¿Qué me decía al revelaros los sucesos dolorosos del futuro? ¿Qué podréis ofrecer a los profanos que vengan a vosotros en busca de consuelo?

21. Sólo os digo: sembrad mi semilla. Esta Doctrina es vuestro legado, si sabéis penetrar en las profundidades de vuestro espíritu, ahí encontraréis al Mesías que vuelve a cada instante a vuestro corazón para iluminarlo con su luz.

22. De los que han de venir mañana a saber de mi venida, pueden hacerse dos grupos: Unos que vendrán dudando y saldrán creyentes y enternecidos, porque les tocó el amor de mi palabra; y otros que viniendo increyentes, así seguirán insatisfechos, porque son mas materia que espíritu, mas necedad que reflexión; mas a vosotros que habéis sido nombrados mis nuevos discípulos y que habéis sido señalados por el Espíritu Santo, os digo: ¿Cuándo empezáis a iluminar al mundo con el ejemplo de vuestras obras de amor?

23. Escuchad: Cuando Yo estuve en la Tierra con vosotros, los hombres llegaban a Mí en caravanas, hombres de altos puestos, cubiertos de vanidad, gobernantes que secretamente me buscaban para escucharme. Unos me admiraron, pero no lo confesaron por temor, otros me negaron. Hasta Mí llegaron multitudes formadas por hombres, mujeres y niños, y me escuchaban por la mañana, por la tarde, por la noche, y siempre encontraban dispuesto al Maestro a entregarles la palabra de Dios. Ellos contemplaban al Maestro olvidado de sí mismo y no sabían a que hora se alimentaba para que su cuerpo no decayera, ni se debilitara su voz y es que no sabían que Jesús tomaba fuerzas de su propio espíritu y en sí mismo encontraba el sustento.

24. Así vosotros, algún día sabréis que aquél que inspirado por el amor divino, consagre su existencia a consolar, a sustentar y a amar a sus hermanos, encontrará en su propio espíritu fuerza y alimentos desconocidos que le sostendrán sin decaer un instante en la lucha.

25. Así me manifesté en aquél pueblo, que es este mismo de ahora y que mañana formará un sólo conglomerado en el mundo entero; el pueblo de Dios.

26. Aprended de Mí y aprovechad vuestros dones para que saldéis la gran deuda que con vosotros y con la humanidad tenéis; aceptad gustosos vuestra restitución, y no queráis pagar esa deuda con algo que, a la vez que os agrade, no os incomode, porque muchas veces tendréis que llegar al sacrificio o a la renunciación.

27. No os pido vuestra vida, sólo unas horas, sólo una parte de vuestro tiempo.

28. Recordad que Jesús, por estar con vosotros, dejaba a su Madre, aquella dulcísima Madre que fue lo único que tuvo en la Tierra. De ella se ausentó en la vida, y sólo se entregó en sus brazos cuando ya exánime fue desprendido de la cruz; a vosotros no os pido tanto, sólo una pequeña parte de lo que os di y enseñé.

29. Dad vuestra vida consolando al triste, sanando al enfermo y salvando al perdido, mas no os dejéis matar tan sólo por demostrar que sabéis morir por Mí.

30. En mi Doctrina no debe haber acusados ni acusadores, ofendidos ni ofensores; en ella sólo deben existir los que aspiren a elevarse por la práctica de mis enseñanzas.

31. Todo lo poseéis para llegar a Mí; el mundo es una escuela, la vida es un libro, mi inspiración es una luz; el Maestro soy Yo, los hombres son mis discípulos; he aquí porque os llamo incesantemente y os digo: todos cabéis en mi amor.

32. No me dejéis solo con mis enseñanzas; no seáis fríos ante este amor que os estoy manifestando, mirad que a través de unos labios humanos, la palabra de mi Espíritu os alumbra.

33. Si en la Tierra decís que Yo con mi Doctrina, con mi Ley, os he traído religiones, Yo os digo: que ante Mí sólo existe un culto que es el del amor, el amor al Padre, a los semejantes o hermanos, y a todo cuanto ha brotado del Creador.

34. Aquella divina máxima de amarse los unos a los otros, será la Ley que una a todos los hombres, que les ilumine para que se sientan hermanos, se amparen, se ayuden, se defiendan de las tentaciones y se reconozcan sin detenerse en diferencias de razas o credos.

35. Imaginad un mundo así y lo imaginaréis en paz, como una sola familia regida por las leyes del amor, el respeto y la justicia.

36. Estas profecías se realizarán porque vuestro mundo no está condenado a ser eternamente un valle de tinieblas y pecados.

37. Brillará la virtud en el corazón de los hombres como las flores en los huertos, porque Yo os digo: las flores son en su belleza, semejantes a las ideas e inspiraciones que brotan de Dios para salvar a los pecadores.

38. Venid, éste es vuestro camino, aquí está el pan de los pobres y el consuelo de los tristes, venid y nada temáis

39. Pueblo bendito de Israel, el Padre os dice: Escuchad la voz de vuestra conciencia, preparad vuestro entendimiento, porque voy a dejar escrita imborrablemente mi palabra en cada uno de vosotros. Escuchad la palabra viva que estoy derramando, que brota de la fuente de sabiduría, que es mi Espíritu.

40. He abierto todos los caminos, para que lleguen a Mí, todos mis hijos, es el tiempo del despertar, en que mostraré con claridad mi palabra de los tiempos pasados y las nuevas revelaciones que os haré y que son el complemento, la tercera parte del Libro del cual seréis poseedores.

41. He venido a descorrer ante vosotros el velo que ocultaba la grandeza de mi Doctrina. Os di en el Segundo Tiempo la semilla para que la sembraseis y cultivaseis, y en el tiempo propicio me la hicierais presente.

42. Mas he pedido el fruto a los encargados de esparcirla y he recogido escasos granos, después de una larga era. Ya os había dicho: nuevas generaciones vendrán a la Tierra y ella recibirán mi último mensaje. Yo estoy preparándolas y os digo: llegó el tiempo en que dio principio esta nueva era.

43. El precursor inició a los primeros labriegos de mi Obra, y después el maestro abrió el Libro para mostrar todo su contenido que es luz, sabiduría, salvación para la humanidad. Así llegó para vosotros ese momento de gracia. Reuní a hombres y mujeres de distintas creencias e ideas. Penetré en su corazón y sólo contemplé amargura, desengaño; y ellos al oír mi palabra, no la rechazaron, no cerraron su corazón, no la discutieron, sino la acogieron con amor y con respeto.

44. Yo hice que se consagraran a estudiar cada una de las manifestaciones de mi Divinidad, y ellos las encontraron ciertas, llenas de gran trascendencia y su corazón se fortaleció. Más llegó el momento en que les dije: os he arrullado, os habéis deleitado con mis caricias y ahora ya es tiempo de luchar. Y los labios que antes habían sido torpes o mudos, hablaron con el verbo Divino. Derramé mi palabra por ellos mismos y fueron mis portavoces. A otros que encontré llenos de fe, los convertí en guías y les dije: Atraed a los corazones y con ellos formad multitudes. Preparaos con fortaleza, porque vais a tropezar con la dureza de la humanidad. Vais a luchar con los incrédulos, porque la semilla de Tomás está regada y ha germinado en los corazones. Más Yo cortaré de raíz esta simiente y os ayudaré en vuestra labor. Cada uno de vosotros será como una antorcha que ilumine el camino de vuestros hermanos. Y cuando este tiempo de mi comunicación llegue a su término y vosotros sólo os comuniquéis conmigo de espíritu a Espíritu, seguiréis enseñando. Y los hombres se sorprenderán y preguntarán en dónde habéis aprendido y vosotros mostraréis el libro de vuestro corazón, en donde estará grabada mi enseñanza y del cual brotarán nuevas inspiraciones.

45. Yo lucharé hasta dejaros preparados para después de mi partida. Poe eso marqué un largo tiempo, para que en él tuvieseis grandes oportunidades de comprender mi Obra. Más no he sido visible para los ojos materiales. He dicho que en este tiempo todo ojo pecador y no pecador me verá, mas no han de ser los ojos de la materia, sino la mirada espiritual la que me contemple, iluminados por la conciencia; y el espíritu, como un santuario, el que me sienta.

46. He preparado labriegos en muchas comarcas, para manifestar mi Obra. Escuchando mi enseñanza, ¡Cuántos momentos de dicha ha tenido vuestro espíritu! ¡Cómo habéis gozado con los prodigios que os he concedido! Para que me reconozcáis, os he dado innumerables pruebas, pues quiero que vosotros ya preparados, recibáis a los que están señalados por Mí, para llegar al conocimiento de esta enseñanza. Como hermanos mayores vosotros estaréis cerca de los corazones que sufren para sostenerles y servirles de báculo. Volved al redil a las ovejas descarriadas, aliviad penas, salvad a vuestros hermanos.

47. Yo os ayudaré con vuestra cruz, cuando os encontréis cansados, y os enseñaré a encumbrar la montaña del cumplimiento. ¿Qué podríais esperar si no cumplieseis? ¿Cómo sentiréis fortaleza, cómo podréis vivir si después de haberme oído no dais testimonio de estas lecciones?

48. Sed fuertes, amaos unos a otros y mi bendición caerá sobre vosotros como rocío para alentaros siempre.

49. Cuando sentís los goces de la vida, atribuís al mundo este placer y Yo os digo: Os quiero alegres, por eso envía a vosotros esos momentos de felicidad, porque cuando el hijo sonríe, sonríe también el Padre. Buscad los goces sanos que no perturban al espíritu y en ellos me encontraréis. Mas si podéis sonreír en medio de vuestros sufrimientos, ¡bienaventurados seáis!

50. Mi mirada de Padre se posa en vuestro corazón, oh hijos amados, y contemplo vuestro recogimiento. Habéis olvidado lo que pertenece a vuestra vida material y venís a alimentaros con mi palabra, a llenaros de su esencia y a sentir profundamente mi presencia en vosotros mismos. Vengo a manifestarme a vosotros porque os amo y quiero que comprendáis mi anhelo; vosotros, llenos de reconocimiento, me mostráis con humildad vuestro corazón y me decís: Maestro, leed en él como en un libro abierto y haced en nosotros vuestra voluntad, seremos conformes con lo que ordenaseis en vosotros.

51. Contemplo vuestra fe y confianza en mi Divinidad. Sabéis que os amo y os concedo todo lo que es justo y es para vuestro bien. Por eso confiáis y me pedís ayuda. Es un tiempo de restitución el que vivís, en que no tendréis goces perfectos ni paz perdurable. Esta Tierra no es vuestra patria. Sois pasajeros moradores de ella y sólo estáis labrando una vida mejor, superior a ésta según sean vuestros méritos.

52. En la Tierra sentiréis, cuando estéis preparados, la paz de mi espíritu, esa paz que habéis saboreado y que el resto del mundo desconoce; esa dulzura que se derrama en mi palabra, esa grandeza que habéis experimentado cuando os encontráis elevados en comunión conmigo. El mundo no tiene ese aliciente y lo necesita, lo espera, porque sabe que ha de venir y algunos se preparan presintiendo que se acerca el momento de que Yo llegue a ellos. Mas os digo: todos seréis dueños de esta paz, todos conocerán la luz de la verdad. Mi palabra se extenderá, e irá de labio en labio, de hogar en hogar y de una nación a otra, por medio de labriegos. Pero he contemplado en ellos y en el pueblo su lento caminar, su temor; y mi Obra no ha ido más allá de los pequeños límites en que la han encerrado y ésa no es mi voluntad.

53. Labriegos; os he pedido unión para que forméis un sólo espíritu, una sola mente y corazón, para que doquier que vuestros hermanos os encuentren, escuchen de vosotros una misma palabra, el mismo testimonio en todos y vean reflejado en vosotros mi amor divino.

54. Os he enseñado el amor, la paciencia, la humildad, para que llevéis vuestra misión como una dulce cruz. La obra de regeneración, depuración y espiritualidad de la humanidad, es obra de tiempo, una generación transmitirá a la siguiente el mismo espíritu de lucha y elevación espiritual, hasta que el mundo, a través de los tiempos, se perfeccione y llegue al cumplimiento de su misión.

55. No temáis el mañana. No temáis tampoco ir demasiado adelante y perder el camino. Es tan larga la jornada que no llegaréis al fin en corto tiempo. Yo estoy en cada uno de vuestros pasos. Lo mismo delante que tras de vosotros, a vuestra diestra y siniestra. La fuerza de mi Espíritu os reviste; esa fuerza interior que os anima a luchar sin cansancio, no os abandonará. Los unos habéis luchado año tras año, y habéis contemplado la alborada de cada día como la primera en que vais a trabajar por mi Obra.

56. Buscad en Mí toda perfección, mas no exijáis absoluta justicia y perfección de los labriegos; son humanos y están expuestos a caer en debilidad; ellos también están luchando por su redención. Esa perfección que vuestro espíritu anhela contemplar, buscadla en los espíritus que habitan altas escalas espirituales, donde todo es amor, belleza y luz.

57. Vuestro corazón se acrisola en el cumplimiento. Cada uno adelanta según su amor, su ahínco y afán de servir. Mi palabra ha sido la misma para todos, y sin embargo, he encontrado labriegos dando grandes pasos de espiritualidad y otros retrasados en su evolución.

58. Para conocer el fondo de mi enseñanza, necesitáis practicar. Si sólo oís mis lecciones y después las olvidáis, no podréis conservar ni impartir esa deliciosa esencia que encierra mi enseñanza; es tan sencilla que podéis practicarla desde el primer momento en que la oís. El amor es la primera Ley que os he dado a conocer, y de la cual brotan todas las demás leyes y preceptos.

59. Os he dicho que he formado a todos por igual y a todos amo. ¿Por qué vosotros no amáis sin distinción de razas, clases o creencias? ¿Por qué amáis a unos y desconocéis a otros? No sólo améis a los que os hacen bien, buscad a todos y estrechad lazos de amor. Practicad el amor universal que abarca todo y amad a vuestros hermanos materiales y espirituales. Mi Obra coloca en el mismo plano a todos los espíritus. Yo quiero contemplar a todos formando mi familia que se ame y haga la paz universal, que pacte con mi Divinidad para que sea cada uno de vosotros, mi representante doquiera que os encontréis.

60. Preparaos para que seáis cada uno de vosotros un fruto del Gran Árbol, y ese fruto se multiplique infinitamente.

61. Orad por el mundo y que esa oración sea como un manto que proteja a la humanidad, como un antídoto contra la guerra, que a cada instante se aproxima y hace caer al hombre.

62. Yo bendigo a todas mis criaturas y las dejo unidas en estrecho abrazo.

63. Venid a Mí los que llorando os encontráis, Yo soy el consuelo. El amor se acerca a vosotros porque sois las criaturas que en su destierro necesitan la caricia del Padre para levantarse.

64. Todos lleváis a cuestas una cruz para que imitéis en ello al Maestro, pero esa cruz no quiero verla en insufrible o molesto fardo por vuestra falta de comprensión y elevación.

65. Las vicisitudes azotan como huracanes vuestra vida, pero ese amor al Padre y la confianza que habéis depositado en El os dan tranquilidad en las pruebas y os hacen salir triunfantes de ella.

66. Quien confíe en Mí verdaderamente, no quedará defraudado jamás.

67. El dolor sensibiliza el duro corazón, él será el que haga brotar de las rocas agua cristalina. Las pruebas mantienen despierto al espíritu.

68. Os habéis levantado en pos de mi palabra, porque reconocéis la voz del divino Pastor a quien siguiendo venís tiempo ha.

69. No ha sido el deber el que os ha impulsado a seguirme por este camino, ni ha sido el temor, sino el anhelo de ser útiles a vuestros semejantes para agradar al Señor.

70. Así se preparan los nuevos discípulos, para ser las antorchas que iluminen al mundo. Bienaventurados los que me comprendan y crean en mi palabra, porque ellos no sentirán hambre ni sed en el espíritu.

71. No quiero que mañana vuestro corazón se llene de vanidad y grandeza al palpar los prodigios realizados por medio de vuestros dones, pero tampoco quiero veros tímidos, porque no sabríais despertar confianza en vuestros hermanos, tened firmeza en lo que habléis y hagáis.

72. Tendréis que aumentar vuestra preparación y perfeccionar vuestros pasos, para que seáis reconocidos después de mi partida.

73. A todos os he confiado el don de curación, con el que podéis hacer milagros entre los enfermos del cuerpo y del espíritu.

74. iréis en busca del perdido, aún al mismo fango, para darle la mano salvadora. Si creéis que ahí no germina mi semilla, os equivocáis. Yo puedo demostraros que del fango pueden brotar flores tan blancas como el ampo de la nieve. Mientras más perdido se encuentre un espíritu, más amor se requiere para ir a buscarlo y él, al sentir la caricia o el bálsamo, sentirá penetrar un rayo de luz y será de los más fervientes. Su gratitud será muy grande, porque le será perdonada su deuda que también era muy grande.

75. A estos buscaréis como Yo siempre os he venido a buscar. No olvidéis que los justos ya están conmigo.

¡ MI PAZ SEA CON VOSOTROS !


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